24 ene 2008

Reflexiones del Presidente Castro Ruz


"Cuando enfermé gravemente la noche del 26 y la madrugada del 27 de julio (de 2006), pensé que sería el final , y mientras los médicos luchaban por mi vida, el jefe de despacho del Consejo de Estado leía a exigencia mía el texto, y yo dictaba los arreglos pertinentes.", dice Fidel Castro en una de sus habituales Reflexiones publicadas en los medios oficiales de prensa.
Mientras los médicos luchaban por su vida, recordó Castro, su jefe de despacho (Carlos Valenciaga) leyó y revisó a su pedido el texto de "Cien Horas con Fidel", una entrevista dada por el mandatario al periodista francés Ignacio Ramonet.
Su enfermedad se hizo pública el 31 de julio de 2006 mediante un comunicado en la televisión cubana; hasta ahora se desconocen los detalles de su padecimiento: solo se informó que fue sometido a cirugías intestinales. Inmediatamente se hizo cargo del ejecutivo de manera interina su hermano, el vicepresidente, Raúl Castro y varios otros altos funcionarios.
En efecto, la noche del lunes 31 de julio Fidel temporalmente transfirió todos sus poderes a su hermano Raúl -el más leal de todos. En cuatro décadas de estar al frente del gobierno Fidel jamás había hecho algo semejante.
Este jueves aparecio publicado en la página de varios medios oficiales cubanos, entre otrso el Granma, el siguiente texto: Reflexiones del presidente Fidel Castro
Lula (Primera Parte)
Publicado en Granma, http://www.granma.cu/espanol/2008/enero/jue24/reflexiones.html
De forma espontánea decidió visitar Cuba por segunda vez como Presidente de Brasil, aunque mi salud no le garantizara un encuentro conmigo.
Antes, como él mismo dijo, visitaba la Isla casi todos los años. Lo conocí en ocasión del primer aniversario de la Revolución Sandinista en la casa de Sergio Ramírez, entonces vicepresidente del país. Digo de paso que este último de cierta forma me engañó. Cuando leí su libro Castigo Divino —excelente narración—, llegué a creer que era un caso real ocurrido en Nicaragua, con todos los enredos legales que son habituales en las antiguas colonias españolas; él mismo me contó un día que era ficción pura.
También me encontré allí con Frei Betto, hoy crítico aunque no enemigo de Lula, y con el Padre Ernesto Cardenal, militante sandinista de izquierda y actual adversario de Daniel. Los dos escritores procedían de la Teología de la Liberación, una corriente progresista en la que siempre vimos un gran paso hacia la unidad de los revolucionarios y los pobres, más allá de su filosofía y sus creencias, ajustada a las condiciones concretas de lucha en América Latina y el Caribe.
Confieso, sin embargo, que veía en el Padre Ernesto Cardenal, a diferencia de otros en la dirección de Nicaragua, una estampa del sacrificio y las privaciones cual monje medieval. Era un verdadero prototipo de pureza. Dejo a un lado otros que, menos consecuentes, alguna vez fueron revolucionarios, incluso militantes de extrema izquierda en Centroamérica y otras áreas, que después se pasaron con armas y bagajes, por ansias de bienestar y dinero, a las filas del imperio.
¿Qué tiene que ver lo relatado con Lula? Mucho. Nunca fue un extremista de izquierda, ni ascendió a la condición de revolucionario a partir de posiciones filosóficas, sino de las de un obrero de origen muy humilde y fe cristiana, que trabajó duramente creando plusvalía para otros. En los obreros vio Carlos Marx a los sepultureros del sistema capitalista: "Proletarios de todos los países, uníos", proclamó. Lo razona y demuestra con irrebatible lógica; se complace y se burla demostrando cuán cínicas eran las mentiras empleadas para acusar a los comunistas. Si las ideas de Marx eran justas entonces, cuando todo parecía depender de la lucha de clases y el desarrollo de las fuerzas productivas, la ciencia y la técnica, que diera sustento a la creación de bienes indispensables para satisfacer las necesidades humanas, hay factores absolutamente nuevos que le dan la razón y a la vez chocan contra sus nobles objetivos.
Nuevas necesidades surgieron que pueden dar al traste con los objetivos de una sociedad sin explotadores ni explotados. Entre estas nuevas necesidades surge la de la supervivencia humana. Del cambio de clima no había idea en los tiempos de Marx. Engels y él conocían sobradamente que un día el sol se apagaría al consumir toda su energía. Pocos años después del Manifiesto nacieron otros hombres que profundizarían en el campo de la ciencia y los conocimientos de las leyes químicas, físicas y biológicas que rigen el Universo, desconocidas entonces. ¿En manos de quiénes estarían esos conocimientos? Aunque estos continuaran desarrollándose, e incluso superándose, y de nuevo se nieguen y contradigan en parte sus teorías, los nuevos conocimientos no están en manos de los pueblos pobres, que en la actualidad integran las tres cuartas partes de la población mundial. Están en manos de un grupo privilegiado de potencias capitalistas ricas y desarrolladas, asociadas al imperio más poderoso que existió jamás, construido sobre las bases de una economía globalizada, regida por las propias leyes del capitalismo que Marx describió y desmenuzó a fondo.
Hoy, que la humanidad sufre todavía esas realidades en virtud de la propia dialéctica de los acontecimientos, debemos hacer frente a esos peligros.
¿Cómo se comportó el proceso de la revolución en Cuba? Sobre distintos episodios de esa etapa se ha escrito bastante en nuestra prensa durante las últimas semanas. Se rinde tributo a distintas fechas históricas en los días que corresponde a los aniversarios que cumplen cifras redondas de cinco o diez años. Eso es justo, pero debemos evitar que en la suma de tantos hechos descritos por cada órgano o espacio, según sus criterios, no seamos capaces de verlos en el contexto del desarrollo histórico de nuestra Revolución, pese al esfuerzo de los magníficos analistas de que disponemos.
Para mí, unidad significa compartir el combate, los riesgos, los sacrificios, los objetivos, ideas, conceptos y estrategias, a los que se llega mediante debates y análisis. Unidad significa la lucha común contra anexionistas, vendepatrias y corruptos que no tienen nada que ver con un militante revolucionario. A esa unidad en torno a la idea de la independencia y contra el imperio que avanzaba sobre los pueblos de América, es a la que me referí siempre. Hace unos días volví a leerla cuando Granma la publicó en vísperas de nuestras elecciones, y Juventud Rebelde reprodujo un facsímil de mi puño y letra sobre la idea.
La vieja consigna prerrevolucionaria de unidad no tiene nada que ver con el concepto, pues en nuestro país no existen hoy organizaciones políticas buscando poder. Debemos evitar que, en el enorme mar de criterios tácticos, se diluyan las líneas estratégicas e imaginemos situaciones inexistentes.
En un país intervenido por Estados Unidos, en medio de su lucha solitaria por la independencia de la última colonia española junto a la hermana Puerto Rico —"de un pájaro las dos alas"—, los sentimientos nacionales eran muy profundos.
