Revista Proceso #2162, 8 de abril de 2019...
"La 4ta Compañía" o la corrupción tras las rejas/COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE
El gatopardismo de las prisiones mexicanas pareciera haberse perpetuado con los gobiernos panistas y priista del siglo, tal como muestra La 4ta Compañía, película de estreno cuya piedra de arranque es la era del presidente José López Portillo y su corrupto jefe policiaco, El Negro Durazo. El guion de ficción contó con el aval de Vicente Leñero y tomó en cuenta las investigaciones periodísticas de Julio Scherer García, ambos fundadores de Proceso. Codirigida por Amir Galván Cervera y Mitzi Vanessa Arreola, la cinta es un retrato del sistema penitenciario mexicano, sexto del mundo en cuanto a mayor número de población carcelaria.
A finales de los años setenta, en el penal de Santa Martha Acatitla, un grupo de reos fue apadrinado por Arturo Durazo Moreno (cuando era jefe del Departamento de Policía y Tránsito de la Ciudad de México durante el gobierno de José López Portillo) para formar el equipo de futbol americano Los Perros.
Sin embargo, al mismo tiempo aquellos prisioneros deportistas que operaban bajo el nombre de “La Cuarta Compañía” mantenían el orden en la cárcel y además podían salir a la calle para robar bancos y carros.
Fue así que Mitzi Vanessa Arreola, asesorada por el periodista, novelista, cuentista, dramaturgo y fundador de Proceso Vicente Leñero, creó un guion cinematográfico sobre ese gremio en dicha prisión, del cual también escribió el periodista Julio Scherer García en el libro Cárceles de 1998 y en las páginas de este semanario (que él dirigiera desde sus inicios hacia noviembre de 1976).
El resultado es el largometraje de ficción La 4ta Compañía, codirigido por Amir Galván Cervera y la misma Vanessa Arreola, merecedor a una decena de premios Ariel el año pasado, incluyendo Mejor Película, y Mejor Actuación Masculina (Adrián Ladrón). Desde el 5 de abril se estrenó en México, bajo la distribución de Cinépolis, con 294 copias en todo el país.
“Encontramos en nuestra historia este nivel de corrupción de las instituciones y del ejercicio del poder público o de las responsabilidades púbicas, entonces, el presente que vivimos es muy antiguo”, manifiesta Vanessa Arreola.
“Hemos estudiado ese periodo y existen muchas similitudes con el presente. Con López Portillo había La Colina del Perro, mansiones para su familia y él, y ahora está la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto. López Portillo después se casó con una actriz, Sasha Montenegro, y la esposa de Peña Nieto es la actriz Angélica Rivera, lo cual demuestra que la sociedad no ha cambiado y que la clase política no ha cambiado”, argumenta Galván Cervera, quien agrega:
“Quiere decir que tampoco ha habido transformaciones en el sistema penitenciario desde entonces. Han pasado 36 años y vemos las cárceles en una situación lamentable. Hoy están manejadas por la delincuencia organizada y la violencia está exacerbada. ¿Qué hace la sociedad en todo este tiempo?, pues tras de la barrera viendo muchas de estas cosas. La película no es una denuncia tardía, es un espejo de la propia realidad mexicana, donde hay que reflexionar muchas situaciones”.
–Es una película fuerte, dura. ¿Era su intención lograr ese tono? –se le cuestiona al director.
–Sí, es un largometraje duro y lamentablemente actual, y se formó con mucha investigación periodística.
Magia de Leñero y Scherer
–¿Cómo fue la asesoría del guionista Vicente Leñero? –se le pregunta a Vanessa Arreola.
–¡Sensacional! Fue el más feliz encuentro que llevo en mi carrera profesional en términos de escritura para cine. El escritor Leñero, junto con otras organizaciones, crearon el Taller Alejandro Galindo para perfeccionamiento en la escritura de guion cinematográfico de largometraje, con exestudiantes del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), en fin, eran distintas instancias las que impulsaban este taller, donde la figura principal era el maestro Leñero.
“Llegué al primer taller. Uno metía su guion de manera anónima, luego era seleccionado para elaborarlo en el taller. Uno trabajaba todo un periodo el texto con don Vicente Leñero y al final se decidía cuáles eran los mejores guiones. Él, en términos profesionales, siempre sabía dar el comentario oportuno sin volverte vulnerable, es decir, fortalecía tus seguridades y comprendía tus inseguridades y te ayudaba a descubrir qué era lo importante dentro de todo lo que se estaba hablando. Además era un gran conocedor de ese periodo de los setenta, hablábamos de historia, anécdotas y sucesos. Terminando el curso, el guion resultó ganador. Implica que don Julio Scherer, un personaje tan cercano a Leñero, escribió un libro, una entrevista a Carlos Tornero Díaz, quien conocía la historia de Los Perros de Santa Martha Acatitla y la 4ta Compañía.”
Los realizadores buscaron a internos y custodios que habían conocido a Los Perros e investigaron sobre el tópico en bibliotecas, hemerotecas y fonotecas. La realizadora destaca:
“A todos nos gustó la historia. Fue complicada la investigación, por eso uno valora que plumas como don Julio Scherer dejaran rastros de que sí existió La 4ta Compañía.”
Más negros durazos
La cinta La 4ta Compañía fue producida por Spanda Films y apoyada por el estímulo fiscal del artículo 226/189 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (Eficine), Alebrije Producciones, el programa Ibermedia e Imcine.
