24 may 2016

Amado Nervo un poeta Universal/Fred Alvarez Palafox.

Un día como el de hoy, 24 de mayo de 1919, murió el poeta Amado Nervo. In Memoriam.
Amado Nervo un poeta Universal/Fred Alvarez Palafox.
Texto preparado para el Coloquio Literario Internacional. Nervo, El Amado Poeta Universal, celebrado el 13 de Noviembre de 2015,en la Casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado de la República,

“Me besaba mucho; como si temiera
irse muy temprano... Su cariño era
inquieto, nervioso.
Yo no comprendía
tan febril premura....” Amado Nervo.



 El prosista y poeta mexicano Amado Nervo, seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz nació el 27 de agosto de  1870 en Tepic, Nayarit, en el seno de una familia española que se estableció en San Blas a principios del siglo XIX; hijo de Amado Nervo y Maldonado y de doña Juana Ordaz Núñez. Fue el mayor  de siete hermanos, a quienes mas tarde se sumarían dos  primas hermanas, que la familia acogió  en su seno; era una familia numerosa como todas las de aquel tiempo.

Amado tuvo una enorme influencia de su madre, de Juliana Topete -su nana indígena- y de  un maestro de música que era ciego. Su educación primaria se reparte entre escuelas privadas  y maestros particulares..
Entre sus primeras  lecturas  abarca a los clásicos, sobretodo  las novelas del francés  Julio Verne, entre las que se incluían las famosas Viaje al centro de la Tierra, Veinte mil leguas de viaje submarino y La vuelta al mundo en ochenta días.
Como todo poeta de su época empieza a escribir versos muy  joven, siguiéndo  los pasos de su madre doña Juana Ordaz. 
En 1883, a la de edad de trece años muere su padre Amado y eso cambia las cosas.
Meses después -en 1884-, abandona Tepic e  ingresa como interno al Colegio San Luis Gonzaga de Jacona, Michoacán donde cursa dos años de estudios preparatorios y se interesa por la astronomía. Aquel Colegio era especial ya que estudiaba gente de dinero; la escuela había sido fundado por el sacerdote José Antonio Plancarte y Labastida, y  muchos de sus alumnos partían directo al Colegio Pío Latinoamericano, de Roma: era una escuela formadora de sacerdotes.
En 1885 su madre y hermanos se trasladan a Zamora, Michoacán; al año siguiente, Amado ingresa al Seminario de aquella ciudad. Concluye la preparatoria e inicia la carrera de leyes y estudia un año de teología; y aunque Nervo estudia las religiones del mundo y se convierte en un cristianó universal, o mejor dicho en un hombre creyente.
En ese época escribe sus primeros poemas y prosas, la influencia de Jacona sería clave en su vida.
En 1881 abandona el seminario y regresa a su patria chica donde se dedica a trabajar para apoyar a su numerosa familia. En 1886 regresa a Zamora, Michoacán y se va a estudiar  las facultades menores del seminario; ahí estudia gramática, latín, literatura y regresa a la lectura de los clásicos de la literatura universal, en esos años lee Los Miserables de Victo Hugo.
En ese momento entra en preparación para  las facultades mayores – donde podría haber sido sacerdote católico-, que en Zamora incluían  derecho y Teología.
Dicen que uno es lo que ve, come, escucha y lee.
En 1888 nuestro poeta  termina los estudios en las facultades menores y  un año despues cursa  el primer año de leyes, ahora sería ser abogado.
Un año después -en 1890- Nervo deja de estudiar formalmente debido a que se cierra la facultad de derecho, por lo que el joven bardo dedica su tiempo  a estudiar a Los Clásicos, de nuevo.
En 1891 entra a estudiar Teología  pero interrumpe  sus  estudios  para regresar a Tepic y hacerse cargo de la familia, entonces solicita  de sus  superiores  las ordenes menores.., per éstas no se las conceden para fortuna de Nervo. Le proponen que  vuelva  a hacerlo, pero eso no ocurre ya, no era su vocación el ser cura.
Su estancia en Mazatlán-
Posiblemente viaja al puerto debido a que tenía parientes: los Ordaz.
Decide a probar suerte al puerto de Mazatlán, Sinaloa, donde fue contratado para publicar crónicas en el diario vespertino El Correo de la Tarde, así como adelantos de sus dos poemarios iniciales: Perlas negras y Místicas.
