6 feb 2010

Reunión en Quéretaro, posicionamientos

Celebración del XCIII aniversario de la Constitución en Querétaro.
Como cada año se celebró ayer en el Teatro de la República, estuvo el Presidente Calderón acompañado del gobernador de Querétaro y representantes de los tres Poderes de la Unión, de los órganos autonomos entre ellos Leonardo Valdés Zurita, Consejero Presidente del IFE .; Agustín Carstens, Gobernador del Banco de México; Raúl Plascencia, Presidente de la CNDH ; Jacqueline Peschard, Presidenta del IFAI; María del Carmen Alanís, Presidenta del Tribunal Federal Electoral .
comparto parte del discurso del Presidente Calderón, del gobernador Leonel Godoy, de Carlos Navarrete en representación del Senado, de Francisco Ramírez Acuña, por parte de la Cámara baja y, el texto completo del Presidente de la SCJN.
El Presidente dijo ayer:
1. "Honramos a quienes, a pesar de sus diferencias y desencuentros, supieron ponerse de acuerdo para construir un país más libre, más justo, democrático y equitativo. Los Constituyentes sembraron semilla de futuro, eran plenamente conscientes de que de sus resoluciones dependía el porvenir de la Patria, y por eso no dejaron de lado ninguno de los temas cruciales de la Nación. En este Teatro de la República asumieron el reto de otorgar más libertades y más derechos a los ciudadanos; establecieron los derechos sociales que México privilegió en su Carta Magna e introdujeron, precisamente, una nueva dimensión en la organización de la sociedad y de las relaciones entre ésta y el Gobierno. Trabajaron arduamente para diseñar un sistema democrático que impidiera la concentración del poder; discutieron y definieron los pesos y contrapesos entre los poderes y las facultades de cada uno de ellos; protagonizaron debates históricos sobre la economía del país, sobre el papel del Estado en el desarrollo del campo y en los recursos naturales (...) Intercambiaron argumentos sobre la importancia de la educación, el papel del Estado en la materia y el carácter laico de su naturaleza...."
2. "Los mexicanos hemos demostrado una y otra vez que sí es posible hacer a un lado las diferencias y trabajar unidos en una causa común. Lo hemos hecho en nuestra historia y lo hemos hecho en el pasado reciente, a través de reformas importantes que dejarán estela de beneficio a las futuras generaciones de mexicanos...
3. "Los temas realmente importantes se ven permanentemente desafiados o incluso sustituidos por la agenda pública, por la contienda electoral en algún punto del país, por temas de coyuntura, por descalificaciones, no siempre acompañadas de propuestas; y lamentablemente, el encono, en no pocas ocasiones, termina sustituyendo la razón.
4. "Se requieren cambios de fondo para que la voluntad ciudadana esté debidamente representada en las decisiones democráticas, y para que la democracia misma le resulte útil y le resulte eficaz al ciudadano en su vida cotidiana.
Tenemos diferencias sobre cómo abordar estos temas, sí; pero me parece que lo importante es analizarlos desde la pluralidad, discutirlos con razones y argumentos, y resolverlos asumiendo la capacidad de las instituciones, de los Poderes y de los partidos para tomar decisiones.
5. "Una fecha tan singular, como el Bicentenario y el Centenario, debe ser, sin lugar a dudas, ocasión para poder distinguir con nitidez lo que es de la República y lo que es de los partidos; los temas que requieren como condición indispensable la unidad de todos, por encima de las diferencias, y aquellos que corresponden a la válida estrategia electoral de cada quien(...) Por eso, hoy nuestra obligación es estar a la altura de aquella generación valiosa de Constituyentes, y discutir abierta y francamente lo que sea mejor para México....
7. "Como generación debemos decidir si queremos dejar las cosas como están y que nos lleve años o décadas para superar los desafíos enormes que México tiene, o si somos capaces de tener la altura de miras necesaria para derribar los obstáculos que inhiben el desarrollo humano sustentable del país.
Antes hablaron:
1. José Eduardo Calzada Rovirosa, Gobernador del Estado de Querétaro. (no dijo nada de fondo)
2. Leonel Godoy Rangel, Gobernador del Estado de Michoacán y Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, dijo:
"Los Constituyentes tuvieron el talento y la sabiduría de plasmar los anhelos de quienes ofrendaron su vida por un país democrático, con profundo sentido social.
Estamos en pleno Siglo XXI y, por ello, es necesario reflexionar qué de ese consenso nacional, surgido de los sentimientos profundos de la Revolución Mexicana, nos sirven para avanzar y cuales deben de ser revisados y proponer nuevos acuerdos para enfrentar mejor los retos de esta nueva centuria.
