3 dic 2017

Creó una cofradía para el dinero


Revista Proceso # 2144, 3 de diciembre de 2017
Creó una cofradía para el dinero/JESUSA CERVANTES
De José Antonio Meade nadie dice que se haya enriquecido ilícitamente a costa del erario. Lo que sí hizo fue integrar una legión de incondicionales, gracias a la cual ha tenido presencia en los sectores financieros clave; una cofradía por y para el dinero. Así pudo maniobrar el rescate bancario o firmar un convenio de doble tributación con Singapur, que convierte a aquella nación en el paraíso fiscal ideal para los capitales mal habidos en México.
Apuró su bebida y soltó ante los amigos que lo acompañaban en una cafetería en la exclusiva zona residencial de Lomas de Chapultepec: “Voy a ser presidente de la República”. Era 2000 y José Antonio Meade hablaba muy en serio, convencido. Acababa de dejar la Secretaría Adjunta del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

Ahora Meade será el candidato de unidad del PRI, sin ser priista, para buscar la Presidencia y oponerse a Andrés Manuel López Obrador y a quien resulte abanderado del Frente Ciudadano por México.
Los sectores priistas lo arroparon el mismo día en que renunció a la Secretaría de Hacienda, pero el pasado 27 de noviembre, cuando los sectores del PRI le descubrieron grandes cualidades humanas y políticas, Meade les llevaba 17 años de ventaja, de trabajo silencioso, de sumar secretos y favores que le permitieron transitar por cuatro direcciones y cuatro secretarías de Estado a lo largo de cuatro sexenios.