Es a través del periodismo como se da su primer encuentro con las letras.
Vive en ese hermoso lugar del 29 de noviembre de 1892 al 14 de octubre de 1894, dos largos años.
Ahi conoce obviamente a hermosas mujeres pero no se sabe que haya concretardo algún amorio, y menos haber dejado descendencia, aunque no se descarta..
Todos sus textos de El Correo los firmó con el seudónimo de Román o el Conde Juan; podemos  contar  69 crónicas, dos gacetillas y 13 cuentos publicados en la columna “Lunes de Mazatlán”.
El Correo eran el periódico más importante del noroeste de México en aquél tiempo.
Ahí  en aquel puerto el bardo nayarita inicio su carrera literaria como escritor en verso y prosa.
 “¡Cuánto adjetivo! ¿Eh? No obstante no me culpéis a mí. Es la última moda literaria” comentaba en uno de sus artículos.  (Véase. El surgimiento de un modernista; Amado Nervo en el Correo de la Tarde (1892-1894). Por Josué David Piña Valenzuela.. http://www.lavozdelnorte.com.mx/semanario/2012/12/02/el-surgimiento-de-un-modernista-amado-nervo-en-el-correo-de-la-tarde-1892-
Dice  David Piña que de principio a fin se observa en Nervo  su admiración por los precursores modernistas como Manuel Gutiérrez Nájera y Rubén Darío, incluso a este último le dedico un articulo entero en El Correo  titulado “Words, Words, Words” donde lo describe con un éxtasis cariñoso…:
”Oh, amigo Rubén Darío, tú que así nos pintas el ocaso que sangra al atardecer, como el mar que se cobija en manto gris; tú que sorprendes a los gnomos en sus grutas encantadas y enumeras los zafiros y los topacios, las esmeraldas y las amatistas que guardan esos avaros pigmeos.”
Obviamente esos bardos no se conocían, todavía, ya lo harían años después.
En octubre de 1894,  Amado abandona el puerto de Mazatlán. Seguramente amó a muchas mujeres sinaloenses.
Su viaje a México.
En julio de 1894 se instala con su familia en la ciudad de México.
Ahí prosiguió su carrera donde empezó a ser conocido y apreciado. Colaboró en la Revista Azul de Manuel Gutiérrez Nájera y aprovechó para relacionarse con escritores mexicanos como Luis G. Urbina, Justo Sierra, Tablada, Dávalos, y con algunos extranjeros como Rubén Darío, José Santos Chocano y Campoamor.
En la gran ciudad formó parte de la redacción de El Universal, El Nacional y El Mundo, entre otras. 
En El Nacional firma con varios seudónimos la columna “Fuegos Fatuos”, en colaboración con Salvador Dávalos y Alberto Michel; poco después inicia otra columna, “La Semana”, para El Mundo. Semanario Ilustrado.
Amado Nervo  empieza a ser famoso como periodista y poeta, sobre todo después de la publicación de su novela El bachiller (1895) y de sus libros de poesía Perlas negras y Místicas (1898). 
Entre 1898 y 1900 fundó y dirigió con Jesús Valenzuela la Revista Moderna, sucesora de la Revista Azul.
En abril de 1900 es enviado a París como corresponsal de El Imparcial para cubrir la Exposición Universal, ahí conoce al poeta nicaragüense  Rubén Darío que había sido enviado por el diario La Nación de Buenos Aires, y ambos se convierten en amigos entrañables e incluso comparten durante casi un año una casa en París: Faubourg 29, en Montmartre.
Dice Carmen Boullosa que  Dario vivía con la española, Francisca Sánchez, la hija del guarda jurado de la Casa de Campo, a quien había conocido cuando paseaba por los jardines reales con Valle Inclán. Francisca era analfabeta, Amado Nervo, Manuel Machado y el mismo Darío la enseñaron a leer y escribir.“ (El Universal, 3 de junio de 2010).
Agrega Carmen que  esos “días de Rubén Darío y Amado Nervo juntos en París deben haber sido de antología, Darío y Francisca tenían el amor nuevecito, la amistad entre los dos poetas era deliciosa.“.
En agosto Rafael Reyes Spíndola, propietario de El Imparcial, lo despide porque el nayarita envía colaboraciones a la Revista Moderna y a un periódico de Guadalajara, y eso no era correcto.
