25 dic 2011

"El Azul", capo de bajo perfil

El Azul”, otro capo bajo cobijo
Ricardo Ravelo
Proceso # 1834, 25 de diciembre de 2011
Un legajo que permanece “enterrado” en la Procuraduría General de la República contiene información clave sobre uno de los principales capos del narco en México: Juan José Esparragoza Moreno, El Azul. Agentes de esa dependencia realizaron indagaciones desde 2002 y lograron ubicar domicilios y personas que pudieron darle refugio a ese mando del cártel de Sinaloa; pero de pronto algún alto funcionario federal ordenó suspender la investigación…
En 2002, 15 meses después de la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán del penal federal de Puente Grande, Jalisco, la Procuraduría General de la República (PGR) emprendió la búsqueda de varios exintegrantes del cártel de Juárez que se habían aglutinado bajo el liderazgo del capo sinaloense.
Por aquellos años la PGR había confirmado que El Chapo pretendía conformar una gran organización criminal con el objetivo de monopolizar el negocio del tráfico de drogas en el país. Más tarde se confirmó que dicha agrupación se llamaría La Federación de Narcotraficantes y que estaría formada por varios cárteles.
Se supo también que el artífice de esa estrategia era nada menos que Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, un capo de bajo perfil y con amplia capacidad para negociar conflictos entre organizaciones rivales, quien fue una pieza clave para proteger al recién fugado Guzmán Loera en aquellos azarosos días.
Al confirmarse que El Azul era el estratega del plan, en la PGR se conformó un grupo especial con policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI), quienes comenzaron a seguir los pasos de Esparragoza Moreno en varios estados a fin de ubicarlo, desarticular sus redes y detenerlo.
Sin embargo, cuando la investigación estaba casi concluida, una orden superior frenó la indagación y el expediente fue celosamente archivado en la PGR. Nadie más siguió las indagaciones y el documento se mantiene bajo resguardo hasta la fecha.
Tras los pasos de “El Azul”
Proceso tuvo acceso a los pormenores del expediente, que contiene tarjetas informativas, rutas de trasiego y zonas de seguridad donde suele refugiarse Esparragoza Moreno; domicilios relacionados con amigos y familiares del capo, así como datos del Registro Público de la Propiedad sobre residencias a nombre de amigos y socios de El Azul, muchos de los cuales son señalados como parte de la red protectora y de lavado de dinero al servicio de Esparragoza y del cártel de Sinaloa.
El documento que contiene el minucioso seguimiento que la PGR le hizo a El Azul y a sus socios abre con el reporte de uno de los agentes responsables de la investigación. Dice textualmente:
“No omitimos informar que por mención de un informante, el domicilio ubicado en calle L. Van Beethoven No. 5689 esquina con Tchaikovski, colonia La Estancia, Zapopan, Jalisco, es frecuentado por la persona denominada El Azul.
“Al dirigirnos a las oficinas del catastro del estado de Jalisco nos informaron que, al mostrarnos el mapa de la zona de la casa con número 5689 y 5691 por el lado de la calle L. Van Beethoven, así como casa marcada con el número 375 y 373 sobre la calle Tchaikovski corresponden al mismo predio.
“Cabe hacer mención que el personal de catastro señaló que esta persona pudo haber realizado algunas irregularidades respecto al predio para que éste solo apareciera registrado por la calle de Félix Mendelson sin número, refiriendo que la calle en mención se encuentra en la parte posterior del predio, ya que nuestra señalización del predio en el mapa que el personal nos mostró no corresponde a la calle de Félix Mendelson…”
La investigación, que requirió varios meses, continuó por parte de los agentes de la PGR. El 17 de junio de 2002 se incluyó en el expediente una tarjeta informativa que refiere:
“Continuando con la línea de investigación, se informa lo siguiente: en relación al domicilio ubicado en calle Sierra de Cuale 2015 colonia Las Águilas, en Zapopan, Jalisco, conocimos por dicho de un informante que la residencia es habitada por una persona de confianza de Juan José Esparragoza Moreno, El Azul.
“El informante nos dijo que algunas veces dicho domicilio es frecuentado por El Azul. Al realizar una vigilancia móvil nos percatamos que en el interior de este se encontraba una persona del sexo femenino de aproximadamente 35 años de edad, y un vehículo marca Rambler tipo América color café con placas de circulación HZL9113 del estado de Jalisco.”
