Benedicto XVI confió a María, reina de la Familia, el VI Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Ciudad de México del 13 al 18 de enero próximos.
Asomándose hoy a mediodía a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para el rezo del Ángelus con los fieles y los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa aseguró que aunque no se encuentre allí físicamente, seguirá “con viva participación el extraordinario acontecimiento”.
Aunque estará representado por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, el Papa afirmó que estará presente “ acompañándolo con la oración e interviniendo en videoconferencia”.
Invitó a los presentes a “implorar sobre este importante encuentro mundial de las familias la importancia de las gracias divinas”, y confió a la Virgen su “maternal intercesión”.
El Papa se detuvo a considerar la relación del tema elegido para el encuentro, “La familia, formadora de los valores humanos y cristianos”, con la responsabilidad adquirida por los padres al bautizar a sus hijos, de educarlos en la fe.
El bautismo, afirmó el Papa, es un “gran regalo” y una “gran alegría”, pero también una “gran responsabilidad”.
“Los padres, de hecho, junto con los padrinos, deben educar a sus hijos según el Evangelio”, recordó.
Asomándose hoy a mediodía a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para el rezo del Ángelus con los fieles y los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa aseguró que aunque no se encuentre allí físicamente, seguirá “con viva participación el extraordinario acontecimiento”.
Aunque estará representado por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, el Papa afirmó que estará presente “ acompañándolo con la oración e interviniendo en videoconferencia”.
Invitó a los presentes a “implorar sobre este importante encuentro mundial de las familias la importancia de las gracias divinas”, y confió a la Virgen su “maternal intercesión”.
El Papa se detuvo a considerar la relación del tema elegido para el encuentro, “La familia, formadora de los valores humanos y cristianos”, con la responsabilidad adquirida por los padres al bautizar a sus hijos, de educarlos en la fe.
El bautismo, afirmó el Papa, es un “gran regalo” y una “gran alegría”, pero también una “gran responsabilidad”.
“Los padres, de hecho, junto con los padrinos, deben educar a sus hijos según el Evangelio”, recordó.
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El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha dedicado el editorial de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano, del que también es director, a ese evento que congregará a más de un millón de personas en torno al tema "La Familia formadora en los valores humanos y cristianos".
El padre Lombardi subraya al mismo tiempo el mensaje de esperanza y de alegría que se proponen brindar al mundo las familias cristianas que se van a reunir en México.
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El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha dedicado el editorial de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano, del que también es director, a ese evento que congregará a más de un millón de personas en torno al tema "La Familia formadora en los valores humanos y cristianos".
El padre Lombardi subraya al mismo tiempo el mensaje de esperanza y de alegría que se proponen brindar al mundo las familias cristianas que se van a reunir en México.
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Decreto de concesión de indulgencia plenaria con motivo del Encuentro de las FamiliasEmitidos por la Penitenciaría Apostólica
Decreto que ha emitido la Penitenciaría Apostólica con el que concede la indulgencia plenaria con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias
Decreto que ha emitido la Penitenciaría Apostólica con el que concede la indulgencia plenaria con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias
Penitenciaría Apostólica
Ciudad de México
Decreto
con el que se concede la indulgencia plenaria a los fieles que, con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias, se congregarán en peregrinación en la Ciudad de México, o rezarán en familia según las mismas intenciones.
Dado que la familia ha sido instituida por el mismo Dios, autor de la vida en el orden natural y al mismo tiempo dador de los dones en el orden sobrenatural, y dado que ésta debe ejercer hasta el final de los tiempos la noble tarea de educar a las nuevas generaciones en el bien natural y sobrenatural, y de este modo apoyar y ayudar a formar personalidades en armonía con los valores, capaces de plasmar la propia vida según el ejemplo de Cristo, con la colaboración entre sí de la Iglesia y el Estado para alcanzar estos objetivos, con las escuelas, las parroquias y los diferentes grupos eclesiales, cada uno según le corresponde.
Se constata, por desgracia, que en el momento presente, quizá más aún que en el pasado, se lleva una vida que en la práctica se aleja de lo que se concibe en la teoría, y precisamente por este motivo se desea que el VI Encuentro Mundial de la Ciudad de México, del 13 al 18 del próximo mes de enero, infunda en las familias cristianas la fuerza para transmitir santamente a las futuras generaciones los rectos principios de conciencia que deben ser cultivados con la ayuda de la gracia de Dios. Por tanto, en el inminente Encuentro, la familia será tomada en consideración en el aspecto doctrinal y en la acción apostólica, que le caracterizan: la manera especial con que defiende y se asume la tarea de llevar a perfección los bienes, o valores, humanos y cristianos.
