2 may 2020

Las columnas políticas, hoy, sábabo 2 de mayo de 2020

Si se niegan a legislar, después no lloren, dijo ayer Mario Delgado.
El coordinador de los diputados de Morena advirtió a la Oposición que si no aceptan hacer cambios a la legislación sobre el manejo presupuestal luego no lloren por las adecuaciones que el Presidente López Obrador decida hacer al Presupuesto de Egresos.
Tras anunciar que Morena ya no propondría un periodo extraordinario para discutir la reforma presidencial, Delgado convocó a un acuerdo pero también criticó a los partidos que se negaron a discutir cambios en la manera discrecional con que el Ejecutivo puede disponer del Presupuesto.
"Por eso le digo a la Oposición: si se niegan a legislar en esta materia, después no vengan llorando que el Presidente le quitó aquí o le aumentó acá cuando el Presidente les está poniendo en la mesa la posibilidad de que nosotros, el Poder Legislativo, la Cámara de Diputados, decidamos esas reasignaciones", advirtió en conferencia de prensa.
Aseguró que la propuesta del Ejecutivo es no hacer uso de las facultades discrecionales que han usado anteriores Gobiernos en la reasignación del Presupuesto.
"¿Tiene necesidades de hacerlo? No. ¿Tiene impedimento legal para hacer el cambio que quiere el Presidente el día de mañana? Ninguno", planteó Delgado.
Recordó que en el 2015 no pasó nada extraordinario en el País y, sin embargo, ese año hubo reasignaciones presupuestales equivalentes a 8 puntos del PIB, 20 por ciento del presupuesto total, lo que fue absolutamente apegado a la ley.
Agregó que estarían dispuestos a revisar la propuesta de que sea la Cámara baja la que declare la emergencia económica, y la apruebe, como plantearon especialistas en un foro de parlamento abierto efectuado el jueves.
"No vamos a dejar de insistir. Yo he lanzado una convocatoria a la oposición a que nos pongamos a trabajar en serio, a que revisemos el dictamen que ya emitió la Comisión de Presupuesto y le hagamos mejoras.
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Reculó Morena y aliados, de última hora
El quid es que no no tenían todas las canicas para ganar...¡
@fredalvarez
La verdad es que no les creo eso de las recomendaciones -de última hora- de 
@SSalud_mx  SSA para no proponer periodo extraordinario...
¡Les valió madres hace dos semanas el Covid-19 con la Ley de Amnistía!
El quid es una derrota en la Permanente sería un golpe  va la 4T.
¡Eso fue! Pero no lo acepan así, juega sólo cuando van a ganar..
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Gastan secretarías 169 mmdp de más
Durante el primer año del Gobierno del Presidente López Obrador, cuatro secretarías de Estado excedieron su gasto en 169 mil 747.4 millones de pesos respecto de lo que originalmente les aprobó la Cámara de Diputados.
De acuerdo con el informe de la Cuenta Pública 2019 de la Secretaría de Hacienda, el ramo que más se excedió en el gasto fue el de Energía, con más de 100 mil millones de pesos.
"El aumento de las erogaciones de la Secretaría de Energía, por 101 mil 96.7 millones de pesos, como resultado principalmente de la aportación patrimonial que realizó el Gobierno federal a Pemex para fortalecer la posición financiera de la empresa productiva del Estado y sus subsidiarias", indica el informe para explicar el incremento del presupuesto ejercido en esta dependencia respecto de lo aprobado.
La dependencia, que encabeza Rocío Nahle, tuvo un presupuesto para 2019 aprobado por la Cámara de Diputados de 27 mil 229.8 millones de pesos; sin embargo, terminó ejerciendo 128 mil 326.6 millones de pesos, es decir, casi cuatro veces más recursos que los autorizados.
La Secretaría de la Defensa Nacional superó en 17 mil 948.0 millones de pesos su presupuesto original de 93 mil 670.2 millones de pesos para poder cumplir con los proyectos de infraestructura gubernamental de seguridad nacional, y para la operación de los cuerpos de seguridad de las Fuerzas Armadas.
En su conjunto, el Poder Ejecutivo ejerció en 2019, dentro del gasto programable, 2 billones 998 mil 568.5 millones de pesos, una cantidad superior en 173 mil 43.3 millones de pesos respecto de los 2 billones 825 mil 525.2 millones de pesos que le fueron aprobados.
Sobre las medidas de austeridad y disciplina presupuestaria se obtuvieron ahorros por 71 mil 15.1 millones de pesos, de los cuales 94.5 por ciento fueron por medidas relacionadas con el gasto en operación, 2.6 por ciento a través de gastos en servicios personales y 2.9 por ciento en gasto de inversión. (Reforma)
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Templo Mayor/ REFORMA
CITANDO al clásico, "como anillo al dedo" le cayó a la mayoría de Morena en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el hecho de que el pico de la epidemia de Covid-19 llegará en México el miércoles.
DE MANERA muy conveniente pudieron poner de pretexto la recomendación del subsecretario Hugo López-Gatell de no sesionar durante las próximas dos semanas... justo cuando saben que no tienen los suficientes votos para convocar a un periodo extraordinario para aprobar a Andrés Manuel López Obrador el "superpoder presidencial" para modificar el presupuesto a su gusto y conveniencia.
