Padre
(Tatic) Samuel
Un soldado
rebelde del Papa!/ Fred Álvarez.
Publicado
en la revista Código Topo, suplemento del periódico Excélsior, 7 de febrero de 2011;
"Pertenece a una generación
que recuerda con claridad la frase de San Bernardo: Nosotros aquí somos como
guerreros en el campamento, tratando de tomar el cielo por asalto, y la
existencia del hombre sobre la tierra es la de un soldado”. Jean Meyer, sobre
Samuel Ruiz
· Samuel
vive, la lucha sigue" corearon los habitantes de San Salvador Atenco,
quienes con machetes entraron al oratorio del CUC arrancando el aplauso de los
fieles congregados.
A
las 10 horas del lunes 24 de enero de 2111 murió don Samuel Ruiz García, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas,
uno de los prelados más controvertidos en el mundo cristiano y quizá el último
teólogo de la liberación.
“Idolatrado
por muchos y aborrecido por otros“ fue un prelado valeroso, cuya opción
preferencia por los pobres le costó incluso atentados contra su integridad
física. Sobrellevó a catorce gobernadores, desde Samuel León Brindis hasta
Pablo Salazar Mendiguchia; con él único que hizo química fue con el Dr. Manuel
Velasco Suárez, primo de su amigo Adolfo Suárez Rivera.
Falleció
en un hospital de la ciudad de México, donde estuvo internado las dos últimas
semanas por deficiencias pulmonares y renales, problemas en las coronarias y en
las carótidas y una prolongada diabetes.
Sus
restos fueron trasladados a la Catedral de San Cristóbal en donde fueron
expuestos a la oración de los fieles y a la despedida de las comunidades
eclesiales de base.
Antes
se le hizo homenaje de cuerpo presente en la capilla del Centro Universitario
Cultural de Copilco, ahí estuvieron presentes varios de sus amigos como el
periodista Miguel Ángel Granados Chapa,
y sus hermanos dominicos Pablo Romo
Cedano, Coordinador del Observatorio de la Conflictividad Social en México,
Luis Arriaga, director del Centro Pro de Derechos Humanos, Miguel Concha, director del Centro Fray Francisco de Vitoria, así
como su ex vicario y hoy prior de la Orden de Predicadortes Menores Gonzalo
Ituarte, además de obispo Raúl Vera.
Fue
sepultado precisamente y tal y como era su voluntad en la catedral San
Cristóbal de las Casas, donde vivió la mitad de su vida.
Monseñor
Ruiz, El “Tatic" (padre en lengua tzotzil), o El Caminante o simplemente
don Samuel, o Sami- como le llamaban sus padres, doña Lupita y Maclovio, fue un
personaje controvertido - sin duda-, pero –eso sí- fuertemente comprometido con
sus convicciones pastorales.
Sus
padres se conocieron en EU; regresaron a México; procrearon cinco hijos, Samuel
nació en Irapuato, Guanajuato el 3 de noviembre de 1924, vivió su infancia en
esa ciudad, realizó sus estudios en el
Seminario de León; fue ordenado presbítero el 2 de abril de 1949.
Tuvo
la suerte de haber estudiado un doctorado en Teología y Sagrada Escritura
en la Pontificia Universidad Gregoriana
de Roma. En 1954 regresó a León y al poco tiempo fue designado rector del
seminario. Fue nombrado Obispo de Chiapas el 14 de noviembre de 1959 nada menos
que por Ángelo Giuseppe Roncalli, llamado Juan XXIII –el Papa bueno- y
consagrado el 25 de Enero de 1960. ¡A los 35 años era ya el más joven obispo de
México y quizá del mundo!
Y
es que Samuel Ruiz irradió una pastoral muy particular, que le hizo popular en
todo el mundo católico, en especial entre los partidarios del Concilio Vaticano
II, y fue quizás al haber asistido a las 4 reuniones convocadas por Roncalli
entre 1962 y 1965, en Roma. Ese concilio le dejó una profunda huella que lo
marcaría toda la vida, y que años después le generaría muchos problemas.
