Revista Proceso No. 1986, 1 de noviembre de 2014.
Los tentáculos
del “Chapo” llegan a Quito/RAFAEL CRODA
El
apoyo al alcalde de la capital de Ecuador cayó siete puntos porcentuales en un
mes, mientras la polarizada clase política de ese país se unió en un reclamo:
Que explique su relación con el sinaloense Luis Ignacio Muñoz Orozco. Este
último personaje, quien viajó repetidas veces a esa nación a lo largo del año
–presuntamente como consultor de políticas públicas–, fue acusado en Estados
Unidos de ser un lavador de dinero para el Cártel de Sinaloa. En Quito las
alarmas se prendieron por el riesgo de que el narcotráfico penetre y corrompa
al gobierno local y la situación se torne, como en México, violenta e
insostenible.
“Estamos
ante un caso que enciende las alertas respecto a lo que podría ser un interés
del narcotráfico mexicano de colarse en la política ecuatoriana”, dice a
Proceso el concejal del gubernamental partido Alianza País (AP), Carlos Páez,
uno de los convocantes de la comparecencia de Rodas.
El
concejal de AP –partido del presidente ecuatoriano Rafael Correa y opositor a
Rodas en Quito– sostiene que más allá del debate político, en Ecuador existe un
genuino interés de “cortar de raíz cualquier intento del narcotráfico de
penetrar la política para no llegar a vivir la difícil y triste situación que
vive México, donde la incursión del crimen organizado en las altas esferas
políticas acarrea secuelas de corrupción y violencia inaceptables”.
La
preocupación de que esto llegue a ocurrir es tan alta que el mismo bloque de
concejales de Rodas –la coalición SUMA-VIVE– respaldó a sus enconados
adversarios de AP para que el alcalde rindiera ante el pleno del concejo un
informe sobre sus vínculos con Muñoz Orozco.
Rodas,
quien vivió en México entre 2008 y 2012, dijo que conoció a Muñoz Orozco en
2009 cuando éste era jefe de la oficina del entonces titular de la Sedesol,
Heriberto Félix Guerra, con quien inició su incursión en el sector público.
Muñoz
y Félix son sinaloenses.
“Él
(Muñoz Orozco) era un alto funcionario del gobierno del presidente Calderón y
posteriormente él también fue un estrecho colaborador de Josefina Vázquez Mota
(cuando esta fue candidata presidencial del PAN en 2011 y 2012)”, dijo el
alcalde en su comparecencia el pasado 23 de octubre al exponer los antecedentes
que, desde su punto de vista, avalaban al presunto blanqueador de activos del
Cártel de Sinaloa.
Señaló
que el exfuncionario y empresario –dueño de la cadena de tiendas de ropa María
Ferré y expresidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Culiacán–
tiene un despacho de consultoría en políticas públicas mediante el cual brinda
asesorías a gobiernos locales.
“Es
por eso que lo recibimos, junto a su equipo de técnicos que trabajaron en la
Sedesol, para escuchar sus planteamientos sobre proyectos de políticas
públicas”, indicó Rodas. Fueron varios, agregó, los encuentros que sostuvo el
mexicano con él y otros funcionarios del municipio de Quito.
Las
autoridades ecuatorianas tienen registradas siete entradas de Muñoz Orozco al
país entre abril y septiembre pasados, con sus respectivas salidas. “Esto
requiere una investigación especializada de los organismos de justicia del
país”, afirma Páez.
Fuentes
de la Fiscalía General de Ecuador indican a este semanario que la institución
analiza el caso, pero hasta el pasado 30 de octubre no se había decidido abrir
una investigación formal sobre las actividades de Muñoz Orozco en el país y sus
encuentros con el alcalde.
Rodas
defendió sus reuniones con el mexicano: “Una persona con una reconocida
trayectoria y experiencia en materia de políticas públicas. Cuando nos
reuníamos con él, nos reuníamos con el consultor y exalto funcionario que había
implementado el programa de estancias infantiles (de la Sedesol en México), que
fue uno de los más exitosos durante el gobierno del presidente Calderón, y fue
tratado por nosotros con cordialidad. Por supuesto, sin tener idea de las
vinculaciones que tendría con actos ilícitos. Era imposible sospechar semejante
cosa”.