LO CIERTO es que legisladores y dirigentes del PAN, PRI, MC y PRD lograron aguantar las amenazas veladas -e incluso algunas con menciones muuuy claras sobre supuestas carpetas de investigación- y le plantaron cara a la aplanadora morenista y a sus aliados del PT y PES.
DE ESTA experiencia quedan lecciones que aprender, pues tal parece que los partidos de oposición y la sociedad civil organizada ya le encontraron el modo para frenar las iniciativas autoritarias que salgan de Palacio Nacional. Eso sí, seguramente al Presidente no le va a gustar ese "modito”.
ALGO raro está pasando con la manera en la que se está dirigiendo el tráfico de pacientes sospechosos y diagnosticados con Covid-19 en la CDMX, donde la mayor parte de los hospitales están saturados o a punto de estarlo.
Y ES QUE, en el hospital temporal que fue armado en el Centro Banamex y que inauguró la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con bombo y platillo había hasta ayer solo 22 pacientes cuando hay 234 camas disponibles.
¿ESTARÁN guardando espacios para cuando llegue el pico de contagios o se les hizo bolas el engrudo? Es pregunta logística.
AHORA que la SEP encabezada por Esteban Moctezuma ofrece por televisión clases de Historia para tercero de secundaria con el tema "El Neoliberalismo en México", los entusiastas de la 4T quieren más contenidos "educativos" de esa misma profundidad y calado.
POR EJEMPLO, para Biología, sugieren "Anatomía y morfología del ganso mexicano" o "Movilización de paquidermos afectados por la fiebre reumática" y, para la clase de Química, "Ventajas de la ciencia soberana sobre la ciencia neoliberal" y "Creación y liberación de radicales".
PERO QUIZÁS la que podría tener un mayor rating sería una materia de Gastronomía con temas como "Receta para la crisis perfecta" y "Cocinando sin conservadores". ¡Buen provecho!
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Frentes Políticos/Excelsior.
1.  Muy apurado. Se le ha visto a Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, buscando acuerdos y apretando tuercas para los requerimientos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Se le ha visto buscando las sinergias para sacar la ley de responsabilidad hacendaria, es una lástima tener una bancada tan grande, 257 diputados, y que sólo trabajen unos pocos. Parece que el diputado Delgado es un todólogo, debería echarle ganitas también el resto de la bancada, no sólo se trata de asistir a las sesiones, levantar el dedo, calentar la curul y cobrar, se trata de hacer algo por el país, de aportar ideas y tener mucho compromiso. No desaprovechen la oportunidad que tienen de trabajar por México.
2.  ¿En dónde está?…  El gobernador de Tlaxcala anda perdido. Se ha difundido la noticia de que a su estado han regresado más de 50 personas que se dedican a la trata de personas, y que han traído a sus víctimas desde Nueva York, a pasar la pandemia de COVID-19. El problema no es que hayan venido, lo que sí es que llegaron a instalarse al Hotel Sagitario, el cual se ha convertido en un nido de prostitución, auspiciada por el gobierno estatal, y un foco de infección de COVID-19. Aún y que se ha difundido la información, el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, ha brillado por su ausencia, y aunque ya es un hecho comentado por todos, las acciones de gobierno no se ven por ningún lado. Gobernador, tiene un foco rojo en su estado, pida que le ayuden sino se ha usted enterado.
3.  Ardua labor. Horacio Duarte tiene una tarea que no será fácil, poner orden en las aduanas. Reconocido por su gran labor al frente de la defensa del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador cuando pretendían desaforarlo, Horacio Duarte es un gran operador que, hasta este momento, se encontraba en segunda línea en la ayuda para el Presidente, pero parece que hoy, ante un problema de gran envergadura, el Primer Mandatario voltea a verlo para resolver lo que, sin duda alguna, es uno de los mayores retos de la 4T, las aduanas en nuestro país se han caracterizado por estar rodeadas de corrupción, problema que el actual gobierno ha combatido desde el primer día de su mandato, seguro Horacio Duarte no defraudará y entregará muy buenos resultados.
4.  Por las nubes. Más de 300 por ciento han aumentado las quejas contra la Comisión Federal de Electricidad en campeche, pues resulta que el subsidio que el gobierno estatal ha implementado de apoyo sólo aplica si el consumo es de menos de 350kWh/bimestre. Ya han llegado a los oídos del gobernador Miguel Aysa las voces que, por el tema de confinamiento a causa de la actual crisis sanitaria, le han pedido extender la medida para aplicar el subsidio, pero el gobernador no cede, mejor busca salir en eventos de supuesta ayuda a la población. Sin duda, ampliar la aplicación de este subsidio sería de gran ayuda para la población de Campeche, la cual necesita, hoy, ver al sustituto de Alejandro Moreno, que, dicen las voces del estado, ¡cómo se le extraña!
5.  Ya ni la muelan. Pese a la suspensión del proceso para elegir autoridades locales de 84 municipios, Morena, Encuentro Social, el Partido Verde y el PT han sido acusados de incurrir en actos anticipados de campaña. Ricardo Gómez Moreno, representante del PRD ante el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo, denunció que se han detectado, en municipios como Actopan, bardas pintadas con mensaje al municipio de la candidatura común, Juntos haremos historia, por Hidalgo, que integran Morena-PES-PT-PVEM. Qué pasó con esos políticos, hay que ser solidarios con el pueblo de México. Ahorita no estamos para escuchar sus falsas promesas y sus necesidades de votos, hoy sólo queremos pensar en cómo acabar con esta pandemia y no en sus intereses. De verdad muy mal..
