26 may 2013

Pero, según (el general) Naranjo, la guerra es cosa del pasado..


Pero, según Naranjo, la guerra es cosa del pasado.../RAFAEL CRODA RAFAEL CRODA
Revista Proceso # 1908, 26 de mayo de 2013;En una declaración que contradice la naturaleza belicista del reciente despliegue militar en Michoacán, el general colombiano Óscar Naranjo, asesor del presidente Peña Nieto, sostiene que la guerra contra el narcotráfico y su lógica de muerte son parte del pasado. En entrevista exclusiva con Proceso, afirma que el mandatario busca un paradigma que privilegie el respeto a los derechos humanos y asegura que los homicidios ligados al crimen organizado han disminuido.
BOGOTÁ.- El general colombiano Óscar Naranjo Trujillo, asesor de seguridad del presidente de México, Enrique Peña Nieto, considera que las críticas a Felipe Calderón por su guerra contra el narcotráfico “parecen tener sentido” a la luz de los casi 100 mil muertos y desaparecidos y por la violencia que su sexenio dejó en el país.
Por ello, dice el exjefe de la Policía Nacional de Colombia (PNC), el primer cambio de paradigma en la estrategia de seguridad del gobierno de Peña Nieto es conceptual. Sentencia: La “guerra” es parte del pasado.

Hoy, la política de seguridad pública en México tiene como propósito fundamental “proteger la vida de los ciudadanos en el marco de esa política, no en el de una denominada ‘guerra’”, explica a Proceso.
 “La guerra sólo produce antagonismos y una lógica de muerte”, insiste, por lo que el nuevo gobierno mexicano “es consciente de que una política de seguridad pública no puede limitarse a señalar a un delincuente como un enemigo a aniquilar; de hacerlo, corre el riesgo de que éste conteste: ‘Antes de que me maten, yo mato’”.
 –A pesar del cambio de estrategia la violencia continúa. ¿Cuándo va a ver la sociedad mexicana una reducción en la violencia? –se le pregunta.
 –En primer lugar, los informes mensuales indican una reducción de los homicidios vinculados al crimen organizado.
 –¿Han disminuido las ejecuciones?
 –Sí, especialmente las vinculadas al crimen organizado. No obstante es prematuro señalar si (la tendencia) será consistente a mediano y largo plazos.
 –Pero eso no lo percibe el ciudadano…
 –Evidentemente. Es temprano para hacer una evaluación definitiva.
 Habrá que hacer “un primer corte” en materia de seguridad al término del primer año de gobierno de Peña Nieto, comenta el entrevistado: mientras llega ese momento, “uno esperaría que el delito disminuya de manera notable”.
 La entrevista se desarrolla en la cafetería-bar del club bogotano El Nogal, reconstruido tras la explosión de un carro-bomba que en 2003 causó 36 muertes y que las autoridades atribuyeron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Naranjo bebe agua y sostiene en sus manos unos anteojos que suele usar a media nariz cuando lee o revisa su iPhone 5.
 En los meses recientes, dice, su trabajo con los organismos mexicanos de seguridad ha sido “casi invisible”. La antigua Secretaría de Seguridad Pública fue asimilada por la Comisión Nacional de Seguridad –hoy en proceso de reestructuración– a cargo de Manuel Mondragón y Kalb.
 “Todo esto empieza a traducirse en un mejor sistema de coordinación policial para direccionar las fuerzas no sólo federales, sino para coordinar mejor con las estatales y las municipales”, asegura.
 Según él,  “lo que estamos viendo es que, por vía de los acuerdos políticos, se comienzan a generar sinergias alrededor de los gobernadores; los municipios les están entregando esa posibilidad de competencia de mando (policiaco) único. No ha sido necesario reformar la Constitución ni la ley, todo se está haciendo vía acuerdos. Me parece que esto va en la línea correcta”.
 E insiste: El sistema policiaco en México debe tener en el centro a las policías estatales, que deberían servir de “paraguas” a las municipales, con una policía federal concurrente cuando haya algún desborde en alguna entidad.
 “Para esto”, añade, “hay que profesionalizar a las corporaciones estatales, mantener una capacidad federal y en todo caso elevar el nivel profesional de las municipales. Este es el reto para México en los próximos años”, hasta que se constituya la Gendarmería Nacional y se reduzca paulatinamente la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico.
 Respecto a las autodefensas que operan en estados como Michoacán y Guerrero, el extitular de la PNC considera que el tema debe ser atendido de manera prioritaria pues, dice, crean un ambiente de incertidumbre. “Sería un gran error no otorgarle importancia a ese tipo de expresiones armadas de la ciudadanía”.
