29 ene 2017

Mujer.... Yo huelo a ti....

DE Dario Jaramillo Agudelo....De "Poemas de amor" 1986

Mujer....

 3. Yo huelo a ti.
Me persigue tu olor, me persigue y me posee.
No es este olor un perfume sobrepuesto sobre ti,
no es el aroma que llevas como una prenda más:
es tu olor más esencial, tu halo único.
Y cuando, ausente, mi vacío te convoca,
una ráfaga de ese aliento me llega del lugar más tierno de la noche.
Yo huelo a ti
y tu olor me impregna después de estar juntos en el lecho,
y ese fino aroma me alimenta,
y ese aliento esencial me sustituye.
Yo huelo a ti...
Poemas de amor

1. Ese otro que también me habita,
acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos,
ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel,
ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio
esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera,
eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo,
el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el
                                                                                        inmotivadamente alegre,
ese otro,
también te ama.

* * * * *
2. Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.

* * * * *

3. Yo huelo a ti.
Me persigue tu olor, me persigue y me posee.
No es este olor un perfume sobrepuesto sobre ti,
no es el aroma que llevas como una prenda más:
es tu olor más esencial, tu halo único.
Y cuando, ausente, mi vacío te convoca,
una ráfaga de ese aliento me llega del lugar más tierno de la noche.
Yo huelo a ti
y tu olor me impregna después de estar juntos en el lecho,
y ese fino aroma me alimenta,
y ese aliento esencial me sustituye.
Yo huelo a ti.

* * * * *

4. Algún día te escribiré un poema que no mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores, que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día te escribiré un poema sin pájaros ni fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré un poema que se limite a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas, algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones, con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.

* * * * *

5. Atolondrado y confuso,
demasiado lleno de ruidos,
sin centro ni reposo,
desconectado del otro lado de la piel,
aturdido por el interminable crujir de este corazón
-tierra cuarteada, ceniza gris en el pecho-,
así pasan estas noches de calor y duermevela,
estas noches en que no estoy contigo.

6. Tu voz por el teléfono tan cerca y nosotros tan distantes,
tu voz, amor, al otro lado de la línea y yo aquí solo, sin ti, al otro lado de la luna,
tu voz por el teléfono tan cerca, apaciguándome, y tan lejos tú de mí, tan lejos,
tu voz que repasa las tareas conjuntas,
o que menciona un número mágico,
que por encima de la alharaca del mundo me habla para decir en lenguaje cifrado
                                                                                                                                     que me amas.
Tu voz aquí, a lo lejos, que le da sentido a todo,
tu voz que es la música de mi alma,
tu voz, sonido del agua, conjuro, encantamiento.

* * * * *

7. Alabanza de mi noche blanca,
supresión de los abismos de mi corazón,
aniquiladora de mis momentos atroces.
Benditas tu caricia y tu palabra, Señora de la Apacible Ronda,
muchacha mía que detesta llorar por la mañana,
muchacha que habla a solas por la casa y ríe.
Ola frágil, bajo mi cuerpo ardiente tu cuerpo mío se calcina en un delirio de luz
y entonces somos una sola sustancia.
Flor de mis jadeos y mis éxtasis, tú, la callada, con tu mano en mi pecho
                                                                               diciéndome la claridad calladamente,
permitiéndole al tiempo transcurrir sobre nosotros sin rozarnos,
nosotros, juntos, los eternos.

* * * * *

8. Tu lengua, tu sabia lengua que inventa mi piel,
tu lengua de fuego que me incendia,
tu lengua que crea el instante de demencia, el delirio del cuerpo enamorado,
tu lengua, látigo sagrado, brasa dulce,
invocación de los incendios que me saca de mí, que me transforma,
tu lengua de carne sin pudores,
tu lengua de entrega que me demanda todo, tu muy mía lengua,
tu bella lengua que electriza mis labios, que vuelve tuyo mi cuerpo por ti purificado,
tu lengua que me explora y me descubre,
tu hermosa lengua que también sabe decir que me ama.

* * * * *

10. Que nadie toque este amor.
Que todos ignoren el sigilo de nuestro cielo nocturno
y el secreto sea el aire dichoso de nuestros plácidos suspiros.
Que ningún extraño contamine el sueño tuyo y el mío:
cualquier visitante es un invasor en el tibio ámbito donde habitamos;
aquí el tiempo es agua fresca en movimiento, apenas sutil vuelo,
y todas las gentes viven muy lejos de nuestro jardín alucinado,
ajenos a nuestro paraíso secreto.

* * * * *

12. Todo tuyo siempre todavía.
Tuyo todo por siempre hasta hoy y luego,
tuyo siempre porque para ser lo necesito,
siempre todo tuyo,
siempre aunque siempre nunca sea,
todo íntegro tuyo siempre y hasta ahora
más el próximo nuevo instante cada vez.
Con todo el tiempo el mundo a nuestro alcance,
todo el tiempo del mundo que es igual a la próxima noche,
todo tuyo siempre todavía.
Seguro de sobrevivir mañana tuyo,
siempre tuyo desde hoy en cada mañana de mañana.
Enamorado de ti, siempre y ahora, sin recuerdos,
en presente siempre amándote,
eternamente tuyo,
todo tuyo siempre todavía.

* * * * *

13. Primero está la soledad.
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese froto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor.