Los productores reales de azúcar, que eran los esclavos recién liberados y los campesinos, muchos de ellos combatientes del Ejército Libertador, convertidos en precaristas o carentes totalmente de tierras, que eran lanzados a los cortes de caña en grandes latifundios creados por compañías de Estados Unidos o terratenientes cubanos que heredaban, compraban o robaban tierra, eran materia prima propicia para las ideas revolucionarias.
Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista junto a Baliño —quien conoció a Martí y con él creó el Partido que conduciría a la independencia de Cuba—, tomó la bandera, sumó a ella el entusiasmo que emergía de la Revolución de Octubre, y le entregó a esta causa su propia sangre de joven intelectual conquistado por las ideas revolucionarias. La sangre comunista de Jesús Menéndez se sumó a la de Mella 18 años después.
Los adolescentes y jóvenes que estudiábamos en escuelas privadas ni siquiera habíamos oído hablar de Mella. Nuestra procedencia de clase o grupo social con mayores ingresos que el resto de la población nos condenaba como seres humanos a ser la parte egoísta y explotadora de la sociedad.
Tuve el privilegio de llegar a la Revolución a través de las ideas, escaparme del aburrido destino por el que me conducía la vida. En otros momentos expliqué por qué. Ahora lo recuerdo sólo en el contexto de lo que escribo.
El odio a Batista por su represión y sus crímenes era tan grande, que nadie reparó en las ideas que expresé en mi defensa ante el Tribunal de Santiago de Cuba, donde incluso un libro de Lenin impreso en la URSS —que provino de los créditos de que yo disfrutaba en la librería del Partido Socialista Popular de Carlos III en La Habana— encontraron en las pertenencias de los combatientes. "Quien no lea a Lenin es un ignorante", les espeté en medio del interrogatorio en las primeras sesiones del juicio oral, cuando lo sacaron a relucir como elemento acusatorio. Todavía me juzgaban junto a los demás prisioneros sobrevivientes.
No se comprendería bien lo que afirmo si no se tiene en cuenta que en el momento en que atacamos el Moncada, el 26 de Julio de 1953, acción que fue debida a los esfuerzos organizativos de más de un año sin contar con nadie más que con nosotros mismos, prevalecía en la URSS la política de Stalin, quien murió repentinamente meses antes. Era un militante honesto y consagrado, quien más tarde cometió graves errores que lo llevaron a posiciones sumamente conservadoras y cautelosas. Si una revolución como la nuestra hubiera tenido éxito entonces, la URSS no habría hecho por Cuba lo que más tarde hizo la dirección soviética, liberada ya de aquellos métodos oscuros y tortuosos, entusiasmada con la revolución socialista que estalló en nuestro país. Eso lo comprendí bien a pesar de las justas críticas que por hechos sobradamente conocidos en su momento hice a Jruschov.
La URSS poseía el ejército más poderoso de todos los contendientes en la Segunda Guerra Mundial, solo que estaba purgado y desmovilizado. Su jefe subestimó las amenazas y las teorías belicistas de Hitler. Desde la propia capital de Japón, un importante y prestigioso agente de la Inteligencia soviética le había comunicado la inminencia del ataque, el 22 de junio de 1941. Este sorprendió al país, que no estaba en alarma de combate. Muchos oficiales estaban de pase. Aun sin los jefes de unidades de más experiencia, que fueron sustituidos, de haber sido alertados y desplegados, los nazis habrían chocado con fuerzas poderosas desde el primer instante y no habrían destruido en tierra la mayor parte de la aviación de combate. Peor todavía que la purga fue la sorpresa. Los soldados soviéticos no se rendían cuando les hablaban de tanques enemigos en la retaguardia, como hicieron los demás ejércitos de la Europa capitalista. En los momentos más críticos, con frío por debajo de cero, los patriotas siberianos echaron a andar los tornos de las fábricas de armamentos que previsoramente Stalin había trasladado a las profundidades del territorio soviético.
Según me contaron los propios dirigentes de la URSS cuando visité ese gran país en abril de 1963, los combatientes revolucionarios rusos, curtidos en la lucha contra la intervención extranjera en virtud de la cual se enviaron tropas a combatir la revolución bolchevique, dejándola posteriormente bloqueada y aislada, habían establecido relaciones e intercambiado experiencias con los oficiales alemanes, de tradición militarista prusiana, humillados por el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Los servicios de Inteligencia de las SS introdujeron la intriga contra muchos que eran en su inmensa mayoría leales a la Revolución. Movido por una desconfianza que se tornó enfermiza, Stalin purgó a 3 de los 5 Mariscales, 13 de los 15 Comandantes de Ejército, 8 de los 9 Almirantes, 50 de los 57 Generales de Cuerpo de Ejército, 154 de los 186 Generales de División, el ciento por ciento de los Comisarios de Ejército y 25 de los 28 Comisarios de los Cuerpos de Ejército de la Unión Soviética, en los años que precedieron a la Gran Guerra Patria.
Aquellos graves errores costaron a la URSS una enorme destrucción y más de 20 millones de vidas; algunos afirman que 27.
En 1943 se desató con retraso la última ofensiva de primavera de los nazis por el famoso y tentador saliente de Kursk, con 900 mil soldados, 2,700 tanques y 2,000 aviones. Los soviéticos, conocedores de la psicología enemiga, esperaron en aquella trampa el seguro ataque con un millón 200 mil hombres, 3,300 tanques, 2,400 aviones y 20,000 piezas de artillería. Dirigidos por Zhúkov y el propio Stalin, destrozaron la última ofensiva de Hitler.
En 1945, los soldados soviéticos avanzaron incontenibles hasta tomar la cúpula de la Cancillería alemana en Berlín, donde izaron la bandera roja teñida con la sangre de tantos caídos.
Observo un momento la corbata roja de Lula y le pregunto: ¿esa te la regaló Chávez? Se sonríe y responde: Ahora le voy a enviar algunas camisas, ya que él se queja de que el cuello de las suyas está muy duro, y se las voy a buscar en Bahía para regalárselas.
Me pidió que le diera algunas de las fotos que tomé.
Cuando comentó que estaba muy impresionado por mi salud, le respondí que me dedicaba a pensar y a escribir. Nunca en mi vida había pensado tanto. Le conté que, concluida mi visita a Córdoba, Argentina, donde había asistido a una reunión con numerosos líderes, entre ellos él, regresé, y participé luego en dos actos por el Aniversario del 26 de Julio. Estaba revisando el libro de Ramonet. Le había respondido todas sus preguntas. No había tomado muy a pecho la cosa. Creía que era algo muy rápido, como las entrevistas de Frei Betto y Tomás Borge. Luego me esclavicé con el libro del escritor francés, ya a punto de publicarse sin revisión mía con parte de las respuestas tomadas a vuelo. Por aquellos días casi ni dormía.
Cuando enfermé gravemente la noche del 26 y la madrugada del 27 de julio, pensé que sería el final, y mientras los médicos luchaban por mi vida, el jefe de despacho del Consejo de Estado leía a exigencia mía el texto, y yo dictaba los arreglos pertinentes.
Fidel Castro Ruz
Enero 22 de 2008