El 3 de junio, los agentes investigadores reportaron las tareas que realizarían para ubicar los domicilios donde suele refugiarse Esparragoza Moreno:
“…en relación a la investigación relacionada con El Azul me permito informar que se acudió a las oficinas del Registro Público de la Propiedad, así como a las de catastro, para poder verificar si el domicilio ubicado en calle Beethoven esquina Tchaikovski es propiedad de Rosario Esparragoza Moreno, hermana de la persona denominada El Azul, así como también el domicilio ubicado en la calle Sierra de Cuale.”
En otra tarjeta los agentes federales dicen que en uno de los domicilios que vigilaban en el estado de Morelos pudieron observar a Cristian (Esparragoza Gastélum), hijo de El Azul y a quien también le seguían los pasos, cuando abordaba una camioneta Grand Cherokee negra y de modelo reciente.
No pudieron detenerlo, afirman en el documento, pero confirmaron que el hijo de El Azul se reuniría con unos amigos en una discoteca. Y continúan:
“No fue posible distinguir las placas de circulación por la cantidad de personas que había en ese lugar. El agente no tuvo posibilidad de dar aviso a los compañeros que se encontraban en espera de la salida de Cristian, esto debido a que junto a él se encontraban otros amigos de Cristian y podían percatarse o descubrir la identidad del agente. Cabe hacer mención que Cristian no entregó su vehículo al personal del estacionamiento porque lo estaban esperando a bordo de la camioneta.”
Provistos de fotografías, domicilios e informes sobre los sitios frecuentados por Juan José Esparragoza Moreno, viajaron a la ciudad de Guadalajara, aparentemente con el fin de aprehenderlo. No obstante, reportaron a la PGR:
“…dos casetas antes de llegar a la ciudad de Guadalajara fuimos interceptados por una patrulla de la Policía Federal de Caminos. Al preguntarles a los oficiales por qué motivos nos habían parado nos respondieron que en ese tramo carretero existe un índice elevado de robo a autotransportes, motivo por cual teníamos que ser revisados los tripulantes y el vehículo,­ para lo que fue necesario identificarnos como elementos de la PGR.
“De inmediato nos solicitaron que les mostráramos nuestro oficio de comisión. Después de leerlo nos indicaron que no nos podíamos retirar”. Los agentes solicitaron a la PGR que les giraran oficios de comisión para investigar a Esparragoza Moreno en todo el estado de Jalisco, así como en Quintana Roo, “ya que nuestra investigación así lo requiere”.
En otra tarjeta informativa, los federales reportaron a sus jefes que continuaban las investigaciones sobre el paradero de Esparragoza Moreno e informaron que ya habían localizado el domicilio de Rosario Esparragoza, hermano del presunto narcotraficante:
“Continuando con la línea de investigación nos permitimos informar a usted que el día 15 de mayo del año en curso (2002) nos trasladamos a la ciudad de Guadalajara con la finalidad de ubicar el domicilio que se encuentra localizado en calle L. Van Beethoven 5689 esquina con Tchaikovski,­ colonia La Estancia, ya que por dicho del informante está habitado por una persona de nombre Rosario Esparragoza Moreno y a ese lugar llega con frecuencia Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, ya que en el lugar establecido un agente encubierto se entrevistó con una persona del sexo femenino de aproximadamente 25 años de edad, al parecer del servicio doméstico.”
De acuerdo con la ficha informativa, dicha persona se encontraba barriendo la calle y limpiando el jardín. Al verla trabajando, el agente encubierto se le acercó y le preguntó si ahí vivía la señora Rosario y si estaba. La persona –prosiguen los agentes– se mostró nerviosa y contestó que sí era la casa de la señora Rosario, pero que en esos momentos no se encontraba.
El reporte dice que los agentes se enteraron por su informante de que el domicilio ubicado en la calle Jorge Bravo sin número está habitado por una persona de confianza de Esparragoza Moreno, “sin poder obtener por el momento información alguna, ya que al parecer no se encontraba nadie en el domicilio”.
Y añaden: “…la persona que nos está proporcionando información nos pidió que omitiéramos su identidad, ya que nos dijo que no quería salir perjudicada”.
Vínculos mafiosos
La investigación de los agentes de la PGR arrojó datos relevadores sobre los vínculos que tejió Juan José Esparragoza Moreno en el estado de Morelos. Según la información, El Azul es compadre de Jorge Luis Rodríguez Mier, conocido como El Capi o Capitán y que, de acuerdo con la base de datos del Registro Público de la Propiedad, consultada por los investigadores de la PGR, es propietario de la empresa Aerolíneas Internacionales.