Y en medio de muchas penurias, pero con disciplina férrea, escribe el poema extenso La hermana Agua, concluye su primera antología personal, Poemas, y gestiona la traducción de la novela corta El bachiller, publicada con el título de Origène en 1901.
En los dos años que residió en Paris  entabló amistad y se relacionó con literatos y artistas modernistas como Darío, Catulle Mendès, Moréas, Valencia, Lugones y Óscar Wilde, entre otros. (Con Dario tuvo una estrecha amistad al grado de que cuando el nicaraguense entró en agonía el 5 de febrero de 1916, tenía en sus manos un Cristo que le había obsequiado el poeta mexicano.)
A principios de 1902 regresa a México, comparte con Jesús E. Valenzuela la dirección y la propiedad de la Revista Moderna de México (1903-1911) y vuelve a colaborar en los diarios de Reyes Spíndola.
Su paso en el servicio exterior.
El 2 de septiembre de 1905 asume el cargo de segundo secretario de la Legación de México en Madrid y Lisboa. donde trabó amistad con el director de la revista Ateneo, Mariano Miguel de Val, y escribió artículos para ésta y otros muchos periódicos y revistas españoles e hispanoamericanos. 
Desde la capital española se relaciona paulatinamente con escritores, artistas e intelectuales y, durante su estancia de trece años, publica poemarios, novelas cortas y compilaciones de prosa y ensayos. Paralelamente envía colaboraciones periodísticas a México y América del Sur, promueve la aparición de obras mexicanas en España y de autores peninsulares en México. 
El 22 de enero de 1909 la Secretaría de Relaciones Exteriores lo asciende a primer secretario de la Legación de México en España y Portugal.
Su encuentro con Dailliez.

“Todo amor nuevo que aparece
nos ilumina la existencia,
nos la perfuma y enflorece…“.
La magia del encuentro con La Amada Inmóvil se daría la noche del 31 de agosto de 1901 cuando el bardo nayarita conoce en el barrio Latino a Ana Cecilia Dailliez Larguillier. Fue un amor primera vista. Ella, era madre soltera de una niñita de 11 meses, y quien sería su compañera por muchos años.
Curiosamente  Nervo hizo lo que su amigo Rubén Darío, guardaría a su amada francesa en secreto, incluso no la presentaría a sus amigos escritores o colegas, salvo excepciones, como al nicaraguense.
Y así Ana y Amado, con la niña, viajarían y vivirían juntos 11 años, pero en lo oscurito.
Era su amada de clóset: “mi ingenuo secreto de tantos años”, como le llamó Nervo. Arrepentido, hizo correr el rumor de que era homosexual.
“No teníamos derecho de amarnos a la luz del día… casi nadie en el mundo sabía nuestro secreto. Aparentemente yo vivía solo”, decía.
Años después, a las 12 y cuarto del día  7 de enero de 1912,  y  despues de una larga agonía fallece Ana Cecilia -se enferma de tifoidea-,  y muere en sus brazos.
Pocos días despues, el poeta nayarita le escribe esta carta a su amigo Rubén Dario:.
“Mi querido Rubén:
Me ha pasado lo más espantoso que podía pasarme en la vida.
El 7 de este mes, después de veintiún días de agonía, se me murió mi Mita. Casi once años habíamos vivido juntos y amándonos en paz.
Usted fue testigo de lo comienzos de nuestro amor.
He agotado eí sufrimiento humano, y en vario pido consuelo a mis ideas espiritualistas que sólo me sirven de estorbo….“
El encuentro con Ana le cambio la vida al poeta nayarita.
 El poema  dedicado a ella lo empezó a escribir la noche en que la estaba velando. Fue publicado póstumamente en 1922, gracias al rescate y compilación que hace Alfonso Reyes ; a él le debemos tener la obra del bardo nayarita..
La amada inmóvil de Amado Nervo
En memoria de ANA ((Ana Cecilia Luisa Dailliez) 
Encontrada en el camino de la vida 
el 31 de agosto de 1901. 
Perdida —¿para siempre?— el 7 de enero de 1912.
ME BESABA mucho; como si temiera
irse muy temprano... Su cariño era
inquieto, nervioso.
Yo no comprendía
tan febril premura. Mi intención grosera
... nunca vio muy lejos...
¡Ella presentía!