Musulmanes autocriticos

Los musulmanes autocríticos no están callados/TARIQ RAMADAN
Publicado en El País, 23/01/2008;
En un artículo reciente, Ayaan Hirsi Ali, la ex legisladora holandesa y autora de Infiel, acusó a los llamados musulmanes "moderados" de permanecer callados en vez de condenar los actos cometidos en nombre del islam por determinados individuos y gobiernos.
Sorprendentemente, mi nombre figuraba entre los estudiosos musulmanes "moderados" que no habían condenado lo ocurrido ni en Arabia Saudí (la condena a una víctima de violación a recibir unos latigazos) ni en Sudán (la condena a una maestra por dejar que sus alumnos dieran a un oso de peluche el nombre del Profeta). Mientras tanto, yo he estado pagando el precio de haber criticado constantemente ese tipo de acciones con la prohibición de entrar en Arabia Saudí, Egipto, Siria, Túnez y... (por razones que aún no me han explicado) Estados Unidos.
Empecemos por la cita que hace Ayaan Hirsi Ali del Corán. "A la mujer y el hombre culpables de adulterio o fornicación, azotadles con 100 latigazos: que la compasión no os mueva en su caso, en un asunto ordenado por Alá, si creéis en Alá y en el Día del Juicio" (Corán 24:2).
¿Qué mensaje pretende transmitir exactamente citando un versículo que se refiere al castigo corporal? ¿Que el islam propugna la violencia? ¿Que lo que hacen los musulmanes violentos y los llamados gobiernos islámicos que actúan de manera antidemocrática es, en realidad, llevar a la práctica el mensaje islámico? El mensaje de su texto está claro: el islam es una religión arcaica, el Corán es un texto violento y la única forma de reformar el islam es desislamizar a los musulmanes.
¿No sería posible citar aquí decenas de fragmentos del Bhagavad Gita, la Torá, los Evangelios y las Epístolas que son violentos, sin llegar a la conclusión de que el hinduismo, el judaísmo y el cristianismo son intrínsecamente violentos? ¿Es tan difícil comprender que es cuestión de interpretaciones, y que condenar de esa forma una religión, en su propia esencia, no sólo es injusto sino contraproducente? Porque no contribuye en nada a la dinámica reformista interna.
Al contrario de lo que dice Ayaan Hirsi Ali -que ningún musulmán "moderado", en especial yo, había levantado la voz para protestar por estos incidentes-, escribí un artículo, durante el caso sudanés (28 de noviembre de 2007), sobre la situación en Pakistán, en Arabia Saudí y en el propio Sudán. En él empezaba rechazando todo tipo de mentalidad de víctima por parte de los musulmanes, porque habría sido fácil afirmar que los medios de comunicación, una vez más, no contaban más que noticias negativas sobre los musulmanes y los países de mayoría islámica. Echar la culpa a esta "campaña permanente contra el islam, su Libro, su Profeta, sus valores y sus prácticas" ya no es suficiente.
Llega un momento, escribí antes de la acusación de Hirsi Ali sobre el silencio de los musulmanes, en el que es preciso examinar fríamente la situación del sistema legal en los países de mayoría islámica y sacar algunas conclusiones obligatorias (y constructivas). ¡Es una vergüenza! En nombre del islam se acusa, encarcela, a veces se apalea y a veces se ejecuta, sin ninguna prueba y, sobre todo, sin posibilidad de que se defiendan debidamente, a mujeres y a personas pobres e inocentes. ¡En Arabia Saudí, una mujer, víctima de una violación, se convierte en acusada, y en Sudán se encarcela a una maestra británica porque sus alumnos han decidido llamar a un oso de peluche Mahoma! Y en Argelia, recientemente en dos atentados suicidas han muerto ciudadanos inocentes. Si todo esto se hace en nombre del islam, ¿dónde vamos a ir a parar?
En los países de mayoría islámica, el sistema judicial, que debería ser neutral y proteger la justicia y los derechos de la gente, se manipula frecuentemente por motivos políticos o por supuestas "preocupaciones religiosas". El problema es mucho más grave y profundo de lo que nos dejan ver las noticias que se publican en los medios. Esos países necesitan una reforma exhaustiva, una revisión completa. Dejémonos de tonterías. Una violación es una violación. Aunque no se han dado a conocer todas las pruebas, es inaceptable que se empiece por culpar a la mujer. Y usar e instrumentalizar el caso de una inocente maestra británica para mostrar lo mucho que "nos preocupamos por el islam" es una tontería y hay que rechazarlo de plano.
Es como si la maestra se hubiera convertido en un vehículo que permite a un Gobierno demostrar su entrega al islam y a ciertos musulmanes transmitir su furia contra Occidente. En primer lugar, la furia no es buena; en segundo, hay que condenar que se transmita por un medio equivocado e injusto. ¿Acaso no dijo el profeta Mahoma: "Lo que se construye sobre malos cimientos está mal"?
Hay que pedir a estas sociedades de mayoría islámica que sean más coherentes con sus propios valores, respeten la justicia y se nieguen a hacer un mal uso del islam.
Deben proteger la independencia del sistema judicial y a las personas inocentes, sean ricas o pobres, musulmanas o no musulmanas, hombres y mujeres por igual. No podemos permanecer callados cuando leemos sobre estas situaciones inaceptables, tanto en las petromonarquías como en los países islámicos pobres. Estas acciones no se cometen en nombre de una de las interpretaciones aprobadas del islam. Son claramente injustas y, como tales, puramente anti-islámicas.
Al parecer, nadie ha oído mi condena ni las de muchos otros estudiosos musulmanes de todo el mundo. Por desgracia, información globalizada no quiere decir comunicación eficiente. Existe una especie de oído selectivo, tanto en los países occidentales como en los países de mayoría islámica. Se invita a la gente a oír sólo lo que parece confirmar sus prejuicios o encaja con ciertos intereses ideológicos.
Esta polarización es peligrosa porque engendra animadversión. Nuestro mundo necesita voces más valientes, pero también más consecuentes. La razón por la que en los países de mayoría islámica no se presta atención a una voz como la de Ayaan Hirsi Ali no es que ella plantee dudas irrelevantes (algunos de sus argumentos son verdaderamente importantes), sino que sus críticas parecen obsesivas, excesivas y unilaterales. Es como si quisiera agradar a Occidente, y Occidente la recibe con agrado. Pero los musulmanes le hacen oídos sordos.
El futuro es de quienes saben ejercer constantemente la autocrítica en nombre de unos valores universales comunes, y no por una pertenencia ciega a la estructura artificial de la civilización "occidental" o "islámica", ni por unos intereses ideológicos ocultos.
Hay que denunciar cualquier traición a la fe y los principios con la misma energía: las traiciones de los musulmanes cuando matan a inocentes o condenan a la cárcel (o a morir) a mujeres, y las de las sociedades occidentales democráticas cuando invaden de forma ilegal otro país, emplean la tortura y recurren a las entregas extraordinarias. Sería muy positivo que oyéramos más a menudo esas voces no selectivas ni seleccionadas.

