14 ago 2012

La ruptura entre Loz Zetas


La violencia en SLP explicada por Jorge Fernández Menéndez
Ruptura entre Los Zetas; concretamente entre Miguel Angel Treviño el llamado Z 40, y Heriberto Lazcano “El Lazca, explica la violencia en SLP
¿Por qué rompen Lazcano y Treviño?
Comenta Jorge Fernández en su columna razones en Excélsior  a propósito de la violencia reciente en el país que la división de Los Zetas cambiará la geografía del narcotráfico en el país; ¿ello tendría que ver con la muerte de del Presidente electo de Matehuala Edgar Morales?  Y el deceso de 14 personas encontradas con von huellas de tortura y disparos de arma de fuego en una cajuela en SLP.
Señala el analista que “el enfrentamiento se ha dado entre los dos hombres que han sido sus líderes desde la caída de su fundador, Arturo Guzmán Decena: Heriberto Lazcano, conocido como El Lazca, pero también (al escribir la columna publicada ayer no lo sabíamos), como El Z 50 o El Talibán, y Miguel Ángel Treviño, El Z 40. Son los dos grandes jefes de esa organización desde que decidieron romper con el cártel del Golfo desde que Osiel Cárdenas Guillén fue enviado a Estados Unidos y se dijo (nunca fue confirmado oficialmente por la justicia estadunidense, pero la indulgencia de la condena que le aplicaron, 20 años, así lo hace suponer) que se convirtió en informante de las agencias de la Unión Americana. Desde entonces Los Zetas dejaron de ser el brazo armado del cártel del Golfo, rompieron con ese cártel y formaron su propia organización.”
Agrega que la zona de influencia de Los Zetas es, sobre todo,  en Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Hidalgo, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí.
En el sur del país tienen presencia importante en Quintana Roo y en Tabasco.
¿Por qué rompen Lazcano y Treviño?, se pregunta el especialista, y él mismo responde:
“No hay información oficial, pero se asegura que, además de la disputa por los territorios, la división tendría relación con el dinero: los golpes que ha recibido Treviño en las últimas semanas en EU —se recordará la detención de su hermano— con el desmantelamiento de una red de lavado que incluía la venta de caballos y las carreras de media milla, lo habrían dejado en una situación endeble y con parte de su seguridad vulnerada.
The Reach of Mexico's Drug Cartels
Mexican drug trafficking cartels “represent the greatest organized crime threat to the United States,” according to a recent Justice Department report. The cartels have waged increasingly violent battles with one another, as well as with the Mexican government, which began an aggressive crackdown in 2006.
http://www.nytimes.com/interactive/2009/03/22/us/BORDER.html
Las preguntas que quedan pendientes son muchas, la principal es hasta dónde llegará esa ruptura (si nos basamos en los hechos de violencia que ya se han registrado se puede suponer que será realmente profunda) y también cómo se alinearán estos grupos ante sus actuales rivales. Recordemos que cuando los Beltrán Leyva y el cártel de Juárez, encabezado por Vicente Carrillo, rompieron con el cártel de Sinaloa, y acabaron con la llamada Federación, no sólo se detonó la guerra entre grupos criminales que desde entonces vivimos, sino que también se reconfiguró la geografía del crimen, ya que esos grupos se aliaron con Los Zetas, a la vez que el cártel del Golfo se alió con el de Sinaloa, el del Chapo Guzmán.
“Los enfrentamientos entre los distintos cárteles siempre han estado presentes: en el pasado, en los primeros años de los 90, los de los Arellano Félix, con la llamada Federación que encabezaba Amado Carrillo Fuentes y, en menor medida, de esos dos grupos con el cártel del Golfo, entonces encabezado por Juan García Abrego, generaron muchísimos hechos de violencia. Pero desde 2004, y eso se suele olvidar cuando se trata de explicar la ola de muertes que vivimos hasta el día de hoy, esos enfrentamientos se recrudecieron porque lo que ocurrió fue que se rompieron  internamente esos tres grandes cárteles: se dividieron los Arellano Félix y sobre todo se enfrentaron y rompieron los cárteles del Chapo Guzmán, el llamado de Sinaloa, con los Beltrán, y el de Juárez, y también, como dijimos, el del Golfo y Los Zetas. Rupturas que coincidieron, casualmente, con cambios sexenales.
Y como sabemos, ninguna guerra, ninguna violencia, es peor que la fratricida. Las guerras civiles son más duras, más crueles, más brutales, que cualquier otra. Y esta guerra, la que divide a Los Zetas, no será la excepción.”