De unos años para acá se ha discutido si debe de darse una nueva Constitución o sólo hacerle modificaciones a la actual para adecuarla a nuestros tiempos.
En estricta teoría constitucional no puede derogarse la actual Carta Magna, sólo puede reformarse. A mi juicio, dejando para otro momento ese debate, lo que está claro es que sí se requieren cambios constitucionales.
Cuáles.
Primero. Plantearía qué es lo que está vigente conforme al desarrollo actual de México. Creo, sin duda, que los derechos sociales, las garantías individuales y los derechos humanos, las garantías procesales, los derechos políticos, la división de poderes y la separación Estado-Iglesia son conquistas del pueblo que están vigentes y, por tanto, no deben modificarse.
Por ejemplo, nadie pone en duda que en un país pobre la educación pública, el sistema de salud, la seguridad social, el ejido, la comunidad indígena, la pequeña propiedad, las libertades públicas de expresión y asociación, el sistema de justicia basado en la presunción de inocencia, la soberanía nacional, los derechos laborales y el Estado laico deben prevalecer, pues le dan certeza a los más pobres y evitan riesgos de inestabilidad social y política.
Qué se requiere revisar.
Según nosotros, el procedimiento judicial, el régimen político, el sistema electoral, el sistema de partidos, urgen las candidaturas independientes; el modelo económico, el Régimen Fiscal y el Hacendario, y las modalidades del Pacto Federal.
Hoy son tiempos de cambio en base a profundas reflexiones, debates serios y responsables, en donde debe de plantearse un nuevo pacto social propio de este Siglo XXI.
Cómo lograrlo.
En base a grandes acuerdos nacionales, donde prevalezca el interés público sobre cualquier interés personal, de grupo o de partido. Debe de sobreponerse el interés de la Nación para darle oportunidades al pueblo mexicano: oportunidades de desarrollo, de igualdad, de justicia y de democracia.
Los grandes retos nacionales, como la pobreza, la democracia, la seguridad y la Independencia de México, se enfrentan mejor respetando el Estado de Derecho, que para mí es el respeto a la Constitución Mexicana.
Este es el significado concreto, no abstracto, de un país de leyes. Sin duda, debe de sufrir cambios nuestra Constitución, pero hoy, por ser Ley Suprema vigente debe de observarse. Sólo así México tendrá certeza jurídica y rumbo seguro. Nada por encima de la Constitución.
Hoy invito a velar por el respeto irrestricto a nuestra Constitución, tal como juramos al rendir protesta en nuestro cargos.
La Conferencia Nacional de Gobernadores surge con el noble fin de respetar el Federalismo, para llegar a acuerdos mediante los consensos entre las entidades y el Gobierno Federal, siempre pensando en México más allá de intereses partidistas o regionales. Mejorar el Pacto Federal es su objetivo.
Como Presidente en turno de este espacio de ejecutivos locales, convoco a que busquemos las soluciones que el país requiere, estemos a la altura, que el México del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, de las mujeres y de los hombres que nos han dado patria.
Este será el mejor homenaje que les debemos a los revolucionarios que hace 100 años lucharon por un México sin desigualdades, y que los Constituyentes del 17 de manera genial plasmaron en el Documento Patrio suscrito ese 5 de febrero aquí, en el Querétaro Constituyente.
3. Carlos Navarrete Ruiz, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, señaló:
El 5 de febrero, al final de los trabajos, los diputados aprobaron no una reforma, sino una nueva Constitución, que sustentada en la de 1857, recogió los ideales y los anhelos revolucionarios (....) Ellos eran impacientes y románticos y sólo confiaban en la ley como palanca inmediata del cambio revolucionario. No representaban a la Reforma. Representaban a la Revolución. Sí, así fue, porque los Constituyentes de 1917, provenían de la vida, no de la academia. Por eso, hicieron una Constitución social..."
Señoras y señores:
En la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857, una generación brillante de compatriotas introdujo la separación del Estado y de la Iglesia. Hoy, tenemos que reafirmar con toda energía el carácter laico del Estado mexicano.
Es necesario reafirmarlo. El Estado laico no es religioso, pero tampoco anticlerical; desde la ley garantiza la plena libertad y el respeto a cada mexicano para profesar la religión que desee, así como la más libre expresión de sus puntos de vista y convicciones sin que creyentes o iglesias tengan que enfrentar persecución, hostigamiento o censura.