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 “¿Andar de alzadedos a mi edad? ¡No jodas…!”
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS
Excelsior
El senador de Morena, Armando Guadiana, 74 años, tiene muy claro que al Presidente sólo se le puede ayudar “dentro del respeto entre poderes”, y sin violar la Constitución.
Por eso está en contra de la iniciativa que pretende otorgar al Presidente facultades en materia de Presupuesto, las cuales sólo tiene la Cámara de Diputados.
“¿Andar de alzadedos a mi edad? ¡No jodas!”, nos dijo.
No es el único legislador de Morena que se opone a la iniciativa que adiciona la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LPRH) para que el jefe del Ejecutivo pueda hacer reasignaciones presupuestales (10% del total, en principio) sin la aprobación de los diputados.
Esto equivale a más de 600 mil millones de pesos, si tomamos en cuenta que el presupuesto 2020 es de más de seis billones de pesos.
Ya se han manifestado públicamente en contra de este atraco Porfirio Muñoz Ledo, Javier Uriel Aguirre, suplente de Ramírez Cuéllar; Lorena Villavicencio, y el propio Guadiana. El más duro, sin embargo, ha sido el senador Germán Martínez, expanista, quien afirmó, en un video, que decirle que sí a todo lo que quiere el Presidente es “lambisconería pura”.
¿Oíste, Mario Delgado?
Y es que el jefe de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados es el principal promotor de la iniciativa del Presidente. En rueda de prensa, celebrada en el Senado, trató de convencer de que lo que la iniciativa busca es acotar la discrecionalidad absoluta de la que goza actualmente el Jefe de la Nación. ¡Ajá!
Ya encarrerado afirmó que los que criticamos la propuesta, con el argumento de que viola  el artículo 74 de la Constitución y de que es un golpe a la división de poderes, traemos una “confusión mental permanente” o estamos manipulados por la oposición.
“La ley actual dice que cuando hay cambios mayores al 5% en el presupuesto el Ejecutivo tiene que informarle a la Cámara de Diputados y se acabó”, dijo.
Añadió: “¿Cuánto es mayor al 5%? Puede ser el 100%”.
Falso. El presupuesto no puede ser reasignado al 100% porque la mayor parte de los recursos salen etiquetados y no los puede mover. Por ejemplo, las participaciones federales. Utilizó también el pasado para ilustrar su postura. Dijo que en regímenes anteriores se llegaron a reasignar hasta ocho puntos del PIB, y que eso ocurrió “sin pena ni gloria”.
—¿No dicen que son diferentes? —preguntamos.
—Sí, somos diferentes. No queremos que el Presidente tenga una discrecionalidad del 100% —reviró.
*Mario andaba ayer de mal humor. No hubo condiciones para convocar a un periodo extraordinario el 5 de mayo. No pudo quedar bien con el hombre de Palacio.
En Twitter aseguró que la decisión de no convocar dentro del periodo deriva de una sugerencia del doctor López-Gatell, vocero del gobierno federal en asuntos del COVID-19, de no sesionar en dos semanas.
La realidad sugiere otra cosa. Ni Morena ni sus aliados tenían la mayoría calificada en la Permanente (25 votos) debido a que el llamado bloque de contención (PAN, PRI, PRD, MC) se mantuvo cohesionado y no cedió el voto que les faltaba.
Lo decimos porque desde hace días estamos en fase 3, pero apenas ayer, ya con los legisladores en el Senado, anunciaron que  no convocarían al extraordinario. Huele más bien a que intentaron evitar que se viera como un triunfo de la oposición.
*Derecho de réplica. Nos escribió don Guillermo Elizondo, reconocido importador de fertilizantes, para aclarar que no se opone a la construcción de la planta de amoniaco en Topolobampo, Sinaloa, por interés personal, como sugerimos en una columna anterior (Excélsior 04-28-20). “Hay otro proyecto industrial para Topolobampo de mayor inversión, que está esperando la aprobación de la planta de amoniaco para iniciarse. Si se cancela se llevarán la inversión a otro país”, escribe.
Aclara que no tiene relación alguna con el juez sexto de Los Mochis, quien tiene congelados los amparos que impiden la construcción de la planta, y que la foto en la que aparece su hijo Alejandro, en Topolobampo, “es con aficionados a deportes acuáticos y no con alborotadores que se oponen a la planta”.
La carta es mucho más extensa, pero por razones de espacio es imposible reproducirla en su totalidad.
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El narco está de fiesta/Salvador García Soto 
El Universal 02/05/2020;
Mientras más de la mitad de la población en México (55% según el reporte oficial) estamos encerrados en nuestras casas por el temor al coronavirus, los cárteles del narcotráfico han sacado a las calles a sus sicarios armados ya no sólo a presumir y alardear en videos sobre el control de territorios, ciudades y municipios, sino que ahora también aprovechan la pandemia y la necesidad de la gente para salir a repartir despensas y alimentos a la población, actuando como supuestos benefactores sociales, ante la total complacencia gubernamental y sin que ningún tipo de fuerza pública de seguridad, ni municipal ni estatal y mucho menos federal que les haga frente o se los impida.
