2 nov 2014

Los tentáculos del “Chapo” llegan a Quito

Revista Proceso No. 1986, 1 de noviembre de 2014.
Los tentáculos del “Chapo” llegan a Quito/RAFAEL CRODA
El apoyo al alcalde de la capital de Ecuador cayó siete puntos porcentuales en un mes, mientras la polarizada clase política de ese país se unió en un reclamo: Que explique su relación con el sinaloense Luis Ignacio Muñoz Orozco. Este último personaje, quien viajó repetidas veces a esa nación a lo largo del año –presuntamente como consultor de políticas públicas–, fue acusado en Estados Unidos de ser un lavador de dinero para el Cártel de Sinaloa. En Quito las alarmas se prendieron por el riesgo de que el narcotráfico penetre y corrompa al gobierno local y la situación se torne, como en México, violenta e insostenible.
 BOGOTÁ.- Luis Ignacio Muñoz Orozco, funcionario de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) de México en el sexenio de Felipe Calderón, logró algo que parecía imposible en Ecuador: Unificó a la polarizada clase política. No lo hizo por sus habilidades como consultor sino por el rechazo generado por sus vínculos con el Cártel de Sinaloa y su relación con el alcalde Quito, Mauricio Rodas, al que conoce desde 2009 y con quien se ha reunido frecuentemente en los últimos seis meses.
 Aunque esas reuniones ocurrieron antes del pasado 10 de septiembre, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Muñoz Orozco de lavar dinero del Cártel de Sinaloa, el Concejo Metropolitano de Quito pidió al alcalde, en una inusual votación unánime, comparecer ante esa instancia para explicar el carácter de su relación con el exfuncionario mexicano.


“Estamos ante un caso que enciende las alertas respecto a lo que podría ser un interés del narcotráfico mexicano de colarse en la política ecuatoriana”, dice a Proceso el concejal del gubernamental partido Alianza País (AP), Carlos Páez, uno de los convocantes de la comparecencia de Rodas.

El concejal de AP –partido del presidente ecuatoriano Rafael Correa y opositor a Rodas en Quito– sostiene que más allá del debate político, en Ecuador existe un genuino interés de “cortar de raíz cualquier intento del narcotráfico de penetrar la política para no llegar a vivir la difícil y triste situación que vive México, donde la incursión del crimen organizado en las altas esferas políticas acarrea secuelas de corrupción y violencia inaceptables”.

La preocupación de que esto llegue a ocurrir es tan alta que el mismo bloque de concejales de Rodas –la coalición SUMA-VIVE– respaldó a sus enconados adversarios de AP para que el alcalde rindiera ante el pleno del concejo un informe sobre sus vínculos con Muñoz Orozco.

Rodas, quien vivió en México entre 2008 y 2012, dijo que conoció a Muñoz Orozco en 2009 cuando éste era jefe de la oficina del entonces titular de la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, con quien inició su incursión en el sector público.

Muñoz y Félix son sinaloenses.

“Él (Muñoz Orozco) era un alto funcionario del gobierno del presidente Calderón y posteriormente él también fue un estrecho colaborador de Josefina Vázquez Mota (cuando esta fue candidata presidencial del PAN en 2011 y 2012)”, dijo el alcalde en su comparecencia el pasado 23 de octubre al exponer los antecedentes que, desde su punto de vista, avalaban al presunto blanqueador de activos del Cártel de Sinaloa.

Señaló que el exfuncionario y empresario –dueño de la cadena de tiendas de ropa María Ferré y expresidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Culiacán– tiene un despacho de consultoría en políticas públicas mediante el cual brinda asesorías a gobiernos locales.

“Es por eso que lo recibimos, junto a su equipo de técnicos que trabajaron en la Sedesol, para escuchar sus planteamientos sobre proyectos de políticas públicas”, indicó Rodas. Fueron varios, agregó, los encuentros que sostuvo el mexicano con él y otros funcionarios del municipio de Quito.

Las autoridades ecuatorianas tienen registradas siete entradas de Muñoz Orozco al país entre abril y septiembre pasados, con sus respectivas salidas. “Esto requiere una investigación especializada de los organismos de justicia del país”, afirma Páez.