Ella presentía que era corto el plazo,
que la vela herida por el latigazo
del viento, aguardaba ya..., y en su ansiedad
quería dejarme su alma en cada abrazo,
poner en sus besos una eternidad."
http://fredalvarez.blogspot.mx/2011/09/la-amada-inmovil-ana-cecilia-luis.html
Su poemario oscila del desconsuelo a la esperanza, de la idea de la pérdida por la contingencia del mundo físico y el miedo a la aniquilación del alma, hasta la esperanza en la Eternidad, ofrecida en el mensaje de Cristo, mientras sufre profundamente, lucha por recordar a Ana al paso del tiempo:
 “Todo en ella encantaba, todo en ella atraía:
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar…
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!”
“Gracias, idolatrada mía, del fondo de mis entrañas, por los diez años de amor que me diste. ¡Que Dios te bendiga!
Y tú, lector, si crees en las promesas de Jesús y has llegado hasta estas líneas, ruega por Ana Cecilia Luisa Dailliez, para quien amorosa mente escribo este libro. ¡Ora por ella y que Dios te bendiga también!, AMADO NERVO. Febrero de 1912, Madrid.“

Nervo pelea la patria potestad de Anita la hija de su Amada, y lo consigue.
Y es que su Amada le pidió antes de morir que se encargue de su hija y Francia  le concede la tutoría.
Le quitan el trabajo en el servicio exterior.
En 1914 es cesado de su cargo diplomático por el gobierno constitucionalista de Venustiano Carranza, quien lo reinstala dos años más tarde.
Hay una plática entre María Elena de Anda con Margarita Elisa Dailliez Padilla (19 de julio de 1964, Tacubaya, DF).
    (…) En aquella época, debido a los disturbios del Gobierno de México, destituyeron al señor Nervo de su cargo como diplomático. Prácticamente lo dejaron en la calle. Yo estaba muy chica, pero me llamó a su despacho y, abriendo un estuche de cuero en el que había distintas alhajas (tal vez de la familia y las que le regalaban), me preguntó:
“¿Cuál de todas estas alhajas te parece la más discreta?”
“Esta Señorín”; y señalé un fistol que sólo tenía una perla alargada en forma de pera. “Bueno” –se concretó a decir complacido-: “me la voy a poner”.
Más tarde apareció dispuesto a salir de la casa con su abrigo de paño y el fistol en la corbata. Sorprendida, le dije:
“¿A dónde va el señor tan guapo?” “Voy a ver al Ministro, porque me han quitado el empleo.
Por eso voy bien arreglado. Ahora, que ya no tenemos nada, no quiero causar lástima… Un mexicano, y menos aún en un país extranjero, nunca debe causar lástima”.
Las Cortes Españolas –continúa Margot- trataron de ayudarlo a instancias de amigos suyos, pero él, tan sencillo, tan humilde como era, rehusó profundamente agradecido tan alta distinción, escribiendo una carta a don Luis Antón de Olmet.
Dice así:
Mi muy querido amigo:
Con indefinible sorpresa, que me produce una de las emociones más hondas de mi vida, acabo de leer el nobilísimo discurso que usted, como simpático portavoz de un número de escritores y artistas madrileños y barceloneses, ha propuesto en las Cortes que se me conceda una pensión de 7,500 pesetas anuales, en vista de la anormalidad de mi situación económica, dimanada de la crisis porque ha atravesado México, mi adorada Patria (donde felizmente, parece alborear un nuevo día). Con no menor emoción he leído asimismo las elevadas palabras con que el ilustre señor Ministro de Instrucción Pública acoge esta iniciativa. 
Si el amor que a España tengo no fuese ya, merced a su máxima y serena grandeza, incapaz de aumentar, crecería aún ante esta muestra de cordialidad incomparable.
No aceptaré, empero, la ayuda a que su bella proposición se refiere; porque aun cuando mi situación pecuniaria es sobrado modesta, yo, como “Azorín”, soy un “pequeño filósofo”, y los pequeños filósofos, vivimos con muy y hasta tenemos cierto amor a la “austeridad”, que es una de las grandes virtudes de la “raza”, y que no sienta mal, por lo demás, a un poeta místico.
Pero si no acepto la ayuda material, sí, con todo el corazón, con toda el alma, acepto la ofrenda espiritual. (…)
Siempre suyo. Amado Nervo
(Veáse Amado Nervo/Su vida y su obra. Lucio Mendieta y Nuñez/María Elena de Anda. Instituto de Cultura 1979, pp 54-56).