A
su llegada a Chiapas, el joven obispo dio un tremendo giro, borrando casi por
completo la obra de su predecesor, don Lucio
Torreblanca y Tapia. Su obra fue
titánica. Su guía fue el documento de las misiones aprobado, en el Concilio
Vaticano II que, "frente a la evangelización tradicional, que obliga al
indígena a vivir su fe con esquemas y valores extraños, abrió las puertas a las
iglesias autóctonas, aquellas cuya forma de ser y de reflexionar sus signos
culturales, son el cauce donde la fe se encarna'. Gracias
a ellos logró insertar a la iglesia jerárquica en las culturas indias. Y
pudo conseguirlo gracias el contacto directo con comunidades indígenas; la
realidad lo transformó. Se empecinó de
leer el Evangelio en la piel morena de tzotsiles, tzeltales, ch’oles,
toj’olabales, catchiqueles y lacandones.
A
don Samuel casi siempre le tocó remar contracorriente, no solo frente a las
instituciones del gobierno mexicano sino, sobre todo, ante sus hermanos de la
CEM, y con los jerarcas de la Santa Sede.
Y
es que la alta jerarquía –salvo excepciones- nunca vieron con buenos ojos sus
"desviaciones doctrinales", ni su pasión por la teología de la
liberación, ni su apego por la pastoral indigna, ni muchos menos que mediara
con el problema de refugiados guatemaltecos, ni aquella que hiciera entre la
guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) - a través de la
Comisión Nacional de Intermediación (Conai) y el Gobierno mexicano de Carlos
Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Por
cierto fueron evidentes las diferencias con el EZLN, hoy lo reconocen. Y hay
que decir que sin la intervención de don Samuel y su equipo eclesial no hubo un
derramamiento de sangre, de proporciones incalculables, no sólo en Chiapas, sino
en el país. Quizás esa fue su mayor contribución junto con la mediación
con los refugiados guatemaltecos.
Girolamo
Prigione,
por ejemplo, primer delegado papal y después nuncio apostólico intentó
destituirlo sin éxito. El caso fue muy interesante. (comparto en este espacio
en recuadro una parte la entrevista del Dr. Antonio Roqueñi Ornelas, entonces
apoderado legal de la Arquidiócesis Primada de México).
Y
claro que don Samuel al instauró una pastoral fundamentada en el hombre y
concretamente en el hombre indio, se ganó
la antipatía de los “ladinos” que conformaron un movimiento denominado
“Auténticos Coletos”, que se encargó de difamarle inclusive de desear su
muerte.
Lo
que si fue bien visto por el gobierno del presidente Felipe Calderón fue su
intervención en la Comisión de Mediación (COMED) con el Ejército Popular
Revolucionario; cuando el grupo armado demandó la presentación con vida de dos
de sus militantes: Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, detenidos
y desaparecidos en Oaxaca el 25 de mayo del 2007. Gracias a ello se goza de una
tregua con el grupo armado; por cierto, el EPR le envió un comunicado al obispo
tres días antes de su muerte donde le reconocen su espíritu humanista y su
reconocida trayectoria, y le remarcan que le están “sinceramente agradecidos y
esperamos su pronta recuperación en beneficio de quienes le quieren, le
admiran, le respetan y de usted mismo.”
Y el día de su deceso le dicen: “jamás olvidaremos sus nobles esfuerzos
por exigir la presentación con vida de nuestros dos compañeros”.
“A
todos los revolucionarios y luchadores sociales sí nos duele profundamente su
pérdida que es irreparable e insustituible, porque son pocos los hombres que a
pesar de encontrarse en una estructura sometedora desde el Vaticano alzó su voz
y siempre fue fiel acompañante de las diferentes luchas de causas justas tanto
en la ciudad como en el campo”,
A
raíz de su muerte el presidente Calderón
y su esposa Margarita Zavala emitieron un comunicado donde le reconocen a
don Samuel su esfuerzo “por construir un México más justo, igualitario, digno y
sin discriminación, en el que las comunidades indígenas tengan voz y sus
derechos y libertades sean respetados por todos (….) tuvo la virtud de ser
congruente entre lo que pensaba, decía y hacía; fue una persona que se condujo
siempre con integridad y rectitud moral", subraya el texto.
La
comisión Permanente del Congreso de la Unión, guardó un minuto de silencio en
su memoria, senadores y diputados reconocieron "su disciplina, entrega y
compromiso en su trabajo siempre en beneficio de la población indígena, gente
de escasos recursos o en situación de desamparo". La CEM emitió un
comunicado donde señalan que piden “por su eterno descanso con la esperanza de
estar gozando de su presencia". Y muchos, muchos lamentaron su pérdida,
algunos de ellos hace años pedían su cabeza.
