10 abr 2016

Un exsocio de los Bribiesca Sahagún quiso, pero no pudo

Revista Proceso 2058, a 9 de abril de 2016..
Un exsocio de los Bribiesca Sahagún quiso, pero no pudo/ÁLVARO DELGADO
Uno de los empresarios encumbrados por el foxismo –y luego caído en desgracia durante el calderonato–, George Antonio Nehme Name, también aparece en los #PanamaPapers. El dueño de la quebrada Avolar, línea aérea de bajo costo en la cual fue socio de un hijo y un hermano de Marta Sahagún, intentó, en 2013, constituir algunas empresas en paraísos fiscales –de la mano de la firma Mossack Fonseca–, a fin de transferirle su patrimonio a su hijo. Nunca lo logró.

 El empresario mexicano George Antonio Nehme Name pasó súbitamente de la nada a la cúspide de los negocios en la aviación comercial gracias al impulso de Vicente Fox y Marta Sahagún, pero con la misma velocidad se derrumbó en el sexenio de Felipe Calderón.
 Avolar, que en 2005 obtuvo la concesión como la primera aerolínea de bajo costo en México –presuntamente gracias a la sociedad de Nehme Name con Jorge Alberto Bribiesca Sahagún y Guillermo Sahagún Jiménez, hijo y hermano de Marta, respectivamente–, sólo operó cuatro años: los dos últimos de Fox y los dos primeros de Calderón.
 A partir de 2008, ya insolvente e inoperante la aerolínea, el empresario ha vivido en permanentes pleitos legales que incluso lo llevaron a la cárcel, en junio de 2015, acusado de fraude.

