'La verdad sigue encuartelada'

'La verdad sigue encuartelada'

Crónica: Del Ángel al Zócalo. A 8 años de la desaparición de los 43 normalistas, en la marcha en la Ciudad de México el reclamo fue sobre la participación del Ejército en los hechos

Crónica de Jorge Ricardo/ Reforma, 27 de septiembre de 2022

Adelante iba una manta gigante: "¡El Ejército lo sabe!". Por primera vez en los ocho años de manifestaciones para saber la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las acusaciones iban dirigidas contra los militares y, muy de cerca, contra la sospecha de la impunidad que se les otorga por la suspensión de las órdenes de aprehensión.

"Estamos hablando de que había 83 órdenes de aprehensión, estamos hablando de que militares iban a ser enjuiciados, y de lo cual ya no hubo nada y lo que tenemos son desistimientos de órdenes de aprehensión. ¿A qué obedece, qué compromisos hicieron, qué pactos hubo con los militares?", cuestionó al inicio de la marcha, en el Ángel de la Independencia, Vidulfo Rosales, abogado de los familiares de los 43.

Luego de que padres y madres bajaron del camión mostrando en el pecho las fotos de sus hijos desaparecidos, fueron conducidos a la vanguardia del contingente. Campesinos, albañiles, herreros, amas de casa, vendedoras de elotes, que suspendieron sus vidas la noche del 26 de septiembre, o la madrugada del 27, cuando se enteraron que a sus hijos, jóvenes de recién ingreso a la normal, los habían baleado y desaparecido.

Estudiantes normalistas, universitarios, campesinos de Atenco, telefonistas, dos docenas de familiares de los más de 100 mil desaparecidos qué hay en el País por la violencia, avanzaban a su lado con las consignas: "¡Ayotzinapa Vive!" "¡La lucha sigue!" "¡26 de septiembre, no se olvida!".

Pero en el tumulto de 7 mil personas, de acuerdo con el cálculo oficial, los carteles apuntaban a los militares que, según el informe de la Comisión Especial para el Caso Iguala, están relacionados. El General José Rodríguez Pérez, ex comandante del 27 Batallón, con sede en Iguala, está detenido pero no por mandar asesinar a los estudiantes como acusó la investigación oficial sino por nexos con el crimen organizado.

"Si el Presidente no puede obligar al Ejército a que entregue toda la información, entonces, ¿qué autoridad tiene?", reclamó uno de los que cargaban la manta: Marco Gutiérrez, quien lleva ocho años en el plantón en Paseo de la Reforma, en la antigua sede de la Fiscalía. Detrás de él, un arquitecto en bicicleta portaba una cartulina anaranjada: "La verdad sigue encuartelada. Y el Ejército desobedece las órdenes del Presidente".

Algunos negocios estaban tapiados. Se esperaba una manifestación violenta como la que hubo en la Fiscalía General de la República y en el Campo Militar número 1.

En el Zócalo, la Catedral y el Palacio Nacional tenían doble valla metálica, el templete para el mitin fue colocado al otro lado. Pero hubo apenas unos cuantos vidrios rotos y una leve escaramuza con la Policía. Lo más agresivo habrán sido los mensajes pintados en el astabandera: "AMLO priista", "Fue el Ejército". Y uno más abajo del balcón donde el 15 de septiembre Lopez Obrador dio el Grito: "4 Traición".

"¿Por qué el Presidente, primero dice que sí, libera las 80 y tantas órdenes de aprehensión, y después dice que no. ¿Por qué desestimar 16 órdenes de aprehensión del Ejército?", reclamó Mario César González, padre de uno de los 43.