Por cierto el Papa Benedicto XVI no mando ningún telegrama.
El EZLN rompe
el silencio de dos años.
También
el EZLN manifestó su pesar y reconoció el compromiso y trayectoria del obispo.
En un comunicado firmado por los autodenominados subcomandante
"Marcos" y el teniente coronel "Moisés", reconocen las
diferencias y desacuerdos que tuvieron con don Samuel pero “hoy queremos
remarcar un compromiso y una trayectoria que no son sólo de un individuo, sino
de toda una corriente dentro de la iglesia católica", expresaron a nombre
del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.
Los
zapatistas mordazmente cuestionaron a
los políticos que desfilaron ante el féretro de don Samuel
mientras era velado en la catedral de la Paz, criticó el hostigamiento,
los ataques y las calumnias que le hizo del Ejército Federal y de los gobiernos
estatales en turno, “Al menos desde Juan Sabines Gutiérrez (recordado por la
masacre de Wolonchan en 1980) y pasando por el General Absalón Castellanos
Domínguez, Patrocinio González Garrido, Elmar Setzer M., Eduardo Robledo
Rincón, Julio César Ruiz Ferro (uno de los autores de la matanza de Acteal en
1997) y Roberto Albores Guillén (más conocido como “el croquetas”), los
gobernadores de Chiapas hostigaron a quienes en la diócesis de San Cristóbal se
opusieron a sus matanzas y al manejo del Estado como si fuera una hacienda
porfirista, advirtió el EZLN. Y agrega que “siendo presidente de la CONAI Don
Samuel sufrió también, en febrero de 1995, un amago de encarcelamiento,
precisamente del gobierno de EZPL
Por
último Marcos y Moisés advirtieron que
aprovechando el deceso de don Samuel, el
Vaticano orquesta una maniobra de divisionismo en la diócesis de para acabar
con el catolicismo que opta por los pobres”. "Se va Don Samuel, pero
quedan muchas otras, muchos otros que, en y por la fe católica cristiana,
luchan por un mundo terrenal más justo, más libre, más democrático, es decir,
por un mundo mejor. Salud a ellas y ellos, porque de sus desvelos también se
nacerá el mañana", concluye el comunicado.
En
efecto, existe un documento firmado por Felipe Arizmendi, el obispo auxiliar,
Enrique Díaz Díaz, y seis vicarios: Pablo Iribarren, Javier Reyes, Pedro
Arriaga, Rodolfo A. Román, Joel Vega y José Avilés, para “desmantelar”; casi la
mitad de la diócesis y crear el obispado de Ocosingo. (Proceso # 1782, 26 de diciembre de 2010). Mons.
Felipe Arizmendi Esquivel, sucesor de don Samuel no ha vuelto a hablar del tema. En los
funerales de don Samuel emitió un sermón donde por cierto, describe muy bien al
obispo humanista. Pregunta de entrada: -¿Qué legado nos deja Samuel Ruiz, y que
no debemos perder, por sus raíces evangélicas?, el mismo responde: “Entre otros
aspectos (…) la promoción integral de los indígenas, para que sean sujetos en
la Iglesia y en la sociedad. La opción preferencial por los pobres y la
liberación de los oprimidos, como signo del Reino de Dios. La libertad para
denunciar las injusticias ante cualquier poder arbitrario. La defensa de los
derechos humanos. La inserción pastoral en la realidad social y en la historia.
La inculturación de la Iglesia, promoviendo lo exigido por el Concilio Vaticano
II, que haya iglesias autóctonas, encarnadas en las diferentes culturas,
indígenas y mestizas. La promoción de la dignidad de la mujer y de su
corresponsabilidad en la Iglesia y en la sociedad. Una Iglesia abierta al mundo
y servidora del pueblo. El ecumenismo no sólo con otras confesiones cristianas,
sino con toda religión (diálogo interreligioso). Una pastoral de conjunto, con
responsabilidades compartidas. La Teología India, como búsqueda de la presencia
de Dios en las culturas originarias. El Diaconado Permanente, con un proceso
específico entre los indígenas. La reconciliación en las comunidades. La unidad
en la diversidad. La comunión afectiva y efectiva con el Sucesor de Pedro y con
la Iglesia universal.”
Agrega el sucesor de don Samuel que: “varios
de estos aspectos son de frontera, y por tanto delicados, tanto para
entenderlos conforme al Evangelio, como para aplicarlos en comunión eclesial”.
