Pasa reforma light; diputados descafeínan reforma política

Pasa reforma light; diputados descafeínan reforma política

Desechan la consulta popular, que se suma al rechazo de la reelección; aprueban candidaturas e iniciativas ciudadanas

Nota de Alejandro Sánchez

Publicado en Excélsior, 5 de noviembre de 2011

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer lo que quedó de la reforma política.

En la sesión, el PAN y el PRD frenaron la consulta popular, que ellos mismos habían impulsado.

La reforma finalmente avalada, en resumen, desechó la reelección consecutiva de legisladores, la reconducción presupuestal y diversas observaciones del Ejecutivo al Presupuesto de Egresos, temas que sí contenía la minuta del Senado.

De igual manera se suprimió la cláusula de gobernabilidad en la Asamblea Legislativa del DF (para que un partido pueda tener mayoría absoluta por representación proporcional).

Entre las cosas que sí se mantuvieron está la iniciativa preferente (el Presidente tiene el derecho de mandar dos propuestas y los legisladores la obligación de tratarlas en ese periodo de sesiones), las candidaturas independientes a partir de 2015 y el derecho a iniciativa legislativa de los ciudadanos.

También se avaló la sustitución del Presidente en caso de falta absoluta, la toma de protesta del Presidente en caso de que por cualquier causa no pueda asumir su cargo ante el Congreso de la Unión y la ratificación de comisionados de órganos reguladores del Estado.

Luego de cinco días de sesión, se aprobó incluir cinco modificaciones de las reservas del dictamen que presentaron las Comisiones de Puntos Constitucionales y de Gobernación.

En la sesión de ayer, se sometieron a votación 22 artículos de los 45 reservados por los diputados.

Por lo que hace a la consulta popular, obtuvo 215 votos a favor, pero como hubo 180 votos en contra no alcanzó las dos terceras partes requeridas para su aprobación.

Las modificaciones regresan al Senado para su debate y aprobación.

Consulta ciudadana, fuera de las reformas

La reforma política acabó siendo cercenada ayer cuando diputados de PAN y PRD reprobaron el tema de la consulta popular que ellos mismos impulsaron en las últimas semanas.

Este rechazo se suma a la reelección legislativa y de alcaldes, aunque se lograron sacar adelante la iniciativa ciudadana y las candidaturas independientes, las cuales entrarán en vigor hasta las elecciones de intermedias de 2015 para diputaciones, senadurías, alcaldías o gobernadores, y hasta 2018 para la elección presidencial.

La consulta popular, sin embargo, había sido votada en favor por el PAN y PRD en comisiones unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y luego se votó en lo general la semana pasada.

De hecho, fueron diputados de esos partidos los que promovieron bajar el umbral del padrón electoral a participar en las consultas ciudadanas. El Senado proponía que las consultas populares sólo se validaran con un mínimo de 40%, y panistas y perredistas lograron que quedara en 25% (vinculatorias en elecciones) y de 2% a 1% para que ciudadanos la soliciten.

Como se trataba de una reforma constitucional, la iniciativa de consultas ciudadanas necesitaba el aval de dos terceras partes, sólo que al ser sometida al pleno los legisladores de ambos partidos cambiaron de parecer.

Al ser reprobada en la Cámara de Diputados y ser devuelta al Senado, la ley queda ya sin efecto y sin posibilidades. En todo caso, tendrá que ser retomada en otro proyecto.

Al justificar por qué cambiaron el voto, Carlos Alberto Pérez Cuevas, vicecoordinador del PAN, dijo: "Hicimos el análisis que puede lograrse en el Senado la posibilidad de que esa consulta popular realmente sea alcanzada por los ciudadanos, se disminuya el 1% a la solicitud y a 25% cuando sea vinculatoria".

Al conocer el sentido del voto, José Ramón Martel, vicecoordinador del PRI, expresó: "Estamos totalmente sorprendidos; la consulta popular es y debería ser un instrumento para darles voz, más voz y más derecho a los ciudadanos. Acción Nacional, PRD, y quienes votaron en contra de la consulta popular están desestimando nuevamente aquello que con palabras dicen".

PT y Convergencia se sumaron al rechazo; están enojados porque no se logró la reelección inmediata de legisladores y la revocación de mandato (ésta ni siquiera venía como propuesta del Senado). Apostaron por "todo o nada" al votar en contra.

No obstante, desconcertó que después de ese freno se discutió otra fracción de la consulta popular para que no se desconozca el derecho de los ciudadanos a participar en consultas populares y en ésta si votaron en favor. Es decir, no desconocen el derecho, pero quitaron las reglas; y sin reglas no se puede llevar a cabo.

"¿Por qué votamos en favor de este artículo? Porque lo que acabamos de integrar a la Constitución es lo siguiente: votar en las elecciones y en las consultas populares en los términos que señala la ley; es decir, reintegramos la consulta popular sin ponerle un umbral. La consulta popular se tendrá que regular en la ley, ciertamente tendrá que ser un nuevo proceso legislativo, pero ya no se pone ese acotamiento de 25%", justificó Pérez Cuevas.

La actual Legislatura concluye en 2012, año de elecciones, y no se ve cómo pueda resolverse este tema, el cual heredarán los nuevos diputados.

La iniciativa ciudadana sí avanza

Entre otras, los diputados aprobaron reducir el número de firmas para presentar una iniciativa ciudadana:

- En San Lázaro se aprobó ayer en lo particular la reforma que reduce el umbral para presentar iniciativas ciudadanas de 190 mil a 99 mil firmas.

- La reforma al artículo 71, fracción IV de la Constitución Política se aprobó con 388 votos en favor, 12 en contra y dos abstenciones.

- La reforma avalada bajó de 0.25% de ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores —es decir, 190 mil 355 que aprobó el Senado— a 0.13% —99 mil 7 ciudadanos— como requisito para presentar una iniciativa ciudadana al Congreso de la Unión.

- Por otro lado, se permite que el Presidente, al arranque de cada periodo ordinario de sesiones presente dos iniciativas para trámite preferente (señalar aquellas que le interesan sean dictaminadas por el Congreso, aunque hayan sido presentadas en periodos anteriores).

- Cada una deberá ser votada en un plazo máximo de 30 días.