Es como si los narcotraficantes, ante la ausencia del Estado y la distracción de las Fuerzas Armadas que ahora están ocupadas atendiendo a enfermos de coronavirus -como antes los mandaron a atrapar migrantes-, percibieran un vacío de poder y estuvieran aprovechando las circunstancias para arrebatarle al Gobierno una facultad constitucional más: la del apoyo y bienestar social, que se añade a las funciones que ya le disputan desde hace casi dos décadas al Estado mexicano, como el monopolio de la violencia y la fuerza pública, el cobro de impuestos (derechos de piso y extorsiones) y hasta la distribución y venta de combustibles e hidrocarburos.
Así en medio de la emergencia sanitaria que vive el país, hemos visto, a través de videos en los que ellos mismos se graban y difunden en redes sociales, el despliegue de escuadrones armados de distintos grupos del narco que llegan a comunidades pobres con camionetas cargadas de despensas y, sin ningún recato y mucho menos prisa, comienzan la entrega organizada ante decenas y cientos de personas que acuden gustosas a recibir las cajas que, como si fueran un producto comercial, vienen rotuladas con marca del cártel de que se trate, ya sea sus iniciales o hasta fotos y diseños con la imagen de conocidos capos del narco.
Lo mismo lo han hecho en las últimas semanas el “Cártel del Golfo” en Tamaulipas, “Los Zetas” en Veraruz, que el “Jalisco Nueva Generación” en distintos estados y que incluso ha llegado a repartir despensas hasta en Guatemala. Pero lo que sorprendió esta semana es que “el señor Don Mencho”, como lo llaman los sicarios armados que reparten la “ayuda en su nombre” en colonias de Zapopan y Guadalajara, en la segunda Zona Metropolitana más grande y habitada del país, a plena luz del día sin que ninguna autoridad, ni del gobierno de Enrique Alfaro ni del gobierno del presidente López Obrador les molestara ni interrumpiera su “benéfica labor”.
Con más diseño y estilo, porque ella no llega con hombres armados -al menos no visiblemente- Alejandrina Guzmán, la hija de Joaquín “El Chapo” Guzmán, hizo lo propio en Guadalajara, repartiendo cajas de alimentos y víveres con el rostro impreso de su padre, cuyo apodo ha registrado como una marca de propiedad industrial que explota comercialmente con el diseño y venta de ropa y otros artículos bajo la marca “El Chapo 701”.
Lo más interesante de esta faceta de “promotores sociales” que han asumido los grupos del crimen organizado, que incluso buscan competir entre ellos para ver quién es el más bondadoso y quién le da mejores apoyos a la gente, es que esto ocurre justo en un gobierno cuya bandera más importante es el “bienestar de los más pobres” y la entrega de apoyos económicos directos a los sectores más desprotegidos.
Si el presidente López Obrador se asume como el “defensor de los pobres” y justifica su gasto millonario en sus programas de subsidio directo a grupos vulnerables, hoy parece que no es el único que se preocupa por el llamado “pueblo bueno” y que tiene competencia directa con el narco.
Esta semana le preguntaron a López Obrador qué pensaba de que los narcos anduvieran repartiendo despensas a la población necesitada y muy lejos de condenar esa práctica o considerarla un desafío de los criminales a su gobierno, el Presidente se mantuvo en su discurso moral y defensor de los “derechos humanos” de la delincuencia organizada: “Aprovecho para decirle a los que están en las organizaciones que se dedican a la delincuencia, que he estado viendo que reparten despensas, eso no ayuda. Ayuda más el que dejen sus balandronadas”, dijo el mandatario sin alterarse y en un tono casi de consejo amistoso.
De los juguetes de Osiel a las despensas del mencho La pretendida “labor social” de los grupos del crimen organizado no es nueva y ocurre casi desde el origen de los cárteles de la droga en México. Los capos del narco siempre han jugado a ser una especie de “Robin Hood” o “Chucho El Roto” en su visión mexicanizada, aunque más bien ellos se asumen más como el maleante “Jesús Malverde” que robaba pero ayudaba a la gente.
Pero históricamente ese tipo de ayuda se limitaba a sus lugares de origen o a los pueblos y localidades donde vivían sus familias, a los que ayudaban pavimentando calles o llevando luz eléctrica ante el abandono de los gobiernos priistas. Luego, en épocas más recientes, capos como Osiel Cárdenas encontraron en la “labor social” con el reparto de dádivas y artículos como juguetes a los niños o regalos a las madres, una forma de expandir y aumentar no sólo su “base social” y el apoyo y la simpatía de las comunidades para que los cuidaran y protegieran de las acciones policiacas, sino también una forma de expandir sus territorios y, por tanto, sus negocios ilícitos.
Porque eso está también detrás de esta ola de “generosidad” de los narcotraficantes mexicanos que aprovechan la confusión y la incertidumbre, pero también el “vacío de poder” que está generando una situación tan irregular como la pandemia del coronavirus, para ganar espacios y controlar territorios en donde además pueden expandir sus negocios de drogas, extorsión y cobro de derecho de piso.
Cada lugar a donde llegan a repartir despensas, son lugares en los que, además de exhibir abiertamente su presencia, en un claro desafío al Estado mexicano y a los gobiernos estatales y al de López Obrador, también están pensando en colocar puntos de venta y cobro de impuestos. No es casual, por ejemplo, que en Guadalajara y su zona metropolitana se hayan hecho presentes, con diferencia de días, el Cártel Jalisco Nueva Generación, que hoy controla esa plaza estratégica e histórica del narcotráfico mexicano, y que también la hija de Joaquín Guzmán Loera se haya mostrado repartiendo ayuda a los adultos mayores que están en cuarentena.