Aunque precisa que “la Teología India y el Diaconado Permanente entre los
indígenas tienen sus complicaciones, pero son una búsqueda digna de ser
valorada.”
Pero sobre la
ordenación de un diaconado permanente orientado hacia el sacerdocio uxorado
(casado) ni pensarlo, eso está totalmente descartado.
Hace 4 años - en enero de 2007-
Arizmendi reconoció que en efecto, existe la petición de las comunidades en su
diócesis en concretar dicho sacerdocio
“escuchamos peticiones de algunos fieles en ese sentido, pero no alentamos tal
esperanza. Los diáconos permanentes son permanentemente diáconos, y no los
encaminamos al presbiterado.”, subrayó categórico
Más
de don Samuel.
Entre
las institución que fundó destacan el Centro Fray Bartolomé de Las Casas, con
sede en San Cristóbal de las Casas, organización no gubernamental dedicada a la
defensa y promoción de los derechos humanos, especialmente de los pueblos
indígenas. Estrechó el diálogo entre sus hermanos evangélicos de San Juan
Chamula, tuvo una buena relación con dirigentes de las demás religiones, tanto
nacionales como internacionales. En 1996, fue galardonado con el premio católico
Pacem
in Terris (Paz en la tierra), en 2001 recibió el Premio Internacional
de Núremberg, por su defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas y
en el año 2002 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), le otorgó el Premio Internacional Simón Bolívar
por su lucha contra la violencia, la pobreza y la exclusión. Recibió además el
doctorado honoris causa por las universidades Iberoamericana y Autónoma de
Barcelona ; organizaciones civiles y de
derechos humanos lo promovieron en dos ocasiones como candidato al premio Nobel
de la Paz; en 1995 el comité Pro Nobel, encabezado por Adolfo Pérez Esquivel,
registro más de 5,3 millones de firmas de apoyo, de las cuales más de 2
millones correspondieron a comunidades indígenas y campesinas; se recabaron
firmas de apoyo de Francia, España, Suiza, Italia, Alemania, Estados Unidos,
Brasil, Chile y Argentina, entre otros países.
En
septiembre de 1995 desde el Zócalo de la ciudad de México afirmó que los indígenas
son los verdaderos protagonistas del cambio en México y manifestó que aceptó la
promoción del Nobel fue “como un pretexto para seguir trabajando por la paz,
soy fruto de toda la sociedad mexicana que busca la paz y la justicia”. En un
gesto simbólico, echó a volar en el Zócalo diez palomas blancas como señal de
“la libertad que todos anhelamos”. Era la primera vez en la historia moderna
que un sacerdote mexicano dirigiera un mensaje desde el zócalo capitalino.
Entonces era todo un desafío.
En
abril de 2008 fue nombrado por el Ejército Popular Revolucionario (EPR)
mediador al lado de escritores e intelectuales, ante el gobierno federal, En
2009 a nombre del Centro Fray Bartolomé de las casas recibió el premio que
lleva el nombre del fraile español, entregado por los Príncipes de Asturias.
Tuvo
cargos menores en la CEM, como el ser presidente del Departamento de Misiones,
Vocal de la Comisión Episcopal de Indígenas y Vocal de la Comisión Episcopal
Pro-Refugiados. Aunque dos de los hombres más cercanos a él, fueron los
eminentísimos Adolfo Suárez Rivera (1927-2008), arzobispo de Monterrey y
arzobispo primado de México Cardenal Ernesto Corripio Ahumada. (1919-2008)
Samuel
Ruiz fue también y hay que decirlo, un hombre conservador -y es que no puede
ser de otra manera- siguió siempre al pie de la letra, como un librito, los
preceptos de la Iglesia católica en torno a la planificación familiar en una
región donde la tasa media de hijos por mujer se aproxima a siete. ¡Era un
soldado rebelde del Papa! Podremos discrepar del esquema pastoral de don
Samuel, pero no podemos regatearle su congruencia.
Descanse
en paz don Samuel.
Al margen:
Parte
de una entrevista con el Dr. Antonio Roqueñí, realizada el 22 de abril de 1997
por Carlos Martínez Assad, Sara Setfovich y un servidor (Fred Álvarez).