Mayor control de la telefonía celular

El diputado Marco Heriberto Orozco Ruiz Velazco, del Grupo Parlamentario del PAN, presento en el pleno de la Comisión Permanente una iniciativa que reforma el artículo 68 de la Ley Federal de Telecomunicaciones.
Exposición de motivos
Compañeros legisladores, hoy día nos encontramos con diversos problemas relacionados con la tecnología de la comunicación, y para los cuales nosotros, como legisladores, no hemos puesto las herramientas para combatirlos y erradicarlos.
Uno de estos problemas que considero como prioridad es contar con un registro actualizado de los números celulares que existen y operan en la República Mexicana.
En México cada día es más común que una persona tenga un celular debido a que vivimos en un mundo globalizado, y a que los celulares cada día están más accesibles al público en cuanto precio y en cuanto a trámites para conseguirlos.
Según cifras difundidas por la Cofetel, en julio de 2007 cerca de 58.6 por ciento de los mexicanos contaban con al menos un equipo de telefonía móvil; es decir, más de la mitad de los mexicanos.
Las ventajas de los equipos celulares son muchas, pues gracias a ellos podemos acortar distancias entre nuestros conocidos y familiares, además de que también son de gran utilidad para hacer frente a algunas emergencias. Pero, por desgracia, algunas personas le han dado mal uso a los celulares, pues los han utilizado para estafar a las personas y ejecutar secuestros virtuales, todo ello debido a que no está regulada la venta de chips que contienen los números para comunicarse.
Hemos constatado con nuestra experiencia que hoy día no existe un control sobre los chips o números de celulares que circulan o se venden en el mercado mexicano. Incluso cuando uno compra un nuevo equipo ya le viene integrado un chip con un nuevo número, y en muchas ocasiones los chips son regalados en la compra de algún accesorio o, en el último de los casos, uno puede comprar un chip por menos de 150 pesos, lo cual es muy benéfico para que el crimen organizado trabaje en el anonimato, pues en la mayoría de las ocasiones no es necesario presentar una identificación oficial para corroborar que los datos sean verídicos y reales.
Como ya lo mencioné anteriormente, conseguir tan fácilmente números de celulares para comunicarnos puede ayudar a la delincuencia organizada a vivir en la impunidad, pues mediante estos números extorsionan y se aprovechan de gente inocente sacándole recursos económicos.
No podemos olvidar el hecho que ocurrió el pasado noviembre, en donde aproximadamente nueve diputados fueron víctimas de estas mafias dedicadas al secuestro exprés y virtual.
Por lo anteriormente expuesto, considero como una necesidad el que nosotros, los representantes de los ciudadanos, establezcamos un mayor control sobre los números celulares que son utilizados en la República Mexicana, con el fin de ponerle más obstáculos a la delincuencia organizada y a las mafias que operan muchas veces desde los centros de rehabilitación social para estafar a las personas. Pues actualmente, dichos delincuentes no tienen ningún temor de ser capturados pues, al no tener ningún registro, no se le puede fincar responsabilidad a persona alguna.
Es por ello que al implementar más controles al comprar un teléfono celular o un chip, la gente se hará responsable con el uso que se le dé a dicho número, por lo que se verá obligada a denunciar ante las diversas compañías telefónicas que su teléfono fue robado o perdido, con el fin de dar de baja dicho número y evitar que se le dé un mal uso.
De conformidad con lo anteriormente expuesto, me permito someter a la consideración de este honorable pleno el siguiente
Proyecto de decreto
Artículo 68.
Los concesionarios de redes públicas de telecomunicación deberán proporcionar información contable por servicio, región, función y componentes de sus redes, de acuerdo con metodología y periodicidad que, para tal efecto, establezca la secretaría, así como aquella que permita conocer la operación y explotación de los servicios de telecomunicación.
Aquí viene la adición:
Así mismo, las diversas compañías telefónicas estarán obligadas a verificar la identidad del comprador de algún aparato telefónico o chip que contenga un número de telefonía móvil mediante copia de algún documento oficial.
Dichos documentos serán remitidos mensualmente a la Comisión Federal de Telecomunicaciones, la cual estará obligada a llevar una base de datos que permita identificar a los usuarios de la telefonía celular en caso necesario. Los datos serán confidenciales y sólo podrán ser usados cuando la autoridad competente lo solicite, derivado de alguna investigación criminal.
La secretaría vigilará que los concesionarios y permisionarios proporcionen al público información completa y veraz sobre los servicios de telecomunicaciones que presten.
Transitorio
Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Quiero hacer un comentario antes de terminar, Presidenta, la violencia ha estado escalando tremendamente a nuestro país, en muchos estados, en mi estado de Nuevo León este caso de los secuestros exprés se está incrementando tremendamente, no solamente eso, la escala de violencia va a robos bancarios, casi uno por día, cosa que en mi estado no ocurría.
El día lunes acaban de matar a un juez penal, un juez tercero de lo penal, también por revanchas con el crimen organizado, por haber dictado una orden de aprehensión. Y yo quisiera también, desde esta alta tribuna, hacer un llamado a mi gobernador para que cancele sus viajes que tiene programados al extranjero —de hecho ahora está en un viaje—, para que sea tan amable de coordinar y dirigir los esfuerzos para combatir a la delincuencia organizada en mi estado.
Es cuanto, Presidenta. Gracias.
La Presidenta diputada Sara Latife Ruiz Chávez: Túrnese a la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados.

