1 mar 2019

Monseñor Cabrera, dos entrevistas al salir de la reunión con el Papa

Entrevista realizada por la agencia de noticias católico Zenit, en exclusiva, con  Rogelio Cabrera, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

-¿Cómo se ha desarrollado la audiencia con el Santo Padre y de qué temas han hablado?
Monseñor Rogelio Cabrera: Quien se encuentra con el Santo Padre, siempre se siente bien. Su amabilidad, su cortesía, su sentido humano siempre es impresionante. No creo que haya una persona que al verlo se sienta incómoda, al contrario. Muy agradecidos porque nos haya recibido en este diálogo, y porque nos ha dado la entrevista muy rápido, porque nosotros la solicitamos no hace más de 1 mes, y eso también refleja que el Papa quería este encuentro con nosotros.

Los temas que tratamos fueron: Primero, agradecerle la visita que hizo hace 3 años. Está cumpliéndose ahora en febrero el tercer aniversario. Le informamos de las tareas que él nos encomendó cuando estuvo allá, de hacer un plan de pastoral serio y cualificado, –fueron los calificativos que le puso al proyecto–. Ya se lo trajimos, se lo entregamos, ha sido un trabajo de 3 años de la Conferencia Episcopal, de escuchar diversos sectores de la sociedad y de poder llegar a formular la Iglesia que queremos ser en este momento en México.
Mirando hacia Dios, dos acontecimientos para nosotros que enmarcan todo: Primero, el 31 serán los 500 años de las apariciones de Guadalupe y el año 33 son los 2000 de la Redención de Cristo. Entonces, en vista de esos dos grandes jubileos, todo el proyecto pastoral tira hacia el año 31 y hacia el 33.
Ya luego abordamos los temas que nos preocupan en México, los temas sociales: el primero de la migración, en esta cara nueva que tiene la migración en México, por las caravanas, antes eran migrantes solitarios, ahora llegan en grupo. Esto nos pone frente a un desafío de atención fraterna para todos estos hermanos sin prejuzgarlos, sin estar haciendo teorías sobre el por qué de las caravanas, sino simplemente cumplir con nuestro deber humanitario de atenderlos. Hablamos también de la voluntad del Santo Padre de atenderlos humanitariamente e inclusive económicamente a las casas de migrantes para que atiendan los migrantes.
Luego, abordamos el tema también de los jóvenes, este gran desafío para el mundo y para México. El Papa está a punto de entregar la exhortación de los jóvenes, esto también lo abordamos. Los jóvenes grita esperanza, oportunidades de trabajo, de futuro, y luego hablamos sobre la importancia de la formación de los sacerdotes.
Fueron los temas principales, darle mi eco sobre lo que fue el encuentro de los presidentes episcopales por el abuso de menores por parte de clérigos.
-¿Cómo ha vivido usted este encuentro, pastoralmente y espiritualmente?
-Ha sido impresionante, el encuentro tuvo 4 elementos que lo conformaron todo, muy importantes. Fueron: Oración; escucha de víctimas, respetando el anonimato solo en audio; las temáticas presentadas por los expertos, entre ellas la periodista mexicana Valentina, y luego el diálogo por círculos menores lingüísticos donde estuvimos los de habla hispana y los de habla portuguesa.
Yo me quedo principalmente con estas consignas: Primero escuchar a las víctimas y ponernos de parte de las víctimas, los sacerdotes son nuestros colaboradores, son nuestros hermanos en el Ministerio pero no podemos olvidar que para un obispo, los niños y los jóvenes tienen el lugar que Cristo les ha dado en la Iglesia y en el mundo. Por eso nuestra total cercanía y nuestro deber de ponernos de parte de las víctimas. Lo segundo es escuchar. Que los obispos tengamos esa paciencia filial, esa paciencia oir el sufrimiento de las víctimas y de sus familias.
El otro elemento importante que quedó bien claro es que tenemos que rendir cuentas desde luego a Dios, porque es un pecado gravísimo, pero luego también a la Iglesia porque es un delito contra el ministerio sacerdotal y rendirle cuentas a la sociedad, a la autoridad civil, a la ley, al poder judicial para que de acuerdo a la situación, pueda la autoridad decir cual es la sentencia que le toca a aquel que ha cometido un delito.
También nuestra responsabilidad en la sanación de esas heridas, porque tenemos que ver que no queden solos, que tengan la salud espiritual y, sobre todo, la salud profesional de un psicólogo o de un psiquiatra.
-Al término del Encuentro sobre ‘La Protección de Menores en la Iglesia’ se anunció que se entregará un vademecum (manual) a todos los obispos. ¿Usted piensa que hacen falta otras medidas, además de este documento, a nivel global a todas las iglesias?