Lo que se asoma de fondo es la guerra que mantienen estos dos cárteles, el de Sinaloa y el CJNG, los dos más fuertes en este momento, por el control no sólo de la capital jalisciense sino de la mayor parte del país.
Y todo eso sucede ante la estrategia de un gobierno que ha renunciado, por mandato superior del Presidente, al combate y confrontación de fuerza hacia el narcotráfico, al que ahora no sólo se le trata con respeto y consideración “porque no son delincuentes, también son humanos”, según repite constantemente López Obrador, quien a la par que ordena un repliegue táctico de las fuerzas civiles y armadas, decide tratar de convencer a los capos y sicarios más sanguinarios y despiadados, con su ridiculizada de “Abrazos no balazos”, en la que les da consejos y prédicas moralistas: “Háganle caso a sus mamás, piensen en ellas y dejen de cometer balandronadas”, les dice el Presidente, una y otra vez, como en llamados a misa, a delincuentes como Nemesio Oseguera “El Mencho”, considerado por la DEA y el FBI como “el criminal más violento y peligroso del mundo”.
Por eso el narco está de fiesta en plena pandemia por el Covid-19. Porque por un lado la Guardia Nacional actúa bajo las órdenes superiores del mando militar al que obedecen de no perseguir ni enfrentar a los narcos en todo el territorio nacional, lo que se refleja en el aumento de homicidios dolosos en el mes de marzo con más de 3,078 ejecuciones, producto de las pugnas violentas de los cárteles.
Y por el otro lado, buena parte del Ejército y la Marina está concentrada en todo, menos en la seguridad nacional: cuando no están atendiendo enfermos por coronavirus, están persiguiendo migrantes o construyendo aeropuertos, por que así lo pide el Presidente. Dice el viejo dicho popular que “cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta”, y eso está ocurriendo con el narcotráfico en México. Se pasean por el territorio nacional amedrentando, enseñando su poderío y presumiendo sus armas y ejércitos con los que le han arrebatado al Estado sus funciones esenciales y constitucionales.
Ahora lo hacen como un presunto “benefactor” de la sociedad, pero ya le habían quitado antes el monopolio de la fuerza, el cobro de impuestos y el manejo de los hidrocarburos. El narco sabe que hay un Estado y un gobierno débil y exhibe no solo los enormes vacíos de poder que existen en este país, sino también la ineptitud y debilidad de todos los niveles de gobierno, pero especialmente del que tiene la obligación y la facultad legal de combatirlo: la administración federal al mando de un presidente como López Obrador, que nos prometió que iba a pacificar al país, pero nunca dijo que también les iba a regalar ese mismo país a los narcotraficantes para que hicieran con él lo que les venga en gana. Los dados mandan Serpiente.
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 Un Congreso bajo la lupa
Retrovisor/IVONNE MELGAR
Excelsior
Un Congreso bajo la lupa
Después de un largo trecho de ninguneo, la oposición resolvió frenar la reforma presidencial a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria con el denominado “bloque de contención”
El diversificado rechazo a la pretensión de darle un cheque en blanco al presidente López Obrador para modificar el gasto presupuestal demostró que la sociedad mexicana sí tiene inmunidad a las tentaciones autoritarias.
Se trata de una condición indispensable para la defensa de la democracia constitucional frente a quienes argumentan que puede prescindirse de ésta, en nombre de un proyecto político justo.
Porque esta vez el argumento del gobierno y de Morena ha sido que el Ejecutivo federal necesita márgenes de acción para atender la emergencia económica y garantizar sus obras y programas prioritarios, bajo la premisa de que primero los pobres.
En un texto publicado el lunes 27 de abril en El Universal, Gobernar por discurso, Juan Jesús Garza Onofre (director del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho), Sergio López Ayllón (director del CIDE), Issa Luna Plá (secretaria académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas), Javier Martín Reyes (investigador del CIDE) y Pedro Salazar Ugarte (director del IIJ-UNAM) advirtieron que el orden constitucional estaba en entredicho y que la iniciativa de reforma enviada a la Cámara de Diputados era evidencia del debilitamiento paulatino de uno de los pilares del Estado mexicano: una actuación del gobierno subordinada a la ley.
Y al evaluar el decreto presidencial que dio origen a la propuesta de reforma legislativa, los especialistas advirtieron que ese documento pasaría a los anales de la historia del derecho por estar más cerca de Santa Anna que de Juárez.
“Es urgente que el Congreso despierte de su siesta”, señalaron en el texto los constitucionalistas.
A las sirenas de alerta de los expertos se sumó, el martes 28 de abril, una operación ciudadana de vigilancia y marcaje a los diputados federales, con la petición de votar en contra de la iniciativa presidencial.
Intelectuales, activistas de derechos humanos y organizaciones como México Evalúa, Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Borde Político, Causa Común, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, México Unido contra la Delincuencia, Derechohabientes viviendo con VIH-SIDA del IMSS y Red por los Derechos de la Infancia en México, entre una larga lista, llamaron a los legisladores a frenar la reforma por considerar que elimina el carácter democrático del presupuesto, ademas de violentar la separación de poderes estipulada en el 49 de la Constitución.
Con esas manifestaciones de inmunidad ciudadana a la destrucción de los instrumentos que garantizan la democracia, los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano resolvieron dejar la resignación de ser siempre mayoriteados.
