8 abr 2012

Dos regresos peligrosos (en el PRI)

Dos regresos peligrosos/Jenaro Villamil
Revista Proceso # 1849, 8 de abril de 2012
Señalados como corresponsables de la crisis de seguridad y del auge del crimen organizado en Veracruz, Reynaldo Escobar Pérez, que cuando se desempeñaba como procurador estatal mandó encarcelar a dos tuiteros, y José Alejandro Montano Guzmán, responsable de Seguridad Pública del gobierno alemanista, aparecieron en la comida que el PRI le ofreció a Enrique Peña Nieto el miércoles 4 en su calidad de candidatos a diputados federales.
A pesar del “compromiso 13”, firmado por Peña Nieto en el café La Parroquia del puerto para mantener la presencia de la Policía Naval como responsable de la seguridad y del tránsito en Veracruz, tras la ola de ejecuciones que dejó más de 160 muertos en seis meses, el PRI hizo candidato a Escobar, el procurador defenestrado en octubre de 2011.

Éste fue alcalde de Xalapa por Convergencia entre 2001 y 2004. Su administración se recuerda por la proliferación de giros negros, como el Miau Miau y otros centros nocturnos vinculados con el crimen organizado. Escobar rompió con Dante Delgado, líder de Convergencia, y se declaró “el alcalde más alemanista” de Veracruz en el último tramo del gobierno de Miguel Alemán Velasco.
Se alió luego con el gobernador Fidel Herrera, quien lo convirtió en secretario general de Gobierno. En ese periodo crecieron en Veracruz los levantones, secuestros, extorsiones a comercios y, sobre todo, los crímenes contra periodistas.
Investigaciones de la Procuraduría General de la República, basadas en los testimonios de 14 testigos protegidos, señalaron a Escobar como uno de los responsables del crecimiento de La Compañía y de Los Zetas durante el gobierno de Herrera Beltrán.
A pesar de estos antecedentes, el actual mandatario, Javier Duarte, nombró a Escobar procurador general de Justicia del estado, en medio de una ola de inseguridad y más crímenes contra periodistas.
Los casos más recientes fueron los asesinatos de la reportera Yolanda Ordaz de la Cruz, del diario Notiver, y el de Miguel Ángel López Velasco, junto con su esposa e hijo. Sin pruebas que acreditaran sus dichos, Escobar sugirió que ambos crímenes “nada tuvieron que ver con el ejercicio de la profesión de periodistas”.
El 27 de julio de 2011 un editorial de Notiver pidió la renuncia de Escobar, a quien acusó de incapaz de aclarar “uno solo de los 168 crímenes cometidos en el estado en los últimos seis meses. Ni de detener la ola criminal que mantiene aterrorizada a toda la población”.
Escobar alcanzó notoriedad cuando decidió detener y encarcelar a Gilberto Martínez Vera y a María de Jesús Bravo Pagola, dos usuarios de Twitter a quienes la procuraduría acusó de “terrorismo equiparado y sabotaje” por haber transmitido mensajes equivocados sobre presuntos enfrentamientos entre bandas criminales.
La crisis de seguridad alcanzó su clímax con los 35 cadáveres arrojados al pie del monumento a los Voladores de Papantla, cerca de los principales centros comerciales de Boca del Río, Veracruz, el 20 de septiembre del año pasado. Escobar fue removido el 7 de octubre de 2011, tras una ola de violencia que dejó casi 100 muertos.
José Alejandro Montano Guzmán, candidato del Distrito VIII federal, presente también en el encuentro de Peña Nieto con la “clase política priista” el pasado miércoles 4, ha sido señalado insistentemente por sus presuntos nexos con el crimen organizado y su enriquecimiento inexplicable en los últimos 10 años.
Fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Alemán Velasco. En ese sexenio negó que en Veracruz operaran bandas del crimen organizado. A pesar de eso, el 27 de mayo de 2002 el Ejército detuvo en el fraccionamiento Costa de Oro, muy cerca de la residencia del gobernador Alemán, a José Alberto Quintero Meraz, El Beto, uno de los narcotraficantes más buscados del país. Se le acusaba de trabajar para los cárteles de Juárez y del Golfo, entonces encabezado por Osiel Cárdenas.
El 1 de noviembre de 2002 efectivos de la Agencia Federal de Investigación detuvieron en el bar Kachimba, de Boca del Río, a Rafael Palomba Márquez, delegado regional de la Secretaría de Seguridad Pública, colaborador de Montano Guzmán, acusado de brindar protección a Quintero Meraz en la zona centro-costa de Veracruz.
Montano, quien presume su origen humilde como “cargador de legumbres en el mercado de Jamaica” (Imagen Veracruz, 12 de mayo de 2011), es dueño de nueve inmuebles valuados en 93 millones 800 mil pesos, según una lista entregada a Proceso. Su residencia en el fraccionamiento Las Ánimas de Xalapa tiene un valor comercial de 20 millones de pesos y a nombre de su esposa aparece un terreno de 15 mil 500 metros cuadrados, donde se desarrolló el fraccionamiento La Toscana.
El extitular de Seguridad Pública, dirigente local de la CNOP, es también presidente y director general del periódico Milenio El Portal.

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