-Tenemos dos medidas, vamos a decir, de supervisión. La primera que tiene que hacer la Conferencia Episcopal, donde él nos pidió reforzar y verificar que todo se está cumpliendo. Pero también, otra más cercana, la responsabilidad que tiene el arzobispo de una zona para que él esté atento, y si el Arzobispo es el que está incumpliendo el obispo de mayor antigüedad tiene que ver que se cumple con todo lo que está. Las normas, nos ha dicho el Papa, no son solo consejos, son normas, se tienen que cumplir.
-Usted anunció recientemente que 152 sacerdotes han sido dimitidos del Orden sacerdotal en México. ¿Qué se está haciendo en México para la prevención de abusos?
-Primero vamos a revisar toda la información para decirla de manera más precisa, la gente tiene que saber cual es la gravedad del problema en nuestro país, pero sobre todo, tenemos que cuidar los ambientes. Los ambientes en las parroquias, los ambientes en los seminarios, y prevenir, es otra de las tareas. Tenemos que ir con estas pruebas de idoneidad para el ministerio sacerdotal. Certificar los ambientes. Seminario menores donde hay menores de edad, escuelas, centros catequísticos, monaguillos, todos los lugares donde se mueven los niños jóvenes, tenemos que certificarlos también.
-¿Qué le parece la decisión del presidente López Obrador de conceder un permiso a los migrantes centroamericanos para residir un año en México?
-Primero, la inicial, es muy buena, de que tengan un año de oportunidad para que no que sientan ilegales y nadie abuse de su permanencia en México. Eso es muy bueno y todos estamos de acuerdo.
Ahora, como va creciendo el número, pues también el gobierno tendrá que revisar cuál es el papel que tiene que hacer. Yo creo que es bueno que todos tengan derecho a que en lo que les dan la cita para pedir su refugio pues anden en México con la libertad que tiene quien es visto legalmente residente. Yo creo que eso evita mucho los abusos, tanto de grupos delictivos como también de policías corruptos. Somos del deseo de que todos los que llegan tengan este permiso de circular libremente.
-¿El Papa les ha encomendado, en este sentido, alguna labor en especial con los migrantes?
-Él lo ha asumido como una tarea personal y a nosotros también, a los obispos, nos ha dicho que lo asumamos también, muy personalmente esta tarea.
-Doce mil, 193 mujeres han sido asesinadas en México de 2015 a 2019, según un reportaje que publica hoy El Universal. Ocho mujeres por día. ¿Cómo trabaja la Iglesia en esta área?
-Todos estamos sorprendidos de esta escala de violencia. Esto siempre es resultado de una cultura en la que se daña al más débil físicamente. Y la mujer es siempre víctima de violencia familiar y de violencia social. Sobre todo, creo yo que en las familias, tiene que haber esta capacidad temprana de informar lo que está sucediendo en casa, porque siempre habrá estos “valentones” que no miden lo que hacen y dañan seriamente a las mujeres. Y también las mujeres que están en situación de calle, la pobreza, por cualquier otra situación, están indefensas frente a cualquier abuso que puedan cometer ciudadanos o incluso policías.
Estamos trabajando desde la Pastoral de la Mujer. Pero estamos rebasados de tanto problema que tiene el país. La trata de personas, este de las mujeres, los migrantes, los pobres en las calles, tenemos un crecimiento de indigencia en todas las ciudades. Monterrey, donde yo estoy de obispo, no damos abasto la atención para darles de comer a los que hay en la calle. México es un “florilegio” de dificultades.
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Por su parte Andrés Beltramo, corresponsal de la agencia Notimex y colaorador de la web Vatican Insider entrevistó al presidente de la CEM al salir de la reunión con el Papa..
-¿Cómo fue la reunión?
Tocamos varios temas, el primero fue agradecerle este último encuentro de los presidentes de las conferencias episcopales para tratar el tema tan escabroso, tan complicado de los abusos a menores por parte de clérigos. Hablamos también de los trabajos de la CEM, le entregamos el plan pastoral hacia el año 2031-2033. Hablé sobre las tres emergencias de nuestra Iglesia: los migrantes, en el rostro nuevo de las caravanas; la emergencia de los jóvenes, en el cambio cultural y en la grave necesidad que tienen de conseguir empleo, de sentirse bien en su tierra y con los suyos, además de la emergencia de la formación sacerdotal. No queremos que nuestros seminaristas y sacerdotes no sean conscientes de la gravedad de la situación de los abusos.