Exhorto al Ejecutivo

En la reunión de la Comisión Permanente se aprobó este miércoles 23 de enero en votación económica el siguiente
Punto de acuerdo
Único.
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en el ámbito de colaboración entre los Poderes, exhorta al titular del Poder Ejecutivo federal, con la participación que corresponda a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a que publique en el Diario Oficial de la Federación los programas sectoriales, institucionales, especiales y regionales aprobados para las distintas dependencias en la administración pública federal y que no hayan sido publicados en dicho órgano de difusión.
A 22 de enero de 2008. Firman los integrantes de la Primera Comisión.
La Presidenta diputada Ruth Zavaleta Salgado: Está a discusión este punto de acuerdo...,
El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba: Muchas gracias, Presidenta. Hace unos días mencionábamos aquí la importancia que, como legisladores, debíamos darle a lo que el Ejecutivo marca dentro del Plan Nacional de Desarrollo y que, con base en él, debe esquematizar sus acciones.
Mencionamos en la comisión, como un ejemplo del Programa Nacional de Salud 2007-2012, para destacar que los planes y programas sirven no sólo para esquematizar la acción de gobierno, sino para someter dicha acción a indicadores del desempeño y a la evaluación de la ciudadanía, además de ligar dichas acciones a recursos públicos que permitan el cumplimiento de metas y objetivos.
Con mucho agrado he visto de hace ocho días a ahora que ya se encuentran publicados en el Diario Oficial de la Federación el Programa Sectorial de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, el Programa Sectorial de la Secretaría de Educación Pública, el de la Secretaría de Salud, el de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el de la Secretaría de Turismo, el Programa Sectorial de la Secretaría de la Reforma Agraria, el de la Secretaría de Marina, el de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y el de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Para los que tenemos esta función de servidores públicos, debe ser un instrumento básico para que cuando analicemos el segundo año de gobierno del Ejecutivo federal podamos tener el parámetro de referencia y podamos hacer verdaderamente una política basada en evidencias.
Quiero felicitar al Ejecutivo, porque es la primera ocasión que los programas sectoriales son publicados en el Diario Oficial de la Federación y exhortamos como un mecanismo de poder saber con más precisión, programas, objetivos y estrategias. Invitamos también al Ejecutivo, en este punto de acuerdo, para que los programas institucionales, los regionales y los especiales también sean publicados en el Diario Oficial de la Federación.
Compañeros, la felicitación al Ejecutivo porque lo está haciendo y nuestra gran responsabilidad para que con base en esos programas, metas y retos podamos estar evaluando el actuar del Ejecutivo y los recursos que como mexicanos hemos asignado al programa y al Plan Nacional de Desarrollo. Es cuanto, Presidenta.

