2 dic 2017

Las columnas políticas hoy, sábado 2 de diciembre de 2017

Se tambalea Trump; exasesor confiesa que Rusia lo apoyó

El teniente general Michael Flynn se declara culpable de falso testimonio al FBI y admite que le pidieron contactar con Rusia. Kushner es el siguiente sospechoso
El ex asesor de Seguridad Nacional, se convirtió ayer en el funcionario de mayor rango del gobierno de  Trump en caer en la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible colusión de socios del mandatario con los rusos en las elecciones estadunidenses y, aún más alarmante para la Casa Blanca, anunció que está cooperando plenamente en la indagación, informando que sus contactos con los rusos fueron realizados en coordinación con otros integrantes del círculo íntimo del presidente, incluyendo posiblemente al yerno de éste.
Donald Trump reaccionó este sábado a la declaración de culpabilidad de su ex asesor  y afirmó que "de ninguna manera" hubo colusión con Rusia.

Trump habló ante la prensa mientras salía de la Casa Blanca para dirigirse a Nueva York para un evento de recaudación fondos.
En tres ocasiones, Trump dijo a los periodistas que se ha demostrado que no hay "colusión".
Trump está viendo cumplirse su peor pesadilla. 
Mueller es una leyenda dentro del FBI. Dirigió a los agentes federales durante 13 años y se forjó, tanto con George Bush hijo como con Barack Obama, una reputación de investigador duro e insobornable. Ya jubilado, cuando su estrella parecía destinada al olvido, asumió el caso de su vida. Su designación por el Departamento de Justicia fue presentada como un revulsivo a la abrupta destitución el pasado 9 de mayo del director del FBI, James Comey. Un despido que Trump adoptó precisamente tras negarse Comey a cerrar las pesquisas sobre la trama rusa.
Desde el inicio, el fiscal especial situó en la mira al mismo presidente de EU...
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Rebeldes del PAN darán el aval ara que pase en el Senado la ley de seguridad
Los senadores autodenominados Rebeldes del Partido Acción Nacional  aseguraron que votarán a favor de la Ley de Seguridad Interior, aprobada el jueves en la Cámara de Diputados, a pesar de la línea en contra que marque la dirigencia nacional, encabezada.
"Esa ley va a pasar a pesar de (Fernando) Herrera (líder de la bancada) y de la dirigencia del partido y de la línea tan retrógrada que tienen. Vamos a darles los votos necesarios para que hagamos mayoría, porque es absolutamente indispensable e impostergable esa ley. Y no solamente vamos a darles los votos, vamos a dar la mejor batalla de argumentación en la tribuna, en los medios y en las redes.", dijo a La Razón el legislador Javier Lozano.
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Las columnas políticas hoy,  sábado 2 de diciembre de 2017
Templo Mayor/ Reforma..
PRIMER ACTO: en enero, la priista Ivonne Ortega asegura que "ya se acabó el tiempo de la disciplina" y que ella irá, sí o sí, por la candidatura presidencial de su partido.
SEGUNDO ACTO: en octubre, la ex gobernadora de Yucatán critica que el PRI descartara una consulta abierta para elegir a su abanderado a la Presidencia y adelanta que, sin importar el método, ella se inscribirá.
TERCER ACTO: llega diciembre y la también ex secretaria general del tricolor dice que no se anotará, y apoya públicamente al precandidato único José Antonio Meade.
¿CÓMO se llamó la obra? "Mucho ruido y pocas nueces". Y no, no es la comedia de Shakespeare.
QUIENES conocen cómo operan las Fuerzas Armadas llamaron la atención sobre la llegada del general Roble Arturo Granados a la Subsecretaría de la Defensa Nacional justo a un año del cambio de administración.
Y ES QUE esa nueva posición lo proyecta hacia la oficina más importante de esa Secretaría para el próximo sexenio, más aún porque se sabe que es un cuadro muy cercano al actual titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos.
POR CIERTO, en su currículum destaca una maestría en Administración Militar para la Seguridad Interior y Defensa Nacional, una área de especialización que, en el contexto de la nueva Ley de Seguridad Interior, puede resultar muy útil en su nuevo rol... y en el que pudiera venir después.