Hoy, en 2010, la aseveración de que a partir de la pluralidad y la alternancia en el Gobierno existe parálisis legislativa y que no han existido reformas de fondo a nuestra Constitución, resulta equivocado.
Para demostrarlo, basta recordar que de 2000 a 2006, con un Gobierno sin mayoría en las Cámaras del Congreso se hicieron 17 reformas. Y de 2006 a la fecha, con una situación similar en el Congreso, han sido aprobados y publicados 22 decretos con diversas modificaciones a nuestra Carta Magna.
Ya transcurrió la primera década de este siglo, son tiempos difíciles para la Nación. Los 20 años de paulatino avance hacia la democracia no han propiciado un mejoramiento significativo de las condiciones de vida de un importante segmento de la población que hoy, pese a los esfuerzos de diferentes gobiernos, sigue viviendo en condiciones de pobreza y desigualdad.
Desde finales de 2008, el país atraviesa por una crisis económica que ha afectado severamente a todos los sectores de la economía; ha propiciado el cierre de empresas y la pérdida de empleos, y ha mermado los niveles de vida de los mexicanos.
Por si esto fuera poco, el país padece la violencia del crimen organizado y el embate de fenómenos naturales y epidemias. Hoy mismo el ciudadano Presidente de la República, deberá atender la emergencia en Michoacán, porque las cosas están difíciles.
Ante estos retos necesitamos tener la altura de miras de los Constituyentes. El país exige políticos con visión de Estado y no jefes de facción que sólo vean por la defensa de su tendencia política.
Los políticos que estén en el Gobierno o los políticos que estemos en la oposición, a todos nos exige lo mismo.
Estoy seguro que con responsabilidad y trabajo los grupos parlamentarios, representados en el Senado de la República, en una relación de respeto, sin sumisión, con los otros poderes de la Unión, podrán lograr los acuerdos para el beneficio del país y de los mexicanos.
4 . Francisco Javier Ramírez Acuña, dijo:
"Este aniversario es también una oportunidad para un ejercicio de reflexión sobre el México que queremos construir y que queremos dejar a las nuevas generaciones. El Constituyente de Querétaro resolvió las diferencias ideológicas, puso por encima el bien de todos los mexicanos, la construcción del México que hoy gozamos.
Agrego : "Hoy los mexicanos nos exigen que atendamos requerimientos sociales, que resolvamos de manera puntual la necesidad de una mayor seguridad, que brindemos una mejor atención a las víctimas del delito y que devolvamos a través de ejercicios políticos los derechos libertarios a cada uno de los ciudadanos.
"El Constituyente de Querétaro plasmó su huella de pasión e ingenio, traduciendo el reclamo social de la ciudadanía en la norma fundamental de los mexicanos, tomando en cuenta postulados tan importantes, como el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la vida y a la educación, los derechos agrarios y laborales y la consolidación de los derechos del ciudadano.
5. Ministro Guillermo Iberio Ortiz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Que todo aquel que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario. Con esta frase que hemos repetido en todos los tribunales y juzgados federales, don José María Morelos y Pavón preconizó para todos el Derecho de Acceso a la Justicia.
(...)
Distinguidos asistentes.
Congregados en este recinto, los tres Poderes de la Unión regresan a la Ciudad de Querétaro donde fueron reconstituidos hace exactamente 93 años por el Congreso Constituyente de 1917, resultado del Movimiento Revolucionario de 1910, cuyo Centenario conmemoramos este mismo año junto con el Bicentenario el inicio del Movimiento de la Independencia.
Es así que en este histórico Teatro de la República se une, en nuestra mente y en nuestro recuerdo el corazón y la sangre, el alma y el espíritu, la idea y la palabra de quienes nos precedieron, de aquellos que hace 93 años discutían aquí el futuro de México, convencidos en hacer de la ley justicia, de la Constitución garantía y protección, de la igualdad y la libertad una convicción y del orden jurídico un instrumento de convivencia y de solución, y no un motivo de conflictos. Esa misma esencia constituyente se respira en esta fecha y nos invita a reflexionar en el siglo por venir.
Conmemorar a nuestra Constitución, a la Revolución que le dio origen y al movimiento que nos dio nombre como mexicanos, significa ser los responsables de la gran herencia recibida y del legado que estamos obligados a transmitir a quienes nos sigan.
La Independencia dio curso a la voluntad nacional de hacerse cargo del destino propio y a la determinación de reconocer la soberanía del pueblo en la igualdad y en la libertad del otro.
