8 oct 2009

Más sobre Lucía Morett


Reportaje de Víctor Hugo Michel / Enviado a Quito, Ecuador.
Milenio Diario, 8 de octubre de 2009;
Expediente de la fiscalía
Lucía Morett, instructora de las FARC: EcuadorCon base en libros y revistas que encontraron en el campamento bombardeado por el ejército de Colombia, las autoridades ecuatorianas concluyeron que la estudiante mexicana colaboró en el entrenamiento ideológico de la guerrillaQuito, Ecuador. Casi como misioneros, sin fusiles pero con una veintena de libros bajo el brazo, Lucía Morett y sus compañeros mexicanos fueron, durante un mes, maestros que en la selva del Amazonas enseñaron a insurgentes colombianos la filosofía militar del prusiano Carl von Clausewitz y de su famosa tesis, aquella que habla de que la guerra es sólo política en forma extrema, negociación continuada por medios bélicos.

En escuelas hechizas, dispuestas en al menos tres campamentos rebeldes en la frontera entre Ecuador y Colombia, los mexicanos también organizaron clases sobre la obra y pensamiento de Lenin y André Malraux, apoyados por textos como Los Conquistadores (novela que habla de la revolución china) y ejemplares de la revista Unidad y lucha de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas.
Al menos eso es lo que sostiene el gobierno ecuatoriano, basado en los libros que encontró en la base, una entrevista videograbada —judicialmente debatida— y diversos análisis de inteligencia realizados por una unidad de élite del ejército ecuatoriano en la estela del bombardeo, que el 1 de marzo de 2008 arrojó a Morett al escenario internacional.
“(Los mexicanos) vinieron a intercambiar experiencias y conocimientos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, sostiene la Fiscalía General de la Nación (FGN) ecuatoriana , según se desprende del expediente 126-2008-JTGP-S, del que MILENIO obtuvo una copia y con el cual el gobierno de Ecuador soporta su proyecto de enjuiciar a Morett por el delito de vinculaciones subversivas o “atentar contra la seguridad del Estado”.
Ésa —la de Morett y compañeros en el rol de maestros ideológicos— es la tesis central de la FGN para exigir al gobierno mexicano la extradición de la estudiante universitaria, una de tres sobrevivientes al ataque que terminó con la vida de Raúl Reyes, líder número dos de la guerrilla colombiana, y 22 personas más, cinco de ellos mexicanos.
La maestra
Según el expediente judicial, Morett mintió: no llegó al campamento guerrillero a finales de febrero de 2008, como aseguró en su declaración de hechos, sino pasó más de un mes en la base de las FARC, educando, entre enero y febrero, a una nueva generación de líderes insurgentes en “ideología comunista”, acusación que se sustenta, principalmente, en reportes de inteligencia castrense.
En el expediente se incluye una ficha del Grupo de Inteligencia Militar 87 “Amazonas” (GIM-87), piedra angular del caso que lleva la justicia ecuatoriana contra Morett y dos ciudadanas colombianas por “delitos contra la seguridad del Estado”, acusación empleada por las autoridades de aquel país para encarar judicialmente toda sospecha de guerrilla.
La ficha, en cuya elaboración participó el Grupo Especial de Operaciónes de Inteligencia Militar (GEOIM, unidad de élite especializada en labores de contrainsurgencia) establece:
“En el campamento guerrillero se estaba desarrollando un reentrenamiento con el propósito de reforzar los conocimientos de índole ideológica, por lo que se presume que el personal de extranjeros chilenos y mexicanos serían los instructores del mencionado curso y que vinieron a intercambiar experiencias y conocimientos con las FARC”.
Añade: “en el campamento guerrillero se evidenció la presencia de cabecillas guerrilleros de los mandos medios, (cuadrillas, escuadras) en la realización de campañas de adoctrinamiento político e ideológico, presumiendo que los cabecillas del secretariado buscarían el fortalecimiento de su estructura de comando”.
La ficha de inteligencia detalla, además, por qué no hubo más extranjeros entre las víctimas: mientras los instructores chilenos dejaron el campamento días antes del bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana, los mexicanos permanecieron para profundizar el adoctrinamiento.
“(Morett) indicó que en dicho campamento existían tres hombres de nacionalidad chilena y que ellos en el momento del ataque ya no estaban. Al preguntarle por qué sus compañeros de estudio se habían quedado, manifestó que tenían previsto regresar el 11 de marzo”.
Al final, fue esa decisión la que les costó la vida. Para el GIM-87, los antecedentes académicos de Morett son prueba suficiente para vincularla con las FARC como la instructora que durante un mes ayudó a educar con filosofía de avanzada a mandos medios guerrilleros.
“Por el tiempo de permanencia en el campamento guerrillero de la señorita Lucía Andrea Moredt (sic) Álvarez y en su calidad de estudiante de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México, constituía instructora de ideología de tendencia comunista”, se justifica en el documento.
El tomo Clausewitz
Las fichas contienen una entrevista realizada a Morett por inteligencia militar luego del bombardeo en el lugar mismo del ataque. En ésta, siempre bajo la versión castrense, ella admite que viajó al campamento para conocer a Raúl Reyes, el número dos de las FARC.
“De acuerdo con las versiones en la entrevista de la ciudadana mexicana Lucía Andrea Moredt (Sic), existen contactos en la Ciudad de Quito que sirvieron de vínculos para facilitar el ingreso de los ciudadanos extranjeros hasta el campamento guerrillero para conocer exclusivamente a Raúl Reyes”, se indica.
Enviado tras el bombardeo a Sucumbíos para recolectar la mayor cantidad de información de inteligencia posible, el GIM-87 encontró en las horas posteriores indicios de una “operación de adoctrinamiento” en el campamento, dada la gran cantidad de material literario hallado entre los escombros.
Entre los restos del campamento central —se presume que al menos había tres más—se encontraron cuatro ejemplares del libro Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, 10 de La Resistencia Anti Imperialista de las FARC-EP no es terrorismo, una de Cartilla de Organización de las Masas y otro del famoso libro táctico De la Guerra del militar prusiano Carl von Clausewitz, además de 15 libros de poesía y uno de El Quijote de la Mancha. Se hallaron, asimismo, medio centenar de revistas desde Mi Guevara hasta Acción Revolucionaria.
El hallazgo de material netamente mexicano forma parte central de la causa judicial contra Morett. Es el 2 más 2 usado por la inteligencia militar ecuatoriana para argumentar que la estudiante es, en realidad, guerrillera.
“Una vez revisada la documentación que se halló en el campamento guerrillero, se encontraron documentos de movimientos de extrema izquierda de los países de México y Chile, y ante la presencia de los mencionados sujetos en este campamento se presume que se constituían invitados por parte de las FARC-EP para intercambiar ideas y experiencias revolucionarias”, señala otra ficha de inteligencia del GIM-87, ésta realizada en torno al material literario encontrado.
El gobierno ecuatoriano afirma haberse topado, además, con 20 cuadernos de apuntes, entre ellos los del grupo de estudiantes mexicanos. Éstos también penden sobre la libertad de Morett, porque esos cuadernos, afirma Quito, son los de guerrilleros, no estudiantes.
“(Los mexicanos) se encontraban en el campamento de las FARC por lo que se presume que son parte de dicho grupo guerrillero”, sostiene la fiscalía ecuatoriana, a espera de que un juicio —suspendido por el momento— desestime o confirme sus presunciones.
Víctor Hugo Michel / Enviado

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