ALLÁ en Sinaloa andan inquietos tras el destape de José Antonio Meade porque seguramente incidirá en la carrera por el Senado. Hasta ahora quien se perfilaba como candidato priista era Mario Zamora, director de Financiera Nacional.
PERO CON eso de que supuestamente es muy cercano a Meade, hay quienes creen que eso le basta para amarrar escaño, lo que sería la puntilla para Gerardo Vargas Landeros, un connotado malovista.
EN CONTRASTE, hay quienes creen que Zamora, en realidad, podría sumarse a la campaña de Meade, dejando libre el espacio para Vargas Landeros y, de paso, evitando que éste se lleve sus fichas a Morena, como anda sopesando. ¿Qué será?
CÓMO andará la sensación de inseguridad en la CDMX que circula con temor incluso uno de los encargados de la transportación ¡de Miguel Ángel Mancera!
RESULTA que Gabriel Sánchez, "El Puma", coordinador de Apoyo Técnico y Logística de la Jefatura de Gobierno, compartió ayer en Facebook una propuesta para que el navegador vial Waze incluya una capa de incidencia delictiva, pues lo mandó por un atajo que le sacó un buen susto. ¡Ups!
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 Frentes Políticos/Excelsior
I. No se distraigan. Con la efervescencia electoral que ya se vive, se ha perdido de vista la designación del titular de la Auditoría Superior de la Federación. Este proceso ya inició en la Cámara de Diputados e incluso ya se manejan algunos nombres. Uno de los más fuertes, por su experiencia y honorabilidad, es el de Raúl Sánchez Kobashi, quien ha sido subsecretario en la Función Pública, así como administrador general de la Auditoría Fiscal en la Secretaría de Hacienda, además de presidente del Servicio de Administración Tributaria. Apúntelo: El tema del combate a la corrupción será el tópico de las campañas y es por ello, precisamente, que el próximo auditor debe tener un buen perfil para erradicar este problema. ¿Qué pero le ponen?
II. Nobleza obliga. Si hay un partido que muestra su poderío en el momento preciso, es el PRI. Y dígame si no. Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán, estaba empecinada en conseguir la candidatura presidencial por su partido, reunió casi un millón y medio de firmas de apoyo, pero, finalmente, decidió sumarse al proyecto del tricolor. “Hoy, con nuestras convicciones partidistas intactas y junto a este millón 495 mil 324 firmas de priistas, he decidido no inscribirme al proceso de elección interna y manifiesto públicamente mi respaldo al doctor José Antonio Meade”, afirmó. Hay institutos políticos que evocan a la unidad y otros que, simplemente, la practican. Alinearse, otra virtud que los engrandece. El resto se hunde en la división.
III. Recta final. El presidente Enrique Peña Nieto urgió a la administración pública federal a “apretar el paso” y lograr las metas de su sexenio, pues está decidido a trabajar con todo su empeño, dedicación y perseverancia. “México espera esa misma entrega de cada uno de nosotros”, les recordó a sus funcionarios. “Aprovechemos cada minuto de cada día, en este sexto año de gobierno, sigamos trabajando sin descanso para dejar a nuestros hijos un mejor país del que recibimos”. Ante mil 500 servidores públicos y su gabinete legal, Peña Nieto recalcó que en éste último tramo se demuestra el “carácter, la preparación y la voluntad de triunfo”. Los pendientes son: seguridad, combate a la corrupción y la consolidación de la Reforma
Educativa. Si a eso le suman que es año electoral… pues, ¡muévanse!
IV. Iluso. Ángel Aguirre llegó al gobierno de Guerrero en 2011, postulado por el PRD. Solicitó licencia al cargo en octubre de 2014, un mes después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en el municipio de Iguala, y se fue entre dudas y reclamos de los guerrerenses, quienes lo acusaron a él y a su familia de desvíos financieros en la entidad. A poco más de tres años, ahora busca volver a la escena política y convertirse en candidato a una diputación federal en las elecciones de 2018, postulado por el Frente Ciudadano por México. Claro que los familiares de los desaparecidos buscarán frenar su candidatura. Pretende volver, pero su capital político está extinguido. Andrés Manuel López Obrador tiene la mejor definición: “Tiene derecho, pero de eso a que gane, es otra cosa”.
