16 jun 2016

¿Es la opinión personal de un prelado la voz de la Iglesia Católica?/ Fred Alvarez

¿Es la opinión personal de un prelado la voz de la Iglesia Católica?: Según la institución lla unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena: la fecundidad.
¿O todavía más de un editorial de un medio vinculado a una diócesis? 
¡La respuesta es no! 
En el país hay más de 100 obispos y 16 mil sacerdotes católicos y todos gozan de la libertad de expresión, con sus limitaciones como lo marca la ley en la materia, aunque al final lo que debe prevalecer es que nadie se debe quedar callado, como dice el poeta norteamericano Walt Whitman.

Empero, el posicionamiento institucional de la Iglesia católica, de un determinado país lo hace la Conferencia Episcopal que es como están organizados, de acuerdo a la legislación eclesiástica. El código de Derecho Canónico dice que la Conferencia es una  institución de carácter permanente, es la asamblea de los Obispos de una nación o territorio determinado, que ejercen unidos algunas funciones pastorales respecto de los fieles de su territorio...

“El canon 448 § 1 y 2., precisa que  (...) la Conferencia Episcopal comprende a los prelados de todas las Iglesias particulares de una misma nación y legítimamente erigida tiene en virtud del derecho mismo personalidad jurídica”.

Canon 452 § 1. “Cada Conferencia Episcopal elija conforme a la norma de los estatutos su propio presidente, determine quién ha de cumplir la función de vicepresidente cuando el presidente se encuentre legítimamente impedido, y designe el secretario general”.

En México se llama Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y sus dirigentes son nombrados por el voto directo de sus pares; la preside por segunda ocasión, el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y su secretario general Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, obispo Auxiliar de Monterrey.Robles Ortega es para fortuna de México un hombre sencillo y mesurado en sus expresiones.

Claro que lo que dice la CEM debe ir de la mano de lo que emita la Santa Sede. Sobre el tema de matrimonios igualitarios hay un posicionamiento claro de Roma. Hace un año en Irlanda la sociedad católica aprobó y con un 62% en un referéndum el matrimonio homosexual.

¡El golpe fue durísimo!

Ante ello el secretario de Estado de la Santa Sede cardenal Pietro Parolin dijo que  fue “una derrota para la humanidad. Me quedé muy triste por el resultado, la Iglesia tiene que reforzar su empeño evangelizador", dijo.

Y hace unas semanas, Camillo Ruini, vicario Emérito del Papa para la Diócesis de Roma, manifestó en entrevista al conocer el resultado del parlamento italiano que “es un problema gravísimo, para la humanidad y hoy para Italia”.

Pero para los que piensa que en México habrá un rompimiento con la Santa Sede debemos decir que ni se rompieron relaciones diplomáticas con Irlanda ni menos con Italia... Cada país y sociedad es soberano de tomar las decisiones correspondientes.

¿Y en México?
¡Tampoco!

(Véase “Matrimonios igualitarios, ¿voto de castigo por iniciativa presidencial?”
goo.gl/GozTqN
)

Lo primero que debemos precisar es que la opinión de un prelado o la  editorial – Desde la fe-  de un órgano oficial de una diócesis no es la voz oficial de la Iglesia católica Mexicana.

Si acaso es el punto de vista del obispo del lugar, en este caso del eminentísimo señor Cardenal Norberto Rivera Carrera, y/o del director Hugo Valdemar.

Lo manifiesto porque algunos colegas ante la opinión de un sacerdote u obispo, escriben: dice “La iglesia”.Cuando deben precisar que es la opinión de determinada persona, por muy obispo que sea.

Semanario Desde la Fe. http://www.desdelafe.mx

Tres editoriales han abordado el tema críticamente y bienvenida su opinión. Pero –siempre hay un pero- hay que leerlo en su contexto.

¡No es la opinión de la CEM ni muchos menos de la Iglesia católica!