Por este motivo, el sumo pontífice Benedicto XVI, en sintonía con la intención y el celo pastoral de sus predecesores, en particular León XIII y Benedicto XV, que promovieron el culto de la Sagrada Familia de Nazaret, expresa el deseo de que, en este tiempo de Navidad, los espíritus mediten más intensamente en el misterio de la Sagrada Familia y, según el camino trazado por Juan Pablo II, de venerada memoria, quien decidió que el Encuentro Mundial de las Familias se celebrara cada tres años, el sumo pontífice desea ardientemente estar presente con todo el corazón, aunque no sea físicamente, en el acontecimiento mexicano, enviando, como representante de su persona al eminentísimo cardenal Tarcisio Bertone, S.D.B., secretario de Estado; así como a través de la transmisión televisiva y radiofónica de sus discursos y, sobre todo, impartiendo el don de la indulgencia plenaria, según estos términos:
--El Santo Padre concede a los fieles la indulgencia plenaria, que debe alcanzarse con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del mismo sumo pontífice), excluido cualquier apego al pecado, en los días en los que participarán devotamente al IV Encuentro Mundial de las Familias.
--Los fieles que, verdaderamente arrepentidos, no puedan participar en este evento, alcanzarán la indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, si, unidos en espíritu y pensamiento a los fieles presentes en la Ciudad de México, recitan en familia el Padrenuestro, el Credo, y otras oraciones para invocar de la Divina Misericordia las finalidades antes indicadas, en particular, en los momentos en los que las palabras y mensajes del pontífice sean transmitidos por la televisión y la radio.
Este decreto sólo tiene vigor en esta ocasión; no obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría Apostólica, el 28 de diciembre de 2008, en la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
Cardenal James Francis STAFFORD
Penitenciario mayor
+ Gianfranco GIROTTI, o.f.m. conv.
Obispo titular de Meta, regente
[Traducción del original en latín realizada por Jesús Colina]
Ciudad de México
Decreto
con el que se concede la indulgencia plenaria a los fieles que, con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias, se congregarán en peregrinación en la Ciudad de México, o rezarán en familia según las mismas intenciones.
Dado que la familia ha sido instituida por el mismo Dios, autor de la vida en el orden natural y al mismo tiempo dador de los dones en el orden sobrenatural, y dado que ésta debe ejercer hasta el final de los tiempos la noble tarea de educar a las nuevas generaciones en el bien natural y sobrenatural, y de este modo apoyar y ayudar a formar personalidades en armonía con los valores, capaces de plasmar la propia vida según el ejemplo de Cristo, con la colaboración entre sí de la Iglesia y el Estado para alcanzar estos objetivos, con las escuelas, las parroquias y los diferentes grupos eclesiales, cada uno según le corresponde.
Se constata, por desgracia, que en el momento presente, quizá más aún que en el pasado, se lleva una vida que en la práctica se aleja de lo que se concibe en la teoría, y precisamente por este motivo se desea que el VI Encuentro Mundial de la Ciudad de México, del 13 al 18 del próximo mes de enero, infunda en las familias cristianas la fuerza para transmitir santamente a las futuras generaciones los rectos principios de conciencia que deben ser cultivados con la ayuda de la gracia de Dios. Por tanto, en el inminente Encuentro, la familia será tomada en consideración en el aspecto doctrinal y en la acción apostólica, que le caracterizan: la manera especial con que defiende y se asume la tarea de llevar a perfección los bienes, o valores, humanos y cristianos.
Por este motivo, el sumo pontífice Benedicto XVI, en sintonía con la intención y el celo pastoral de sus predecesores, en particular León XIII y Benedicto XV, que promovieron el culto de la Sagrada Familia de Nazaret, expresa el deseo de que, en este tiempo de Navidad, los espíritus mediten más intensamente en el misterio de la Sagrada Familia y, según el camino trazado por Juan Pablo II, de venerada memoria, quien decidió que el Encuentro Mundial de las Familias se celebrara cada tres años, el sumo pontífice desea ardientemente estar presente con todo el corazón, aunque no sea físicamente, en el acontecimiento mexicano, enviando, como representante de su persona al eminentísimo cardenal Tarcisio Bertone, S.D.B., secretario de Estado; así como a través de la transmisión televisiva y radiofónica de sus discursos y, sobre todo, impartiendo el don de la indulgencia plenaria, según estos términos:
--El Santo Padre concede a los fieles la indulgencia plenaria, que debe alcanzarse con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del mismo sumo pontífice), excluido cualquier apego al pecado, en los días en los que participarán devotamente al IV Encuentro Mundial de las Familias.
--Los fieles que, verdaderamente arrepentidos, no puedan participar en este evento, alcanzarán la indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, si, unidos en espíritu y pensamiento a los fieles presentes en la Ciudad de México, recitan en familia el Padrenuestro, el Credo, y otras oraciones para invocar de la Divina Misericordia las finalidades antes indicadas, en particular, en los momentos en los que las palabras y mensajes del pontífice sean transmitidos por la televisión y la radio.
Este decreto sólo tiene vigor en esta ocasión; no obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría Apostólica, el 28 de diciembre de 2008, en la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
Cardenal James Francis STAFFORD
Penitenciario mayor
+ Gianfranco GIROTTI, o.f.m. conv.
Obispo titular de Meta, regente
[Traducción del original en latín realizada por Jesús Colina]
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