V. Colofón. Tras una lucha que al PAN no le llevó a ninguna parte, el priista Miguel Ángel Riquelme Solís tomó protesta como gobernador de Coahuila, en sesión solemne en el Congreso del Estado, y se comprometió a trabajar sin distingos partidistas con los 38 alcaldes, principalmente con aquéllos que tomarán protesta en 2018. Y mostrando una preocupante inmadurez política, los diputados del PAN abandonaron la toma de protesta al afirmar que el gobernador entrante seguirá con la cadena de impunidad y protección a exfuncionarios. En su mensaje, Riquelme dijo que se hará un programa de reingeniería administrativa para evitar duplicidad, disminuiremos el gasto corriente y reducirá el número de dependencias. ¿Cuándo se darán cuenta esos azules de que una nueva era en Coahuila ya comenzó?
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 El linchamiento  de la hermana  del sub y el viraje  de Ivonne Ortega
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS
El linchamiento de la hermana del sub y el viraje de Ivonne Ortega
Al correo de Arsenal nos llegaron mensajes de activistas por los derechos humanos dirigidos a la diputada tamaulipeca, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, presidenta de la Comisión de Gobernación de la Cámara baja.
No les gustó que la hermana de quien fuera el mero mero del EZLN fundamentara la controvertida Ley de Seguridad Interior, que el jueves se aprobó en San Lázaro, y que, según sus detractores, es génesis de la militarización del país.
“Que nos explique la hermana del subcomandante Marcos, secretaria general de gobierno con Eugenio Hernández, presuntos gestores del crimen organizado, cómo no se entrega a los militares la responsabilidad”, dice el mensaje que nos fue remitido por una conocida activista que pidió el anonimato
En redes sociales se escribieron mensajes sexistas y misóginos en contra de la diputada del PRI. 
Nos mandaron copia del artículo 20 de la citada ley como prueba de “rendición y militarización”:
“Las Fuerzas Armadas, sin prejuicio de las misiones que tienen signadas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de sus Leyes Orgánicas, sólo intervendrán mediante la emisión de una Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior, cuando las capacidades de las fuerzas federales resulten insuficientes para reducir o contener la amenaza de que trate”.
También de los incisos I, II, III y IV del citado artículo sobre la transferencia de mandos a militares en caso de Declaratoria de Protección a la Seguridad Interior, así como la integración de grupos interinstitucionales coordinados por un comandante de las Fuerzas Armadas nombrado por el Presidente, a sugerencia de los secretarios de Defensa y de Marina.
La ley fue votada en contra por Morena, el PRD, el MC y una parte del PAN, pero no les alcanzó para abortarla en San Lázaro. Se impuso una mayoría conformada por el PRI, sus aliados y una parte del PAN no anayista.
Al partido de AMLO le reprochan haber firmado a favor de que se agendara el tema en la sesión, lo que, según la exdiputada federal Enoé Uranga, puso en mayoría a los que querían llevarla al Pleno para su discusión y su posterior aprobación.
Los críticos de la ley alegan que es violatoria de los derechos humanos y que permite reprimir manifestaciones de protesta social o político-electorales. Le dejo citas textuales de los artículos 7 y 8 para que usted norme criterio. 
El artículo 7 dice que los actos realizados por las autoridades con motivo de la aplicación de la ley deberán someterse en todo momento, y sin excepción, a la preservación irrestricta de los derechos humanos.
El artículo 8 señala que las movilizaciones de protesta social o las que tengan motivaciones político-electorales, que se realicen pacíficamente, bajo ninguna circunstancia serán consideradas amenaza a la seguridad interior, ni podrán ser materia de declaratoria de protección a la Seguridad Interior.
La redacción de este artículo dio argumentos a los que dicen que es violatoria de las garantías individuales. Deja abierta la posibilidad al Ejército de reprimir manifestaciones de protesta social o electoral que no sean consideradas pacíficas por autoridades facultadas para declarar amenazada la Seguridad Interior. 
Miguel Mancera, quien anda en campaña, fijó postura en contra del ordenamiento que, según algunas ONG, abre la puerta a la militarización del país
“México los ha requerido en posición de policías, pero esa no es su actuación. Así que si salen a las calles debe haber un documento en el que se diga por qué están en las calles, cuánto tiempo deben de estar y en qué lugares, porque los militares tienen otro entrenamiento, otra forma de acción”, puntualizó el jefe de Gobierno.
