2 ene 2008

En Colombia

Triste fin de año (por la no liberación de rehenes), editorial, periódico EL TIEMPO, 2/01/2008
En lugar de la feliz y esperada noticia de la liberación de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González, los últimos cinco días del año se convirtieron en otra gran frustración para los colombianos. Una más por cuenta de la cruel intransigencia de las Farc, que decidieron suspender la entrega de tres secuestrados a sus familias, ante el desconcierto de los comisionados de seis gobiernos y de la prensa internacional, que fueron testigos de primera mano de las increíbles dificultades, aun para que se concrete un acuerdo humanitario mínimo como es esta liberación.
Entre el miércoles, cuando el presidente Hugo Chávez anunció en rueda de prensa la 'Operación Emmanuel', prometiendo que si el Gobierno colombiano accedía los tres rehenes estarían de vuelta en sus casas en menos de 48 horas, y el lunes por la tarde, cuando leyó el comunicado en que las Farc aplazaron la entrega, alegando falta de seguridad, Colombia y el mundo estuvieron en vilo. Los comisionados internacionales esperaron en vano las coordenadas para ir a buscar a los secuestrados. Y todo se saldó sin su entrega y con otra escalada en la tensión entre Colombia y Venezuela.
El presidente Álvaro Uribe aseguró que no ha habido combates en la zona donde se haría la entrega, ofreció un corredor de seguridad para realizarla y soltó una 'hipótesis-bomba': la demora obedece a que Emmanuel no estaría en poder de las Farc, sino que habría sido entregado en el 2005 al ICBF en el Guaviare. Chávez contestó que no creía en el Gobierno colombiano y sí en las Farc, y criticó la hipótesis como una "bomba de humo" y un intento de "dinamitar" la entrega.
Más allá de la tensión entre los dos gobiernos, el hecho es que las Farc, no contentas con el vasto despliegue internacional de propaganda que representa la 'Operación Emmanuel', volvieron por enésima vez a mamarle gallo a todo el mundo. Y lo hicieron con la pasmosa crueldad a que nos tienen acostumbrados. Hora tras hora, fueron aplazando la entrega de las coordenadas y convirtieron esos días casi vacíos de noticias en un show de suspenso que ocupó las primeras planas de los medios.
Como si esto no bastara, la hipótesis del Gobierno colombiano sobre Emmanuel dio un toque macabro a este triste fin de año. ¿Qué sentido tiene hacer semejante anuncio sin que se dispusiera de las pruebas de ADN o sin hablar primero con doña Clara de Rojas? Parece altamente improbable que un gobierno lance semejante hipótesis sin una sólida base. De ser cierto, el cinismo y la maldad de las Farc habrían rebasado todo límite.
¿Qué sentido, entonces, tiene esta tenebrosa farsa de las Farc de jugar con la suerte de un niño que dicen tener secuestrado pero que hace dos años supuestamente fue entregado al ICBF con evidentes señales de maltrato y desnutrición? Algo tan horrendo es difícilmente imaginable. Y, sin embargo, los colombianos, acostumbrados a toda suerte de horrores, acaban el año con semejante noticia, que añadiría un nuevo capítulo a esta interminable saga de degradación humanitaria que caracteriza a las Farc.
Preocupa, además, lo que viene. Los comisionados internacionales abandonaron el país y no se sabe cuándo volverán. ¿Habrá liberación? ¿Cuándo y en qué condiciones? No le queda bien a un jefe de Estado como Chávez continuar echando gasolina a su enfrentamiento con Uribe para bajarle el tono al engaño de que ha sido objeto por parte de las Farc. Tampoco le conviene avalar las versiones de este grupo armado ni cuestionar las garantías que con tanta insistencia ha ofrecido el Gobierno colombiano para que la operación humanitaria culminara con éxito.
Lo único cierto es que a las Farc parecen importarles poco los buenos oficios de la comunidad internacional, que con innegable generosidad movilizó a destacadas personalidades para traer a la libertad a tres indefensos colombianos. ¿Cuánto más puede estirar Chávez sus diferencias con el presidente Uribe en aras de lograr el intercambio humanitario? Por el momento, las grandes perdedoras son las Farc, que siguen usando la vida de dos mujeres y un niño para mofarse de todo el mundo. Incluido el mandatario venezolano.