Ventanilla única
Durante sus 36 años de servicio en la PNC –de la que fue director entre 2007 y 2012– Naranjo desarrolló los servicios de inteligencia; a él se debe la creación de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol), que encabezó de 2005 a 2007 y desde donde tejió relaciones con la DEA, la CIA, el FBI, el MI5 inglés y otros servicios de inteligencia y contrainteligencia extranjeros.
–¿Cómo manejó usted la relación con agencias como la DEA –pregunta Proceso.
–Recibí de los gobiernos, particularmente de los presidentes, una capacidad de empoderamiento para manejar esa relación.
–¿Había una ventanilla única, como la que busca el gobierno mexicano para concentrar el manejo de la inteligencia con agencias extranjeras?
–Estaba obligado a informar al ministro (de Defensa) o al presidente hacia dónde se movían las operaciones. (Hoy se trata de establecer) un sistema funcional con líneas horizontales y un control central que supervise el desempeño de esas operaciones.
 –¿Usted recomendó al gobierno mexicano la ventanilla única?
 –No. Mi experiencia es tener sistema de cooperación, una estructura y asignar responsabilidades, roles y misiones verificables. La ventanilla llamada única es una figura que emplea el secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio Chong); es realmente una creación mexicana.
 –¿Le parece correcto el concepto de ventanilla única o tiene sus reservas?
 –Pienso que debe haber una vocería única, una estrategia política que identifique los intereses de los cooperantes y del cooperador, pero al mismo tiempo establecer un sistema que no interrumpa la fluidez con la que debe darse esa cooperación.
 –¿Ventanilla única en lo político y multiventanilla en lo operativo?
 –En lo operativo hay que tener líneas horizontales; en lo político, una vocería única.
 –¿No difiere esto del planteamiento de Gobernación?
 –No. Y menos tratándose de cooperación, donde siempre hay dos interlocutores como mínimo. Al final el resultado es producto del acuerdo entre las partes. Lo que es absolutamente indispensable es tener un sistema de cooperación más estructurado, con indicadores de seguimiento, de evaluación y desempeño de resultados.
 Naranjo, director del Instituto Latinoamericano de Ciudadanía del Tecnológico de Monterrey, ha conservado con sus interlocutores del gobierno mexicano una “independencia crítica” que, dice, “me otorga credibilidad, transparencia, y no me hace sentirme coaccionado, obligado o silenciado”.
 Como especialista en inteligencia y contrainteligencia –esta última resulta tan importante como la primera en un país como México, donde los cuerpos policiacos están infiltrados por el crimen organizado–, Naranjo considera que las instituciones mexicanas de seguridad deben mejorar ambos sistemas para elevar su efectividad en la contención de la violencia:
 “La información debe ser el arma fundamental para que las instituciones actúen de manera preventiva y proactiva y no necesariamente de manera reactiva y armada para contener a los delincuentes”.
 Considera que Plataforma México, la red nacional de información criminal –creada por Calderón y en la cual invirtió más de 300 millones de dólares y cuyos resultados han sido muy cuestionados– “es un buen punto de ensamble de la información de inteligencia para toda la República, pero desde luego, sobre esa plataforma hay que generar un sistema que permita una mejor coordinación y una mejor gestión”, puntualiza.
 Los trabajos de inteligencia, insiste, deben desmitificarse para que los ciudadanos los consideren un valor agregado en la protección de su integridad y no sólo como un factor de poder.
 –En México los servicios de inteligencia han sido usados como una herramienta de control político y aquí en Colombia también ha habido casos de chuzadas (interceptaciones telefónicas) a opositores, activistas sociales, magistrados y periodistas.
 –Sí, pero realmente de lo que estamos hablando es de hacer inteligencia criminal, de focalizar la capacidad del Estado en fenómenos perturbadores, con capacidad de anticipación, particularmente para proteger la vida de los ciudadanos.
 –¿Plataforma México es un sistema mal gestionado?
 –Siempre es necesario construir sobre lo construido y mejorar… pero sí, he escuchado quejas de que Plataforma México no es un sistema que contribuya a la seguridad de los estados; para algunos funciona en una sola vía, sobre todo en los que reportan mucha información pero no reciben mucha inteligencia.
 Investigado por la DEA
En 1993, con grado de mayor, Naranjo formó parte de una unidad especial que monitoreó desde esta capital las comunicaciones electrónicas del jefe del Cártel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, quien fue localizado gracias a esa tecnología y abatido en diciembre de ese año por el llamado Bloque de Búsqueda, precisamente en Medellín. La DEA estuvo implicada en esas operaciones.
Desde entonces, narcotraficantes sometidos a la justicia y adversarios anónimos han acusado a Naranjo de mantener vínculos con diferentes cárteles colombianos de la droga. Tras la caída de Escobar Gaviria se le incluyó entre los oficiales que, con la bendición de la DEA, establecieron una alianza con Los Pepes –siglas de Perseguidos por Pablo Escobar, organización integrada por el Cártel de Cali y grupos paramilitares– para acabar con ese narcotraficante. Él rechaza la acusación.