* * * * *

14. Sé que el amor
no existe
y sé también
que te amo.
#
Dario Jaramillo Agudelo..
Poeta, novelista y ensayista colombiano nacido en Santa Rosa de  Osos, Antioquia, en 1947.
Terminó el bachillerato en Medellín y posteriormente obtuvo el título de abogado y economista por  la Universidad Javeriana de Bogotá.
Es el gran renovador de la poesía amorosa colombiana y uno de los mejores poetas de la segunda mitad del siglo XX de su país. 
Su obra poética se caracteriza por un marcado corte intimista. También se ha destacado como brillante narrador y ensayista. Ha desempeñado importantes cargos culturales en organismos estatales  y es miembro de los consejos de redacción de la revista "Golpe de Dados" y de la fundación particular "Simón y Lola Guberek" .
Es autor de novelas como La voz interior, Cartas cruzadas, Memoria de un hombre feliz y Novela con fantasma, así como de las antologías poéticas 77 poemas, Razones del ausente, Aunque es de noche y Basta cerrar los ojos, la más reciente, editada por Ediciones Era.
#
Juan Carlos Talavera entrevista Darío Jaramillo Agudelo
 Excelsior, 11 de marzo de 2017
El poema aparece cuando le da la gana: 

¿Qué busca en su poesía?
-Uno escribe poesía porque no tiene más remedio, pero no es algo que se escoja; es más la manifestación de una carencia que la manifestación de un talento. En mi caso, para completar el pensamiento necesito escribirlo, que pase por la mano y la pluma para tener un poco de claridad.
¿Es verdad que la rutina se opone al poema?
-Eso lo he dicho porque el poema aparece cuando le da la gana. Uno no puede sentarse a escribir poemas a las ocho porque no saldrán; el poema te sorprende de viaje o al caer la noche. En ese sentido, hay una cosa antirrutinaria, aunque también está la disciplina. Pero de los poemas que escribo sólo publico uno de cada 10 o 20, pues siempre hay un trabajo de carpintería, corrección y tachadura. En el poema no hay inspiración sino transpiración.
-¿Cuándo sabe que la madera del poema está lista?
No hay una ley fija. Quizá eso sucede cuando uno dice: “Ya salí de esto”, como una cosa de hartazgo. Cuando sucede lo guardo y si con el tiempo veo que es publicable ya lo decidiré. Pero siempre hay un trabajo largo y paciente, pero sobre todo soy despiadado con el poema. Eso es esencial.
¿Su poesía está más cerca de la metáfora o el sustantivo?
-Yo busco el contenido. Pero al final quiero ser un poeta directo. Por eso me interesa mucho la claridad, la diafanidad y la transparencia.
¿Es un poeta que reconoce sus obsesiones?
-¡Sin duda! Reconozco mis obsesiones, las cuales se turnan de vez en cuando. Como cuando llegó a mí la obsesión por los gatos, o cuando estaba muy enamorado y escribí poemas de amor por años. Soy obsesivo por temas y casi siempre son los mismos: el pasado, el tiempo, el amor, la noche, la memoria, el recuerdo…
Poesía y violencia
Cuando Darío Jaramillo era pequeño, sus maestros lo castigaban con un recurso poco pedagógico: memorizar poemas. Desde entonces se opuso repetir aquel ejercicio que hoy asume más como un defecto, un ejercicio desagradable que se opone a la belleza de la palabra poética, ese soplo de vida inexterminable, pues hasta en los momentos más tristes de la humanidad la poesía ha existido.
¿Qué es entonces la memoria para usted?
-La memoria es una cosa muy ambivalente, pues unas veces uno escribe para olvidar pero otras veces para escribir y recordar cosas. Lo interesante es cómo cada presente inventa su propio pasado y cómo el pasado cambia en la medida que las palabras que lo nombran adquieren nuevos sentidos.
¿Implica que los poemas de Homero captaron una realidad distinta a la suya?
No sólo eso, sino que el poema de Homero ahora lo leemos 28 siglos después y no sólo es distinta la realidad sino lo que escribió, porque las palabras van cambiando de connotaciones. Esto significa que no existe la posibilidad de fijar nada, ni siquiera las palabras sirven para eso, pues hoy una palabra tiene un sentido… y mañana otro.
¿Considera que la inspiración está relacionada con el pulso poético?
La inspiración es necesaria. Hay un momento en que uno se inspira. El problema con la inspiración es que uno puede estar inspirado y escribir muy mal; la inspiración no garantiza nada pero es necesaria y uno está al servicio de ella, casi sin voluntad propia. Por eso el poema aparece cuando le da la gana.
¿Le parece que la poesía es la respuesta a nuestra realidad?
-Yo no creo que la poesía sea el remedio contra la violencia. Ése es el extremo de la candidez, lo que sí creo es que frente a uno mismo, como medio o instrumento para ahondar en la sensibilidad propia, nos puede ayudar a ser más pacíficos. Pero la poesía en cuanto a una realidad demasiado ríspida no nos garantiza nada, desafortunadamente. O si no todos estaríamos dedicados a hacer sonetos para que hubiera un tratado de paz. La poesía no garantiza que seamos más pacíficos, ni siquiera garantiza que los poetas sean buenas personas.
¿Qué lectura hace hoy de José Emilio Pacheco?
-Lo estoy leyendo porque, a invitación de (el escritor) Juan Villoro, me preparo para el homenaje que le dedicarán en junio próximo. Pero en este nuevo acercamiento lo que más me ha impresionado es que cada vez descubro más cosas en él y me corrijo los lugares comunes que me dicto porque él siempre luchó contra eso. Fue un poeta con muchos registros y una sensibilidad que me resulta maravilloso leerlo.
¿En qué ensayo trabaja ahora?
Es cierto que siempre escribo poemas, pero ahora estoy haciendo un ensayo sobre fantasmas. Me interesa mucho este tema.

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