La “muda” por fin habló y se alineó. Ivonne Ortega rompió el silencio que se autoimpuso desde el destape de José Antonio Meade y declinó a favor del futuro candidato del PRI a la Presidencia de la República. “Es el mejor para representar a nuestro partido en la elección presidencial”, dijo públicamente.
Ayer renunció a registrarse como aspirante del tricolor a la Presidencia de la República.
Apareció junto a Meade en la sede del CEN del PRI, le ofreció el millón 495 mil firmas que juntó para registrarse  como precandidata presidencial.
Al anuncio le siguió un coro formado por tricolores que aplaudían la decisión al grito de: “¡Unidad! ¡Unidad!”.
La exsecretaria general del PRI recorrió el país y encabezó encendidos mítines contra el gasolinazo que se produjo en los tiempos de Meade en Hacienda. Ha sido una de las voces críticas de la política económica del gobierno.
Abanderó el reclamó a la dirigencia del partido por haber modificado los estatutos del partido para que un ciudadano pudiera ser candidato presidencial del tricolor.
Modificó radicalmente su postura. Se vale preguntar: ¿Le hicieron manita de puerco?
En el equipo de Ortega nos dicen, sin dar detalles, que hay acuerdos que esperan que se cumplan, y aseguraron que no aceptó ningún cargo para ella, pero sí para la “militancia ignorada”.
En Nuevo León hay jaloneos por la Fiscalía General del Estado. Diputados locales del PAN, encabezados por José Arturo Salinas Garza, no quieren que el procurador de Justicia del estado, Bernardo González Garza, ocupe el cargo.

La bancada panista local argumenta que la Constitución no permite que González Garza participe en el proceso porque es el actual procurador. Pero los voceros de la “procu” aseguran que no hay impedimento legal para que sea titular de la PGJ.
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AMLO vs. Meade,  ¿Frente vs. PRI?
Retrovisor/IVONNE MELGAR
Excelsior
La postulación de José Antonio Meade Kuribreña confirmó el reconocimiento gubernamental de que la marca PRI está en serios problemas electorales.
Así que en su calidad de jefe político del partido en el poder, Enrique Peña optó por un producto supuestamente ajeno a los negativos que el priismo representa.
¿Elimina la candidatura de Meade el riesgo de que la oposición capitalice en su campaña los problemas de la marca PRI?
Es demasiado temprano para saberlo. Porque la competencia que viene no puede adelantarse ni sustituirse con percepciones generadas a golpe de publicidad y propaganda.
Por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador, puntero en las encuestas, entiende la jugada del peñapriismo: usar la infraestructura de la marca PRI, pero centrar la campaña en las virtudes del producto no priista.
Es por eso que las declaraciones del presidenciable de Morena sobre Meade  han ido contra el personaje. Y en un primer round ha pretendido decretar que “no tiene carisma” y que es “muy antipático”.
Fue muy relevador que AMLO declarara que la mafia del poder promueve la división del Frente Ciudadano por México y que había fallado en la estrategia de colocar al PRI en segundo lugar en las intenciones de voto, porque esa posición la tenía el candidato no confeso del PAN, Ricardo Anaya.
De esa manera, López Obrador dio como válida la reciente encuesta del periódico Reforma y, al menos esta vez,  excluyó a los integrantes del Frente —PAN, PRD y Movimiento Ciudadano—  de esa mafia, al considerarlos incluso sus víctimas.
¿Es que AMLO ya olfatea el fracaso del Frente?
Lo cierto es que el principal político de oposición ha decidido descalificar a Meade con el mote de señoritingo.
Los dirigentes del PAN, PRD y MC,  Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado, optaron por golpear a la marca.
Bajo el argumento de que el perfil del candidato oficial no importa, los frentistas alegaron que ellos van por un cambio de régimen que ni el PRI ni Morena representan.
 Sin embargo, esa pretensión se ha quedado en una iniciativa, ya que el Frente sigue sin concretarse por opositores internos.
En el PAN, los críticos de la dirigencia han advertido que apoyarán a Meade, en caso de que Ricardo Anaya sea candidato.
La apuesta de los llamados senadores rebeldes —Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth y Javier Lozano, entre otros— busca replicar en 2018 la alianza de hecho que priistas y panistas armaron en 2006 y en 2012 para frenar la llegada de AMLO.