Columnas Razones:
Los Zetas partidos a la mitad/Jorge Fernández Menéndez
Excélsior, 13 de agosto de 2012;
La división de Los Zetas cambiará la geografía del narcotráfico en el país. El enfrentamiento se ha dado entre los dos hombres que han sido sus líderes desde la caída de su fundador, Arturo Guzmán Decena: Heriberto Lazcano, conocido como El Lazca, pero también (al escribir la columna publicada ayer no lo sabíamos), como El Z 50 o El Talibán, y Miguel Ángel Treviño, El Z 40. Son los dos grandes jefes de esa organización desde que decidieron romper con el cártel del Golfo desde que Osiel Cárdenas Guillén fue enviado a Estados Unidos y se dijo (nunca fue confirmado oficialmente por la justicia estadunidense, pero la indulgencia de la condena que le aplicaron, 20 años, así lo hace suponer) que se convirtió en informante de las agencias de la Unión Americana. Desde entonces Los Zetas dejaron de ser el brazo armado del cártel del Golfo, rompieron con ese cártel y formaron su propia organización.
La zona de influencia de Los Zetas es, sobre todo,  en Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Hidalgo, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí. En el sur del país tienen presencia importante en Quintana Roo y en Tabasco. Por supuesto que, como muchos de los grupos del narcotráfico se disputan otras regiones, en esos estados, la presencia de Los Zetas es mucho más significativa. La ruptura entre Treviño y Lazcano detonará la lucha interna y la violencia en las entidades donde los grupos del primero son más poderosos: San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y, en parte, Veracruz.
De esos enfrentamientos se generará un aumento de la violencia en esas zonas y por eso también se ha dado en los últimos días un incremento importante de la presencia de las fuerzas de seguridad en esos lugares y por eso se insiste desde las fuerzas de seguridad federal en solicitar la participación ciudadana a través de los mecanismos de denuncia, sobre todo en un momento en que se espera un alza de la violencia.
¿Por qué rompen Lazcano y Treviño? No hay información oficial, pero se asegura que, además de la disputa por los territorios, la división tendría relación con el dinero: los golpes que ha recibido Treviño en las últimas semanas en Estados Unidos —se recordará la detención de su hermano— con el desmantelamiento de una red de lavado que incluía la venta de caballos y las carreras de media milla, lo habrían dejado en una situación endeble y con parte de su seguridad vulnerada.
Las preguntas que quedan pendientes son muchas, la principal es hasta dónde llegará esa ruptura (si nos basamos en los hechos de violencia que ya se han registrado se puede suponer que será realmente profunda) y también cómo se alinearán estos grupos ante sus actuales rivales. Recordemos que cuando los Beltrán Leyva y el cártel de Juárez, encabezado por Vicente Carrillo, rompieron con el cártel de Sinaloa, y acabaron con la llamada Federación, no sólo se detonó la guerra entre grupos criminales que desde entonces vivimos, sino que también se reconfiguró la geografía del crimen, ya que esos grupos se aliaron con Los Zetas, a la vez que el cártel del Golfo se alió con el de Sinaloa, el del Chapo Guzmán.
Los enfrentamientos entre los distintos cárteles siempre han estado presentes: en el pasado, en los primeros años de los 90, los de los Arellano Félix, con la llamada Federación que encabezaba Amado Carrillo Fuentes y, en menor medida, de esos dos grupos con el cártel del Golfo, entonces encabezado por Juan García Abrego, generaron muchísimos hechos de violencia. Pero desde 2004, y eso se suele olvidar cuando se trata de explicar la ola de muertes que vivimos hasta el día de hoy, esos enfrentamientos se recrudecieron porque lo que ocurrió fue que se rompieron  internamente esos tres grandes cárteles: se dividieron los Arellano Félix y sobre todo se enfrentaron y rompieron los cárteles del Chapo Guzmán, el llamado de Sinaloa, con los Beltrán, y el de Juárez, y también, como dijimos, el del Golfo y Los Zetas. Rupturas que coincidieron, casualmente, con cambios sexenales.
Y como sabemos, ninguna guerra, ninguna violencia, es peor que la fratricida. Las guerras civiles son más duras, más crueles, más brutales, que cualquier otra. Y esta guerra, la que divide a Los Zetas, no será la excepción.
