18 abr 2008

XX reunión de Procuradores

Palabras del Procurador Eduardo Medina Mora durante la Inauguración de la Vigésima Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia; 17/04/2008;
Muy buenos días a todos....
Queridos compañeros, colegas Procuradores de Justicia de los Estados de la República.
Agradezco de verdad, al señor Gobernador de Tabasco, mi querido amigo Andrés Granier Melo, el generoso apoyo que nos ha brindado para la realización de esta Vigésima Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, especialmente en este momento en que los tabasqueños dedican todo su empeño en superar la grave contingencia ocasionada por las severas inundaciones que padecieron.
Saludo también a mi amigo y colega, Gustavo Rosario Torres, Procurador General de Justicia del Estado, y le expreso mi reconocimiento y agradecimiento por su colaboración para organizar esta reunión, de la cual habrán de surgir, estoy cierto, resultados trascendentes.
La sociedad nos reclama eficacia para garantizar la integridad y seguridad de las personas, sus familias y propiedades, y lo reclama con toda razón, pues el dar certidumbre a los ciudadanos en estas materias es la primera obligación del Estado.
Por ello nuestro objetivo común debe ser fortalecer la unidad de propósito y de acción para hacer frente al crimen y a la violencia con mayor eficacia.
La magnitud del desafío que enfrentamos nos obliga a trabajar coordinadamente, con toda nuestra capacidad, de modo que todas las instituciones y los tres órdenes de gobierno sumemos los recursos a nuestra disposición para garantizar el imperio de la ley en todo el territorio nacional.
Los operativos conjuntos entre autoridades federales y gobiernos locales están dando buenos resultados y se mantienen en donde más se requieren. Con base en los resultados obtenidos y con la experiencia adquirida, los operativos se han extendido hacia otras partes donde la delincuencia organizada se convierte en amenaza a la seguridad y tranquilidad de sus habitantes.
Aprovecho esta ocasión para expresar, a través de ustedes, un reconocimiento público a los gobiernos estatales y municipales, y a sus instituciones de seguridad y procuración de justicia, por el compromiso adquirido y el esfuerzo empeñado en esta enorme y difícil tarea, con la que estamos restableciendo el orden y la seguridad en las regiones, fortaleciendo los cuerpos policiales y de procuración de justicia.
La estrategia desplegada hasta ahora ha permitido, en relativamente poco tiempo, dañar las estructuras operativas, financieras y logísticas de las organizaciones criminales en las regiones donde habían asentado su dominio y actuaban con total impunidad.
Mediante acciones conjuntas, se ha logrado la captura de jefes, lugartenientes, operadores y sicarios relevantes en sus estructuras.
La nueva estrategia que juntos estamos construyendo se sustenta en la profundización de las tareas de inteligencia y el uso de tecnologías modernas para el procesamiento de información sobre las cadenas de valor de la delincuencia organizada.
Una estrategia así favorece tomar decisiones de manera planificada y con una amplia visión geográfica y organizacional para desarticular a estas organizaciones delictivas que nos disputan el derecho a vivir en paz y en tranquilidad en nuestras comunidades.
Sin embargo, y hay que subrayarlo, nos queda mucho camino por andar. La delincuencia, sí, está afectada, pero busca emprender otras modalidades delictivas, y encontrar siempre nuevas formas de adaptación a su cambiante entorno, con el fin de mantener el acceso a ganancias ilícitas.
Es preciso, entonces, mantener la iniciativa para garantizar la primacía del Estado mexicano sobre cualquier fuerza o grupo que atente contra la paz social, el bienestar y el desarrollo de las personas, las familias, las empresas y las instituciones públicas, en todas las regiones.
Como es lógico, un tema central de esta Vigésima Asamblea será la Reforma Constitucional de Seguridad y Justicia aprobada en marzo por el Congreso de la Unión, y actualmente en proceso de ratificación por las legislaturas estatales.
De aprobarse esta reforma por las legislaturas estatales, se abrirá paso a un cambio sustancial en nuestros sistemas de justicia penal y seguridad pública, que permitirá impulsar la modernización definitiva de las instituciones de procuración y administración de justicia, tanto federales como estatales, y sobretodo con una profunda reforma policial, fortalecer los cuerpos de seguridad de los tres órdenes de gobierno.
Como ustedes saben bien, estas reformas imponen nuevos desafíos a esta Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Por eso, abriremos los espacios necesarios para abordar los asuntos relacionados con su implementación, una vez que se apruebe constitucionalmente. Algunos de éstos, son: la transformación de las leyes secundarias; los cambios de diseño institucional, organizacionales y administrativos de instituciones y organismos implicados; los programas de capacitación y profesionalización de jueces, abogados, personal ministerial, peritos y policías, y los requerimientos presupuestales para el financiamiento de estos procesos.