Hace 12 años, los gobernadores del PRI favorecieron al panista Felipe Calderón cuando el priista Roberto Madrazo se rezagó en tercer lugar.
Y hace un sexenio, el equipo del presidente Calderón centró sus expectativas en el puntero en las encuestas, el priista Peña Nieto, desentendiéndose de la campaña de la panista Josefina Vázquez Mota.
Esta vez, el expresidente Calderón, su esposa la candidata independiente Margarita Zavala y los citados senadores han hecho mancuerna con el PRI para descarrilar al Frente.  
En el caso del PRD, las trabas al Frente han ido contra Anaya, con el señalamiento de que el panista se habría obstinado en ser el presidenciable.
Si bien los cuestionamientos perredistas fueron antes en contra de la alianza con el PAN, ahora se redujeron al reclamo de una consulta “democrática y transparente” para definir al candidato.
El jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Mancera, tomó la tarea de presionar al PAN, logrando un cierre de filas  de las expresiones perredistas.
Las impugnaciones de Mancera parecen un pretexto para reventar al Frente. Porque la aritmética partidista estaba clara desde siempre: el presidenciable sería del PAN.
Según fuentes de los tres partidos, Anaya habría aceptado este viernes abrir el proceso de selección del candidato, sin que esto signifique el uso de urnas para una elección abierta.
“Aquí nadie se baja”, sería este fin de semana el lema de los impulsores de la coalición.
Ayer, el Grupo Chihuahua, espacio en el que se incubó el Frente, se reunió en la CDMX para afinar un método de selección satisfactorio para todos.
Además de Javier Corral, Ricardo Anaya y Dante Delgado, acudieron a la encerrona Alfredo Figueroa de la organización Ahora, Martha Tagle de MC, el panista Santiago Creel y los diputados del PRD Agustín Basave y Guadalupe Acosta Naranjo.
Pero los perredistas frentistas ya se preparan para un eventual desprendimiento de la corriente ADN y del propio Mancera.
Lo que la dirigencia de Barrales y el jefe de Gobierno ya saben es que, si se rajan, Movimiento Ciudadano está decidido a ir con el PAN en la candidatura presidencial.
La ruta de la posible vida del Frente tiene como fecha fatal para la firma del convenio de coalición este 9 de diciembre, día en que Alejandra Barrales deberá entregar la dirigencia. 
Queda una semana para saber si el discurso frentista contra la marca PRI será abanderado por el candidato de una coalición PAN-PRD-MC o ésta terminará en una alianza de panistas con la fuerza naranja.
El balón está en la cancha de Mancera: ¿Irá como los rebeldes del PAN a fortalecer la candidatura de Meade o intentará frenar la llegada de Morena a la CDMX con el Frente?
Antes de las mañanitas a la Virgen, tendremos noticias.
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Laberinto compartido
SOBREAVISO / René Delgado
Reforma, 02 Dic. 2017
Si durante la última década del siglo pasado el PRI y el PAN adelgazaron el rol del Estado en la economía para impulsar el neoliberalismo, en lo que va de esta centuria han adelgazado el rol del Estado en el derecho y la política para frenar la transición a la democracia y asegurar su prevalencia.
De la alternancia hicieron un juego de turno en tiempo compartido, no una alternativa.
En pactos manifiestos o callados y a partir de una supuesta confrontación en el campo electoral, ambas fuerzas se han aliado en lo político a fin de establecer una democracia limitada y tutelada del centro a la derecha. Hoy, al margen del accidental desencuentro del priismo con la dirigencia albiazul, la expresión de esa alianza cobra cuerpo en la precandidatura de José Antonio Meade.
Así como ayer José Antonio Meade fue un simpatizante no declarado del partido albiazul, hoy es un simpatizante declarado del partido tricolor porque, en el fondo, él es militante del modelo económico que desde su formación académica y su práctica profesional postula y defiende. Un modelo donde los buenos índices macroeconómicos son el credo; el bienestar social, un anhelo eterno y sacrificable; la política, un mal necesario; y la pobreza, una variable constante digna de considerar sólo cuando quienes la padecen y sufren son posible carne de voto.
Conviene, desde ahora, escindir al hombre del precandidato porque, sin poner en duda la integridad y honestidad atribuidas a José Antonio Meade, es imposible ignorar la corrupción y la impunidad del grupo que lo impulsa y que él está dispuesto a abanderar.