Para el actor Adrián Ladrón, quien recrea al personaje principal, Zambrano, “La 4ta Compañía es una película histórica en muchos sentidos, no sólo por el contenido sino por todas las complicaciones que sufrió en el proceso”. Se refiere a los 10 años de labor con el proyecto:
“Nos encontramos muy emocionados que por fin salga a la luz. Amir Galván Cervera dice: ‘Es un filme que se aferró a existir’. Eso contiene todo un sentido para nosotros que lo vivimos. A mí me parece muy importante exhibir ahora una película como ésta, porque nos obliga a vernos a nosotros mismos y a recuperar nuestra memoria, que nos hace mucha falta en este país.”
A decir suyo, la cinta se remonta “a un momento histórico-político muy importante en donde se sembró la semilla [de la corrupción] cuyos frutos estamos recibiendo hoy día”.
–¿Qué opinan de estos sucesos del pasado, de la época de Durazo Moreno, y de que no ha cambiado nada?
–Durazo Moreno fue un personaje muy oscuro en la escena política mexicana, un momento también muy crucial. Quizá ahora la diferencia consiste en el nivel del cinismo de quien porta ese estandarte de la corrupción. En esa época el caso fue escandaloso porque los mexicanos no estaban tan acostumbrados a recibir ese nivel de cinismo. Un amigo me dice: “Para mí uno de los momentos más importantes en la historia de este país es el asesinato de Luis Donaldo Colosio. Cuando asesinan a un candidato a la presidencia de la República y no pasa nada, cualquiera puede hacer lo que sea, la impunidad entonces se abre para todos”. Me parece que ese es el gran daño que ha hecho la corrupción a este país, le permite a todos los demás hacer lo que sea porque saben que no se va a hacer justicia.
Advierte otra diferencia, pues “antes contaba mucho el honor, ahora es todos contra todos y sálvese quien pueda. Desafortunadamente también la corrupción ha hecho esos estragos en donde cada quien va por la suya y ha hecho mella tanto al interior de los políticos como evidentemente a la sociedad”. La 4ta Compañía se rodó en Santa Martha Acatitla durante 10 semanas. Al respecto, Adrián Ladrón comenta su experiencia al filmar dentro de la cárcel:
“Fue intenso, rudo, difícil. Lo sufrimos, pero al mismo tiempo disfrutamos mucho. Estos son los proyectos que me gustan, los que me exigen muchísimo. Con los presos se dio una comunicación muy bonita. Todo el tiempo con generosidad se acercaban para aleccionarnos de cómo se vive en un lugar así. También ellos nos pedían opinión porque sabían que iban a representar a personajes y diálogos en el filme. Quería aprender y a hacer cine, desde cómo pararte frente a una cámara.”
Así se refiere al Ariel que logró por su actuación:
“Fue un momento muy especial. Sentirte reconocido por tu comunidad es muy bello; pero a nivel de trabajo no hay ninguna diferencia. Te da visibilidad, es un apapacho, y luego hay que seguir trabajando como siempre porque también el tiempo pasa muy rápido y se olvidan los premios.”
Igual, el actor Carlos Valencia destaca que la mala situación con respecto a la corrupción continúa dentro y fuera de las rejas:
“Se da uno cuenta que hay un sistema político que no ha cambiado; al contrario, ha seguido jugando con la paciencia y la fe de un pueblo tan rico como el nuestro. Esa es como una de las situaciones emocionales más frecuentes al momento de sentarte en una butaca al ver la película.
“Hoy existen tantos ‘Durazos’ más, claro, en otros cargos políticos, en Monterrey, Tamaulipas, Sonora, en mi tierra el Estado de México con la familia Hank González. Lo peor es el silencio de la gente, nada hacemos.”
Y rememora cuando filmó en Santa Martha Acatitla:
“Lo importante es que aprendes a conocerte como ser humano cuando te enfrentas a la tristeza en la que vive otro ser humano con el que compartes la tierra, el mundo, el día. La experiencia fue bastante enriquecedora para todos y espero que se vea en pantalla.”
(Al verdadero Zambrano, nueve meses después de que salió en libertad condicional, le fue revocada ésta por dejar de presentarse mensualmente a la institución. Tuvo cinco ingresos a prisión por delitos de fuero común, pero desde 2009 está en calidad de desaparecido.)
Ser o no ser corrupto
Con una larga y reconocida trayectoria, Manuel Ojeda (quien además trabajó en El apando, de Felipe Cazals) es el titular de Santa Martha Acatitla en la cinta, y platica:
“Estos relatos me hacen reflexionar que uno como actor tiene esa gran oportunidad de recrear. Yo he estelarizado muchos personajes históricos y de ficción dentro de una supuesta corrupción o enjambre de maldad.
“En lo personal siento una gran satisfacción de realizar personajes así, no porque estén basados en hechos reales sino porque son un reflejo de nuestra vida, lo que estamos viviendo actualmente. La corrupción sigue existiendo. Vamos a batallar mucho para acabar con ese problema. Ahora que nos encontramos en vísperas de un cambio, cada vez que se viene el principio de un sexenio y las elecciones, debemos ser muy conscientes pues nosotros vamos a elegir quién nos va a dirigir.
“Una película como La 4ta Compañía incita a reflexionar si uno quiere seguir en la corrupción. Debemos demandar que se termine esto en la prisión, el campo, las oficinas, en fin, ¡que ya se termine!”
Otros destacados actores participan: Carlos Aragón, Adoni Gracia, Hernán Mendoza, Dario T. Pie y Gabino Rodríguez.
El equipo de futbol americano Los Perros de Santa Martha Acatitla desapareció en 1982; luego, el nombre fue retomado. En México, el 65% de las cárceles padecen autogobierno, están sobrepobladas y no existe una política penitenciaria adecuada para enfrentar la problemática que las define, según investigaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Nuestro país ocupa el sexto lugar en el mundo en cuanto a número de reclusos.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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