En los últimos meses hemos visto con satisfacción la realización de numerosas reuniones regionales de procuradores, de sus comités técnicos y de sus grupos de especialistas, para analizar el fenómeno delictivo e implementar acciones para acotarlo. Esto significa que trabajamos al mismo tiempo con una visión nacional y con una atención regional.
Nuestros grupos de trabajo han avanzado así en el desarrollo de mejores esquemas de operación, buscando en lo posible la homologación de estrategias y procedimientos, el uso de plataformas tecnológicas comunes para el intercambio de información y el diseño de propuestas y soluciones que puedan ser aplicadas en todo el País para profundizar el combate al crimen organizado.
En la agenda de trabajo que habremos de abordar en esta ocasión, la lucha contra la delincuencia organizada será uno de los temas principales. Atendiendo las experiencias de ustedes y las propuestas de sus grupos, haremos una evaluación de las acciones realizadas a partir de nuestros anteriores acuerdos, y asumiremos nuevas acciones de coordinación para fortalecer esta lucha que habremos de ganar todos juntos.
Ningún esfuerzo será suficiente en esta lucha si no minamos la capacidad financiera de las organizaciones criminales, que por su volumen se ha convertido en un problema de relevancia mundial.
Por ello, resulta oportuno en esta ocasión podemos atender la solicitud formulada por la Comisión Nacional Bancaria, de instaurar un protocolo para combatir las operaciones con recursos de procedencia ilícita, de una manera corresponsable en la esfera de las atribuciones de cada una de las instancias participantes. El lavado de dinero es un delito que, por disposición de la ley, nos corresponde a todos combatir.
Otro eje en esta lucha es el combate al narcomenudeo, uno de los delitos más condenables, pues atenta directamente contra la salud de los niños y los jóvenes de México. La Procuraduría General de la República presentará en esta ocasión el rediseño sistémico de las Unidades Mixtas para la Atención del Narcomenudeo, pero no se limita de ellas, que busca estrechar el trabajo de los tres órdenes de gobierno en la investigación y persecución de este ilícito.
No podemos escatimar esfuerzo alguno para atacar tanto la oferta como la demanda de narcóticos. Debemos fortalecer las acciones para disminuir la venta de droga, pero también debemos atender el grave problema de las adicciones.
En esta Asamblea recibiremos al Consejo Nacional contra las Adicciones, para promover la participación de las Procuradurías en los Consejos Estatales contra las Adicciones, que se instalarán en toda la República.
Dos temas centrales de nuestra ocupación, que ahora se presentan acompañados, son el secuestro y la extorsión, delitos que lastiman profundamente a las víctimas y a sus familias.
La sociedad exige, con justa razón, una acción efectiva del Estado para terminar con ellos. Resulta insoslayable fortalecer los trabajos de inteligencia y coordinación operativa que se vienen desarrollando en el Grupo de Planeación y Análisis Estratégico para el Combate al Delito de Secuestro en esta Conferencia.
En la misma línea abordaremos el tema de la extorsión telefónica, el cual ha experimentado un incremento inaceptable. Habremos de revisar las propuestas para enfrentar con nuevos esquemas estos problemas.
Resulta de suma importancia ampliar la coordinación con las instituciones reguladoras de las comunicaciones y comprometer una mayor participación social en la atención de este delito.
Otro tema de la reunión será la presentación, por parte de la recientemente creada Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, de un nuevo modelo de vinculación institucional estratégica, a través del cual se busca ofrecer atención integral y procuración de justicia a las víctimas de estos delitos.
Será también de la mayor importancia analizar la propuesta surgida de las reuniones de Directores Generales de Servicios Periciales de las Procuradurías, referente a la creación de una base de datos nacional genética, a partir de las experiencias registradas y las modificaciones legales recientes en esta materia.
Queridos amigos colegas Procuradores:
Por experiencia propia sabemos que el diálogo, el análisis y la discusión son las herramientas con las que se construyen los acuerdos necesarios para edificar políticas públicas de largo aliento que se traduzcan en seguridad y tranquilidad para los mexicanos.
Quienes integramos la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia estamos conscientes de la alta responsabilidad de lograr que la sociedad reciba de sus instituciones de justicia una justicia verdadera, una justicia expedita, completa e imparcial.
Los resultados de esta reunión, no me cabe ninguna duda, contribuirán a dar cuerpo y armonía, en cada entidad federativa y en el conjunto de la República, al salto de calidad que estamos dando para reafirmar el Estado de derecho que corresponde a una verdadera democracia.
El Estado del cual es posible garantizar a los ciudadanos en su vida cotidiana las certidumbres básicas que demanda naturalmente.
Para eso estamos aquí: para trabajar por México con unidad, convicción y voluntad.
Nos deseamos juntos el mayor de los éxitos en los trabajos de esta Conferencia.
Muchas gracias.

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