Según información difundidad en el periódico The New York Times, la Santa Sede ha encargado a un grupo de investigadores que revise intensamente los 229 seminarios de EE UU en busca de “pruebas de homosexualidad” y de miembros del clero que disientan de las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Estas investigaciones preceden a un documento que la Santa Sede publicará en las próximas semanas en el que prohíbe el acceso de los gays al sacerdocio.
El diario explica que un sacerdote facilito a sus redactores la orden vaticana.
El diario explica que un sacerdote facilito a sus redactores la orden vaticana.
Y de hecho ya hay línea al respecto, la semana pasada el arzobispo castrense de EE UU, Edwin O'Brien, afirmó públicamente que “cualquiera que mantuviera actividades homosexuales o tuviera fuertes inclinaciones homosexuales” no sería admitido en los seminarios.
Los seminarios de EE UU están bajo lupa desde que en 2002 se produjera la cadena de escándalos de pederastia por parte de varios sacerdotes. El costo para la Conferencia del Episcopado Norteamericano fue altísimo: alrededor de 100 millones de dólares, además la pérdida de confianza en la institución.
Los seminarios de EE UU están bajo lupa desde que en 2002 se produjera la cadena de escándalos de pederastia por parte de varios sacerdotes. El costo para la Conferencia del Episcopado Norteamericano fue altísimo: alrededor de 100 millones de dólares, además la pérdida de confianza en la institución.
El Times indica que fuentes de la Iglesia tanto admiten que estos casos y la investigación en los seminarios están relacionadas. Ese nexo es un estudio interno que concluyó que el 80% de las personas que sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes eran niños.
Sin embargo, los expertos en sexualidad no se cansan de repetir que la homosexualidad y la atracción por los menores no tienen nada que ver entre sí y explican que si hay muchos más niños que niñas entre las víctimas es porque los curas pederastas se sentían, además, atraídos por el sexo masculino. A pesar de ello, varios altos responsables de la curia insisten en vincularlo.
El Catecismo de la Iglesia católica señala que las personas con “arraigadas” tendencias gays deben vivir en castidad porque “los actos homosexuales son intrínsicamente desordenados”.
Sin embargo, los expertos en sexualidad no se cansan de repetir que la homosexualidad y la atracción por los menores no tienen nada que ver entre sí y explican que si hay muchos más niños que niñas entre las víctimas es porque los curas pederastas se sentían, además, atraídos por el sexo masculino. A pesar de ello, varios altos responsables de la curia insisten en vincularlo.
El Catecismo de la Iglesia católica señala que las personas con “arraigadas” tendencias gays deben vivir en castidad porque “los actos homosexuales son intrínsicamente desordenados”.
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