Informe 2007 de la CNDH


Versión estenográfica del Informe del Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Dr. José Luis Soberanes ante La sesión de la Comisión Permanente del miércoles 23 de enero de 2008.
La Presidenta diputada Ruth Zavaleta Salgado
El siguiente punto del orden del día es el informe del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por el doctor José Luis Soberanes Fernández y se designa en comisión para recibir al doctor José Luis Soberanes Fernández, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a los siguientes compañeros legisladores: A la diputada Lizbeth Evelia Medina Rodríguez; al diputado Adolfo Mota Hernández; al diputado Salvador Ruiz Sánchez; al senador Jorge Legorreta Ordorica; al diputado Cuauhtémoc Velasco Oliva y al diputado Pablo Arreola Ortega. Se pide a la comisión cumplir con su cometido. (La comisión cumple su cometido)
La Presidenta diputada Ruth Zavaleta Salgado: Se encuentra entre nosotros el doctor José Luis Soberanes Fernández, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para presentar el informe de actividades correspondientes al periodo del 1 de enero al 31 de diciembre de 2007.
Tiene la palabra el doctor José Luis Soberanes Fernández, hasta por 30 minutos. Podemos dar oportunidad si se toma unos minutos más, no hay problema. Gracias.
El Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, doctor José Luis Soberanes Fernández: José Alejandro Ortiz Castillo, Ramiro Gámez Acosta, Francisco Javier Domínguez Rivera, Guillermo Martínez, Martín García Martínez, Darío Miranda Valenzuela, Víctor Mandujano Navarro. Los nombres que acabo de mencionar corresponden a migrantes mexicanos que murieron el año pasado, como consecuencia de las heridas de las balas que les dispararon agentes de la Patrulla Fronteriza cuando intentaban pasar al vecino país del norte.
Ellos ya no tienen voz para protestar. Yo, como defensor del pueblo, asumo su representación y quiero, aquí y ahora, desde la máxima tribuna de nuestro país, denunciar esos crímenes execrables que, hasta ahora, han quedado en la total impunidad. Los homicidas siguen gozando de libertad sin que nadie los llame a cuentas.
Diputada Ruth Zavaleta Salgado, Presidenta de la Mesa Directiva de la honorable Cámara de Diputados y de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión; señoras y señores. Hoy, la defensa y la promoción de los derechos humanos representan una fuerza social, una bandera política común a todos los mexicanos, un espacio en el que confluyen creencias, causas y movimientos sociales para unirnos como país. Es aquí donde todos estamos de acuerdo.
En 2007 los derechos humanos se consolidaron como parte integral de la cultura cívica mexicana y ocuparon el centro del debate nacional, de la tribuna legislativa y de las conversaciones del ciudadano común.
La sociedad civil organizada y la clase política, la opinión pública y la población en general han hecho intensamente suya la defensa de las prerrogativas fundamentales.
Han quedado atrás los debates estériles, propios de una sociedad políticamente inmadura: ya nadie considera innecesario que el Estado defienda los derechos humanos o que les deban ser cancelados a quienes delinquen. Millones de mexicanos tienen plena conciencia del alcance y la fuerza de sus garantías. Además, saben que en las comisiones públicas de derechos humanos trabajamos para defenderlos.
Gran parte de ese avance lo debemos al debate de varios casos que tuvieron un enorme impacto no sólo entre analistas, académicos y políticos, sino también entre el grueso de la población.
El caso Zongolica, la situación de las cárceles y los indígenas, los conflictos en Oaxaca, los inmigrantes y los emigrantes, la despenalización del aborto en el Distrito Federal y los atentados contra periodistas generaron discusiones que sirvieron para que los mexicanos apreciaran el genuino valor de los derechos humanos. El beneficio educativo que tales debates aportaron a la cultura política nacional es tan positivo como evidente.
Esa conciencia ciudadana se reflejó en las 5 mil 244 quejas por presuntas violaciones a derechos humanos que recibimos durante el 2007, así como los más de 39 mil servicios de atención al público que dimos en el Distrito Federal y a las más de 6 mil personas que atendimos en nuestras oficinas ubicadas en diversos puntos de la república, particularmente en las fronteras.
Las autoridades que generaron más quejas fueron el Instituto Mexicano del Seguro Social con 15 mil 15 y la Procuraduría General de la República con 671; le siguieron la Secretaría de la Defensa Nacional con 368, la Secretaría de Educación Pública con 310 y el Instituto Nacional de Migración, dependiente de la Secretaría de Gobernación, con 307.
Otras 270 quejas fueron generadas contra el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, 221 correspondieron al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). Contra el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, de la Secretaría de Seguridad Pública, se presentaron 220 quejas.
Recibimos 198 quejas sobre los servicios de la Comisión Federal de Electricidad y 136 contra la Policía Federal Preventiva de la Secretaría de Seguridad Pública. Contra la Secretaría de Relaciones Exteriores y contra Luz y Fuerza del Centro se presentaron 115 y 110 quejas, respectivamente.
En el mismo periodo en el que recibimos esas quejas, emitimos recomendaciones. Las autoridades que recibieron más recomendaciones fueron el Instituto Nacional de Migración, con 8, le siguieron el gobierno del estado de Guerrero, el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría de la Defensa Nacional, con 6 cada uno; el gobierno del estado de Veracruz y la Secretaría de Seguridad Pública Federal recibieron 4 recomendaciones.
Los gobiernos de Jalisco y de Oaxaca, el Congreso de Veracruz y el ayuntamiento de Zitácuaro, Michoacán, se hicieron acreedores a tres. Tanto los gobiernos de Chihuahua, Coahuila, Quintana Roo, Sinaloa y el Distrito Federal, así como el ayuntamiento de Apizaco, Tlaxcala, y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, recibieron dos recomendaciones cada uno.
Emitimos también una recomendación general sobre los derechos de las víctimas del delito, en la que enumeramos una serie de medidas que consideramos deben tomarse para asegurar que quienes sufren la acción de la delincuencia sean tratados debidamente por la autoridad y no sufran una segunda victimización a manos de la burocracia.
El sistema penal en México debe evolucionar y ser más equitativo. Es hora de que los delincuentes no sean más importantes que las víctimas, de que la reparación del daño sea tan relevante como el correctivo y la indemnización tan trascendente como la rehabilitación social.
Es hora de que el Estado vea las dos facetas del drama penal con humanismo y con justicia.
Señalo la falta de disposición de algunas autoridades para atender las violaciones de derechos humanos: el gobernador de Guerrero se negó a aceptar dos de nuestras recomendaciones, al igual que el ayuntamiento de Apizaco, Tlaxcala. El gobernador de Baja California rechazó una recomendación; lo mismo hizo el gobernador de Colima, así como cada uno de los siguientes ayuntamientos oaxaqueños: Ánimas Trujano, San Agustín de las Juntas, San Agustín Yatareni, San Antonio de la Cal, San Jacinto Amilpas, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa María Atzompa y Villa de Zaachila.
Los ayuntamientos de Huitzilac, en Morelos, y Xoxocotla, en Veracruz se negaron a aceptar sendas recomendaciones.
A esta Comisión Nacional le preocupa especialmente que sea en los ayuntamientos donde haya mayor rechazo a la defensa de los derechos humanos, porque en el palacio municipal está la primera puerta que el ciudadano toca cuando enfrenta un problema, la primera cara que el Estado presenta al pueblo.
El alcalde y el cabildo encarnan la democracia participativa por su cercanía con la comunidad. Justamente por ello, cuando un ayuntamiento atenta contra los derechos humanos, la gravedad de la falta se magnifica; es ahí donde comienza a debilitarse la confianza en la autoridad y donde se cancela la posibilidad de la justicia.
Hago un llamado a los congresos locales para que, desde sus atribuciones soberanas, vigilen muy de cerca la actuación de los ayuntamientos en materia de derechos humanos.
No debemos permitir que la falta de atención a los gobiernos de las más pequeñas comunidades propicie una balcanización. No podemos permitir que se pervierta la laudable lucha histórica por el municipio libre, creando o promoviendo cotos de poder, deudos o cacicazgos.
Al rechazar nuestras recomendaciones, las autoridades se alejan de la causa de los derechos humanos. Espero que la opinión pública de las comunidades a las que esos gobernantes pertenecen señale y condene sus faltas.
Es necesario, señoras legisladoras y señores legisladores, reflexionar sobre el deterioro que ha sufrido la relación de las Fuerzas Armadas con la sociedad desde que encabezan la lucha contra la delincuencia organizada.
Históricamente, los mexicanos nos hemos enorgullecido de tener un Ejército que nace del pueblo y al pueblo se debe; que se distingue entre todas las Fuerzas Armadas de la región por su vocación constitucionalista, su obediencia a la autoridad civil y su respeto a la democracia.
Desgraciadamente, ahora que el soldado interactúa de manera permanente con la población civil en tareas para las cuales no está debidamente capacitado, han ocurrido gravísimos atropellos a los derechos humanos.
Durante 2007, documentamos sobradamente casos de tortura, violación y homicidio. Reconocemos que las autoridades militares se aprestaron a enfrentar esas situaciones aceptando nuestras recomendaciones. Es evidente que individuos pertenecientes a las Fuerzas Armadas cometieron abusos de la máxima gravedad; pero también lo es, que el alto mando aceptó investigar y castigar los hechos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ve con beneplácito que la Secretaría de la Defensa Nacional haya creado una dirección general para tratar los asuntos relacionados con la vigencia de los derechos fundamentales.