La Revolución fue el reconocimiento de las legítimas diferencias que organizan a la sociedad en grupos, que debemos convivir con mucho más compromiso que la simple y pasiva tolerancia, para sabernos y sentirnos socios en lo económico, corresponsables en lo político, copropietarios de la gran riqueza nacional y, sobre todo, parientes y hermanos unidos en el linaje de la historia y del futuro de México, porque para nuestra Constitución todos somos iguales, por nuestra propia decisión soberana.
Nuestra esencia constitucional mexicana nació, seguramente desde la abolición de la esclavitud decretada por don Miguel Hidalgo y Costilla en 1810. Está en los Sentimientos de la Nación de 1813 y en la Constitución de Apatzingán de 1814. Está en el Acta Constitutiva y en la Constitución Federal de 1824; en las Siete Leyes Constitucionales de 1836, en las Bases Orgánicas de 1843, en el Acta Constitutiva de 1847 y en la Constitución de 1857.
Todos ellos, antecedentes evolutivos del texto sancionado en este Teatro de la República, que a su vez ha merecido innumerables reformas que lo adaptan a nuevas condiciones, siempre para dar respuesta y solución pacífica a los problemas que enfrentamos.
Por eso, conmemorar nuestra historia constitucional es recordar la decisión nacional de convertir nuestros más graves enfrentamientos y conflictos en soluciones normativas exigibles mediante procedimientos jurídicos.
Ese es el relato de los caminos de la justicia en México; esa es la historia del acceso a la justicia y la razón de ser del Poder Judicial de la Federación. Por eso, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como tributo respetuoso a las conmemoraciones centenarias y como exhorto público para que los mexicanos sigamos defendiendo nuestros derechos y libertades, hemos designado al 2010 como el Año del Acceso a la Justicia.
Señoras y señores:
La justicia no se reduce a su expresión jurídica, demanda una convicción social, un compromiso de la sociedad consigo mismo y un ideal compartido.
Sea este día una fecha propicia para refrendar nuestra voluntad individual y colectiva, para seguir construyendo con ahínco el país que nació hace 200 años y que ha tenido la capacidad de reconstituirse para bien y para darnos cobijo.
Es preciso que todos veamos en las leyes y en la Constitución una cultura y un modo de vida digno de ser enseñado, transmitido y compartido.
Es preciso que la legalidad se ostente como virtud social para que la ilegalidad no sea admiraba como válida astucia.
Es preciso que proclamemos juntos que nadie tiene jamás derecho ni razón para hacerse justicia por propia mano, ni hay cabida para que mecanismos o corporaciones paralelas, resuelvan nuestros problemas individuales o colectivos.
Es preciso que todo individuo se sujete al orden previsto en las leyes, porque ese es el equilibrio que nos garantiza la tranquilidad y la seguridad como sociedad.
Es preciso que los derechos humanos y las libertades fundamentales sean nuestro más valioso tesoro en lo más cotidiano de nuestra existencia social.
Así, la justicia no estará únicamente en las sentencias y en los procesos judiciales, porque se volverá parte de nuestro código moral de convivencia.
El valioso aprendizaje revolucionario que culminó aquí, en esta sede, es que sólo la discusión democrática y la deliberación Constituyente son el camino para ordenar nuestra vida pública y nuestro entorno social. Sólo la Constitución garantiza paz y orden, y fuera de ella la justicia no puede tener lugar.
Revolución es cambio. Actualmente importantes iniciativas buscan modificar el Juicio de Amparo, ampliar el acceso a la justicia mediante acciones colectivas, hacer posible la defensa de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales ante los tribunales y hacer más dinámica la jurisprudencia para que sea más útil a la sociedad en cada región.
La justicia penal, también está en proceso de renovación. La Constitución, ella misma, nos ha ordenado a todos los poderes y órdenes de Gobierno a concurrir en una instancia de coordinación para ello.
El fortalecimiento y modernización de la justicia es objetivo común de todos, absolutamente todos los juzgadores mexicanos.
Distinguido auditorio:
La Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Poder Judicial de la Federación en su conjunto, son producto de la Constitución; son baluarte de la Constitución y son fieles custodios de los grandes anhelos que nos mueven a seguir avanzando y construyendo los caminos de la justicia en México.
A nosotros nos corresponde garantizar que todo aquél que se queje con justicia tenga un Tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario.
Esa es nuestra esencia Constitucional, esa es nuestra razón de ser, ese es nuestro compromiso y en eso estamos empeñados, porque somos convencidos de que el mejor homenaje que podemos rendirle a nuestra Constitución es honrar la protesta de cumplirla y hacer cumplir las disposiciones que emanan de ella.
Muchas gracias.

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