26 nov 2008

La fuga de "El Flaco"

Salvador García Soto, publicó en su columna Serpientes y Escaleras el pasado 9 de octubre en El Universal:
… La fuga hollywoodesca del secuestrador Ángel Cisneros, alias El Flaco, revivió las pugnas entre la SSP de Genaro García Luna y la PGR de Eduardo Medina Mora. En la AFI hay malestar por el trato dado a sus tres compañeros que custodiaban al secuestrador que se escapó del Hospital de Xoco. Afirman que los tres agentes federales presos en el Reclusorio Norte por esa fuga no son los únicos responsables. Y culpan también a Nicandra Castro, titular de la Unidad Antisecuestros de la PGR, porque fue ella quien, extrañamente, ordenó que al secuestrador —capturado por los afis el 27 de septiembre en la delegación Álvaro Obregón— se le llevara al Hospital de Xoco, en lugar de internarlo en la Torre Médica, un hospital privado a donde siempre llevan a presuntos delincuentes arraigados. La misma SIEDO, de la que depende Nicandra, dispone, por cuestiones de seguridad, el uso de ese hospital privado, pero la funcionaria ordenó que a Cisneros lo trasladaran al saturado e inseguro hospital público.
Fue ahí donde los agentes, Alejandro Reza Román, Armando Ramírez García y Erick Israel Espinoza Campos, cometieron el error de no verificar que la sala de radiología tenía dos salidas y se quedaron esperando en una puerta a que sacaran al secuestrador, cuando éste ya se había escapado. Pero en la AFI insisten en que ellos no son los únicos responsables y piden que Nicandra explique por qué decidió cambiar el hospital para el arraigo del secuestrador…
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En la columna Pública de Miguel Ángel Granados (Reforma 1 de octubre de 2008), comenta que "Resulta que con dinero público, es decir de los contribuyentes, se busca remediar un error o, peor aún, un acto de corrupción de un subcomandante y dos miembros de la Agencia Federal de Investigación que incurrieron en "omisiones significativas en la custodia del presunto secuestrador Ángel Cisneros Marín". Éste había sido detenido el sábado, y entonces admitió ante un agente del Ministerio Público adscrito a la SIEDO haber participado en cuatro secuestros, en que le tocaba cuidar a las víctimas en las casas de seguridad respectivas. En la madrugada del domingo, Cervantes Marín se sintió enfermo o fingió que lo estaba, y muy amablemente se ordenó conducirlo al hospital de Xoco, en Coyoacán. Entre los exámenes que se le iban a practicar se incluyó una radiografía, pero aprovechando que en la cabina de rayos equis una puerta permitía el acceso a la calle el presunto delincuente se evadió. Junto con los agentes judiciales el técnico radiólogo que lo atendió fue también consignado. Cisneros Marín tiene 36 años, mide 1.70 metros, es de complexión delgada, cabello negro, tez morena y ostenta un tatuaje de la Santa Muerte en la pantorrilla derecha, que se muestra en una fotografía, junto con las de su rostro de frente y de perfil, incluida en los mensajes en que se ofrece la recompensa de 500 mil pesos."

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¿Y ocurrió el milagro!