En el informe se añade que Rodríguez Mier es propietario del predio denominado Cuatapaxco, localizado en el poblado de Santa María Ahuacatitlán, así como sus datos generales: nació el 8 de agosto de 1960, es piloto aviador de profesión y vive en Morelos.
El expediente incluye datos sobre otras propiedades relacionadas con Esparragoza Moreno, un mapa de las presuntas rutas de trasiego de droga que utiliza y un itinerario de vuelos que supuestamente realizó mediante Aerolíneas Internacionales a diversos destinos, entre los que destacan Monterrey, Tijuana, León, Cuernavaca, el Distrito Federal, Reynosa, Guadalajara, Veracruz, Hermosillo, Cancún, Aguascalientes y Culiacán.
El capo, nacido en la localidad de Huixiopa, municipio de Badiraguato, Sinaloa, en 1949, no ha vuelto a pisar la cárcel después de su aprehensión a finales de los ochenta y su liberación en 1993, cuando fue beneficiado por una preliberación autorizada por la Secretaría de Gobernación.
Un testigo de aquel momento, quien pidió no revelar su identidad, dijo a este semanario: “Cuando le otorgaron la libertad, El Azul salió caminando de la prisión. Tomó sus cosas y caminó unos dos kilómetros hasta la carretera, donde tomó un taxi”.
A pesar de la turbulencia generalizada que ha generado el narcotráfico en México, Esparragoza Moreno se ha mantenido a salvo. Los nombres de Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada, Eduardo Costilla y otros narcotraficantes se mencionan a cada momento en los medios de comunicación, pero no el de Juan José Esparragoza Moreno, lo que confirma el sigilo con el que se mueve.
En febrero del año que termina, autoridades federales catearon una propiedad en la colonia Jardines del Pedregal, en la delegación Álvaro Obregón del Distrito Federal. El operativo, se dijo entonces, era para buscar a Esparragoza Moreno, pero los agentes de la PGR se fueron con las manos vacías.
El operativo, efectuado bajo la orden 622011, se inició a las 17:45 y concluyó tres horas después, pero los policías se equivocaron y entraron en el domicilio de la actriz Marga López, quien se indignó por el equívoco.
Esparragoza Moreno tiene 62 años y en 2005 la PGR ofreció 5 millones de pesos a quien proporcionara información para capturarlo, mientras que la Drug Enforcement Administration (DEA), la agencia antidrogas de Estados Unidos, ofrece 5 millones de dólares.
Para la PGR, El Azul es uno de los capos más buscados del narcotráfico mexicano. De acuerdo con su ficha criminal, se le ubica en Morelos, Querétaro, Cancún y la Ciudad de México, pero nadie ha podido dar con su paradero.
El año pasado, la PGR hizo pública una lista de delincuentes peligrosos por quienes ofrece recompensas de hasta 30 millones de pesos. La lista incluye a Esparragoza Moreno, cuyo nombre aparece en el apartado “B”, al lado de Joaquín Guzmán Loera, Ignacio Coronel (finado) y Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, actualmente preso en Estados Unidos.
Esparragoza Moreno es, junto con Zambada García, uno de los capos de la vieja guardia del narco. Se formó en el desaparecido cártel de Guadalajara, que en los años ochenta encabezaban Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo.
Luego fue aprehendido y a finales de los ochenta compartió celda con Félix Gallardo y Amado Carrillo Fuentes en el Reclusorio Sur, de la Ciudad de México, donde tejieron una alianza. Esparragoza fue una de las piezas importantes de Félix Gallardo para efectuar la cumbre de capos de 1993, en Cuernavaca, donde se repartieron los territorios más codiciados como rutas de trasiego.
Actualmente la PGR lo considera un estratega de las alianzas entre cárteles. De las 10 organizaciones criminales que operan en México, al menos unas cinco forman parte del cártel de Sinaloa, lo que convirtió a este cártel en el más poderoso de América Latina.
Con todo, la investigación realizada por la PGR para localizar y detener a Esparragoza fue archivada, según se pudo indagar, por una orden superior. No se sabe si provino de un alto funcionario de la PGR o de la Presidencia de la República.
Lo cierto es que el expediente que incluye información sobre las propiedades y refugios de El Azul sigue guardado.
–¿Qué creen ustedes que pasó con la investigación? –se le pregunta a uno de los participantes en ella.
–No lo sabemos, suponemos que negociaron con El Azul igual que negociaron con El Mayo Zambada, a quien presuntamente detuvieron en 2009 y lo dejaron ir sin mayores explicaciones.
–¿Lo dejaron ir también por una orden superior?
–Sin duda.

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