"A
don Samuel (Ruiz) se lo traía mareado, la verdad es que se lo traía
verdaderamente de un ala. Lo mandaba llamar, lo regañaba, le decía. Incluso
había pactado con Manuel Bartlett que lo sacaría de la diócesis, nada más de
que le diera tiempo, y Manuel ciertamente tenía una gran espina clavada con don
Samuel porque estaba el problema de los refugiados guatemaltecos, pero no
podían encontrarle la cuadratura al círculo de cómo hacer a un lado a don
Samuel, ¿por qué? porque pues reconocían los políticos de ese momento que don
Samuel era un líder, y no podían hacerlo a un lado así tan fácilmente, entonces
(Girolamo) Prigione les pidió tiempo, les pidió tiempo, les pidió tiempo. en el
momento en que llega el nuevo gobierno, ya de (Carlos) Salinas de Gortari y
empieza la relación formal dijo ahora sí es la mía. Entonces pactan con
Patrocinio (González Garrido) el cómo sacar a Samuel, y empieza el
hostigamiento verdadero, apoyado por Prigione.
Lo
que Prigione pretendía, me parece a mí, es hacerle ver a la Santa Sede que
Samuel Ruiz era un problema nacional y que por lo tanto había que removerlo,
pero con esta ambigüedad del gobierno no acababa de ser don Samuel, menos
cuando estalla lo de Chiapas, no acababa de ser don Samuel tan incómodo para el
gobierno, porque el gobierno veía que como líder él podía ser un factor de
unidad. Inmediatamente pide la mediación y se la dan. Nombran a (Manuel)
Camacho como representante y se alía con don Samuel, entonces se vuelve una
figura indispensable. En ese momento Prigione es cuando desesperadamente manda
ya su comunicado a la Santa Sede que hay que remover a don Samuel por estos y
estos y estos otros motivos, y entonces la Congregación de obispo, presidida
por el cardenal Bernardín Gantin, le manda a don Samuel una nota ciega, sin
fecha ni firma en donde se le señalan algunos errores muy duros y que por lo
tanto debería de pensar en estos errores, casi casi como invitándolo a que él
pidiera su renuncia. Don Samuel al recibir esta carta obviamente se queda muy
intranquilo, porque él es muy ortodoxo y muy unido con el Papa, y no sabe qué
hacer. Entonces va con su amigo el Cardenal (Ernesto) Corripio, y le dice
“Señor Cardenal me mandan de la Santa Sede esto, y dice ¿cómo le hago? El
asumir esto significa que yo me salga del panorama y siento una enorme
responsabilidad, no puedo hacerlo, no me leo yo aquí como para hacerme a un
lado. Sin embargo, me dicen que tengo defensa, señala. ¿quién le dice eso?, le
pregunta Corripio; pues Roqueñí, Soto, Guerrero y una serie de gentes más. Y
ahí el cardenal Corripio da la orden “¡qué lo ayuden!” Entonces me llama el
Cardenal Corripio y me dice: échale una mano a don Samuel, asesóralo
canónicamente. Yo vi aquello y dije: don Samuel esto está muy fácil, esto está
muy fácil, pero hay que pelear con la Santa Sede. Entonces preparamos entre un
equipo de personas muy amplio, donde había canonistas, había teólogos, había
pastoralistas, había gente muy destacada, amigos de don Samuel, y nos abocamos
a estudiar la posible defensa de don Samuel, y lo primero que hicimos fue
hablar con Gantin y le dijimos precísenos señor Cardenal, he recibido esta nota
de manos del señor Prigione, precísenos los puntos que dice usted que enuncia,
precísenoslos y díganos qué quiere, dígame qué quiere de mí. Entonces ya el
cardenal Gantin le manda una carta de plano abierta, sugiriéndole que debe
pedir la renuncia, y el otro le pide largas, le dice que no es el momento
porque la guerra de Chiapas, porque tal, porque está convocando un sínodo,
porque esto, y que en este momento sería más perjudicial que saliera, pero que
él está unido con la Santa Sede, y le da una de cal y una de arena, y ese
raqueteo de cartas, idas y venidas nos duró un año. Nosotros teníamos previsto
que si llegaba la carta en donde de plano se le removía, en ese mismo momento
metíamos -ya no por la vía administrativa-, sino por la vía judicial un recurso
a través de la Signatura Apostólica, el máximo tribunal del Papa, un recurso en
contra de esta disposición, y entonces empezaba la vía judicial y por lo menos
teníamos otros 3 años.
