24 jul 2006

Las cartas sobre la mesa



El día de hoy hubo un intercambio de misivas entre Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón.
Esta son las cartas.
La primera es larga de cuatro cuartillas, y fue entregada a las 16:30 horas en la casa de campaña de Felipe Calderón, esta dirigida en su calidad de Candidato a la presidencia de la república y López Obrador tambien la firma como tal.
Los subrayados en negritas son míos.
México, DF a 24 de julio de 2006
C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa
Candidato a la Presidencia de la República del Partido Acción Nacional
Presente
Vivimos momentos cruciales para nuestro País. Son tiempos que demandan a todos los actores políticos la lucidez y la integridad que permiten estar a la altura de las circunstancias. De lo que hagamos o dejemos de hacer, dependerá el futuro de nuestro pueblo.
No sólo está en juego la Presidencia de la República sino el derecho de los ciudadanos a elegir libre y democráticamente a sus gobernantes. Esa exigencia histórica nos obliga a dejar a un lado los intereses particulares y a elevar, por sobre todas las cosas, los intereses de la Nación.
Como usted sabe, el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades y de actos fraudulentos. Durante la campaña, el Consejo General del IFE actuó de manera facciosa; la publicidad en los medios de comunicación no fue equitativa; en su campaña se gastó dinero a raudales, de procedencia desconocida, y se rebasaron por mucho los topes establecidos por la ley; grupos de intereses creados pusieron en práctica un activismo ilegal; se recurrió a la "guerra sucia", a la mentira y a las campañas del miedo; se usaron los programas sociales del Gobierno federal y otros recursos públicos en apoyo a su candidatura; fue pública y notoria la injerencia del Presidente de la República para golpearnos. Y, por si todo esto no bastara, hubo manipulación en los sistemas de cómputo electoral y se falsificaron resultados en miles de actas de escrutinio.
En pocas palabras: se violaron los principios rectores que deben prevalecer en una elección democrática, establecidos en el artículo 41 constitucional.
Al decir esto, no descalifico a millones de mexicanos que participaron en la elección con su voto y con su esfuerzo. Por el contrario, reconozco el compromiso cívico de la mayoría de quienes cuidaron las casillas y contaron los votos. Si estos ciudadanos no hubiesen actuado con rectitud, defendiendo la democracia, el fraude hubiese sido mayor.
Sin embargo, hubo quienes no se comportaron con honestidad y distorsionaron la voluntad ciudadana expresada en las urnas. Como usted comprenderá, yo nunca podré decir que estas elecciones fueron equitativas, limpias y libres. No obstante, por mi responsabilidad como dirigente de un movimiento democrático, y frente a la demanda de millones de mexicanos de llevar a cabo un recuento voto por voto, casilla por casilla, le propongo lo siguiente: Si usted se pronuncia a favor del recuento de todos los votos, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordena esta diligencia, yo ofrezco el compromiso de aceptar los resultados, si a usted le favorecen, y no convocar a más movilizaciones. De la misma manera, usted tendría que aceptar el fallo emitido por el Tribunal si resulto triunfador en el recuento.
Sé muy bien que, de conformidad con la ley, le corresponde al Tribunal calificar la elección y tomar las decisiones sobre las impugnaciones y el recuento de los votos; pero como es obvio, si usted acepta y hace público su acuerdo con esta propuesta, el Tribunal tendría todos los elementos políticos y legales para resolver la inconformidad generada por esta elección, de la mejor forma posible.
En otras palabras: lo más conveniente para México es que que ambos aceptemos el recuento de los votos y nos comprometamos a respetar el resultado.
En países democráticos hay ejemplos en los que el candidato que resulta ganador por estrecho margen, ha propuesto revisar las irregularidades y contar los votos, despejando así las dudas sobre su triunfo. Ahí está el caso reciente de Óscar Arias, en Costa Rica, quien habiendo obtenido el triunfo por pocos votos, pidió que se revisaran todas las denuncias de su adversario y que se contaran manualmente todas las boletas.
Al final del recuento, se confirmó ganador y su triunfo fue legítimo e inobjetable, lo que fue reconocido por el otro candidato y la sociedad en su conjunto.
En caso de que usted no acepte esta propuesta, asumirá su responsabilidad de cara a los mexicanos. Si el Tribunal no cuenta los sufragios y avala su "triunfo", quedará para siempre la sospecha o la certidumbre de que usted no ganó en las urnas y de que hubo fraude en la elección. De ser así, para millones de mexicanos usted será un Presidente espurio y nuestro País no merece ser gobernado por alguien que no tenga autoridad moral ni política.
Además, le expreso que, en tanto no se resuelva el recuento de los votos y se pretenda imponerle, seguiremos recurriendo a la resistencia civil pacífica que siempre ha sido utilizada en México —por cierto, también por ustedes— y en el mundo, cuando se trata de hacer valer los derechos sociales, civiles y ciudadanos.
Asimismo, quiero señalarle que nuestro movimiento siempre se ha conducido con responsabilidad, de manera pacífica y legal. Nuestras manifestaciones están garantizadas por la Constitución mexicana y, por tanto, son un derecho ciudadano. Sus declaraciones acerca de que "la fuerza de los pacíficos prevalecerá sobre la fuerza de los violentos", con el señalamiento explícito de nosotros "los pacíficos" y ustedes "los violentos", constituyen una calumnia que sólo aumenta la crispación política y social, y en los hechos, se vuelve un llamado al enfrentamiento entre mexicanos.
Por último, le expreso que la demanda de contar "voto por voto, casilla por casilla" surgió del pueblo y yo estoy comprometido con ese clamor ciudadano. Entiendo que así se defiende la democracia y el derecho de los mexicanos a elegir libremente a sus gobernantes.
En este momento histórico en el que se juega el futuro de nuestro País, lo que nosotros proponemos es una salida racional; una solución legal y política.En suma: si usted sostiene que ganó, si usted está convencido de que obtuvo la mayoría de los votos, no tiene por qué negarse a despejar dudas y transparentar la elección.
El que nada debe, nada teme.
Usted tiene la palabra, espero su respuesta.
Atentamente, Andrés Manuel López Obrador
Candidato a la Presidencia de la República de la coalición Por el Bien de Todos