Así que, después de un largo trecho de ninguneo, como lo fue la declaración del jefe de los morenistas en el Senado, Ricardo Monreal, de que el proyecto gubernamental no necesitaba de la oposición para avanzar, ésta resolvió frenar la reforma presidencial a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria con el denominado “bloque de contención”.
La estrategia que ayer consiguió, temporalmente, sus propósitos, cuando el presidente López Obrador anunció que tomaría otra ruta para modificar el gasto presupuestal, se diseñó durante la reunión que vía Zoom sostuvieron este martes los coordinadores de San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks (PAN), René Juárez (PRI), Verónica Juárez Piña (PRD) y Tonatiuh Bravo (MC), quienes ese mismo día obtuvieron el respaldo de sus pares en el Senado para hacer valer sus 13 lugares, de un total de 37 que integran la Comisión Permanente, y negarse a un periodo extraordinario en el que los diputados de Morena y sus aliados del PT, PES y PVEM tendrían la mayoría simple necesaria para darle al Presidente la ley que solicita.
Esta táctica era posible porque la coalición legislativa hegemónica necesita de un representante de la oposición para sacar adelante las votaciones calificadas.
Y con esa mínima ventaja numérica, el bloque de contención se sometió a la lupa ciudadana y consiguió que los 13 legisladores propietarios y los 13 suplentes se comprometieran públicamente a no doblarse.
Priistas que en otras ocasiones abollaron a la oposición, como el diputado Rubén Moreira, cerraron filas.
Y, como no había sucedido antes, la inmunidad contra las tentaciones autoritarias también se activó entre morenistas: Porfirio Muñoz Ledo, Lorena Villavicencio, Armando Guadiana y Germán Martínez, quien reprobó “la lambisconería pura” de quienes le dicen sí a todo lo que pide el presidente López Obrador.
Así que por, primera vez en lo que va de este gobierno, ese alegato de que el fin justifica los medios se topó con una masa crítica, defensora de la democracia, porque mostró músculo y le puso la lupa al Congreso.
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 Un mundo de burbujas/Jorge Ramos Ávalos
REFORMA, 02 May. 2020
Todos vivimos en una burbuja. En estos tiempos de coronavirus, confinamiento obligatorio y distancia social, lo que nos define es la burbuja social en que vivimos. Y les escribo esto desde la mía.
La burbuja es el espacio que nos hemos creado para sobrevivir la pandemia. Las burbujas dependen, por supuesto, del grado de contagio que existe a nuestro alrededor y de las reglas del país donde vivimos.
El concepto de burbuja lo popularizó la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern. Contrario a la lentitud y complacencia del presidente Donald Trump en Estados Unidos, Ardern tomó estrictas medidas cuando la epidemia apenas comenzaba. Es decir, obligó a las familias neozelandesas a crear sus propias burbujas y a no permitir a extraños. Y funcionó. Hoy ese país/archipiélago tiene controlada la enfermedad y reporta muy pocos casos.
Poco a poco, Ardern ha ido abriendo y extendiendo las burbujas dentro de la nación. "Pueden expandir su burbuja un poco para incluir a otros miembros de su familia, a gente que está sola y a cuidadores", dijo recientemente en un discurso. Pero Nueva Zelanda, al igual que Australia, no quieren que se revienten sus burbujas y por eso prohibieron desde marzo la entrada de extranjeros al país.
Las burbujas personales o familiares, por definición, no aceptan a gente de fuera. Son, digamos, burbujas cerradas. Pero es casi imposible mantener una burbuja sin contacto con el exterior durante semanas. Hay que comprar comida, ir a la farmacia, salir a caminar y, los que pueden, desplazarse para trabajar.
Por eso casi todos vivimos en burbujas imperfectas que, en cualquier momento, pueden reventar. Si uno de los miembros de una burbuja sale de ella, crece el peligro de contagio para todos los que están adentro. Un encuentro casual en la calle, el trabajo o en el Metro, sin mascarilla, con el amigo del vecino de tu primo puede culminar en la infección de toda tu burbuja.
Pero, en realidad, el peligro está en la misma puerta de tu casa: en los paquetes y comida que recibes, en las personas que tienen que entrar para realizar algún trabajo -desde técnicos del cable e internet hasta plomeros- y en los amigos de tus hijos que no te atreves a rechazar. Parafraseando el superparafraseado cuento de Augusto Monterroso, cuando despertamos el virus todavía seguía allí.
Un reciente artículo de The New York Times describe las complicadas negociaciones que existen dentro y entre burbujas. "Los habitantes de dos o más burbujas pueden tener exclusividad y acordar verse entre sí aunque vivan en casas separadas", escribió la periodista Heather Murphy. "Y hay razones prácticas para esto: quizás ayudan con la escuela (virtual) de los niños y los vecinos colaboran para cuidarlos". Las cosas se complican, describe el artículo, cuando un novio o novia entra y sale todos los días de la burbuja de su pareja. Y ahí podría recibir un ultimátum: te quedas o te vas.
Conforme más países experimentan con el fin del confinamiento y un regreso a ciertas actividades económicas, inevitablemente tendremos que abrir un poco más nuestras burbujas. "No creo que vamos a ver grandes estadios llenos de gente por mucho tiempo", dijo en una entrevista el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti. "Creo que podemos tener juegos sin audiencias. Podemos ver nuestros deportes por la televisión. Creo que podemos crear algunas burbujas. Nos urge hacerlo".