La vida cambia
Ya en 1918 el nayarita es uno de los poetas más populares en Hispanoamérica por sus colaboraciones en diarios y revistas argentinos. Atento a ese prestigio, don Isidro Fabela aconseja al presidente Venustiano Carranza que nombre al nayarita ministro plenipotenciario en Argentina, Uruguay y Paraguay, con el objeto de promover el apoyo de aquellas naciones para que Estados Unidos reconozca al gobierno constitucionalista.
Gracias a esa gestión, el 6 de noviembre de 1918 Nervo sale de la ciudad de México con destino a Buenos Aires. 
El viaje se prolonga y complica por el término de la primera Guerra Mundial: llega en tren a Nueva York, se embarca para Francia y aborda otro vapor en Londres. Despues de varias semanas  y con la salud muy deteriorada, arriba a Buenos Aires. 
Era finales de febrero de 1919.
Tras una breve pero intensa labor periodística y frecuentes homenajes de escritores, el 24 de mayo fallece en el Parque Hotel de Montevideo por una crisis de uremia- severos problemas renales- , tenía apenas 48 años de edad,
¡Ese deceso conmovió profundamente al pueblo de ese país!
El Poder Ejecutivo de Uruguay  le otorgó grandes honores y su cuerpo fue velado en la Universidad de Uruguay, bajo las banderas de México y aquel país sudamericano.
Ambas  Cámaras constituidas en Asamblea General, sesionaron en su honor, gracias quizá a que el presidente era el poeta César Miranda.
El pueblo acudió por miles desfilando frente al féretro y a las 22 horas del día de su muerte, el Presidente de la República de Uruguay señor Baltazar Brum, con sus Ministros en pleno, acudieron para hacer una guardia al Bardo Nayarita..
¡Increíble!'
Los restos de Amado Nervo fueron llevados en una Cureña de Artillería jalada por 8 caballos al Cementerio de Montevideo, donde permanecieron por unos meses hasta su traslado a la patria que lo vio nacer.
El traslado de los restos a México.
Se realizó meses después en el crucero "Uruguay", acompañado por los cadetes de la Escuela Naval de aquel país sudamericano. Otro barco Argentino, se incorporó a la travesía; Brasil puso al barco Barroso con cadetes navale; Venezuela envió también un barco para engrosar la escolta y al arribar a la Habana, el gobierno de Cuba con sus cadetes navales, amplió la escolta con el crucero Patria.
En el caribe se sumaron a dichas naves el barco escuela de mexicano Zaragoza y un crucero de EU, el Niágara. Casi toda esta flota arribó más tarde, en Noviembre al Puerto de Veracruz.
Este cortejo de muchos barcos de países hermanos del Continente Americano no tiene precedente en el mundo.
El 10 de noviembre de 1919 el cuerpo de Nervo llegó a las 10 de la mañana al Puerto de Veracruz.
Fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres, el 14 de noviembre de 1919.
Fue el mismo Nervo quien escribió quizás su mejor epitafio:
Artifex vitae, artifex sui
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
PD
La muerte de Amado Nervo impactó a toda el mundo de las letras.
El joven poeta Carlos Pellicer (1897- 1977) estaba en Colombia y le escribe a su madre una carta fechada el 31 de mayo de 1919.  En la misiva, recuerda un par de ocasiones en que se encontró con Amado Nervo y además, da a conocer un dato curioso que Pellicer interpreta como el saludo de la muerte hacia Nervo: 
Textual:
Mi amigo adorado, el inmenso poeta y buenísimo hombre Amado Nervo, murió hace cinco días en Montevideo, Uruguay. 
Su muerte me tenía sumamente abatido. 
Te juro que yo habría dado mi pobre existencia por retardar la de él algunos años más. Parece que ha muerto alguien de nuestra familia, así está mi corazón de tristeza. 
Estoy de luto y estaré un mes cuando menos. 
Nervo tenía 49 años ¿te acuerdas que lo vimos arrodillado en la Basílica de Guadalupe el día en que me llevaste a despedirme de la santísima virgen?
 Muchas personas han venido a darme el pésame como mexicano que soy y amigo que fui del gran poeta. Aquí ha causado mucho dolor la muerte de Amado Nervo, pues es muy conocida su obra poética y muy admirada, estoy muy triste ya nunca volveré a estrechar la mano del artista que para mí tuvo atenciones reveladoras de verdadero afecto. 