Fuentes de la Fiscalía General de Ecuador indican a este semanario que la institución analiza el caso, pero hasta el pasado 30 de octubre no se había decidido abrir una investigación formal sobre las actividades de Muñoz Orozco en el país y sus encuentros con el alcalde.

Rodas defendió sus reuniones con el mexicano: “Una persona con una reconocida trayectoria y experiencia en materia de políticas públicas. Cuando nos reuníamos con él, nos reuníamos con el consultor y exalto funcionario que había implementado el programa de estancias infantiles (de la Sedesol en México), que fue uno de los más exitosos durante el gobierno del presidente Calderón, y fue tratado por nosotros con cordialidad. Por supuesto, sin tener idea de las vinculaciones que tendría con actos ilícitos. Era imposible sospechar semejante cosa”.

Según el acalde, el empresario y exfuncionario calderonista le planteó verbalmente lo que serían sus honorarios para asesorar el proyecto de guarderías infantiles en la alcaldía de Quito a fin de “optimizar el modelo”. Hasta ahora la capital ecuatoriana tiene 11 establecimientos –llamados Guagua Centros– y la idea es poner 200 en marcha. La propuesta económica le pareció “onerosa” a Rodas y antes de que Muñoz la reformulara estalló el escándalo.

“Fashion Police”

Además de exfuncionario público, Muñoz Orozco es un empresario muy conocido en los círculos políticos y de negocios de Sinaloa. Entre 1991 y 2001 fue presidente de la Canaco en Culiacán. En 1992, fundó junto con esposa, Georgette Saad, la tienda de ropa de maternidad y tallas grandes María Ferré, que hoy cuenta con 31 establecimientos en México, la mayoría en Sinaloa, Sonora, Coahuila y Nuevo León.

En 2009 su paisano Félix Guerra fue designado secretario de Desarrollo Social y nombró a Muñoz Orozco secretario técnico de su oficina. Fue el principal operador del titular de la Sedesol hasta abril de 2012, cuando salió de esa dependencia para incorporarse a la campaña presidencial de Vázquez Mota. Es un personaje muy conocido en los círculos panistas.

Luego de las elecciones presidenciales de 2012, en las cuales Vázquez Mota ocupó el tercer lugar, el propietario de las tiendas María Ferré se reincorporó a sus actividades empresariales y como consultor en su firma, GPS, a la cual incorporó a exfuncionarios de la Sedesol que trabajaron con él.

El pasado 10 de septiembre, agentes federales de Estados Unidos ejecutaron en Los Ángeles un operativo contra el lavado de dinero denominado Fashion Police, encaminado desmontar una red de empresas de ropa dedicada a esa actividad en el distrito de la moda del centro de esa ciudad.

En el operativo, coordinado por el Departamento de Justicia, los agentes federales detuvieron a nueve personas y confiscaron 65 millones de dólares, mientras una Corte de Distrito presentó cargos por lavado de dinero y evasión fiscal contra Muñoz Orozco, su contador Armando Arturo Chávez Gamboa y su empleada Daysi Estrada Corrales.

Según la acusación, que se basa en una investigación iniciada en octubre de 2012, el propietario de María Ferré blanqueaba activos para el Cártel de Sinaloa en su cadena de tiendas.

El negocio consistía en que los operadores de esa organización criminal entregaban grandes cantidades de dinero de la venta de droga en Estados Unidos a mayoristas del distrito de la moda en Los Ángeles y éstos, a su vez, trasladaban esos activos a México mediante exportaciones de ropa a la empresa de Muñoz Orozco, quien colocaba la mercancía en sus tiendas y entregaba dinero en pesos a los intermediarios del Cártel de Sinaloa.

La noticia llegó en Ecuador a través del diario gubernamental El Telégrafo, que reprodujo la información del semanario sinaloense Río Doce sobre los vínculos entre Muñoz Orozco y el alcalde de Quito, así como una fotografía –tomada de Facebook– del exfuncionario calderonista en la cual ambos aparecen junto con María Fernanda Pacheco, esposa del edil, y otra mujer durante la inauguración de un Guagua Centro.