Ya
no fue necesario, porque la Santa Sede se dio cuenta de que mejor le metía a un
coadjutor. Prigione perdió la partida: En el momento en que la Santa Sede le
mete a un coadjutor, y cayó en Raúl Vera, en el que todos pensábamos que podía
ser, dijimos, pues ya ganamos, ya la Santa Sede ya no actuó, se desistió y no
hubo juicio. Le ganamos la partida a Prigione."
***
Al margen:
Un
desacuerdo amistoso con Don Samuel hace once años,
Una
declaración al periódico El Universal
(13/02/2000) generó una fuerte reacción del obispo Samuel Ruiz García. El
problema surgió a raíz de un reportaje exclusivo para el periódico La Jornada,
donde se publicó una foto en primera plana con Don Samuel ordenando a 100
diáconos casados con sus respectivas compañeras. El 18 de enero del 2000 Raúl
Vera y Samuel Ruiz ordenaron diáconos casados. Por un reportaje periodístico –
sobretodo la foto- en exclusiva para La Jornada se interpretó como una
ordenación de diaconisas. Esa ordenación le costó al Nuncio su traslado a Roma,
y aunque se iba como presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica, perdía
la batalla ante el denominado Club de Roma*.
Sobre
este particular, emití una opinión ante una pregunta expresa de un reportero
del periódico El Universal. Ello
provocó una dura e inusual respuesta del obispo Samuel Ruiz. Personalmente y
por petición de un amigo común evite dar mi replica, semanas después tuve un
encuentro personal con Don Samuel con quién aclaramos las cosas.
Afortunadamente
el error había sido del reportaje del periódico, no de mi interpretación como
analista. Y es que resultó significativo recordar que contrariamente a la
tradición vaticana, que mantiene a sus nuncios al menos cinco años en sus
sedes, Mullor fue removido a poco más de dos años de su llegada. El reportaje
de La
Jornada, de alguna manera aceleró la salida de Don Justo.
Visto
en retrospectiva la historia fue interesante. Y la publicación de la nota (de
El Universal) -en interiores y de fin de semana-, me generó una llamada
telefónica de un amigo sacerdote -Antonio Roqueñí Ornelas (1931-2006) -muy
cercano a Don Samuel- quien me reclamó amistosamente por mi declaración,
argumentando que con ello le estaba haciendo ruido innecesario a don Samuel.
Ese amigo común fue el abogado que ayudo al obispo de San Cristóbal de las
Casas en el conflicto que tuvo con el entonces nuncio Girolamo Prigione quién
se empecinó en sacarlo de la diócesis, debido a cuestiones doctrinales.
Finalmente
el asunto no se llevó a tribunales, no había elementos, y se pudo ganar en el mesa, empero, años
después le pusieron un obispo coadjutor con derecho a sucesión, me refiero al
dominico Monseñor Vera. ¡Les salió el tiro por la culata!
Mi
pecado entonces fue haber opinado sobre lo que leí, vi e interpreté en el
reportaje, y sobretodo el haber sido asesor de asuntos religiosos en la
Secretaría de Gobernación.
Comparto
la nota de hace once años y el comunicado de la Diócesis de San Cristóbal de
las Casas. Hubo además algunas columnas que comentaron el asunto. Por ello mi
interés en el tema. Ah y fue precisamente cuando se dio la salida del nuncio
don Justo. Ese fue el quid del asunto y el ruido que generó en la Curia
Vaticana. Además -modestia aparte-, parece que tuve razón, no por el asunto de la
ordenación de diaconisas -¡obviamente nunca se dio!-. Jamás dije tal cosa sino
que comente que no había gustado a la Santa Sede y a la gente de la CEM la
ordenación de 100 diáconos indígenas casados. Además, la foto que se publicó
hizo ver como que se ordenaban a mujeres -éstas nunca se separaron de sus
maridos-; Don Samuel mismo lo reconoció después.
Curiosamente
en aquel tiempo -2001-, el pintor Vladímir Kibálchich Rusakov, más conocido
como Vlady (1920-2005) pintó un cuadro que denomino precisamente: Diaconisas,
alguien lo debe tener, yo lo vi en una exposición en la Casa Lamm, el mismo día
que se presentó el retrato que pinto Vlady de Don Samuel Ruiz.
Pero
insisto, a veces, lo que se ve no es.
Aunque meses
después la Santa Sede inició una investigación en la diócesis.
Esto
es lo que dije en la nota y la respuesta:
El Universal,
domingo 13 de febrero del 2000
Diaconisas,
posible error del ex nuncio.
