3 dic 2017

Las columnas Políticas hoy, a 3 de diciembre de 2017..

Con tal de alcanzar la paz en el País, AMLO propuso otorgar amnistía en los casos en los que las víctimas estén de acuerdo.
Planteó crear una Comisión de la Verdad que indague el caso Iguala y otros crímenes. 
Durante una gira en Chilapa, Guerrero, dijo:

"Vamos a hacer todo lo que se pueda para que logremos la paz en el País, que no haya violencia, si es necesario vamos a convocar a un diálogo para que se otorgue amnistía, siempre y cuando se cuente con el apoyo de las víctimas, de los familiares de las víctimas".
Y agregó: "No descartar el perdón. En mi tierra siempre se dice 'ni perdón ni olvido', yo no comparto eso, yo sí creo que no hay que olvidar, pero sí se debe de perdonar, si está de por medio la paz y la tranquilidad de todo el pueblo".
A fin de conocer la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, AMLO ofreció garantías a los implicados en el crimen para que proporcionen información de los hechos.
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Fueron detenidos en Francia dos presuntos secuestradores de Diego Fernández de Cevallos.
Se trata de Ricardo Alfonso Palma Salamanca  y su pareja Silvia Paulina Brzovic Pérez , quienes en Chile se les acusa de ser integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez organización que atentó contra políticos de ese país. 
Los dos detenidos eran parte de la banda de secuestradores, que operaba en San Miguel de Allende, Guanajuato, liderada por Raúl Escobar Poblete  apodado "El Comandante", quién vivía bajo da identidad de Ramón Alberto Guerra. Él se ocultaba en San Miguel de Allende y lo capturaron el 30 de mayo 2017.
¿Y dónde quedaron los 30 millones de dólares?
Habría que seguirle la pista al dinero.
Leáse: 
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Trump aseguró este domingo que nunca le pidió a James Comey, ex director del FBI, que dejara de investigar a su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, quien se declaró culpable de mentir a autoridades sobre los contactos con el Embajador de Rusia, Sergei Kislyak.
"Nunca le pedí a Comey que dejara de investigar a Flynn. ¡Simplemente más noticias falsas que cubren otra mentira de Comey!", escribió Trump en Twitter.
El Presidente reiteró su versión de los hechos después de que James Comey testificara ante el Congreso en junio que Trump le había pedido en una reunión personal si podía "dejar ir a Flynn".
Apenas el sábado, Trump reaccionó a la declaración de culpabilidad de Michael Flynn y afirmó que "de ninguna manera" hubo colusión con Rusia.
Además el Presidente se refirió al despido de Flynn, ocurrido en febrero pasado luego de reportes periodísticos que indicaban que había tenido contactos no revelados con el Embajador Sergei Kislyak.
"Tuve que despedir al General Flynn porque le mintió al Vicepresidente y al FBI. Él se ha declarado culpable de esas mentiras. Es una pena porque sus acciones durante la transición fueron legales. ¡No había nada que esconder!", tuiteó.
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José Antonio Meade llegará este domingo -11 horas- con el camino libre para registrarse como aspirante a la candidatura presidencial del PRI...,Lo espera la Comisión Nacional de Procesos Internos de ese partido para cumplir con lo escrito en la convocatoria correspondiente.
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Las columnas Políticas hoy, a 3 de diciembre de 2017..
Templo Mayor de Reforma 
ENTRE los asistentes a la ceremonia del viernes en Palacio Nacional por los cinco años de gobierno de Enrique Peña Nieto, llamó la atención la ausencia del titular de Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, pues fue el único integrante del gabinete que no acudió.
Y AUNQUE a esa hora el hidalguense subió a Twitter un video en el que decía que estaba en el Cenapred revisando la actividad del Popocatépetl, hay quienes afirman que esa reunión la sostuvo un día antes.
¿SERÁ CIERTO que Osorio no acaba de digerir el destape de José Antonio Meade y que sus días en el gabinete están contados? Es pregunta que pasa lista de presentes... y de ausentes.
AUNQUE el pretexto fue la FIL de Guadalajara, dicen que en la reunión celebrada el jueves por la noche en la casa del presidente de esa feria, Raúl Padilla, se habló más de política que de libros.
Y ES QUE los invitados principales fueron los dirigentes de los tres partidos que conforman el Frente Ciudadano por México: Ricardo Anaya (PAN), Alejandra Barrales (PRD) y Dante Delgado (MC).
SEGÚN se supo, no solo fueron a cenar, sino que aprovecharon para hablar de la coalición electoral que pretenden registrar ante el INE antes del 13 de diciembre.
EL AQUELARRE confirmó la luna de miel entre Padilla y el aspirante de Movimiento Ciudadano al gobierno de Jalisco, Enrique Alfaro, personaje al que los tres dirigentes partidistas consideran importante para el Frente, pese a que ya dijo que quiere lanzarse sin el apoyo del PAN y el PRD.
PERO la reunión también dejó clara la influencia de Padilla en la política nacional, pues en ella estuvieron personajes de distintos ámbitos como Jorge Castañeda, Santiago Creel, y Héctor Aguilar Camín.
AHORA falta saber si las corrientes padillista y alfarista finalmente apoyarán el proyecto nacional del Frente o si se concentrarán en la elección local.