Es muy difícil que las virtudes de Meade irradien a sus compañeros de viaje, es más fácil que los vicios de aquellos lo infecten. Por lo pronto y al parecer sin practicarlos, cuando menos ha tolerado esos vicios: mal gasto, despilfarro, desvío o robo de recursos públicos federales, por no decir la fundación de Josefina Vázquez Mota, "la estafa maestra", el endeudamiento de los estados en beneficio de sus gobernadores hoy encarcelados, en trámite de extradición o en fuga.
Si el hombre y el precandidato se fundieran en una sola personalidad, la ruptura de Meade con ese grupo sería inevitable, pero del grupo requiere su apoyo y maquinaria para competir con posibilidad por la Presidencia de la República.
Si, en efecto, José Antonio Meade es hombre de una pieza, más pronto que temprano se verá en un conflicto consigo mismo y, si no se tuerce, con muchos de quienes hoy lo abrazan, lo alaban, lo impulsan y le hacen sonar las matracas y las porras como música celestial a sus oídos. Con esos a los que les pide hacerlo suyo, sin él querer ser de ellos. Sin descartar esa posibilidad, el ejemplo por antonomasia de quien pretendió hacer valer su convicción política propia frente a las prácticas comunes de sus padrinos fue amargo y doloroso, mortal, Luis Donaldo Colosio.
Sin embargo y en contraste, la trayectoria de José Antonio Meade no pinta su raya claramente frente a sus padrinos. No ha enviado señales, aun desde la contradicción, de no estar de acuerdo con la instrumentación del modelo económico, político y de seguridad, ni de no comulgar con las prácticas viciadas que tanto daño han causado al país.
Meade anuncia el lunes que trabajará en "plantear nuevas propuestas y no viejas recetas que no han funcionado", pero no formula unas ni condena otras. Y es difícil de creer que habiendo abrigado la esperanza de ser el ungido, como lo fue, no tenga un discurso que escape al lugar común, a la frase hecha, a la palabra gastada: el cambio con rumbo, no el salto al vacío. Condena la ocurrencia, pero no libera una sola idea. Al menos, hasta ahora.
En ese rejuego donde el modelo es más importante que el partido, el simpatizante que el militante y los independientes más aventajados son políticos funcionales al priismo, asombran varias cuestiones.
La más graciosa, denominar a los panistas sumisos o amaestrados como un grupo de rebeldes. Los corderos de Felipe Calderón que, en aras de mantener la alianza política -electoralmente vergonzosa-, pastorea y protege Emilio Gamboa. Tanto aplauso y lisonja de los panistas al simpatizante priista que hicieron suyo sin ser él de ellos, son reveladores.
La más impresionante, la incapacidad del priismo para construir -en lo que fue su segunda oportunidad- un cuadro propio con carisma y liderazgo, militante, capaz de abanderarlos. La adopción de un simpatizante no habla de la apertura del tricolor a la ciudadanía, sino del fracaso de un partido capaz de ganar elecciones a como dé lugar, pero no de liderar y gobernar un nuevo capítulo de su historia. La disciplina de los cuadros militantes que, desde la mediocridad, ni se encartaban ni se descartaban, no habla de una cualidad, sino de una doblez que hoy los elimina.
La más increíble, la del perredismo que en aras de sobrevivir pretende otra vez aliarse electoralmente con el panismo que, tras embarcarlos, siempre les da el esquinazo cuando a la vuelta de los días mantiene su alianza política con el priismo y que, ahora, puede dejarlos colgados de la brocha o lavándoles el coche.
La inconcebible, la práctica de Andrés Manuel López Obrador de crecerse ante el castigo y perderse ante la posibilidad de la victoria. Colmar de descalificaciones a José Antonio Meade no lo engrandece, lo achica. Ya se tropezó una vez con esa piedra y, al parecer, la está buscando de nuevo.
Quizá el modelo prevalezca. La democracia como va, no.
· EL SOCAVÓN GERARDO RUIZ
 El secretario más creativo del sexenio no le ha levantado el brazo, echado porras ni comido con su precandidato, José Antonio Meade. A lo mejor es un acto de prudencia, pero nunca sobra tener un amparo.
sobreaviso12@gmail.com
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 Nada mal para empezar/Jorge Alcocer V.