Felipe
de Jesús González y Óscar Gutiérrez/Reportero y Corresponsal El Universal
La
salida de Justo Mullor como nuncio apostólico en México podría deberse a que no
advirtió al Vaticano, o bien no impidió la ordenación de más de 100 diaconisas
en la diócesis de San Cristóbal de las Casas de manos del obispo Samuel Ruiz
García, un tema que históricamente no se ha resuelto al interior de la Iglesia.
De
acuerdo con fuentes consultadas en la Iglesia, más que por presiones políticas,
la remoción tuvo su base en la ordenación de diaconisas el 23 de enero en el
municipio de Huixtán, y al anuncio de la diócesis de que el siguiente paso
sería la ordenación de personas casadas.
Para
el ex asesor de la Dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de
Gobernación, Fred Álvarez Palafox, no es descartable esta posibilidad, habida
cuenta de que en la Iglesia pesan mucho más las cuestiones de doctrina que las
presiones de tipo político.
El
derecho canónico señala que sólo el varón bautizado puede recibir válidamente
la ordenación?, es decir, hay una condición sine qua non de que solamente un
varón puede alcanzar este grado, si bien existe una discusión en el mundo para
permitir que las mujeres puedan ser ministras de culto, como ocurre en otras
iglesias.
Álvarez
Palafox reconoció que además de posibles factores políticos, probablemente esa
ordenación no haya gustado a la jerarquía en Roma.
Además,
añadió, los obispos conservadores de México podrían haber hecho señalamientos
en este sentido, porque una cosa son las cuestiones políticas y otras muy
serias para la Iglesia, las cuestiones doctrinales.
Mullor
García tuvo conocimiento del diaconado en pareja el 10 de diciembre de 1998,
cuando junto con los obispos Ruiz García y Raúl Vera López visitaron
comunidades de la zona norte de Chiapas.
En
la celebración de una misa, en Bachajón, una pareja le pidió sus buenos oficios
para que interviniera ante el Vaticano en la búsqueda de la aprobación de esta
figura eclesiástica.
Al
respecto, Mullor García dijo que la Iglesia católica no permitía este tipo de
diaconado pero que estaría pendiente de esta demanda y que la turnaría al papa
Juan Pablo II. (hasta ahí la nota)
¡Ese
mismo día vino la respuesta!
Diocesis de San
Cristobal de Las Casas, Chiapas
13
de febrero de 2000
Ante
la nota periodística que aparece hoy en el diario El Universal bajo el título "Diaconizas, posible error del ex
Nuncio", considero indispensable hacer los siguientes comentarios y
aclaraciones
1.
-Es absolutamente falsa la información de la ordenación de cien diaconisas en
la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Desde el Concilio Vaticano Segundo
se restauró en la Iglesia el ministerio de los diacono permanentes casados y,
dadas las características del desarrollo eclesial delas poblaciones indígenas
en Chiapas, consideramos como un ministerio muy adecuado el diaconado
permanente, sacramento que se confiere solo a varones, pero siempre con el
acuerdo y la colaboración de la esposa y la comunidad.
2.
-Con motivo del Año Jubilar Diocesano tuvo lugar la ordenación de diáconos,
preparados durante años de servicio y estudio, en la comunidad de Huixtan; en
la ceremonia cada ordenado fue acompañado por su esposa, pero con absoluta
claridad de que la ordenación corresponde al varón, según las normas de la
Iglesia Católica, a las que siempre nos hemos ceñido.
3.
-Es inaceptable la interpretación que hace el señor Fred Álvarez Palafox (…)el
asociar la falsa información sobre la ordenación de diaconizas con la decisión
de la Santa Sede de dar una nueva responsabilidad a Su Excelencia al Arzobispo
Justo Mullor. Desconocemos la intención del señor Álvarez Palafox y de los
reporteros que aluden a "fuentes consultadas de la Iglesia", pero
ciertamente en la nota que nos ocupa no sirven a la verdad.
4.
-El Señor Nuncio Apostólico ha cumplido su tarea respetando la vida propia de
cada diócesis y acompañando con atención y respeto los procesos pastorales
correspondientes. Tal ha sido su comportamiento hacia la Diócesis de San
Cristóbal de Las Casas y le estamos agradecidos por sus aportes iluminadores y
fraternos.
Atentamente,
+Samuel
Ruiz García
Obispo
de San Cristóbal de Las Casas
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