 Justo en medio de la investigación judicial en su contra fue que, en 2013, Nehme Name inició los trámites para constituir varias empresas y fundaciones en paraísos fiscales, con el fin de poner su patrimonio a nombre de su hijo mayor, que apenas cumplía 18 años.
 La operación consta en la investigación internacional #PanamaPapers realizada a partir de la filtración de 11 millones y medio de documentos del despacho Mossack Fonseca al periódico alemán Süddeutsche Zeitung (http://www.sueddeutsche.de/) y compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (https://www.icij.org/), con más de 100 medios en el mundo, entre ellos la revista Proceso.
 Nehme Name, quien antes de recibir del gobierno de Fox la concesión de Avolar era un modesto empresario textil, recurrió a Mossack Fonseca, con sede en Panamá, para crear una fundación en Seychelles, un archipiélago en el Océano Índico, frente a las costas de África.
 La razón por la que Nehme Name constituyó una fundación en tan remoto país de apenas 90 mil habitantes puede explicarlo el hecho de que es uno de los paraísos fiscales con más auge en los recientes años, donde lavar y esconder dinero es una de las principales actividades económicas.
 “Estamos evaluando establecer una fundación en Seychelles y nos comentan que ustedes tienen presencia en esa jurisdicción”, le escribió Bruno Fregoso, representante de Nehme Name, al abogado Edison Teano, de Mossack Fonseca, el domingo 13 de enero de 2013.
 Ese primer contacto del representante de Nehme Name con la firma de Panamá fue vía correo electrónico, pero dos días después se reunieron personalmente en ese país, para dar inicio al proceso de registro de la fundación y otras empresas que alimentarían de recursos a la fundación.
 Con la ayuda de Mossack Fonseca, ­Nehme Name creó una laberíntica estructura de empresas para no dejar rastro del origen del dinero y la identidad de su dueño.
 De acuerdo con el plan, según consta en los documentos, la fundación establecida en Seychelles sería alimentada por una empresa creada en Nevis, otro paraíso fiscal en el Caribe, y por otras empresas offshore del Reino Unido y Nueva Zelanda.
 Todo este esquema de planeación fiscal, a la que se sumó otra sociedad constituida en Dubai, fue diseñado por el despacho Mossack Fonseca, específicamente por el abogado Edison Teano, quien estableció comunicación con el propio Nehme Name y su representante, Bruno Fregoso.
 En un correo enviado por Teano a Jacqueline Alexander, administradora corporativa de Mossack Fonseca, explica el esquema financiero, al frente del cual quedaría Giorgio Nehme Antonio, un joven de 21 años, hijo mayor del fundador de Avolar, y como beneficiarios los otros dos hermanos: Karen y Alan, de 19 y 17 años de edad, respectivamente.
 En el mensaje, fechado el 28 de enero de 2013, Teano le explica a Alexander los detalles del diseño financiero para Nehme Name, a quien Teano llama “Sergio”:
 “El cliente informó que su hijo Giorgio (que acababa de cumplir la mayoría de edad) quedará al frente de este negocio. Será igualmente beneficiario con sus dos hermanos de la Fundación”.
 Enseguida detalla: “La estructura quedará de la siguiente manera:
 1. Los tres hijos serán beneficiarios de la Fundación de Seychelles. Entendí que él (Jorge) sería el protector, pero eso mejor que él lo confirme por escrito;
 2. Las acciones de Nevis se emitirán a nombre de la Fundación;
 3. Las acciones de la sociedad de BVI se emitirán a nombre de Nevis LLC;
 4. Las Partes de la UK LP serán una sociedad de BVI (posiblemente la misma que se constituirá arriba) y una sociedad de Dubai de Bruno. La de BVI tendrá el 80% y la de Dubai (Crystan capital) el 20%.”
 El abogado advierte en su mensaje: “El tema que parece que va a traer dificultades es la debida diligencia. Parece que como el negocio lo va a llevar su hijo, él no considera que él (Jorge) deba cumplir con la debida diligencia. Por tanto, habrá que confirmarle que a pesar de que es un start up (negocio que inicia) por su hijo, que los proveedores van a requerir la debida diligencia completa del padre (Jorge). Le podríamos preguntar a Seychelles, por si acaso se ponen flexibles, pero lo dudo”.
 La “debida diligencia”, a la que alude Teano, es un concepto jurídico que consiste en desarrollar las acciones que sean necesarias para conocer adecuadamente a los clientes, reforzando el conocimiento de aquellos que por su actividad o condición sean sensibles al lavado de dinero.
 Deficiente rastreo
 En los documentos de Mossack Fonseca se incluye la investigación que el despacho realizó, particularmente en internet, sobre la trayectoria empresarial de Nehme Name, en particular los detalles del origen de la concesión de Avolar y sus líos judiciales.
 Los nexos de Nehme Name con la “pareja presidencial” emergen en el grueso expediente sobre su actividad empresarial, en particular la aseveración de la periodista Anabel Hernández sobre su sociedad con el hijo y el hermano de Marta Sahagún, documentada en su libro Fin de fiesta en Los Pinos.
 Hernández acreditó que Avolar, la empresa de Nehme Name, operaba con la concesión que la SCT entregó al hijo y al hermano de Marta Sahagún, según los documentos de la propia dependencia.
 La periodista documentó que el 24 de febrero de 2003 se creó, en la Ciudad de México, la empresa Avolar Líneas Aéreas, cuyos socios eran Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, Guillermo Sahagún Jiménez y Felipe Prado Díaz
 Seis meses después, el 18 de agosto de 2003, se fundó, también en la Ciudad de México, la empresa Avolar Aerolíneas, cuyos socios eran George Antonio Nehme Name y Rodrigo Vázquez Colmenares Guzmán, hijo del exgobenador priista de Oaxaca, Pedro Vázquez Colmenares.
 Ambas empresas, con nombres casi idénticos, no sólo tenían exactamente el mismo objeto social, es decir, fueron establecidas para hacer exactamente la misma cosa, sino que también las creó el mismo notario, Fernando Cataño Muro, y tienen al mismo comisario, Joaquín Hernández Morales.
 Más aún, los Bribiesca-Sahagún y ­Nehme Name tenían otro elemento en común: el señor Carlos Alberto Vázquez del Mercado Villaseñor, quien era socio de los primeros en la empresa Merkacomerce, S. A., creada en 2002 en Celaya, Guanajuato, y también era secretario del Consejo de Administración de la compañía de Nehme Name.
 En octubre de 2008, ya en el sexenio de Calderón, la suerte de Avolar cambió: la SCT no le renovó la concesión y Nehme Name enfrentó varias demandas, entre ellas por fraude genérico contra el Grupo Ofem, propiedad del extenista profesional Oliver Fernández.
 La Procuraduría General de la República lo detuvo en cumplimiento de la orden de aprehensión librada el 9 de septiembre de 2014 por la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, por fraude genérico, cuyo monto ascendía a 97 millones 311 mil pesos.
 Según los magistrados que ordenaron su detención y su encarcelamiento en el Reclusorio Preventivo Oriente, el empresario mintió respecto a la grave situación financiera que enfrentaba la aerolínea de bajo costo y actuó con dolo para obtener financiamientos millonarios, al ocultar la crisis que enfrentaba.
 Avolar enfrentaba diversos pasivos fiscales y laborales con otros acreedores y proveedores, situación que fue confirmada por las autoridades dentro del juicio ordinario mercantil 245/2008.
 Con las declaraciones que integran la causa penal 17/2014 se confirmó que el presunto responsable intencionalmente mintió a los empresarios propietarios del Grupo Ofem, ocultándoles, entre otras cosas, los enormes adeudos que tenía con las autoridades correspondientes.
 Esas deudas ponían en riesgo la operatividad de la empresa al no cumplir con las contribuciones necesarias para el uso del espacio aéreo en el país.
 Sin embargo, la madrugada del 19 de junio, la juez Beatriz Corona Valdez dejó en libertad a Nehme Name, porque consideró que no existían elementos para continuar el proceso penal en su contra, en otra fase del litigio que hasta la fecha continúa.
 En los documentos del despacho Mossack Fonseca no se registran las operaciones financieras que efectuó Nehme Name a través del esquema de la fundación y las empresas offshore que constituyó, cuya cotización por honorarios de incorporación y mantenimiento iba de mil 250 a 2 mil 700 dólares anuales.
 Proceso buscó a Nehme Name para recoger su versión sobre la relación que estableció con Mossack Fonseca y, a través del abogado Ernesto Rodríguez, admitió que sí tuvo relación con el despacho panameño, pero nada se materializó.
 “En alguna ocasión el Sr. Nehme tuvo contacto con ese despacho para que le dieran una consultoría sobre negocios internacionales, ya que fue invitado a un par de proyectos por inversionistas extranjeros que deseaban invertir en México.
 “A través de la presente le confirmamos que la relación entre el despacho Mossack Fonseca & Co., y el Sr. George Antonio Nehme Name se limitó única y exclusivamente a una consultoría y asesoría de un par de proyectos de negocios internacionales que involucraron a inversionistas extranjeros.
 “Dichos proyectos nunca se llevaron a cabo, por lo que el Sr. George Antonio Nehme Name nunca constituyó ninguna empresa en el extranjero ni se abrieron cuentas de banco en el extranjero, por lo tanto, nunca existió ninguna transacción o transferencia de dinero hacia el extranjero y a su vez no posee activo alguno en el extranjero.”  l

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