La OEA aprobó por unanimidad una declaración en la que urge a las FARC a que liberen de "inmediato" y sin condiciones a todos los secuestrados, y exhortan a la guerrilla a que renuncie a la violencia y establezca un diálogo con las autoridades colombianas. En el texto de la declaración, los Estados califican el secuestro como un “crimen atroz” y expresan su respaldo a los esfuerzos del Gobierno del presidente Álvaro Uribe, para lograr la paz en Colombia.
La declaración de tres puntos fue aprobada en una sesión especial del Consejo Permanente de embajadores de la organización pedida por Colombia para explicar detalles de la operación de rescate realizada el 2 de julio.
El embajador de Panamá, Arístides Royo, dijo que el primer punto es “un mensaje al pueblo colombiano que ama la paz, la seguridad”; el segundo es “un mensaje a las Farc de 34 estados del hemisferio americano que le están diciendo que depongan las armas, que establezcan un diálogo”.
“Pero también esta corta declaración le está mandando un contundente mensaje al gobierno colombiano al decirle ’tienda usted la mano a ese diálogo’ y pedirle también que sea generoso para que se alcance la paz en ese país”, dijo.
Los oradores expresaron uno por uno la satisfacción de sus gobiernos por la liberación de los rehenes que fueron mantenidos cautivos por las Farc por hasta 10 años.
El embajador de Nicaragua Denis Ronaldo Moncada, se refirió a las FARC como “fuerzas beligerantes” con las cuales, dijo, el presidente Álvaro Uribe debería dialogar. En tanto, el embajador de Bolivia Reynaldo Cuadros Anaya afirmó que el resultado de la operación colombiana fue “una sorpresa para todos”, y pidió “no descuidar de mirar los temas de fondo” en el conflicto de Colombia que dura ya más de 40 años.
“Tenemos que ver que no sólo haya escenarios de diálogo sino afrontar los problemas que hacen que estos conflictos no se puedan resolver haciendo operaciones especiales”, dijo.
La embajadora Marie France Pagnier, hablando en nombre de Francia, único país observador que intervino en la sesión, informó que su gobierno está dispuesto a recibir a miembros de las FARC que se desmovilicen, cumpliendo un ofrecimiento que le ha hecho el presidente Nicolas Sarkozy a su colega Alvaro Uribe. "Francia estaría lista a recibir, si fuera necesario, a los que se acojan al desarme, después de la liberación de todos los rehenes". El embajador colombiano Camilo Ospina promovió la sesión para que la comunidad interamericana pudiera conocer los pormenores de la llamada Operación Jaque, que culminó sin dispararse un tiro y con la liberación de rehenes entre los cuales estaban la candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses.
El general Gilberto Rocha, ex jefe de las fuerzas militares colombianas y actual miembro de la Junta Interamericana de Defensa, se encargó de la presentación que incluyó antecedentes y videos que trajeron emotividad a la sala de sesiones en la sede de la OEA.
Pero, aun así, el embajador nicaragüense no pareció totalmente convencido de la veracidad de la información. Moncada dijo que circularon una “variedad de versiones” sobre los hechos, en los cuales había también “diversos intereses transnacionales” en juego.
El secretario general José Miguel Insulza, hablando a través de una transmisión de video desde Santiago de Chile, donde está en una reunión ministerial de una semana, dijo que al conocerse la operación “sentimos una enorme sensación de asombro... y lo visto en la sesión hoy día nos confirma ese asombro del cual todavía no salimos”.
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Hacia la marcha por la paz, y la liberación de secuestrados.
Los organizadores aspiran a que se celebren en unas 165 ciudades del mundo, cifra similar al registro del pasado 4 de febrero cuando se produjo una manifestación multitudinaria.
La marcha es una exigencia de la sociedad civil para que se elimine la práctica del secuestro en Colombia.
“A la fecha hay confirmadas 35 ciudades y (se) espera que sean las 165 que se movilizaron el 4 de febrero pasado en Colombia y el mundo o más (...)” , dijo Olga Lucía Gómez, directora de la Fundación País Libre, que lucha contra el secuestro y asesora a víctimas y familiares.
Hasta ahora hay confirmación de que esas marchas para pedir la puesta en libertad no sólo de rehenes de las Farc, sino de otros grupos armados, se adelantarán en 14 ciudades colombianas y 21 en otras de América y Europa.
Además de País Libre, otras tres entidades civiles organizan la movilización del 20 de julio, fecha en que además, se celebra en Colombia en Día de la Independencia.
A esta convocatoria se unieron todos los medios de comunicación colombianos que hacen llamados permanentes para asistir a las marchas.
Colombia Soy Yo (CSY), promotores de la marcha del 4 de febrero, Red de Iniciativas por la Paz (Redepaz) y el grupo de Facebook “Un millón de voces contra las Farc”, son los organizadores de la nueva movilización.
Esa propuesta fue lanzada la semana pasada tras el rescate militar de quince rehenes de esa guerrilla, incluida la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, tres estadounidenses y once soldados y policías, del grupo de 40 canjeables de ese grupo rebelde.
Según País Libre, en Colombia más de 2.800 personas permanecen secuestradas por distintos grupos desde hace doce años.
Las marchas son una exigencia de la sociedad civil para que “se elimine la práctica del secuestro en Colombia”, dijo a periodistas la directora de País Libre.
Las movilizaciones no están dirigidas solamente a las Farc, también contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN), los paramilitares y la delincuencia común, que tiene personas secuestradas“, dijo Gómez.
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