Según
el acalde, el empresario y exfuncionario calderonista le planteó verbalmente lo
que serían sus honorarios para asesorar el proyecto de guarderías infantiles en
la alcaldía de Quito a fin de “optimizar el modelo”. Hasta ahora la capital
ecuatoriana tiene 11 establecimientos –llamados Guagua Centros– y la idea es
poner 200 en marcha. La propuesta económica le pareció “onerosa” a Rodas y
antes de que Muñoz la reformulara estalló el escándalo.
“Fashion
Police”
Además
de exfuncionario público, Muñoz Orozco es un empresario muy conocido en los
círculos políticos y de negocios de Sinaloa. Entre 1991 y 2001 fue presidente
de la Canaco en Culiacán. En 1992, fundó junto con esposa, Georgette Saad, la
tienda de ropa de maternidad y tallas grandes María Ferré, que hoy cuenta con
31 establecimientos en México, la mayoría en Sinaloa, Sonora, Coahuila y Nuevo
León.
En
2009 su paisano Félix Guerra fue designado secretario de Desarrollo Social y
nombró a Muñoz Orozco secretario técnico de su oficina. Fue el principal
operador del titular de la Sedesol hasta abril de 2012, cuando salió de esa
dependencia para incorporarse a la campaña presidencial de Vázquez Mota. Es un
personaje muy conocido en los círculos panistas.
Luego
de las elecciones presidenciales de 2012, en las cuales Vázquez Mota ocupó el
tercer lugar, el propietario de las tiendas María Ferré se reincorporó a sus
actividades empresariales y como consultor en su firma, GPS, a la cual
incorporó a exfuncionarios de la Sedesol que trabajaron con él.
El
pasado 10 de septiembre, agentes federales de Estados Unidos ejecutaron en Los
Ángeles un operativo contra el lavado de dinero denominado Fashion Police,
encaminado desmontar una red de empresas de ropa dedicada a esa actividad en el
distrito de la moda del centro de esa ciudad.
En
el operativo, coordinado por el Departamento de Justicia, los agentes federales
detuvieron a nueve personas y confiscaron 65 millones de dólares, mientras una
Corte de Distrito presentó cargos por lavado de dinero y evasión fiscal contra
Muñoz Orozco, su contador Armando Arturo Chávez Gamboa y su empleada Daysi
Estrada Corrales.
Según
la acusación, que se basa en una investigación iniciada en octubre de 2012, el
propietario de María Ferré blanqueaba activos para el Cártel de Sinaloa en su
cadena de tiendas.
El
negocio consistía en que los operadores de esa organización criminal entregaban
grandes cantidades de dinero de la venta de droga en Estados Unidos a
mayoristas del distrito de la moda en Los Ángeles y éstos, a su vez,
trasladaban esos activos a México mediante exportaciones de ropa a la empresa
de Muñoz Orozco, quien colocaba la mercancía en sus tiendas y entregaba dinero
en pesos a los intermediarios del Cártel de Sinaloa.
La
noticia llegó en Ecuador a través del diario gubernamental El Telégrafo, que
reprodujo la información del semanario sinaloense Río Doce sobre los vínculos
entre Muñoz Orozco y el alcalde de Quito, así como una fotografía –tomada de
Facebook– del exfuncionario calderonista en la cual ambos aparecen junto con
María Fernanda Pacheco, esposa del edil, y otra mujer durante la inauguración
de un Guagua Centro.
El
pasado 11 de septiembre, un día después del operativo Fashion Police en Los
Ángeles, Muñoz Orozco salió de Ecuador, a donde había llegado cuatro días
antes. Desde entonces se desconoce su paradero.