Insisto en el tema, para no dejar lugar a dudas. La CNDH no considera conveniente que el Ejército abandone de inmediato la lucha contra el narcotráfico, porque la ausencia de las Fuerzas Armadas condenaría a millones de mexicanos a la indefensión, sobre todo en zonas rurales. Sin la potencia del Ejército el crimen organizado vería el Estado como un tigre de papel.
Sin embargo, es indispensable que se anuncie, a la brevedad posible, una hoja de ruta con un calendario claro, detallando qué acciones concatenadas se harán para regresar al Ejército a los cuarteles. Esa retirada necesariamente debe ser paulatina, prudente y cautelosa, pero es indispensable para evitar nuevas violaciones a los derechos humanos de la población civil y preservar el orgullo que los mexicanos sentimos por nuestros soldados.
Otro tema que trabajamos con gran intensidad fue el conflicto en Oaxaca. Con una presencia permanente in situ, nos aseguramos de contar con información de primera mano y procuramos que la presencia de nuestros visitadores inhibiera violaciones a los derechos humanos. Presentamos un informe especial y recomendación sobre el caso.
El saldo de dicho conflicto, que para muchos sigue latente, ha sido lamentable. Persisten las diferencias entre los oaxaqueños y se ve distante la reconciliación social. La confianza que el Estado mexicano perdió con su injustificable ausencia, difícilmente podrá ser recuperada. El daño que sufrió la educación de millones de niños es irreparable, jamás podrán reponer esas clases que perdieron por un conflicto que les era por demás ajeno.
Un tema que ha definido la evolución de nuestra sociedad es la desigualdad entre hombres y mujeres. Participamos en ese debate mediante un intenso trabajo que generó un informe especial. Señalamos caminos por los cuales las diversas autoridades pueden ejercer una acción de gobierno más justa, más respetuosa y con una visión de género equilibrada.
La democracia que hemos alcanzado en diversos ámbitos de nuestra vida social debe reflejarse en el trato que la autoridad brinde a la mujer. No es posible que la discriminación y la desigualdad persistan en el trabajo que el gobernante da a los gobernados. Es necesario que la autoridad brinde ya el primer ejemplo de trata equitativa hacia las mujeres y los hombres.
La tortura, por otro lado, sigue siendo una preocupación vigente para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, porque no es aceptable que la ilegalidad se combata con más ilegalidad.
Afortunadamente recibimos más atribuciones para prevenirla y denunciarla, gracias a que a nuestra institución se le otorgó la operación del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Ello de conformidad con lo dispuesto en el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, adoptado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas al cual el Estado mexicano se adhirió el 22 de junio de 2006.
Con las nuevas herramientas que nos proporcionó el Estado, podemos inspeccionar los espacios públicos para vigilar las condiciones en las cuales se refiera a las personas privadas de la libertad, manteniendo al mismo tiempo una estrecha comunicación con los organismos internacionales.
Con gran preocupación hemos visto que la delincuencia organizada ha hecho crecer la trata de personas con fines de explotación. Por ello, en la quinta visitaduría general abocada a vigilar la situación de los migrantes, establecimos el Programa contra la Trata de Personas. Estamos decididos a combatir esa moderna forma de esclavitud y a hacer de nuestro país un espacio de plena libertad para los migrantes. Para ello, contamos con la colaboración de actores sociales comprometidos.
Queremos llamar la atención sobre un asunto de la mayor importancia: la violación contra la libertad de expresión. En la Comisión Nacional estamos convencidos que un ataque a la prensa es un ataque a la democracia. Por eso durante el 2007 abrimos 84 expedientes de queja por agravios a periodistas. También documentamos 88 casos en los que podía haber violación a derechos humanos de los comunicadores.
Es especialmente preocupante que durante el 2007 fueran asesinados cuatro periodistas y otros tres desaparecieran. Del 2000 a la fecha ya han muerto 35 periodistas y han desaparecido 6. Sin embargo, las investigaciones de las autoridades han arrojado pobres resultados. La escasa atención gubernamental ha creado un ambiente de impunidad. Hoy, en México el periodismo se ejerce bajo amenaza.
Por conducir una magistratura de opinión, el ombudsman nacional trata de incidir sobre el desarrollo cívico y político de la sociedad mexicana. Por ello, en 2007 la CNDH alcanzó una producción editorial de un millón 540 mil ejemplares. Además con nuestro programa de capacitación llegábamos a 72 mil personas de los ámbitos de educación formal, media superior, diplomados y capacitación a grupos vulnerables, organizaciones sociales y servidores públicos.
Nuestras acciones se dieron en el marco de un estrecho contacto con la sociedad. Jamás de manera aislada. En 2007 ejecutamos 751 acciones de vinculación por medio de las cuales abrimos camino para trabajar conjuntamente con organizaciones sociales en la defensa plural y participativa de los derechos humanos.
Señora diputada Presidenta, señoras legisladoras y señores legisladores, la pluralidad y la multiculturalidad de nuestra extensa nación se ven plenamente reflejados en la integración del Poder Legislativo. En esta soberanía respira y late el poder del pueblo. No es casualidad que el ombudsman nacional sea elegido por legisladores como garantía de un respaldo políticamente diverso a los derechos humanos.
Me es grato informar que el respaldo del Poder Legislativo a nuestro trabajo fue tomado muy en cuenta por los gobernantes: la mayoría de nuestras recomendaciones fueron aceptadas por las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Así como el año pasado hice público ante esta honorable audiencia que habíamos sido objeto de demandas judiciales y presiones diversas por funcionarios federales, hoy informo que esas acciones de intimidación ya cesaron.
Muy por el contrario, hemos visto que la nueva administración federal ha abierto canales de interlocución y nuevos espacios de defensa de los derechos humanos. Aunque ha habido graves errores, justo es reconocer también la voluntad política para enmendarlos. Además, desde la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hemos advertido, con gran satisfacción, que la defensa de los derechos humanos ha tenido un lugar preponderante en la agenda del Poder Legislativo, sobre todo a partir de un intenso trabajo de las comisiones respectivas.
Las discusiones, opiniones y declaraciones generadas por legisladores han servido de guía a nuestra labor. En todo ello hemos visto que la fuerza social detrás de la defensa de los derechos humanos ha sido respetada por el Estado. Hay más conciencia, más preocupación y, en la mayoría de los casos, más políticos y gobernantes dispuestos a escuchar y a corregir el rumbo Desgraciadamente también seguimos sufriendo, como sociedad, serias trabas de diversas autoridades.
No podemos decir a las familias de los periodistas asesinados y desaparecidos que en México hay pleno respeto a los derechos humanos. Tampoco podemos esperar que los oaxaqueños confíen en un Estado que los dejó indefensos durante tantos meses. De cada cárcel, de cada comunidad indígena, de cada hospital público, de cada estación migratoria ha salido más de una persona cuyos derechos han sido atropellados.
Hay situaciones humanas desgarradoras, trágicas, provocadas por una deficiente y a veces inexistente acción gubernamental; sin embargo, tenemos una clara ventaja que permitirá a la nación mexicana seguir creciendo. Ya se reconoce a los derechos humanos como el cimiento de nuestra democracia. Hay plena conciencia de que ejercerlos es la libertad que hace posibles todas las libertades.
Por ello, al rendir mi informe ante esta soberanía estoy obligado a señalar la grave situación de los derechos humanos en México; sin embargo, también tengo que resaltar que la pluralidad en la capacidad política de los mexicanos, en la muticulturalidad de nuestra nación y en la solidez de nuestro tejido social existen herramientas para crear una república con respeto a los derechos fundamentales y con justicia para todos. Muchas gracias.
La Presidenta diputada Ruth Zavaleta Salgado: En nombre de los integrantes de esta Comisión Permanente agradezco su presencia para dar cuenta sobre el reciente año de gestión al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Su asistencia cumple con uno de los artículos plasmados en nuestra Carta Magna y fortalece la comunicación entre Poderes y entre las instituciones que tenemos, a fin de representar los intereses de los ciudadanos.
La creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos fue una demanda ciudadana, en su momento, para evitar abusos de poder de la política interior, hoy indispensable —como lo hemos escuchado— también para evitar el abuso del ejercicio del poder en un mundo globalizado.
Nosotros, en el respeto a la cultura de la ley y la cultura de la legalidad requerimos un cabal respeto a los derechos humanos. Por ello, este tema es fundamental y prioritario para la discusión y búsqueda de acuerdos de la reforma del Estado.
Nuestra pretensión es reconocer los derechos humanos que se contemplan en nuestra Constitución y garantizar que éstos sean garantes de justicia en el actuar de los cuerpos policíacos y de procuración de justicia; pero también preservar y garantizar los derechos humanos de aquellos que son víctimas de algún delito en el ámbito nacional o internacional. Sabemos que seguiremos contando con el apoyo que indiscutiblemente usted le ha otorgado con sus informes y propuestas a este Poder Legislativo.
Finalizo con una cita de Fernando Savater. "Los derechos humanos pueden ser considerados el adelanto de la futura constitución del estado mundial o del centro de control al que pueda recurrirse con la eficacia por encima de los estados nacionales".
Enhorabuena, señor José Luis Soberanes Fernández. Muchas gracias por el informe. Estamos aquí con la comisión designada, a la hora que usted guste retirarse, está en disposición de hacerlo.
Se turna el informe del doctor José Luis Soberanes Fernández, a las Comisiones de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores.

