23 ene 2023

Genaro García Luna recibió dinero de los cárteles que perseguía, dice la fiscalía

Genaro García Luna recibió dinero de los cárteles que perseguía, dice la fiscalía

El exfuncionario de seguridad de México está acusado de ayudar a los narcotraficantes a enviar drogas a Estados Unidos. Su defensa dice que es blanco de los hombres que ayudó a encarcelar.

Por Alan Feuer


The New York Tmes, 23 de enero de 2023;

A principios de este siglo, un integrante de alto perfil del Cártel de Sinaloa dijo que interceptó un cargamento de cocaína de una organización rival durante su paso por el estado mexicano de Chiapas.

Luego de que las drogas fueron llevadas a un almacén, declaró el integrante el lunes, uno de los jefes del cártel apareció con un invitado inesperado: Genaro García Luna, que por entonces estaba a cargo del equivalente mexicano del FBI.

Se había llegado a un acuerdo, según el integrante del cártel, Sergio Villarreal Barragán: el cártel tomaría la mitad de las ganancias de la venta del cargamento de dos toneladas. García Luna, dijo, recibiría la otra mitad, más de 14 millones de dólares.

El relato del acuerdo se presentó en el primer día del juicio a García Luna en el Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn. En intervenciones de apertura encontradas, el gobierno y la defensa presentaron descripciones radicalmente distintas del acusado.

Los fiscales federales dijeron que, durante más de una década, García Luna llevó una doble vida y recibía millones de dólares en sobornos para proteger a los mismos traficantes que debía estar persiguiendo.

Pero sus abogados refutaron que, a pesar de estos argumentos, García Luna, quien lideró la versión mexicana del FBI, de hecho fue lo que siempre dijo ser: un hombre honesto de la ley que ayudó a Estados Unidos a detener a figuras importantes del Cártel de Sinaloa que ahora buscaban vengarse de él en su papel de testigos del gobierno.

El juicio, que podría llegar a durar hasta ocho semanas, planteará una difícil decisión al jurado: ¿García Luna, el funcionario mexicano de más alto rango en enfrentar un juicio en un tribunal estadounidense por cargos de narcotráfico, fue un flagelo para el Cártel de Sinaloa o su servidor secreto? El proceso llevará a los jurados a un recorrido de los vertiginosos juegos de espejos que a menudo hay en los pasillos del poder en México.

Le dijo al jurado que García Luna ingresó al servicio público en 1989 trabajando para el CISEN, una agencia de inteligencia que se acababa de crear en México. De 2001 a 2006 fue director de la Agencia Federal de Investigación. Después, durante la presidencia de Felipe Calderón, fue nombrado secretario de Seguridad Pública de México, un puesto poderoso en el gabinete, que ocupó hasta 2012.

Pero en todo ese tiempo, García Luna, acusado de ser parte de una empresa criminal establecida, estuvo traicionando a sus colegas y a su país, según aseguró Pilmar.

“Mientras tenía la encomienda de trabajar para el pueblo mexicano, también tenía otro empleo, un empleo más sucio, un empleo más redituable”, dijo Pilmar. El trabajo, prosiguió, era proteger los enormes envíos de cocaína y otras drogas del Cártel de Sinaloa que cruzaban la frontera hacia los consumidores estadounidenses.

En su intervención de apertura, César de Castro, el principal abogado de García Luna, le dijo al jurado que a pesar de sus acusaciones, el gobierno no tenía pruebas concluyentes de la culpabilidad de su cliente y que el caso de la fiscalía recaería casi exclusivamente en testimonios de integrantes del propio cártel. Muchos de esos testigos fueron personas a las que García Luna ayudó a detener en México y extraditar a Estados Unidos, lo que les daba un motivo para declarar en su contra.

“Qué mejor venganza”, dijo de Castro, “que sepultar al hombre que lideró la guerra contra los cárteles”.

De Castro también señaló que a lo largo de su carrera, García Luna colaboró de cerca con la crema y nata de los altos funcionarios estadounidenses de los departamentos de Estado y de Justicia, así como del Congreso y la Casa Blanca.

Para ello mostró al jurado una selección de fotografías de su cliente con Eric Holder, exprocurador general, y Hillary Clinton, otrora secretaria de Estado, así como estrechando la mano del presidente Barack Obama.

Tras las intervenciones de apertura, el gobierno llamó al estrado a Villarreal Barragán, un exagente de policía que cambió de bando en la guerra contra las drogas y alrededor de 2001 se fue a trabajar para el Cártel de Sinaloa.

Villarreal Barragán, un hombre imponente conocido como “el Grande”, le dijo al jurado que estuvo presente cuando su jefe, Arturo Beltrán Leyva, alto cabecilla del cártel, entregó sobornos a García Luna y en un momento dado lo hizo mensualmente.

Si bien no dio cifras concretas, Villarreal Barragán indicó que el dinero que se le dio a García Luna le ayudó a los traficantes a extender sus operaciones en grandes extensiones del resto de México.

“Los pagos crecieron conforme creció el cártel”, dijo Villarreal Barragán, “y sin ese apoyo habría sido prácticamente imposible”.

Alan Feuer cubre extremismo y violencia política. Se unió al Times en 1999. @alanfeuer

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