Soy lector del semanario desde que tenía otro nombre y lo dirigía el hoy rector de la Universidad Pontificia, Dr. Mario Ángel Flores Ramos. Y debemos decir que inclusoha criticado al mismísimo papa Francisco.

¿Por qué?
El papa jesuita les dijo de frente:

“Les ruego no caer en la paralización de dar viejas respuestas a las nuevas demandas. Vuestro pasado es un pozo de riquezas donde excavar, que puede inspirar el presente e iluminar el futuro. ¡Ay de ustedes si se duermen en los laureles!”

Después de la visita papal, y sobretodo días después, el domingo 6 de marzo el semanario de la arquidiócesis publicó un editorial donde le responde al papa Francisco elogiando la labor de los obispos: “los obispos mexicanos han venido acompañando al pueblo sufriente y apaleado, haciendo una vida de entrega al prójimo y no de ‘príncipes’ sin contacto con el rebaño”, dice el semanario, y pregunta: “¿Tiene el Papa alguna razón para regañar a los obispos mexicanos?”.

Respondió el semanario Desde la fe que “existe la mano de la discordia” que “mal aconsejó al Papa” para que los golpeara injustamente.
Obviamente el cardenal Rivera  se deslindó del editorial publicado.
¿Coincide con el editorial de Desde la fe del domingo pasado?- le preguntaron.
Respondió: “Para nada. No. Yo ni estaba en México. Así que no pude yo ponerme de acuerdo o aprobar o desaprobar.
Yo he tenido una actitud, desde que quise fundar un periódico aquí hace 18 años, de respetar siempre la libertad de expresión... 
¿Tiene distanciamiento con el papa Francisco?- le inquieren.
Y respondió: “Siempre he tenido una buena amistad con él. Y creo que cuando se convierte por nuestra elección en Papa; además de la amistad, hay el respeto y la obediencia".

Ante los múltiples voces que se escuchan en el país todos los días sobre el tema del matrimonio igualitario, la opinión que más debe contar – todos cuentan, insisto-  es lo que diga la CEM que preside el eminentísimo señor cardenal de Guadalajara, arzobispo José Francisco Cardenal Robles Ortega.

Que dicho sea de paso ningún obispo mexicano expresó su solidaridad y condena antes los hechos lamentables del pasado domingo en Orlando Florida, donde murieron 49 personas, cuatro de ellas mexicanos, a pesar de que el papa Francisco fue el primer líder mundial en enviar un telegrama condenando los hechos.

Quien sí lo hizo fue la CEM. En un mensaje fechado el 14 de junio, dice:

 “Con profundo dolor, la Conferencia del Episcopado Mexicano expresa su solidaridad al pueblo de los Estados Unidos de América, especialmente a las víctimas de los lamentables hechos ocurridos en Orlando, Florida, y eleva súplicas al Creador por quienes perdieron la vida, para que les conceda el eterno descanso; por aquellos que resultaron heridos, para que les conceda una pronta recuperación; y por sus familiares y amigos, para que les de fortaleza y esperanza en estos momentos de dolor. Así mismo, pide a Jesús, nuestra paz, que toque las mentes y los corazones de los hombres y mujeres del mundo a fin de que, evitando cualquier forma de violencia, seamos todos constructores de paz. Que Santa María de Guadalupe nos cubra con su manto maternal”.

Pregunto ¿alguien escucho una homilía del pasado domingo  o leyó, escucho o vio en algún medio un posicionamiento de los obispos condenado el hecho?
Parece que no. Aunque no dudo  que muchos párrocos en el país lo hicieron, y no se publicitó.

Regresemos al tema que ha sido polémico y que muchos definió la elección del pasado 5 de junio.

¿Qué dijo la CEM ante la iniciativa del Presidente Peña Nieto?

La emitió el mismo día que el presidente firmó la iniciativa en Los Pinos ante la presencia de un grupo representativo de la comunidad lésbico, gay, transexual, bisexual e intersexual.