-¿Qué les pidió el Papa en esta materia?
Nos reiteró el núcleo de su mensaje final a la cumbre de los obispos: la conferencia episcopal debe verificar el cumplimiento de estas normas (contra los abusos), de frente a la Iglesia, a la sociedad, a las autoridades judiciales. También nos alentó a mirar hacia delante, a trabajar intensamente con los sacerdotes y a cumplir, porque hoy el pueblo nos pide cumplir nuestro deber.
-¿Cómo responde la CEM en este campo?
Tenemos una agenda amplia, con el primer compromiso de rendir cuentas a la autoridad si hubiera casos que no han llegado a donde deben llegar, además de verificar la situación en nuestro país. Tenemos un proyecto extenso de trabajo no sólo con clérigos, sino también con todos aquellos que en la Iglesia tratan con menores: las escuelas, los internados, las religiosas. Además de conformar comisiones mixtas, sea a nivel nacional (que ya existe) y también en las diócesis.para atender este flagelo. Ese objetivo lo debemos cumplir en este año. 
-¿Qué avance se tiene en estas comisiones?
Las diócesis no todas han logrado establecer estos organismos, pero vamos a insistir en la consecución de este objetivo. Esto es para que todos tengamos el respaldo y actuemos bien, porque un obispo sólo no puede hacerse cargo de tareas de este tipo, necesita el respaldo de expertos, de hombres y de mujeres que nos ayuden a valorar las acciones que debemos tomar y las informaciones que debemos dar.
-¿Ustedes están abiertos a una fiscalización de la sociedad civil u otros organismos a su labor en esta materia?
Es más, ni siquiera vamos a esperar que nos requieran, estamos en la total disposición de entregar toda la información que se nos pide. Estamos tomando la iniciativa de hacerlo, no hay en este punto ninguna reserva y la autoridad ya sabe que, en cualquier momento, puede pedir la información que necesite al obispo correspondiente, de los procesos que llevamos y de los retrasos que podamos tener en los datos.
-Antes de viajar a Roma dio públicamente la cifra de 152 sacerdotes separados del ministerio en México por abusos en los últimos años, ¿se darán a conocer los nombres?
La ley mexicana nos prohíbe dar nombres de víctimas y victimarios, lo que estamos es revisando la lista para entregarle a la sociedad el número y para que se conozca la gravedad del asunto en el país. Creo yo que en algunas semanas podremos tener el conteo preciso porque la cifra que di no era la definitiva, sino los casos en los cuales ha intervenido la autoridad eclesiástica porque fueron sacerdotes dimitidos del orden. Daremos una nueva precisión desde el año 2010 hasta la fecha.
_¿Podrían ser más casos que esos 152?
-Si, creo que pueden ser algunos más. Queremos ver, de estos casos, cuántos llegaron a los tribunales civiles y daríamos esa información también.
-¿Quiénes tienen la competencia para dar a conocer los nombres de los abusadores?
Sólo la autoridad civil, o las víctimas y sus familiares. Sólo ellos pueden hacer pública una situación puntual. Cuando una persona se desespera porque no se le hace justicia entonces los casos saltan a los medios. Nosotros debemos llevar adelante procesos justos, correctos y puntuales, el Papa nos dijo que se deben hacer de manera impecable. Si no los hacemos bien, las personas tienen razón en saltar a los medios y manifestar su malestar.
-¿Qué le dicen a los grupos y asociaciones de la sociedad civil en México que consideran insuficientes todas estas acciones o que son críticos con el actuar de ustedes?
También queremos dialogar con ellos, ya hemos comenzado a platicar con algunos líderes sobre esto y cuando lleguemos a México vamos a volver a conversar con ellos para oír su sentimiento. Ellos tienen la impresión de que no se hace mucho, pero ya dialogando y mostrándoles lo que estamos haciendo podrán tener una visión objetiva de lo que pasa. Por supuesto, ya nadie puede cambiar las cosas que se hicieron mal, un delito de esta naturaleza nunca deja a la persona como antes de que le pasara.
Con el Papa también hablaron de la realidad en México, ¿qué situaciones les preocupan más?
Lo que más nos preocupa es la situación de los migrantes, es un problema grave en México. Todavía no hemos tenido la oportunidad de hablar con las autoridades civiles de nuestro país, están arrancando, tienen agendas muy importantes y quizás no es oportuno todavía para ellos voltear a vernos a nosotros, pero estamos siempre en la disposición de dialogar sobre los problemas que tiene México.
-¿Han sostenido alguna reunión para establecer algún vínculo?
No tenemos contacto con las autoridades, salvo el saludo protocolar, no hemos tenido diálogo ni con los responsables de las secretarías ni con el presidente, sí hemos tenido una comunicación con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con quien hemos podido dialogar.
-¿Ustedes ven algunos campos en los cuales se pueda colaborar con el gobierno?
Si, el tema de la violencia, la corrupción y los migrantes. 
Fuente. Vatican Insider, 1 de marzo de 2019...







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