2 dic 2011

Respuesta de las FARC

El sábado 26 de noviembre de 2011  las Farc asesinaron a cuatro miembros de la fuerza pública secuestrados hace varios años. Las víctimas; el sargento del Ejército Libio José Martínez, el coronel de la Policía Édgar Yesid Duarte, el mayor de la Policía Elkín Hernández Rivas y el subintendente de la Policía Álvaro Moreno.   
El sargento Luis Alberto Erazo Maya fue hallado con vida tras permanecer durante varias horas desaparecido.
La Policía y el Ejército colombiano intentó liberarlos en horas de la mañana de ese sábado en las cercanías al río Yarí, donde tenía lugar el campamento guerrillero.
"Esta mañana fueron asesinados cuatro secuestrados de la fuerza pública. Nos duele en el alma, nos duele por sus familias", confirmó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
más tarde el presisente colombiano Juan Manuel Santos condenó duramente los hechos. Se refirió a los tres militares y al policía muertos como “héroes de la patria” que “llevaban entre 12 y 13 años secuestrados y terminaron vilmente asesinados”.
El sargento Libio José Martínez estuvo en poder de las FARC por cerca de 14 años y se había convertido en el secuestrado más antiguo de esa guerrilla. Su hijo, el adolescente Johan Steven Martínez –a quien nunca conoció– se convirtió en símbolo de esperanza para su ahora frustrada liberación.  La guerrilla plagió a Martínez cuando era cabo, el 21 de diciembre de 1997, tres meses después de haber sido enviado al cerro de Patascoy, en Nariño, para prestar seguridad a la base de comunicación que el Ejército tiene allí.
 El coronel de la Policía Édgar Yesid Duarte era el oficial secuestrado de más alto rango. Fue plagiado en octubre de 1998 en un retén guerrillero que lo sorprendió en Caquetá.
 El mayor Elkin Hernández fue secuestrado en 1998, y el intendente Álvaro Moreno, durante la toma guerrillera a la estación de Policía de Curillo, Caquetá, el 9 de diciembre de 1999.
Según relató en rueda de prensa el ministro de Defensa, tropas de las Fuerzas Militares llevaban 45 días adelantando operaciones en el municipio de Solano (Caquetá), donde información de inteligencia recogida en el área daba por cierta la presencia de secuestrados en las cercanías.
Según primeras versiones, los guerrilleros, al sentir la presencia de la fuerza pública, reaccionaron ejecutando a los cautivos, que se encontraban encadenados y a los que asesinaron con tiros de gracia. Luego se desencadenó un feroz combate.
En ese sentido Amnistía Internacional (AI) declaró que la ejecución por las FARC de cuatro de sus secuestrados,  podría suponer un "crimen de guerra".  Marcelo Pollack, experto en Colombia de AI, dijo que "si se confirma que los cuatro rehenes fueron asesinados de la manera como se ha descrito, representaría un crimen de guerra".
Respuesta de las FARC.
Declaración pública sobre la muerte de los cuatro retenidos
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP)
DECLARACIÓN PÚBLICA DE LAS FARC-EP
Las FARC-EP lamentamos profundamente el trágico desenlace del demencial intento de rescate ordenado por el gobierno colombiano el día 26 de noviembre en el departamento del Caquetá. Al tiempo que extendemos nuestro sentimiento de pesar a las familias del sargento Libio José Martínez, el coronel Edgar Yezid Duarte, el mayor Elkin Hernández y el intendente Álvaro Moreno, denunciamos ante la opinión nacional y mundial que tal hecho obedeció al afán del Presidente Santos y el alto mando militar por impedir su inminente liberación unilateral.
La senadora Piedad Córdoba y el prestante grupo de personalidades femeninas de todo el mundo que nos lo solicitara así en misiva que se hizo pública y fue recibida por nosotros en agosto de 2011, podrán dar fe de la respuesta afirmativa a su petición en carta cuyo contenido ya había sido aprobado por el Secretariado en vida del Camarada Alfonso Cano y anexamos a la presente. La necesaria discreción que los contactos encaminados a posibilitar materialmente esa entrega, fue acompañada de la orden de traslado de los prisioneros de guerra al posible sitio que se indicaría en su momento. La comunicación pública estaba a punto de producirse.
La muerte en combate del Camarada Alfonso Cano no podía frustrar nuestro propósito de propiciar la concreción de un acuerdo de canje de prisioneros de guerra, tal y como él lo concebía. Correos en ese sentido reposaban en los archivos tomados por el Ejército tras dicha operación. Es evidente que tras hacerse a la información, el gobierno nacional y el alto mando militar tomaron la determinación de frustrar la gestión humanitaria y sus posibles efectos. Los resultados están a la vista. El alud de imputaciones contra nosotros no basta para encubrir la felonía de Juan Manuel Santos.
Catorce años no fueron suficientes para que la oligarquía colombiana se condoliera un instante por la suerte de los soldados y policías que entregan su vida, su integridad o su libertad por defenderles sus inmensas fortunas. Cerca de ochocientos guerrilleros revolucionarios y más de siete mil quinientos luchadores sociales, son sometidos a infamantes tratos en las mazmorras del régimen y del imperio. Dialogar sobre un acuerdo que permita el canje de prisioneros y abra las compuertas a la paz es una necesidad histórica por la que clama Colombia.
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, 28 de noviembre de 2011

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