editorial@eltiempo.com.co
Comunicado de las FARC, 9/12/2007;
1. Álvaro Uribe fracasó en su intento por manipular al presidente Chávez y a la senadora Piedad Córdoba. De nuevo mostró su verdadero rostro como enemigo que es del acuerdo humanitario y de la paz concertada.
2. La indignante anulación de la gestión facilitadora fue un acto de barbarie diplomática contra el legítimo jefe de un Estado hermano y contra el pueblo venezolano, solidarios con la solicitud hecha desde Bogotá. Con ese vergonzoso portazo se sentó un pésimo precedente, pues también lo recibieron el presidente Sarkozy, los presidentes latinoamericanos solidarios con la tarea facilitadora, otros gobiernos siempre diligentes para asuntos humanitarios, el movimiento de países no alineados, los pueblos de Francia, Estados Unidos, Latinoamérica entera y, especialmente, los esperanzados familiares de los prisioneros de guerra de las dos partes que presentían más cerca el final de sus angustias.
3. Este gobierno que se refiere a las Farc como si estuviese ganando la guerra, con fantásticos discursos dirigidos a las élites empresariales del mundo, no engaña a los 30 millones de colombianos pobres ni a las pauperizadas capas medias víctimas de la diaria violencia económica, social y militar del estado. Mucho menos pudo ocultarle al mundo con el mendaz comunicado que canceló la facilitación, la intensa confrontación armada de profundas raíces político-sociales que vive Colombia, ni la ilegitimidad del régimen cuyo presidente y buena parte de sus congresistas, alcaldes y gobernadores fueron elegidos gracias a la directa gestión política, financiera y armada del terrorismo narcoparamilitar.
4. Acobardado para negar con franqueza cualquier posibilidad de acuerdos humanitarios, confundido para precisar si las Farc son terroristas o una fuerza política-militar, beligerante, con la que está dispuesto a dialogar y llegar a acuerdos, el presidente Uribe sin ninguna seriedad, cambia radicalmente sus opiniones cada fin de semana e improvisa inaceptables propuestas como la actual para que realicemos diálogos con el mentiroso comisionado Restrepo, en inhóspitos, remotos y clandestinos lugares, con plazo de 30 días, mientras que nos llena de improperios, amenaza con más operativos, ratifica su orden de rescate militar y ofrece dólares a los combatientes de las Farc para que traicionen sus ideales. Definitivamente a este gobierno le falta realismo y grandeza para hablar con la insurgencia fariana.
5. Reafirmamos la necesidad de despejar Florida y Pradera por 45 días para concretar un acuerdo humanitario, mantenemos nuestra decisión por realizarlo y por avanzar en la solución política del conflicto social y armado como resultado de un proceso rodeado de plenas garantías por parte del Estado, buscando no la recomposición del actual régimen paramilitarizado, corrupto y arrodillado ante el imperio, sino la construcción de uno nuevo, transparente, verdaderamente democrático y soberano como lo exponemos en el manifiesto fariano y en la plataforma bolivariana.
6. Agradecemos al presidente Hugo Chávez su dedicación, colosal esfuerzo como facilitador, incuestionable buena fe en esta jornada humanitaria, su solidaridad con la causa pacífica de nuestro pueblo y el tiempo invertido a pesar de sus grandes responsabilidades como primer mandatario de la hermana república bolivariana de Venezuela. La historia le rendirá el merecido reconocimiento a su gestión humanitaria.
7. Ante la infamia uribista y como desagravio al presidente Chávez, a la senadora Piedad Córdoba y a los familiares de los prisioneros, aceptamos su llamado a liberar a la doctora Clara Rojas, a su pequeño Emmanuel y a la doctora Consuelo González de Perdomo como muestra incuestionable de la esperanza que habíamos depositado en su papel facilitador.
Ellas y Emmanuel deberán ser recibidas por el presidente Chávez o por quien él designe, en circunstancias tales que se evite bajezas uribistas como las sucedidas con las “pruebas de vida”. La orden para liberarlas en Colombia, ya ha sido impartida.
Secretariado del Estado Mayor Central.
FARC-EPDiciembre 9 del 2007.

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