24 dic 2013

Tiempo de nacer, tiempo de amar, tiempo de paz


Tiempo de nacer, tiempo de amar, tiempo de paz/FA
Publicado en La Otra Opinión, 24 de diciembre de 2013
Hoy es jueves 24 de diciembre de 2013.
¡Seamos o no católicos, la Navidad es una fiesta que vale la pena celebrarla!
Dice el libro del Eclesiastés que todo tiene su tiempo, y hoy, como se celebra el nacimiento de Jesús, debe ser de nacer no de morir, tiempo de curar no de matar, tiempo de edificar no de destruir, tiempo de reír no de llorar, tiempo de amar no de aborrecer, tiempo de paz no de guerra....

El nacimiento de Jesús -la Navidad-, es sin duda la fiesta más celebrada en el mundo cristiano.  Se celebra desde principios del siglo IV como cristianización de la fiesta pagana del natalicio del Sol; en la antigua Roma, se celebraban las Saturnalias, fiestas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y duraban del 17 al 24 de diciembre, y eran también denominada "fiesta de los esclavos" porque durante los días que duraban las celebraciones, los papeles de amos y esclavos se invertían. Durante esa semana se intercambiaban regalos e incluso se posponían guerras. Es interesante, mencionar también que muchas culturas antigua- nuestros Mayas, por ejemplo- celebraban en estas fechas grandes fiestas en honor del sol, como si fuera el principio de la vida.
¡Parece un asunto de magia y tiene algo de ello!
Por ejemplo, hace 155 años, en la madrugada del 24 de diciembre de 1858 sucedió un hecho extraordinario en España: "las personas que estaban en las calles, en los caminos y en los campos vieron aparecer un magnífico globo de fuego de una brillantez extraordinaria y deslumbradora que, ostentando los colores del arco iris, oscureció la luz de la luna y descendió majestuosamente desde las regiones aéreas". Así dice parte del relato de Rafael Martínez Fortún, vecino del municipio murciano de Molina de Segura, en cuyas tierras impactó aquella Nochebuena el mayor meteorito jamás caído en la madre patria. El relato aparece en un estudio publicado en la revista Astronomy and Geophysics por los científicos Jesús Martínez Frías, geólogo del Centro de Astrobiología, y Rosario Lunar, catedrática de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad Complutense de Madrid.  (Vease El País, 24- 12-2008). Ver la imagen.
La Navidad es para millones de personas el principio de la vida; por el nacimiento de Jesús. 
¡Es una noche de parto!
Y debemos decir que también es uno de los aspectos más míticos y con menos carácter histórico del Nuevo Testamento.
Obviamente es imposible demostrar que la celebración del nacimiento de Jesús se dio la noche del 24 de diciembre en Belén. De hecho los motivos de la Navidad, proceden de los evangelios apócrifos del siglo II, -que por cierto la Iglesia Católica nunca admitió- y de los relatos de la infancia de Jesús, recogidos en los evangelios de Mateo y Lucas.
Sin embargo, poco importa si los relatos bíblicos son fiel reflejo de la realidad histórica, lo importante es el significado que nos trasmiten, por cierto un contenido teológico de gran trascendencia y que no siempre es sencillo de  interpretar; aludo a la anunciación del ángel, el nacimiento en la ciudad Belén y en un pesebre, la visita de los pastores y los reyes magos, la estrella de Oriente, el exterminio de inocentes o la huida a Egipto.
¡Ah y también el asno y el buey en el pesebre!
Es pues Lucas –más que Mateo- el que más se aproxima a nuestro concepto de historiador.
Desde el mismo prologo revela una gran preocupación por referir con detalle "la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas".
Y aún cuando él, no había vivido personalmente los acontecimientos (tanto Marcos, Mateo y Lucas redactaron los evangelios entre la segunda y la tercera generación cristiana), trata de proclamarlos tal y como: "nos las enseñaron los que desde el principio las vieron".
Claro que Lucas se preocupó por narrar de manera inteligente y ordenada lo que sabía acerca de Jesús, sin embargo, en sentido estricto, nunca pretendió escribir una biografía, sino simplemente: ¡un evangelio!
Dice Lucas, en una narración -¡que, subrayó, no es histórica propiamente dicha!-, empero, si ofrece algunos datos de que el nacimiento de Jesús data del año 4 antes de Cristo. (en la versión Reina Valera 1995):
 “Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César que todo mundo fuera empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Había pastores en la misma región, que vivían en los campos y cuidaban sus rebaños durante la noche.
Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeo de resplandor y tuvieron gran temor: Pero el ángel los dijo: No teman; porque yo os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo: porque os ha nacido hoy, en la Ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan y decían:
Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz,
Buena voluntad para con los hombres... "

¡Maravilloso relato!
El papa Francisco, quien este 2013 es el personaje del año para la revista Times, exhortó hoy a través de su cuenta en Twitter a  los millones de católicos del mundo recibir a Jesús con el corazón abierto: “El Señor viene. ¡Recibámoslo con el corazón abierto! Y ayer -23 de diciembre, pidió estar en silencio para así “oír la voz del Amor”. Escribió: @Pontifex “La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien estar un poco en silencio, para oír la voz del Amor”
Es evidente que Francisco tienen influencia del poeta argentino Leopoldo Marechal que escribió una poesía del silencio, dice:
 “...En el corazón del silencio
los hombres hunden sus cantos.
El silencio es la rama
donde se emboscan todos los pájaros de música..."
¡Feliz Navidad, y buen año 2014!

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