Relaciones
peligrosas
Mauricio
Rodas es un abogado ecuatoriano de 39 años, con maestrías en administración
pública y ciencias políticas en la Universidad de Pennsylvania. Su incursión en
la política es reciente. En 2012 fundó el partido Sociedad Unida Más Acción
(SUMA) y lanzó su candidatura a la presidencia. En los comicios de febrero de
2013, en los cuales Correa logró su reelección, obtuvo el cuarto lugar con 3.9%
de los votos.
Entre
2008 y principios de 2012 residió en México como funcionario de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe. Fue en este país donde se abrió paso
como consultor en políticas públicas: Fundó y dirigió la Fundación Ethos, la
cual se presenta en su página en internet como un “laboratorio de ideas (think
tank) que transforma investigaciones y experiencias en recomendaciones claras y
acciones concretas de política pública”.
En
el consejo asesor de Ethos figuran personajes como el historiador Enrique
Krauze y el empresario Agustín Coppel Luken, mientras que entre las
instituciones donantes aparecen la Sedesol, el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, el gobierno del Estado de México y la Fundación Kellogg.
El
secretario de Comunicación de la Alcaldía de Quito, Gandhi Espinosa, indica a
Proceso que durante su estancia en México, Rodas realizó para el gobierno de
Calderón “estudios de políticas públicas que llevó a cabo en varias instancias
de la administración federal”, entre ellas la Sedesol. Fue durante sus trabajos
como consultor para esa secretaría de Estado cuando conoció a Muñoz Orozco.
Luego
de su derrota en las elecciones presidenciales de 2013, Rodas se postuló como
alcalde de Quito por la coalición SUMA-VIVE. En los comicios de febrero pasado
triunfó sobre el candidato de AP, Augusto Barrera, quien buscaba su reelección.
Durante la campaña, Correa lo llamó un “refrito” del conservador Partido Social
Cristiano y representante de “toda la derecha” ecuatoriana; luego de la justa
electoral la relación entre ambos ha sido cordial.
Concejales
de la coalición SUMA-VIVE denunciaron una persecución política contra el
alcalde luego de que los medios ecuatorianos dieran a conocer sus vínculos con
Muñoz.
De
acuerdo con el concejal Sergio Garnica, Rodas ha sido víctima de un
“linchamiento mediático por parte de medios estatales con informaciones
maliciosas y tendenciosas”. Hizo notar que no existió ningún vínculo
contractual con el exfuncionario mexicano acusado de lavado de dinero y que
sólo hubo reuniones entre ambos. “Sería terrible pedirle un récord policial a
cada persona con la que uno se reúne”, aseguró en una sesión del concejo.
El
concejal de AP Jorge Albán dice a este semanario que las explicaciones que ha
dado el alcalde son satisfactorias “en el sentido de que no firmó ningún
contrato oficial (con Muñoz Orozco), pero lo más importante es que la fiscalía
investigue todo lo que ha hecho este exfuncionario mexicano en Ecuador durante
los siete ingresos que registra este año”.
“Existe
una clara estrategia del narcotráfico consistente en penetrar los gobiernos de
varios países para corromper y hacer sus negocios, y este caso refleja esta
dimensión. Debemos tener más mecanismos de prevención para evitar que esto se
produzca en Ecuador”, sostiene.
Paulina
Recalde, abogada y especialista en opinión pública, considera que el impacto
del caso Muñoz Orozco en Ecuador refleja una preocupación frente a la eventual
penetración del narcotráfico. “Es un tema grave que hay que ubicar en el ámbito
de lo legal por la naturaleza de las acusaciones, pero que puede causar
conflictividad política”, dice al reportero la presidenta de la encuestadora
Perfiles de Opinión.
Un
sondeo divulgado por esta firma el pasado 30 de octubre revela que el apoyo de
los quiteños a la gestión de Rodas cayó siete puntos como resultado del
“escándalo Muñoz”. En septiembre tenía el respaldo de 81% de los habitantes de
la capital ecuatoriana; ahora tiene sólo 74% de apoyo.
Según
la encuesta, 57.7% de los quiteños quedó insatisfecho con la explicación del
alcalde sobre sus vínculos con el sinaloense.
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