En Nueva York pasee con él algunas veces y la última vez que nos vimos al pie del puente de Brooklyn, me despedí de él diciéndole: “por la violencia de mi viaje ¡Hasta pronto don Amado!” Y el me contestó abrazándome: “Usted y yo, hasta siempre”. 
Parece que algo terrible presentía.
Y yo no pude despedirme de él.

El día que me quieras
Dice el poema:
El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo
Las fuentes cristalinas
Irán por las laderas
Saltando cantarinas
El día que me quieras. En «El arquero divino» (1915)
Fuentes cristalinas o ¿cantarinas?
Seguramente Nervo escribió fuentes cantarinas y es que probablemente haya sido influenciado- en un momento -todos somos influenciados- por “La canción de la noche” de Friedrich Wilhelm Nietzsch /1844- 1900). Hay Una versión de La canción de la Noche que dice:
“Es de noche: ahora cantan más alto todas las fuentes cantarinas (en otra habla de manantiales o de un surtidor). Mi alma es también una fuente cantarina. Es de noche: todas las canciones de los enamorados se despiertan. También es mi alma una canción de enamorado…
La canción la musicalizó Manuel Esperón y la grabó el charro Jorge Negrete en el filme “me he de comer esa tuna“

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Por otro lado, la canción  “El día que me quieras”..
El día que me quieras
La rosa que engalana,
Se vestirá de fiesta
Con su mejor color.
Y al viento las campanas
Dirán que ya eres mía,
Y locas las fontanas
Se contarán su amor…“
Es un poema hecho tango por Alfredo Le Pera (1900-1935), mientras que la música fue compuesta por el propio Carlos Gardel para la película del mismo título.
Hay algunos autores que afirman que Le Pera le había pedido autorización a la familia de Nervo para usar el título y varias frases del poema original. En la web www.todotango.com, se afirma que José Plaja - difunto  el 11 de septiembre de 1982- quien fue profesor de Gardel y uno d elos 3 sobrevivientes del accidente de Medellín, precisó que la canción no era de Lepera:  «La de “El día que me quieras” no fue suya. Eso se arregló con la familia de Amado Nervo, que dio la autorización para que se hiciera una canción con ella.»
Le Pera como muchos de esa región eran admiradores de Amado Nervo.
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Su obra
Entre los libros que Amado Nervo publicó en vida se pueden mencionar. El bachiller, novela de juventud, Perlas negras, poesía, Mística, El éxodo y las flores del camino, Los jardines interiores, Serenidad, Plenitud, Elevasión, En voz baja, Juana de Asbaje (ensayo sobre la obra de Sor Juana Inés de la Cruz).
El año en que murió el español José Ruiz Castilla, editor de Biblioteca Nueva, encargó al escritor Alfonso Reyes recopilar todos los textos del poeta nayarita para editar Las Obras completas de Amado Nervo. La noticia emocionó de inmediato a Reyes quien algunos años antes había escrito un artículo sobre el poeta modernista titulado “Las serenidad de Amado Nervo”, además de que lo había conocido personalmente.
Don Alfonso comenzó la labor de recoger los textos de Nervo que se encontraban principalmente en Madrid. Él mismo le escribió a su gran amigo, Genaro Estrada, para que le ayudara a recolectar materiales  y así lo hizo también con sus conocidos en toda América. Al final se lograron obtener 29 tomos con las obras de Amado Nervo y editados bajo la Biblioteca Nueva. Entre éstos se encuentra el tomo dedicado a “La amada inmóvil”.
Años más tarde, ya en la década de 1930, el padre Alfonso Méndez Plancarte, director de la revista Abside concluyó la tarea emprendida por Reyes, y fue editado el tomo XXX que incluía poesía y cuentos inéditos de don Amado, esto por ediciones Botas. Que curioso que fue Méndez Plancarte quién años después influyó decisivamente en  la formación creativa del poeta sinaloense Alejandro Avilés.
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La familia de Nervo/Genaro Estrada. Colección Letras mexicanas, Fondo de Cultura Económica. México, 1983
Con todo y ser la de Amado Nervo una de las figuras más documentadas de la literatura mexicana (la bibliografía que de él hemos recogido es la más grande que se ha hecho de cualquier escritor de este país), todavía su investigación está lejos de agotarse. No pocos aspectos inéditos de su vida y de su vida no han sido expuestos, ni mucho menos estudiados. 
