Desde la cárcel en Guantánamo

09/02/2017 - 08:31

Clarin.com

Desde la cárcel en Guantánamo

Revelan la carta que el cerebro del ataque terrorista del 11-S envió a Barack Obama

"Alá nos ayudó a realizar los atentados", dice Cheij Jaled Mohammed.

"No fuimos nosotros quienes lanzamos la guerra contra ustedes en septiembre de 2001, fueron ustedes y sus dictadores en nuestras tierras", escribió Cheij Jaled Mohammed desde la prisión de Guantánamo en una carta dirigida a Barack Obama y fechada en 2015.

Mohammed es el autoproclamado cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el ataque terrorista que provocó la muerte de unas 3.000 personas en los Estados Unidos.

Para Cheij Mohammed, la masacre sucedió como resultado de la política exterior de Estados Unidos. Y lo expresó en una carta de 18 páginas enviada a Obama, "la cabeza de la serpiente" y líder de la "nación de la opresión y la tiranía".

Con fecha 8 de enero de 2015, la carta llegó a la Casa Blanca en los últimos días de la presidencia de Obama, después de que un juzgado militar ordenara que la prisión de Guantánamo, donde está detenido Mohammed, la entregara.

Entre otras cosas, el texto dice que los atentados en las Torres Gemelas de Nueva York y en el Pentágono de Washington tuvieron asistencia divina.

"Alá nos ayudó a realizarlos, a destruir la economía capitalista, a tomarlos desprevenidos y a exhibir la hipocresía de sus argumentos de larga data sobre la democracia y la libertad", sostiene el preso, de origen pakistaní.

Enumerando una lista de "masacres brutales y salvajes" de Estados Unidos, desde Vietnam a las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, Cheij Mohamed evoca también la suerte de los palestinos y el apoyo estadounidense a Israel.

"Sus manos están teñidas de la sangre de nuestros hermanos y hermanas, de nuestros niños asesinados en Gaza", dice.

De 52 años, Cheij Mohammed lleva 15 detenido y podría recibir la pena capital.

"Si su tribunal me condena a prisión perpetua estaré feliz solo en mi celda para adorar a Alá durante el resto de mi vida y arrepentirme delante de él de mis pecados y malas acciones", advierte quien en 2003 fue sometido a 183 "submarinos" (simulación de ahogamiento).

"Y si su tribunal me condena a muerte, seré todavía más feliz de ir al encuentro con Alá y los profetas y de ver a mis mejores amigos, a quienes mataron injustamente en el mundo, y de ver al jeque Osama Bin Laden."