Se manifestaron de la siguiente forma:

Vale la pena rescatar algunos párrafos y si se quiere hacer comparaciones se vale.

1.- “Los Obispos de México valoramos todas las propuestas y acciones que promuevan el reconocimiento y protección de los derechos de todos y el deber que cada persona tiene de respetar la dignidad de los demás. Frente a los anuncios dados a conocer por el Ejecutivo Federal el día 17 de mayo de 2016, en los que manifiesta su compromiso con la construcción de un México que reconoce en la diversidad, una de sus mayores fortalezas, reconocemos que es prioritario evitar toda discriminación”.

2.- “Estamos seguros que en la pluralidad que caracteriza nuestra Nación, todas las voces deberán ser escuchadas con seriedad y espíritu de diálogo constructivo, en pleno respeto a las instituciones.

Reiteramos que toda persona, independientemente de su orientación sexual, ha de ser respetada en su dignidad, y tratada con compasión y delicadeza, procurando evitar «todo signo de discriminación injusta, y particularmente cualquier forma de agresión y violencia. (Amoris Letitia 250; Cat. Ig. C. 2358)”.

3.- “Por lo que se refiere a las familias, se debe tratar de asegurar un respetuoso acompañamiento, con el fin de que aquellos que manifiestan una orientación sexual distinta puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida. (AL 250)”.

4.- “En una sociedad en la que ya no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad, reconocemos la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio”.

Tienen que ver con el posicionamiento emitido hace unos años sobre la resolución de la corte.


Me quedo con las expresiones de la CEM.

Por último, la mañana de ayer recibí el posicionamiento de un alto prelado de la Iglesia Católica a quien conozco desde hace muchos años, sobre todo cuando fue secretario general de la CEM y arzobispo auxiliar de la Ciudad de México.Su opinión fue colocada en la web de la arquidiócesis Primada de México.

¿Qué dijo?

De entrada que únicamente en lo que los obispos se oponen es en uso de la palabra “matrimonio” para que no se confunda.

Subraya que “La Iglesia católica no se opone a que cualquier pareja que decida convivir, lo haga pues está en su derecho. Y si el Estado quiere proteger este derecho mediante un reconocimiento legal, eso es muy justo y legítimo. Tampoco pretende imponer su doctrina a quienes no sean creyentes católicos.

Pero no tiene sentido llamarle matrimonio como se pretende hacerlo en muchos países con el argumento de que “ese reconocimiento surge el imperativo de toda autoridad de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos de todas las personas en condiciones de igualdad y sin discriminación”.

Y pregunta.

¿Por qué los Obispos mexicanos han manifestado su oposición a la iniciativa presidencial?

El mismo responde:

Porque el mensaje que se está enviando a toda la población, especialmente a los jóvenes, es que toda unión entre parejas es igual, pues no debe hacerse ninguna discriminación; pero en una sociedad en la que ya no se advierta con claridad que “sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por su compromiso estable y por hacer posible la fecundidad, está destinada a perder los valores morales y el verdadero sentido de la familia”.

Esta oposición de los obispos de México se apega a lo que el Papa Francisco ha dicho en su Carta Encíclica sobre la Familia (titulada “La alegría del amor”): “Nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio sea algo que favorezca a la sociedad. Ocurre lo contrario: perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de los pueblos… Debemos reconocer la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad” (A.L. n. 52).

Y concluye diciendo que ellos esperan que la iniciativa presidencial “sea puesta a la consideración y consulta de los diversos sectores de la sociedad, como debe de ser en una sociedad democrática, y que dicha iniciativa sea rechazada, puesto que la mayoría  de la población se opone a ella”.

Comparto lo dicho por don Abelardo Alvarado.

PD: Por cierto ojala el obispo de Culiacán Jonás Guerrero haga un acto de contricción y pida perdón públicamente por sus expresiones hacia un creyente, y más si es el presidente de México.

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