Lo que ocurre, dice, es que “cuando combatimos al Cártel de Medellín y lo acabamos se nos acusó de aliarnos con el de Cali; y cuando combatimos a éste, se dijo que nos habíamos aliado con el del Norte del Valle. Acabamos con todos esos cárteles con absoluto apego a la ley, con mucho esfuerzo, sin aliarnos con criminales. Esa es la verdad”.
Documentos de la DEA (Proceso 1864) contienen declaraciones de los narcoparamilitares Salvatore Mancuso y Mario Jiménez Naranjo, Macaco, en las cuales ubican al exdirector de la PNC como uno de los funcionarios que recibió sobornos de organizaciones criminales.
Naranjo dice que “puede resultar desconcertante” que la misma DEA, con la cual mantiene nexos muy cercanos, haya elaborado documentos oficiales en los que ”cuatro, cinco, ocho personajes” lo incriminan con grupos paramilitares, con la Oficina de Envigado y con el Cártel del Norte del Valle.
 –Son acusaciones graves, general, que están en memorándums de la DEA.
 –Me da tranquilidad que esas declaraciones hayan sido evaluadas y desechadas por falta de veracidad.
 Sobre las imputaciones en su contra formuladas por el fotógrafo colombiano Baruch Vega, quien dijo que su presencia en México se debe a un presunto pacto con el Cártel de Sinaloa, el entrevistado dice: “Frente a eso no tengo respuesta”.
–Cuando Peña Nieto era candidato a la Presidencia y anunció su nombramiento como asesor de seguridad, en junio de 2012, hubo muchas críticas en México. ¿Cómo las recibió?
–Entonces lo natural y legítimo era que hubiera controversia alrededor de mi presencia como asesor. Por otro lado, aquí vivimos muchos años de crisis institucionales, en los ochenta y los noventa, y la verdad es que desfilaron por Colombia muchos asesores externos, y un asesor externo siempre produce una prevención.
“Por eso me he aproximado a México con una lógica de total respeto, con la certeza de que las decisiones y las soluciones para México las construyen los mexicanos.”
La mano dura
El exdirector de la PNC sostiene que frente a la falta de políticas ineficaces en materia de seguridad, en muchos países de la región, “de manera simplista” se recurre a una fórmula perversa: La de la mano dura contra la delincuencia.
“Cuando se la invoca para contrarrestar a los criminales, lo que realmente se pone en marcha es un proceso de violación a los derechos humanos. Nada más pernicioso que una política de seguridad pública invoque la mano dura contra el delincuente”, considera Naranjo.
El pasado febrero la Secretaría de Gobernación admitió que durante el sexenio de Calderón hubo 26 mil 121 desapariciones por la guerra contra el narcotráfico.
–¿Cree que la guerra de Calderón exacerbó la violencia en México? –se le pregunta.
–Ese dilema no lo ha resuelto la ciencia criminológica todavía. Lo que se llama la pulverización, la atomización de la delincuencia es multicausal y no necesariamente obedece a la aplicación de políticas públicas sino a dinámicas que se generan alrededor de factores de poder entre las mafias.
“Lo más importante para determinar qué multiplica el crimen es identificar dónde se encuentra la economía criminal que motiva esa multiplicación. Esto es algo que en Latinoamérica no hemos abordado con la seriedad debida.”
 Explica: “En México es muy importante tener estrategias diferenciales contra el crimen, porque el origen de esas violencias es multicausal: Hay violencia generada por el crimen organizado, por delincuentes comunes, por el monopolio de grandes volúmenes ilegales de estupefacientes y su distribución”.
 Uno de los temas pendientes es analizar qué tanta violencia genera la corrupción. “Está claro que en una mentalidad mafiosa, sicarial, delincuencial los problemas en el mundo de la corrupción se solucionan por vía de la muerte, para silenciar a los posibles denunciantes”.
 Naranjo cree que el nacionalismo mexicano es “un activo a favor” del país y está al tanto de los resquemores que suscita en ese país y en amplios sectores de Latinoamérica la estrategia antidrogas de Estados Unidos y la posibilidad de que ésta represente un factor de intervencionismo.
 –¿Es importante tener una relación de igual a igual con ellos?
 –Ese es el éxito: tener una relación simétrica desde Latinoamérica. Cada uno de nuestros países tiene una determinación clara de prioridades, de enfoques de la política criminal; y si ellos participan de eso, ¡maravilloso! Normalmente hay coincidencias porque el enemigo común es el crimen organizado.
 –¿Qué debilidad advierte en la DEA?
 –Que hacen un trabajo de manera tan discreta. Yo diría que deberían comunicar más cómo operan sus agentes.

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