Reforma 02 Dic. 2017
Pese a ser medido dentro del saco de los llamados "careos" y en fechas previas a su destape como precandidato del PRI, nada mal le va a José Antonio Meade Kuribreña en la encuesta de este diario del pasado jueves. En efecto, realizada del 23 al 27 de noviembre, la encuesta sigue dando a López Obrador la ventaja del que va en solitario y en caballo de hacienda. El problema del tabasqueño es que transcurridos cinco años de su actual precandidatura sigue atorado en un 30 por ciento, que le da ventaja en todas las encuestas, pero que no le alcanzará para alzarse con la victoria en julio del próximo año, salvo un cambio drástico y a la baja en las preferencias por los otros partidos.
Para Meade no está nada mal empezar, pese a tener reconocimiento de nombre aún muy por debajo del óptimo, con más de la mitad de la preferencia por López Obrador y a solo dos puntos porcentuales de Ricardo Anaya, que lleva meses de promoción personalizada usando los spots de TV y radio del PAN. Mientras que el primero no logra romper su techo y el segundo no puede alcanzar el 20 por ciento, para el que mañana será confirmado como candidato del PRI, alcanzar el nivel de Anaya y luego aspirar a igualar la preferencia de voto por el tabasqueño son metas plausibles en el mediano plazo, digamos que de ahora a febrero de 2018.
Colocar a Meade en la memoria de casi el 100 por ciento de los electores será tarea de la que se encargarán, en corto tiempo, los medios de comunicación. Recuerdo que en 1993, antes del destape (sin redes sociales), Colosio tenía menos del 20% de reconocimiento de su nombre; dos semanas después de ser destapado alcanzaba niveles mayores al 90%. Lo mismo cabe esperar que ocurra con el ex secretario de Hacienda.
Otro dato a tomar en cuenta es que mientras las preferencias por López Obrador y Morena son, según la encuesta de este diario, casi iguales (31 y 29%, respectivamente), el PRI tiene cinco puntos más que su candidato (22 y 17%, respectivamente), lo que permite augurar que el primer crecimiento de Meade será para igualar los valores, lo que le permitirá mostrar un comportamiento al alza en la intención de voto a su favor, que es condición sine qua non para ser percibido como potencial ganador y no solo como competidor.
Otra ventaja para el abanderado tricolor es que, en comparación con Anaya, percibido desde la salida de Margarita Zavala como casi seguro candidato, ya sea solo por el PAN o con sus compañeros de viaje (PRD y MC), Meade aún puede aprovechar su condición de rezagado en las preferencias de los votantes por el PRI, que hasta hace unos días seguían viendo a Osorio Chong como el más viable candidato de ese partido. Superar a Anaya es entonces la primera meta que Meade puede proponerse, con la seguridad de poder alcanzarla, sobre todo por la tardanza del mal llamado Frente Ciudadano en definir el método para consagrar al queretano sin provocar una conflagración mayúscula en lo que del PRD queda, y una minúscula, pero pleito al fin, en el PAN. Los frentistas van contra reloj.
Ahora bien, demos por buenos los 10 puntos que la referida encuesta otorga a los aspirantes sin partido (8 puntos para Zavala y 2 para Jaime Rodríguez); una vez que ambos no logren aparecer con posibilidad de triunfo tenderán a desinflarse y esas preferencias se distribuirán entre los que sí pueden ganar; lo mismo ocurrirá con los que aún no la definen, o no quieren decirla, que son el 22 por ciento de los encuestados. Además de los reajustes entre los tres principales competidores, pronto veremos cambios por la distribución de casi 30% del electorado potencial. Ese es el tercio indeciso que definirá de qué tamaño es la preferencia efectiva de cada competidor, que en mi perspectiva tenderá a convertirse en contienda entre dos, con un tercero rezagado, que se verá muy presionado a declinar conforme se acerque la fecha de la jornada comicial.
Empiezan a caer las profecías que pregonaban como seguro ganador al todavía puntero y daban por derrotado al abanderado del PRI...ç
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El dedazo (versión 2017)/Jorge Ramos Ávalos
Reforma 02 Dic. 2017
Debo confesar que durante años estuve obsesionado con el fenómeno político del dedazo. De joven no podía entender cómo un Presidente le pasaba el poder a su sucesor mientras millones de mexicanos veían el cínico espectáculo sin protestar y como si fuera lo más normal. Ahora Enrique Peña Nieto ha hecho lo mismo. La única diferencia es que su destapado, José Antonio Meade, no tiene asegurada la Presidencia.
