El dios balón

El mundo unido por un balón"/Fred Alvarez

Para mi amigo Memo Ramírez, qué estos días estará pegado al televisor; eso sí comiendo como Dios manda.

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Sesenta y cuatro partidos decidirán en Sudáfrica el cetro del fútbol universal

Y se puede tener cualquier creencia religiosa (incuso ateo o hasta comunista); se puede ser cristiano de varias denominaciones (cristiano- católico, cristiano- protestante; Presbiteriano, Metodista, Bautista, de la Luz del Mundo, Cuáquero, pentecostal, neo pentecostal) cristiano- ortodoxo, musulmán, judío, budista, sintoísta, Hare Krisna, Mormón, Testigo de Jehová, adorador de la santa Muerte, santero, seguidor del niño Fidencio, espiritualista trinitario mariano, espiritista, y de otras denominaciones más (en México hay más de 7 mil iglesias registradas) pero durante los siguientes días sólo se creerá en el dios balón y en sus profetas y apóstoles; los futbolistas que admira.

Por cierto no serán 12, sino 22.

El futbol es una religión global donde su altar es la televisión, y como decía el profesor Karl Popper "si no estás en la TV no existes" (bueno ahora es el Facebook y Tuitter).

Y es que ¡si no hay tele difícilmente hay fútbol! aunque haya radio y redes sociales.

Pero sobretodo es un negocio de miles de millones de dólares, que nada tiene que ver con aquel deporte amateur creado en Inglaterra en 1863.

Ante el futbol se caen todas las barreras culturales, políticas, económicas y sociales. Surge una sola ilusión, una sola pasión y una sola forma de entender la vida: ganar o perder. ¡Y claro es mejor ganar!

Pero el futbol además es pasión nacional, y combinadas con el orgullo nacional, a veces se desbocan en excesos.

Muchas veces ¡la pasión desborda la razón! y más en México donde el futbol se empata con las elecciones en varios estados (Oaxaca, Puebla, Veracruz, Sinaloa).

En México nos conformamos que la selección haga un papel digno, y si es posible pase a octavos de final:

¿Es mucho pedir?

Bueno ya hasta el eminentísimo Sr cardenal Norberto Rivera Carrera les dio la bendición a la selección, haber si eso no es contraproducente y se enojan las demás denominaciones religiosas.

¡En fin!, hablaremos del dios futbol durante varios días

¿Qué le vamos hacer?