21 feb 2006

El banquero del Papa

Murió en Sun City, Arizona, EU Monseñor Paúl Casimir Marcinkus, denominada por mucho tiempo el banquero de Dios. Tenía 84 años de edad. 
El prelado manejó durante casi veinte años -desde 1972 hasta su retirada en 1989- el Instituto de Obras para la Religión (IOR), conocido familiarmente como el 'Banco del Papa'. La autonomía e independencia de que gozaba desde 1942 esta institución permitió al arzobispo una gran libertad de movimientos.
Esta autonomía se tradujo en los oscuros contactos que mantuvo con los banqueros italianos Michele Sindona (asesor financiero de pablo VI) y Roberto Calvi, cuyas aventuras financieras internacionales culminaron con la quiebra de sus bancos, en especial el Ambrosiano de Milán. El fraude dejó un agujero de 1,400 millones de dólares de entonces y muchos muertos.
El arzobispo Marcinkus estuvo implicado en la bancarrota del banco Ambrosiano que aparece reflejado en el filme El Padrino III.
Varios libros e investigaciones periodísticas sostienen que además estuvo implicado en la muerte de Albino Luciani (el papa Juan Pablo I) teoría que nunca ha sido demostrada.
Lo que es cierto es el colapso del Banco Ambrosiano fue el peor escándalo que sacudió a la Iglesia católica bajo Juan Pablo II, que implicó alegatos de vínculos sospechosos con la mafia italiana y la oscura logia masónica P-2 (Propaganda dos).
El jefe del Banco Ambrosiano Roberto Calvi huyó de Italia luego de que se declarara la bancarrota del banco y tiempo después lo hallaran ahorcado en Londres en junio de 1982.
Tráfico de armas, evasión de divisas, blanqueo de dinero y la quiebra del banco dejaron el paso a la mafia como protagonista del crimen.
Calvi había vivido peligrosamente los últimos diez años anteriores a su muerte. Incluso la policía italiana le había revocado el pasaporte para impedir que fugara de Italia y la inteligencia norteamericana le seguía los pasos desde la quiebra de Michele Sindona, preso en EE UU cuando Calvi murió. (Sindona se suicidó o fue envenenado en la cárcel).
Y aunque Marcinkus fue acusado de prácticas financieras dudosas, Karol Wojtyla lo dejó a cargo del IOR hasta 1989.
Fiscales italianos lo acusaron de complicidad en bancarrota fraudulenta, pero el Vaticano se negó en 1987 a extraditarlo, citando sus acuerdos con Italia.
El Vaticano dijo que él había sido una víctima en el caso y que no había hecho nada mal, pero el caso del Banco Ambrosiano sigue sin resolverse.
Paul Casimir Marcinkus era un hombre "muy temido y poco amado", según cuenta su biógrafo Gianni Morandi, con una vida azarosa más propia de los enredos mundanos que de la santidad eclesiástica; fumaba dos paquetes de Marlboro al día y era aficionado al bourbon.
Hijo de emigrantes polacos, nació en 1922 en el barrio de Cicero, cerca de Chicago. Se ordenó sacerdote en 1945. En 1959 estuvo en la Secretaría de Estado del Vaticano y llegó a ser uno de los hombres de confianza del Papa Pablo VI. Así, se convirtió en el intérprete, el organizador de sus viajes y en su guardaespaldas, trabajo por el que se ganó el apodo de 'el gorila' en los medios de comunicación.
Descanse en paz Paul Casimir Marcinkus, el banquero del Papa.

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