¡Y la respuesta no se hizo esperar!
Cinco horas después Felipe Calderón responde la carta misma que fue entregada a las 21:27 horas por Rogelio Carbajal, secretario particular de Felipe Calderón. Tocó el timbre de la casa de campaña de Andrés Manuel López Obrador y dijo: "Buenas noches, vengo a entregar una carta".

Por cierto, no lo trata ni firma como candidato.

¡Cual debe de ser! y pues con la respuesta Calderón asume su responsabilidad planteada por AMLO como una amenaza.

Y pues las cartas daran de que hablar.

C. Lic. Andrés Manuel López Obrador.

Presente.-

La jornada electoral del pasado 2 de julio fue un esfuerzo cívico de casi cuarenta y dos millones de ciudadanos que votaron en libertad. Cientos de miles de mexicanas y mexicanos colaboraron con el Instituto Federal Electoral para recibir y contar cada voto en presencia de representantes de todos los partidos políticos.
La contienda fue equitativa. Los candidatos recorrimos el país sin límites ni cortapisas. Los medios de comunicación estuvieron abiertos a todas las expresiones políticas y dieron testimonio de la pluralidad en que vivimos los mexicanos. En ese contexto, todos los candidatos fuimos convocados a dos debates presidenciales. Usted, por propia voluntad, decidió participar en un solo debate, y su partido se opuso rotundamente a la celebración de otros más.
En suma, las elecciones federales para renovar el Poder Legislativo de la Unión y la Presidencia de la República fueron limpias, libres y democráticas. Así lo atestiguaron casi un millón de ciudadanos que fueron funcionarios de casilla y más de un millón y medio de representantes de casilla entre ellos cientos de miles representándolo a usted. También así lo atestiguaron los observadores nacionales y extranjeros acreditados y todos los candidatos a la Presidencia de la República lo reconocimos públicamente el 2 de julio, aun antes de conocer los resultados.
La decisión de recontar votos no corresponde a los candidatos ni a los partidos sino al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, en ejercicio de sus atribuciones aplicará la ley. Al final del proceso dictará sentencia definitiva a la que todos debemos someternos. La petición que usted ha formulado no depende de lo que los candidatos opinemos sino de lo que la ley dispone. En mi caso respetaré escrupulosamente la resolución que el Tribunal determine respecto a su petición y, desde luego, acataré lo que resuelva respecto de las impugnaciones presentadas.
Los mexicanos ya votamos. La verdadera defensa de la democracia consiste en el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas y a las instituciones responsables de organizar y calificar el proceso electoral. Respetar el voto es respetar a México.
Le reitero mi invitación para que dialoguemos sobre el momento tan importante que vive el país. Lo invito con sinceridad a que, por encima de nuestras divergencias, identifiquemos nuestras coincidencias. Lo invito a hacer política genuina que nos permita edificar el proyecto común que es México.
Este es el momento de la unidad nacional, de la concordia y de la paz.
Este es el mandato de los mexicanos.
Atentamente,
Felipe Calderón Hinojosa.

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