Los priistas no han aprendido nada. En la selección de Meade no existió ni la menor pretensión democrática. No hubo votaciones ni convenciones. Nada. Peña Nieto sacó su dedo y escogió a Meade. Él, religiosamente, le pidió al Partido Revolucionario Institucional (PRI): "háganme suyo". La caballada lo abrazó y, a cambio, ahora le toca a Meade defender un partido responsable de fraudes históricos, de las masacres de Tlatelolco y de Tlatlaya, y del encubrimiento de propiedades como la Colina del Perro y la Casa Blanca, entre muchas otras cosas.
¿Trabajar con alguien como Peña Nieto no te hace su cómplice?
La primera pregunta que hay que hacerle a Meade es si investigará, de manera independiente, a Peña Nieto y a su esposa por la compra de una casa de siete millones de dólares a un contratista del gobierno. Me imagino la respuesta.
Me imagino, también, la resistencia de Meade para criticar a un gobierno en el que han asesinado a más de 93 mil mexicanos, en el que desaparecieron a 43 jóvenes de Ayotzinapa y en donde la impunidad rasca el 100 por ciento. Meade, aunque fuera un santo, nunca podrá zafarse de ese abracito de lado, con palmaditas, que le dio Peña Nieto cuando se anunció que iba por la Presidencia.
Una amiga que conoce bien a Meade me llamó para decirme que es una persona muy capacitada. Quizás. Pero el punto no es ese. Lo escogieron de una manera antidemocrática y está mortalmente ligado a Peña Nieto.
Hace 18 años que no había un dedazo en México. El último fue en 1999 cuando el presidente Ernesto Zedillo aprobó la candidatura de Francisco Labastida. En esa ocasión, por lo menos, hicieron un teatrito. Labastida ganó más votos que su contrincante dentro del mismo partido pero, aun así, hubo que esperar la bendición tradicional del Presidente.
Lo asqueroso del dedazo de Peña Nieto es que ni siquiera buscó el apoyo de otros. ¿Para qué? Me recuerda tanto los dos dedazos de Carlos Salinas de Gortari; primero por Luis Donaldo Colosio y luego por Ernesto Zedillo. Burdos y totalmente personales.
Lo que está muy claro es que en México todavía existe un grupito que cree que puede perpetuarse en el poder por sus contactos personales y con las prácticas más oscuras. Seguramente ya llevo muchos años en el extranjero y se me ha olvidado cómo funcionan las cosas en México. Pero en Estados Unidos, por ejemplo, sería impensable que un candidato ganara la nominación de su partido -Demócrata o Republicano- solo porque así lo quiso el Presidente en turno. Ni Donald Trump hubiera podido hacer eso.
Para Peña Nieto este dedazo (versión 2017) era la mejor opción y no me sorprendería que intentara usar recursos del gobierno para apoyar la campaña de Meade. La principal preocupación de Peña Nieto es que el próximo Presidente lo vaya a investigar por corrupción o por no proteger los derechos humanos, y que sea el primer ex presidente mexicano en una cárcel. Por eso necesitaba a un candidato incondicional y, aparentemente, lo encontró en Meade.
Pero quizás ni eso salve a Peña Nieto. Primero, su candidato tendría que ganar y eso está por verse. Segundo, los candidatos presidenciales en México son famosos por traicionar a quien los escogió (¿o ya se les olvidó lo que le pasó a Salinas de Gortari durante la Presidencia de Zedillo?). Y tercero, las faltas de Peña Nieto son tan grandes que nada ni nadie podrá defenderlo. Ya es hora que los ex presidentes empiecen a sentir un poquito de miedo.
Esta terrible falta de cultura democrática no es exclusiva del PRI. Si cualquier otro partido en México da un dedazo -o peor aún, un autodedazo- habrá que denunciarlo con la misma fuerza.
El dedazo es la mayor señal de arrogancia del viejo sistema político. El 1o. de julio del 2018 los mexicanos decidirán si quieren más de lo mismo. Y el PRI ya nos dio un adelanto.

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