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Los Zetas se dividen y se disputan SLP/ Jorge Fernández Menéndez
Excélsior, 13 de agosto de 2012
San Luis Potosí se convertirá en uno de los nuevos epicentros de violencia relacionada con el crimen organizado en las próximas semanas, una violencia que tendrá, también, repercusiones en Zacatecas y Coahuila, sobre todo en Torreón. Apenas ayer, en San Luis Potosí, fue asesinado el presidente municipal electo de Matehuala, Edgar Morales Pérez, junto con quien fue su coordinador de campaña, Francisco Colunga. La semana pasada, el 9 de agosto, se localizó un vehículo con 14 cadáveres, con huellas de tortura y disparos de arma de fuego. Una persona consiguió escapar de la masacre, luego de que fue dado por muerto por los atacantes. Esa misma persona terminó en un hospital y en contacto con personal militar y brindó detalles de lo sucedido.
Así se pudo saber que el cártel de Los Zetas se ha dividido, se ha roto y ha comenzado la batalla interna por el control de esa organización: una de las fracciones la controla el llamado Z 40, Miguel Ángel Treviño Morales, cuyo grupo sufrió duros golpes financieros en las últimas semanas en Estados Unidos con la detención de su hermano. El otro grupo lo encabeza el llamado Z 50, y apodado El Talibán, con fuerte presencia, sobre todo en el estado de Coahuila. Ambos grupos se están disputando, además de esa entidad, Zacatecas y sobre todo San Luis Potosí, donde tenían una fuerte hegemonía, misma que se debilita desde el momento en que han comenzado a luchar entre sí.
Las víctimas de esa masacre eran miembros del grupo del Z 50, la mayoría de origen coahuilense. También de ambos grupos serían los delincuentes caídos en días posteriores en el mismo estado, cuando el ejército detuvo a la célula responsable de los hechos, con un saldo de cuatro detenidos y tres muertos, entre los grupos agresores. Incluso la ola de violencia que se ha desatado en Michoacán y en Guanajuato podría tener relación con esta ruptura interna en el cártel de Los Zetas que tiene influencia en ambos estados.
En este sentido, no hay información sobre cuál, en este proceso interno, sería la posición de Heriberto Lazcano, El Lazca, el otro líder de la organización criminal, que hasta ahora no había sufrido rupturas internas significativas, pese a su lucha feroz contra el cártel de Sinaloa y sus aliados. Las mismas ya se dieron y eso mismo hace suponer a las autoridades que habrá enfrentamientos serios, hechos violentos en los próximos días en San Luis Potosí y en otras entidades en las que los dos grupos en disputa tienen presencia. Una violencia que, obviamente, no deviene de la presencia de las fuerzas de seguridad en ese estado, como algunos han sostenido, sino de la lucha que esos grupos criminales, como otros en diversos puntos del país, mantienen entre sí para tratar de establecer control sobre distintos territorios.
En el pasado, con una cantidad de información menor, era mucho más complejo tener un seguimiento estricto de cómo se estaban desdoblando los grupos criminales. En la actualidad ese seguimiento se puede realizar con bastante exactitud y rapidez, pero por lo mismo se pueden preveer muchos escenarios. Obviamente, habrá en San Luis Potosí y en los estados en disputa por estos grupos un nuevo pico de violencia: estamos hablando de Los Zetas, la organización más violenta de todas las que operan en territorio nacional; si empleaban una violencia brutal contra sus adversarios, la misma será, como ya se ha visto en estos días, mucho mayor en su conflicto interno.
Según las áreas de seguridad federales habrá por ello un fuerte incremento de fuerzas en esas regiones, con el objetivo de inhibir y operar en contra de esa previsible ola de crímenes. Habrá un fuerte incremento de labores de reconocimiento y de actividades de inteligencia en la zona. Se privilegiarán las acciones conjuntas y la cooperación entre las autoridades de las tres órdenes de gobierno y se demandará una participación activa de la sociedad potosina para frenar esa previsible ola de violencia acudiendo a la denuncia ciudadana, incluso se han habilitado con ese fin números especiales en la zona y la región militar y distintos correos electrónicos.
La ruptura interna de Los Zetas es una buena noticia en el ámbito de la lucha contra los grupos delincuenciales. Llama la atención que esa ruptura se esté dando, en particular, entre las células y los personajes más duros de esa organización. Pero también, conociendo el entramado de intereses que los mueve, es la primera vez que con tanta claridad las autoridades pueden tratar de prevenir los próximos estallidos de violencia, mismos que, para ser frenados, requieren una fuerte participación social mediante la denuncia, y una actividad de las fuerzas locales que suelen ser las menos entusiasmadas en hacerlo.

Por lo pronto, Los Zetas ya se han roto. Y habrá que ver cómo se alinearán las demás organizaciones criminales en torno a esa ruptura.

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