El renombre del poeta y escritor, en México y fuera de aquí, es uno de los “hechos” mexicanos de mayor crédito y jerarquía para que lo abandonemos al olvido o a la indiferencia. Todo el cuidado que se le rodee y e atento examen con que se le observe encumbrarán cada vez más la figura y darán para esta nación una personalidad prócera de la que siempre podrá honrarse la cultura nativa.
Poco o casi nada se ha publicado sobre la familia de Amado Nervo, y aunque el tema podría darnos pie para extendernos, por ahora sólo queremos fijar algunos datos, a título de guía para posteriores estudios.
El padre de Nervo llamábase como éste, Amado Nervo; la madre del poeta, doña Juana Ordaz, ambos pertenecientes a familias tepiqueñas conocidas, honestas, laboriosas. Cuando nació en Tepic Amado Nervo, el 27 de agosto de 1870, su padre era comerciante en aquella pequeña ciudad. El nombre de familia del abuelo paterno del poeta es Ruiz de Nervo; el del abuelo materno, Pascual Ordaz.
Los primeros hijos del matrimonio Nervo-Ordaz fueron unas niñas gemelas, que murieron al nacer. Luego nació Amado. Sobre su infancia y juventud publicaremos después algunos apuntes. Entre los hermanos de Nervo hay siempre una diferencia de edad de un año y medio, y el orden de sucesión, a partir de Amado, es el siguiente:
En los primeros meses de 1872 nació Francisco, quien murió a la edad de 2 años.
Después vino al mundo el segundo de los Franciscos, quien murió en Zamora a los 17 años. Había ido allá a estudiar al colegio del padre Plancarte.
Después de este Francisco sigue Luis. Había marchado de Tepic al Rosario, en Sinaloa, en donde trabajaba en una tienda de don Adrián Félix, tío del autor de este artículo, en cuya casa residió. Luis era un joven melancólico y sumamente retraído. Tenía 21 años de edad cuando murió en la Ciudad de México.
En seguida vino Rodolfo, el diplomático, quien actualmente reside en París. La biografía de don Rodolfo Nervo, detallada, puede hallarse en los escalafones del Servicio Exterior Mexicano.
Nació después Ángela. Doña Ángela Nervo se casó con el señor Padilla, hombre de negocios, y el matrimonio reside actualmente en Azcapotzalco. Entre sus hijos figura don Luis Padilla Nervo, diplomático mexicano y antiguo subsecretario de Educación.
Siguen Elvira y Concepción. Las señoritas Nervo residen en esta ciudad de México.
La familia de Nervo ha aumentado con muchos parientes colaterales, cuñados, sobrinos y primos del poeta, por parte de sus hermanos don Rodolfo y la señora Padilla, y de los tíos que después se mencionan.
Como en algunos de sus poemas alude a “mi tía la canonesa”, se ha creído que Nervo tenía una tía miembro de alguna comunidad religiosa. No hay tal; sólo se trata del desarrollo de un tema literario. Sin embargo, una de sus primas sí fue religiosa. Doña Catalina y doña Virginia Cadena Nervo son primas de los Nervos. Doña Catalina profesó en el convento de la Visitación, en Bonanza, de la provincia de Cádiz, en donde murió el 5 de noviembre de 1933. Doña Virginia contrajo matrimonio con don Juan B. Togno, ingeniero, y ambos residentes en la ciudad de México.
Por el lado paterno, Nervo tuvo solamente una tía, doña María Nervo de Montenegro, casada con el coronel don Ignacio L. Montenegro y madre del pintor don Roberto Montenegro, y del lado materno tuvo cinco tíos: don Pascual, don Quirino, don Andrés, doña Refugio y doña María Ordaz. De la familia Ordaz salió el poeta Quirino, que tuvo cierto renombre en provincia. (Nota mía: de ahí desciende Juan Rogelio López Ordaz, historiador y biógrafo de Nervo)
Muy pocas oportunidades tuvo Nervo de vivir al lado de sus familiares, a partir de su salida a Mazatlán. Apenas pudo hacerlo por breves temporadas: la última, cuando, antes de marchar a la América del Sur, residió unos días con sus hermanas en la casa de calle de Colonia que ahora lleva el nombre del gran poeta. 1936

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