Pero, por ahora, es impensable el concepto de burbujas masivas, incluso con termómetros en las entradas y el uso de cubrebocas. Solo los políticos más temerarios se han atrevido a proponer burbujas masivas y temporales en las escuelas, y hay un vigoroso debate sobre los cambios que deben hacerse para volar sin infectarse en un avión. Industrias (como las aerolíneas, cruceros, casinos y conciertos), cuyo modelo de negocio era meter a la mayor cantidad de gente en un espacio reducido, tendrán que transformarse radicalmente para sobrevivir hasta que haya una vacuna.
Mientras vamos reabriendo los países a una nueva y contagiosa realidad, dos cosas están muy claras: no podemos vivir permanentemente aislados y tenemos que aprender a manejar los nuevos riesgos. Pero lo que no podemos hacer, en este momento, es reventar nuestra burbuja.
@jorgeramosnews
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Sobrevivir (o no)/Jorge Volpi
El mundo no será el anterior y los más aptos habrán aumentado su poder o su riqueza
REFORMA, 02 May. 2020
Cada crisis -económica, política, social- genera un gran número de perdedores, naciones tanto como empresas e individuos, pero también provoca que quienes mejor se aprovechan de las circunstancias o de sus ventajas competitivas salgan ganando del desastre. Ahora que estamos sometidos al feroz ataque de un virus que parecería empeñado en usarnos como medio de cultivo, nos volvemos más conscientes de los férreos dictados de la evolución: quienes mejor se adapten sobrevivirán y quienes no sean capaces de hacerlo correrán el riesgo de extinguirse.
La metáfora evolutiva, tantas veces sacada de contexto, adquiere hoy inquietantes resonancias. Así como este coronavirus logró saltar de animales a humanos, adaptándose para vencer a nuestro sistema inmune -o para volver- lo contra nosotros mismos-, unas cuantas compañías y unos cuantos países han sabido valerse del caos para obtener incalculables beneficios. Cuando salgamos del encierro -cuando contemos con una vacuna o nos hayamos inmunizado en masa, con la vasta cantidad de muertes que esta opción conlleva-, el mundo no será exactamente el anterior y los más aptos -que no los más fuertes- habrán aumentado drásticamente su poder o su riqueza.
Los grandes perdedores de la pandemia los reconocemos de inmediato, pues son los mismos de siempre: en el reino de la desigualdad provocado por el neoliberalismo, los más pobres continuarán sufriendo más. Algunas estadísticas ya lo demuestran: en Estados Unidos, la tasa de infecciones y muertes es mucho mayor entre afroamericanos y latinos que entre caucásicos. La razón, por supuesto, no es racial: tiene que ver con los recursos y el acceso a los sistemas de salud. Pronto, en América Latina y África los más desprotegidos enfrentarán idéntica suerte y, como siempre, serán los más afectados por la crisis.
La geopolítica dicta otros desbalances: los países nórdicos, con sus ejemplares sistemas de salud, han podido permitirse medidas menos drásticas que el sur de Europa, mientras Alemania presume, por la misma razón, su escasa cifra de muertos. Algo similar ocurre con Corea del Sur o Taiwán. En este contexto, quizás la Unión Europea sea la mayor víctima política de la catástrofe: tras largos años de penosa integración, hoy parece inexistente, con cada gobierno dando palos de ciego sin consultar a los demás. Pese a su innegable fuerza, Estados Unidos no solo se ha vuelto el centro de la pandemia, sino que, bajo la guía de un nacionalista obtuso como Trump, ha renunciado a cualquier liderazgo global.
La posición de China resulta más paradójica: su tardía respuesta y la opacidad de sus datos contrasta con la eficacia totalitaria ejercida después, la cual le ha permitido recuperar vertiginosamente su influencia mundial y acaso expandirla. El que Trump dirija sus ataques contra ella, dejando de lado a Rusia, es prueba suficiente de que nos encaminamos hacia otra era bipolar, moderada acaso por otras potencias emergentes, como Rusia o la India.
En términos económicos, millones de empresas, grandes y pequeñas, sufrirán, se extinguirán o se volverán irrelevantes -del sector inmobiliario a la industria automotriz y del turismo al entretenimiento y la cultura-, mientras las industrias tecnológicas incrementan alarmantemente sus ingresos. Amazon, denunciado en Francia por no proteger a sus trabajadores, ya ha hecho de Jeff Bezos el hombre más rico del planeta. Google, Microsoft o Facebook se consolidan como poderes omnímodos a los que recurren los desgastados gobiernos nacionales en busca de auxilio. Y lo que mejor saben hacer, por desgracia, es vigilarnos y comercializarnos.
Empeñados en sumergirnos en nuestras pantallas día y noche para comunicarnos o sobrevivir a la acedia -mientras les entregamos confiada y obcecadamente nuestros datos-, nos convertimos en sus dóciles esclavos en nuestras galeras domésticas. Igual que el SARS-Cov-2, las empresas tecnológicas lucen mejor preparadas que nunca para colonizar por completo, con nuestra propia complicidad, nuestros cuerpos y nuestras mentes.
@jvolpi
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Los poderes de la desunión/SOBREAVISO / René Delgado
REFORMA, 02 May. 2020
Tamaño absurdo, pedir a la gente quedarse en casa... para, luego, pasar por oleadas y sin cubrebocas al infierno económico, donde la cocción irá de fuego lento a fuego vivo, garantizando salir todos quemados.