Meade tejió redes entre banqueros, dejó pasar rescates bancarios, suavizó auditorías a los hombres del campo y les autorizó créditos para reinventarse, firmó un convenio de doble tributación con Singapur mediante el cual los mecanismos de fiscalización “no son laxos sino nulos”, pero también abonó al rechazo de la clase empresarial al crear el llamado IETU (Impuesto Especial a Tasa Única) y le recetó a la ciudadanía un presupuesto que derivó en aumento a las gasolinas. Incluso tiene en su haber la autorización de la última gran fusión bancaria (Interacciones-Banorte), donde hoy laboran sus hermanos.
Pero sobre todo creó una cofradía.
Seguidores y operadores suyos se aglutinaron en el llamado Grupo de los 40 Asociados. A lo largo de estos 17 años, los allegados a Meade han transitado por áreas estratégicas desde donde se maneja el dinero público.
Uno de los personajes de esa cofradía es Jaime González Aguadé, actual presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, egresado de Yale, como Meade.
González Aguadé acompañó al aspirante presidencial durante su paso por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar, 1997-99), el IPAB (agosto 1999-septiembre 2000), el Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural, mayo 2002-enero 2003) y Financiera Rural (enero 2003-diciembre 2006).
Después de Financiera Rural, González Aguadé fue director del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), algunos de cuyos funcionarios recuerdan anécdotas donde escuchaban que “tanto él como Meade jugaban de niños a ser presidentes de México”.
Viejos favores, nuevo cobro
Dionisio Meade y García de León, padre del aspirante, formó parte de las direcciones de dos de los bancos rescatados por el gobierno: Banco Mexicano Somex y Banco Obrero. De 1989 a 1992 fue director general de servicios del primero; en el segundo ocupó una cartera de mayor responsabilidad: director general adjunto de administración y jurídico (1992-94).
Somex tenía una afectación de cuando menos 28 mil millones de pesos, mientras que el Banco Obrero tenía saldos vencidos por 113 mil millones de pesos, pero se habían hecho perdedizos cerca de 20 mil millones más.
Ambos quebrantos fueron a parar en 1995 al Fobaproa, cuando Ernesto Zedillo autorizó la intervención del gobierno en favor de los bancos, haciendo de sus deudas una deuda de la nación.
Cuando Dionisio Meade dejó el Banco Obrero se fue a la Cámara de Diputados como asesor de la Comisión de Hacienda y en 1997 llegó a San Lázaro como legislador plurinominal. Fue él quien confeccionó el IPAB, heredero del Fobaproa. En esa misma legislatura y para proteger a los usuarios de la banca se creó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Mientras tanto, José Antonio Meade fue nombrado secretario ejecutivo adjunto del IPAB, al lado de Vicente Corta, quien ocupó la Secretaría Ejecutiva. De 1999 a septiembre de 2000, el IPAB realizó la primera parte de la negociación con los bancos para que aceptaran nuevas auditorías.
Juan Pedro Kuribreña se fue como secretario particular de la Presidencia de la naciente Condusef y en pocos meses pasó a ocupar una dirección general (de mayo de 1999 a febrero de 2002). Esta nueva dependencia se encargaba de tranquilizar a los deprimidos usuarios de la banca que con la crisis de 1994 habían perdido todo.
Lorenzo Meade Kuribreña siguió el camino de José Antonio. Empezó a trabajar en la función pública en la Consar y de diciembre de 2003 a octubre de 2016 se mantuvo en la Secretaría Adjunta del IPAB.
El escondite de Singapur
De José Antonio Meade nadie dice que se haya enriquecido mediante la corrupción. Lo que sí sostienen es que ha realizado autorizaciones o firmado documentos que han traído grandes beneficios a gente de poder y dinero.
El exfiscal de la Federación Gabriel Reyes Orona detalló aquel convenio de doble tributación entre México y Singapur, “donde los mecanismos de fiscalización no son laxos, son nulos… el mejor escondite que diseñó México es Singapur”, declaró en abril de 2016 (Proceso 2059).
A partir de ahí, dijo, el dinero negro que se iba a los llamados paraísos fiscales tradicionales se mudó a Singapur.
El convenio entre ambas naciones se firmó el 9 de noviembre de 1994, pero el 8 de diciembre de 2011, siendo Meade titular de la Secretaría de Hacienda, se firmó el convenio modificatorio que hace nula la información fiscal e imposibilita indagar el origen de los recursos de una empresa. “Se presta al ocultamiento de identidad”, abundó Reyes Orona en 2016.
En Hacienda, Meade volvió a dar una importante autorización: avaló la fusión entre el Banco Interacciones, de Carlos Hank Rhon, y Banorte. Actualmente los hermanos de Meade trabajan para ambas firmas bancarias. Lorenzo en Interacciones y Juan Pedro en Banorte.
Luego de salir de la Condusef y antes de llegar a Banorte, Juan Pedro Meade creó en enero de 2014, junto con Denise Flamand Trejo, la empresa Flamand Investments, cuya dirección registrada es Dresden Place 31, en la exclusiva zona de The Woodlands, Texas. Se trata de una casa que era frecuentemente usada por José Antonio Meade para descansar los fines de semana.
En el Grupo de los 40 Asociados están, además de González Aguadé, funcionarios y exfuncionarios que han acompañado a Meade desde la Consar, el IPAB o Banrural; personajes que hoy están en posiciones desde donde se manejan los recursos públicos.
Uno de ellos es Alfredo Vara Alonso, quien estuvo con Meade en el IPAB de octubre de 1999 a mayo de 2001. Y fue éste uno de los encargados de negociar con los bancos las llamadas auditorías GEL (gestión, existencia y legalidad), gracias a las cuales a los banqueros les regresó la tranquilidad al quedarse con los llamados “pagarés IPAB”. Desde el pasado febrero es director de Banobras.
Otro “asociado” es Aristóteles Núñez Sánchez. Estuvo en el IPAB de julio de 2001 a marzo de 2003. Luego siguió a Meade a Financiera Rural, donde estuvo de marzo de 2003 a septiembre de 2005.
Un miembro más del grupo es Vicente Corta; titular del IPAB de mayo de 1999 a agosto de 2000. Otra es Margarita de la Cabada, quien encabezó el área jurídica del IPAB de noviembre de 2001 a septiembre de 2003.
De febrero a octubre de 2003 Meade tuvo en Financiera Rural a otro de sus operadores: Virgilio Andrade Martínez. Éste dejó el cargo para convertirse en consejero electoral (2003-10) y luego encabezó la Función Pública, desde donde exoneró al presidente por el caso de la Casa Blanca.
En febrero de 2017 Andrade asumió la dirección de Bansefi, desde donde se encarga de distribuir los millonarios recursos para la reconstrucción de las zonas dañas por los sismos del pasado 19 de septiembre.
Margarita de la Cabada llegó en marzo de 2017 a Banobras para respaldar todos los actos jurídicos de Alfredo Vara en dicha dependencia.

Otra exfuncionaria que ha estado cerca de Meade es María Teresa Fernández Labardini, quien ocupó una dirección en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de 2001 a 2003, y pasó por el IPAB de 2003 a 2006, cuando Lorenzo Meade trabajó en la Secretaría Adjunta.


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