Fuente: Crónica Parlamentaria.

Gradual la retirada del Ejército; CNDH

Este 23 de enero, de conformidad lo que establece el artículo 102 constitucional, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, rindió ante la Comisión Permanente su Informe Anual de Actividades 2007.
Quejas en 2007: 5, 244.
Indicó ante legisladores de todos los partidos que la conciencia ciudadana en el país se reflejó en las 5 mil 244 quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos que se recibieron durante 2007, además de los más de 39 mil servicios de atención al público que se dio en el Distrito Federal, y en las más de 6 mil personas que se atendieron en las oficinas de la CNDH ubicadas en diversos puntos del territorio nacional.
Informó que “las autoridades que generaron más quejas fueron el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con mil 15, y la Procuraduría General de la República, con 671.
Les siguieron la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN) con 367; el Instituto Nacional de Migración, dependiente de la Secretaría de Gobernación con 335 y la Secretaría de Educación Pública con 311. Añadió que otras 270 quejas fueron generadas contra el ISSSTE y 221 correspondieron al INFONAVIT.
En tanto, contra el órgano administrativo desconcentrado “Prevención y Readaptación Social”, de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se presentaron 220 quejas. “Recibimos 198 quejas sobre los servicios de la Comisión Federal de Electricidad y 136 contra la Policía Federal Preventiva (PFP) de la SSP, subrayó el ombudsman nacional. Otros quejas más fueron en contra de la Secretaria de Relaciones Exteriores (115) y 110 de la Compañía de y Luz y Fuerza del Centro.
Recomendaciones: setenta:
Apuntó que en el mismo periodo que recibieron las quejas, se emitieron 70 recomendaciones, siendo el Instituto Nacional de Migración la autoridad federal que obtuvo más: ocho; le siguieron el gobierno estatal de Guerrero, el IMSS y la SDN, con seis cada uno.
El Ejército:
En cuanto a la lucha del Ejército Mexicano contra el narcotráfico, Soberanes Fernández afirmó: “para no dejar lugar a duda alguna: la CNDH no considera conveniente que el Ejército abandone de inmediato la lucha contra el narcotráfico porque la ausencia de las fuerzas armadas condenaría a millones de mexicanos al indefensión, sobre todo en zonas rurales. Sin la potencia del Ejército, el crimen organizado vería al Estado como un tigre de papel”, precisó.
Aunque también expresó que los soldados no están debidamente capacitados por lo que han incurrido en gravísimos atropellos a los derechos humanos. De ahí que consideró necesario reflexionar sobre el deterioro que ha sufrido la relación de las fuerzas armadas con la sociedad desde que encabeza la lucha contra la delincuencia organizada.
Por lo que expuso como indispensable dar a conocer un calendario para regresar de manera paulatina y prudente al Ejército a los cuarteles y se avance en la profesionalización de la policía, a fin de evitar nuevas violaciones a los derechos humanos de la población civil.
Libertad de expresión.
El titular de la CNDH enfatizó en el tema de la violencia contra la libertad de expresión. Tema en el que dijo que en la dependencia a su cargo están convencidos de que un ataque a la prensa es un ataque a la democracia. Ante ello, durante 2007 abrieron 74 expedientes de queja por agravios a periodistas.
“Es especialmente preocupante que durante 2007 fueran asesinados cuatro periodistas y otros tres desaparecieran. De 2000 a la fecha han muerto 35 y han desaparecido seis. Sin embargo, las investigaciones de las autoridades han arrojado pobres resultados. La escasa atención gubernamental ha creado un ambiente de impunidad. Hoy, en México el periodismo se ejerce bajo amenaza”, dijo.
Oaxaca.
En cuanto al conflicto social y político en Oaxaca durante 2007, mencionó que el saldo es lamentable, persisten graves diferencias entre los oaxaqueños y se ve distante una reconciliación social. “La confianza que el Estado mexicano perdió con su injustificable ausencia difícilmente podrá ser recuperada”.
Sobre la situación del derecho a la igualdad entre mujeres y hombres demandó acciones de gobierno más justas y con visión de género equilibrada; destacó las nuevas atribuciones otorgadas la CNDH para prevenir y denunciar la tortura; puso énfasis en ahondar el trabajo que se realiza para combatir la trata de personas, que calificó como una forma moderna de esclavitud.
Por último agradeció el respaldo del Poder Legislativo al trabajo de la CNDH, lo que fue tomado muy en cuenta por los gobernantes e hizo posible que la mayoría de las Recomendaciones fueran aceptadas por las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Señaló que en México se reconoce ya a los derechos humanos como el cimiento de nuestra democracia y hay plena conciencia de que ejercerlos es la libertad que hace posibles todas las demás libertades.
Apoyo del Congreso a la CNDH.
En tanto, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta Salgado, afirmó que en la cultura de la legalidad requiere cabal respeto a los derechos humanos, tema fundamental para la discusión y búsqueda de acuerdos de la Reforma del Estado.
A nombre de los integrantes de la Comisión Permanente, señaló que “nuestra pretensión es reconocer los derechos humanos que se contemplan en la Constitución y lograr que éstos sean garantes de justicia en el actuar de los cuerpos policíacos”.
Resaltó también que es objetivo de los legisladores preservar y garantizar los derechos humanos de las víctimas de delitos, en el ámbito nacional e internacional.
Asimismo, expuso que la creación de la CNDH hoy es indispensable para evitar abuso del ejercicio del poder en un mundo globalizado.
Por otra parte, dijo que la tortura sigue siendo una preocupación vigente para la CNDH, porque no es aceptable que la ilegalidad sea combatida con más ilegalidad, “afortunadamente recibimos más atribuciones para prevenirla y denunciarla”.
El informe presentado fue enviado a las comisiones de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y del Senado de la República.

Fuera de Agenda / Los lastres de Sinaloa

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