24 oct 2024

Charla con mi amigo sinaloense, Faustino López Osuna ( parte 1)


Me comenta el poeta popular sinaloense Faustino López Osuna que en los años sesenta  fue con un grupo de amigos estudiantes a visitar a su casa a Rosario Castellanos, y y que en la charla que tuvo le preguntó pos su poema "El Resplandor de ser..."
"Sólo el silencio es sabio.
Pero yo estoy labrando, como con cien abejas,
un pequeño panal con mis palabras.
"Porque una palabra es el sabor
que nuestra lengua tiene de lo eterno,
por eso hablo..."
-Y dice que Rosario le preguntó si él era poeta los compañeros dijeron si..y le pidió un poema suyo...
Entonces,  Faustino le leyó el siguiente poema; Rosario los escucho con mucha atención con la mirada como pedida por el Bosque de Chapultepec 
Y al final pidió que le repitiera la misma estrofa y al concluir  le habría dicho ..
"Es una de las estrofas liricas mas hermosas que jamas había leido y escuchado..., eran los años sesentas; 10 años después ella perdería la vida el Tel Aviv , Israel , era la embajadora y apenas tenia 49 años..
La comparto:
A ROSARIO CASTELLANOS
Si de la vida el vaivén
quebranta en ti la ventura
y bebes sólo amargura
y apuras sólo desdén,
aprovecha esa ocasión,
acepta la suerte mala:
hay regiones que no escala
con su aliento la razón.
Si del tránsito errabundo
pérfidamente el azar
se complace en apartar
lo feliz que te da el mundo,
que no te cause tristeza
el no saber qué será:
un extremo siempre está
terminando si otro empieza.
Deja a los males desiertas
las rejas que te circundan:
por el cieno en que se inundan
las plantas están despiertas.
Absorta desde el peñasco
el águila se contempla
y la adversidad (inmensidad me dijo) la tiempla
y no la inmuta el chubasco.
Mantén el ansia serena,
no se evita el porvenir:
si el cisne canta al morir
por algo alegra su pena.
Confía siempre, el acaso
de incógnitas se mantiene:
la alborada siempre viene
al fenecer cada ocaso.
¿Lloras? Desesperaciones
abundan al por mayor,
pero al fin queda un dulzor
como el ritmo en las canciones.
Que tu aliento no decrezca
al presentir la agonía:
para que relumbre el día
es fuerza que se oscurezca.
1963.

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