En resumen, ese es el mensaje de la clase dirigente mexicana -económica y política- y, por ello, merece ser nominada al Premio Nobel de la decepción y el desaliento, por su infatigable empeño en demostrar que México no tiene remedio.
Entre imponer y reponer un modelo del país -sin tener claro el modelo ni el país- transcurrió el primer año del sexenio generando desajustes en la administración, las finanzas y la economía... luego, la epidemia se encargó del resto y, claro, de reanimar el pleito.
Una lucha por el poder cuyo marcador hasta el momento corresponde al de la mezquindad, la ineptitud y la ruindad, dejando intuir por score final un empate: el del fracaso compartido. Hogar de quienes veneran el resultado electoral y vituperan la consecuencia política. Catedral de las democracias limitadas, donde las urnas sirven para depositar el voto y guardar las cenizas del adversario. Coliseo donde, con más escándalo que espectacularidad, el juego consiste en inmovilizar al contrario, paralizar al país y nada más.
Hoy, esa pugna sin fin, ese fingimiento democrático, esa revancha disfrazada, ese medir fuerzas, esa incapacidad de acordar... enfada porque, en estos días, el contagio, la enfermedad y la muerte exponen cuánto tiempo se ha perdido, tanto que hasta los hornos crematorios faltan como más tarde se echará de menos el empleo.
Dominada por la desconfianza y la sospecha mutua, la clase dirigente retorna al punto de partida.
Aun cuando el calendario marca 2 de mayo, estamos de vuelta en el 30 de octubre de 2018, un año y medio atrás, cuando el Ejecutivo encaró de mal modito a quienes resistían como resisten la cancelación del aeropuerto de Texcoco, advirtiéndoles que su existencia no sería la de un florero o un adorno. Otra vez se disputa quién manda aquí, cuando supuestamente ya se había definido separar el poder económico del político y darle nuevo margen al Estado frente al mercado.
Algunos sectores del empresariado, no todos, juegan a ayudar al mandatario, dictándole lo que, conforme a su interés, conviene. Y, a su vez, el mandatario les pide una tregua, mientras afila los cuchillos con que quiere atenderlos. Los primeros -como hace ver un lector del Sobreaviso- le ofrecen cogobernar con todo gusto y el segundo les dice que con todo gusto se vayan a su rancho. Ni los unos ni el otro reconocen al otro en su respectiva esfera de funciones y, entonces, por separado avanzan a ritmo de marcha hacia el pasado reciente y remoto.
No lo dicen, pero dejan ver que la idea es que cada uno se rasque con sus propias uñas, mientras la población rasguña las paredes, cava fosas y se pregunta cómo será regresar a la anormalidad acostumbrada.
En el campo de los otros poderes, los formales, la oposición parlamentaria hoy puede festejar la cancelación del periodo extraordinario donde temía que el Poder Legislativo fuera rasurado por el Ejecutivo. El patógeno que ha puesto al país de cabeza le dio la salida a la mayoría legislativa gracias a la receta del doctor Hugo López-Gatell, virtual secretario de Gobernación, quien recomendó no convocar al pleno camaral, quizá, por temor al contagio de rebaño. Qué elegancia de Morena para salir por peteneras, sin ponerle un tapabocas a su jefe, el Presidente.
La oposición podrá celebrar lo que impidió hacer, pero no lo que promovió hacer. Tal es su aturullamiento que se limita a oponer sin proponer. Tan mal está que, ahora, su voz más autorizada y fuerte es la de Porfirio Muñoz Ledo, un morenista rebelde, empeñado en asegurar su honra. En bloque o por separado, la oposición no sabe qué hacer y sus dirigentes menos, ellos entraron en cuarentena muchísimo antes de la aparición de la epidemia. En cuanto subieron al tabique, sintieron el primer mareo, se aislaron y ahí siguen.
El celo opositor mostrado por defender la soberanía del Poder Legislativo es indiferencia ante la tentación dominante del poder económico sobre el político.
No sólo en México el virus ha cimbrado la estructura del poder, pero sólo en unos cuantos países la falta de civilidad ha provocado una división del poder como la que se vive aquí. Es impresionante, aquí, se puede hablar de división y la desunión de los poderes, de la confrontación que deja a fuego cruzado a la nación.
El Ejecutivo se aferra a someter a los otros poderes, formales e informales, sin reparar en que la circunstancia obliga a replantear justamente el ejercicio del poder. El poder económico no quiere desaprovechar la crisis para reiniciar el juego y, si es posible, retomar la vieja ruta. El poder opositor no acaba de reponerse de la derrota sufrida y mucho menos de rearticular su actuación para proponer y no sólo oponer... y, así, se avanza hacia el infierno, pidiéndole a la gente aguardar su turno, quedándose en casa.
Es evidente que, ante la grave circunstancia, el proyecto impulsado desde Palacio carece de posibilidad si no fija prioridad ni jerarquía en sus metas y recalcula qué puede y debe sostener y qué no. Es evidente que el poder económico requiere reconocer el cambio de época y ajustar su estrategia sin añorar la idea de formar un cogobierno. Es evidente que la oposición podría resistir sin dejar de apoyar.
Insistir en reducir la circunstancia a ver cuántos enferman o pierden la vida, para, más tarde, determinar cuántos perdieron el empleo y el ingreso no es una opción que anime a un país que, aun sin la epidemia, ansía ver y tener un horizonte, no un infierno.
sobreaviso12@gmail.
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