El pasado 11 de septiembre, un día después del operativo Fashion Police en Los Ángeles, Muñoz Orozco salió de Ecuador, a donde había llegado cuatro días antes. Desde entonces se desconoce su paradero.

Relaciones peligrosas

Mauricio Rodas es un abogado ecuatoriano de 39 años, con maestrías en administración pública y ciencias políticas en la Universidad de Pennsylvania. Su incursión en la política es reciente. En 2012 fundó el partido Sociedad Unida Más Acción (SUMA) y lanzó su candidatura a la presidencia. En los comicios de febrero de 2013, en los cuales Correa logró su reelección, obtuvo el cuarto lugar con 3.9% de los votos.

Entre 2008 y principios de 2012 residió en México como funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Fue en este país donde se abrió paso como consultor en políticas públicas: Fundó y dirigió la Fundación Ethos, la cual se presenta en su página en internet como un “laboratorio de ideas (think tank) que transforma investigaciones y experiencias en recomendaciones claras y acciones concretas de política pública”.

En el consejo asesor de Ethos figuran personajes como el historiador Enrique Krauze y el empresario Agustín Coppel Luken, mientras que entre las instituciones donantes aparecen la Sedesol, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el gobierno del Estado de México y la Fundación Kellogg.

El secretario de Comunicación de la Alcaldía de Quito, Gandhi Espinosa, indica a Proceso que durante su estancia en México, Rodas realizó para el gobierno de Calderón “estudios de políticas públicas que llevó a cabo en varias instancias de la administración federal”, entre ellas la Sedesol. Fue durante sus trabajos como consultor para esa secretaría de Estado cuando conoció a Muñoz Orozco.

Luego de su derrota en las elecciones presidenciales de 2013, Rodas se postuló como alcalde de Quito por la coalición SUMA-VIVE. En los comicios de febrero pasado triunfó sobre el candidato de AP, Augusto Barrera, quien buscaba su reelección. Durante la campaña, Correa lo llamó un “refrito” del conservador Partido Social Cristiano y representante de “toda la derecha” ecuatoriana; luego de la justa electoral la relación entre ambos ha sido cordial.

Concejales de la coalición SUMA-VIVE denunciaron una persecución política contra el alcalde luego de que los medios ecuatorianos dieran a conocer sus vínculos con Muñoz.

De acuerdo con el concejal Sergio Garnica, Rodas ha sido víctima de un “linchamiento mediático por parte de medios estatales con informaciones maliciosas y tendenciosas”. Hizo notar que no existió ningún vínculo contractual con el exfuncionario mexicano acusado de lavado de dinero y que sólo hubo reuniones entre ambos. “Sería terrible pedirle un récord policial a cada persona con la que uno se reúne”, aseguró en una sesión del concejo.

El concejal de AP Jorge Albán dice a este semanario que las explicaciones que ha dado el alcalde son satisfactorias “en el sentido de que no firmó ningún contrato oficial (con Muñoz Orozco), pero lo más importante es que la fiscalía investigue todo lo que ha hecho este exfuncionario mexicano en Ecuador durante los siete ingresos que registra este año”.

“Existe una clara estrategia del narcotráfico consistente en penetrar los gobiernos de varios países para corromper y hacer sus negocios, y este caso refleja esta dimensión. Debemos tener más mecanismos de prevención para evitar que esto se produzca en Ecuador”, sostiene.

Paulina Recalde, abogada y especialista en opinión pública, considera que el impacto del caso Muñoz Orozco en Ecuador refleja una preocupación frente a la eventual penetración del narcotráfico. “Es un tema grave que hay que ubicar en el ámbito de lo legal por la naturaleza de las acusaciones, pero que puede causar conflictividad política”, dice al reportero la presidenta de la encuestadora Perfiles de Opinión.

Un sondeo divulgado por esta firma el pasado 30 de octubre revela que el apoyo de los quiteños a la gestión de Rodas cayó siete puntos como resultado del “escándalo Muñoz”. En septiembre tenía el respaldo de 81% de los habitantes de la capital ecuatoriana; ahora tiene sólo 74% de apoyo.

Según la encuesta, 57.7% de los quiteños quedó insatisfecho con la explicación del alcalde sobre sus vínculos con el sinaloense.



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