EN HERMOSILLO, opera un programa para combatir la violencia contra la mujer que se llama "Patrullas Rosas". Se trata de 22 unidades dedicadas exclusivamente a atender cerca de mil 250 reportes mensuales de violencia intrafamiliar en esa ciudad.
Y CUENTAN que esa iniciativa despertó el interés del aspirante presidencial del PRI, José Antonio Meade, dado que a nivel nacional se calcula que 6 de cada 10 mujeres sufren violencia.
NI QUÉ DECIR que el impulsor de ese programa, el alcalde priista Manuel Ignacio Acosta, anda muy entusiasmado de que el candidato tricolor se interese en lo que está haciendo.
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Frentes Políticos/Excelsior
I. Matemáticas avanzadas. Ximena Puente de la Mora, comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), señaló que el secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública debe informar cómo acceder a la estadística sobre la incidencia delictiva del fuero federal, y precisar aquélla de dicho orden y la del fuero común. Lo anterior se debió a que un ciudadano solicitó cualquier documento en el que conste la estadística de homicidios cometidos en el país, sin embargo, este órgano sólo le proporcionó vínculos electrónicos que no especificaban el nivel de desglose de datos solicitados. Si las fuerzas de seguridad no pueden contener los homicidios, ¿tampoco sabrán contarlos?
II. Oportunidad. Durante la inauguración del tercer Foro Juvenil El significado de la justicia electoral y cómo se imparte en México, Jorge Sánchez Morales, magistrado de la Sala Regional Guadalajara, informó que para 2018 existe la posibilidad de que participen en los comicios más de 87 millones de mexicanos, de los cuales, más de 25 millones será de jóvenes. Una cifra muy importante de votos. De acuerdo con el listado nominal, 48.12 por ciento corresponde a hombres y 51.88 por ciento a mujeres. Ahora, lo más importante es despertar el interés de acercar a la juventud a las urnas y así acabar con el fantasma de la abstinencia y el voto nulo. México necesita que en 2018 no sea una minoría la que decida.
III. ¿Golpe de timón? El Partido de la Revolución Democrática (PRD) “está a tiempo” de conformar una alianza con Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y definirse por la unidad de las izquierdas, afirmaron líderes perredistas como Ifigenia Martínez, Pablo Gómez, Carlos Sotelo y Víctor Hugo Romo, quienes pretenden un acercamiento con Morena a fin de buscar la unidad y el consenso entre las izquierdas. Ya diseñan un plan B ante la falta de los acuerdos para conformar el Frente Ciudadano por México. “El PRD está ante una situación histórica, que debe resolver a la luz de su origen como partido de izquierda, alternativo y opositor al neoliberalismo”, subrayaron. Por lo visto, hay amarillos a quienes el azul, simplemente, no les va. Y deben darse prisa, el tiempo se les acaba.
IV. Mucho cuidado. La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación comenzó las entrevistas a 11 de los 41 aspirantes para ser titular de este órgano para el ejercicio 2018-2025. Ayer acudieron Raúl Sánchez Kobashi, Roberto Mazón, Alberto González Hernández, Iván López Hernández y Alejandro Torres Palmer, entre otros. Primero, exponen sus argumentos, y posteriormente, los diputados de cada partido les hacen una serie de preguntas. Ojo: La convocatoria fue a puerta cerrada, de forma precipitada y con poca deliberación; además, Iván López, excontralor de Veracruz, pugna por el puesto, a pesar de las acusaciones de favorecer a empresas fantasmas. No vaya a ser…
V. ¿Rockstar? Alejandro Vera, quien fuera rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), renunció al cargo y afirmó: “Me voy con dignidad intacta, en medio de la persecución política de este gobierno criminal, y con algunos universitarios como caballos de Troya. Continuar me resulta indigno, por lo que, con fecha de hoy y para hacerla efectiva el próximo 4 de diciembre, presento ante este Consejo Universitario mi renuncia irrevocable”. Hizo un amplio recuento de logros en materia académica y política, pero calló un supuesto desfalco a la institución. La semana pasada, huía de la justicia; ahora, sueña con ser gobernador. Así México, tan irreal.
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 La ecuación  del futuro
La estación/GERARDO GALARZA
Excelsior...
En el PAN, el PRD y el Movimiento Ciudadano se está apostando, por lo visto, al futuro personal de sus dirigentes.
A los políticos y a sus partidos, a los de México y a los del mundo, les interesa mucho su futuro. Siempre lo tienen presente y apuestan a él. Es la parte esencial de su sobrevivencia. También saben de su pasado. Por ese interés, esa apuesta y ese conocimiento, siempre prometen un futuro luminoso.
Por ese futuro, el de ellos, hacen todo, hasta lo increíble o al menos impensable. Es el caso del destape de José Antonio Meade como candidato del PRI a la Presidencia de la República. De ese tamaño es el interés priista por su futuro.
El PRI, sus dirigentes y sus miembros saben —igual en los otros partidos, sus dirigentes y sus candidatos— de su desprestigio, del desprecio de los ciudadanos por sus actividades, del rechazo popular. Pese a ello, les interesa el futuro, el suyo, y son capaces de todo, hasta de renunciarse a sí mismos.
El PRI regresó al pragmatismo de su tradición y recuperó su vieja liturgia del destape, su vieja disciplina, y apela a su unidad en una apuesta novedosa: postular a un exfuncionario público sin militancia partidista. A alguien que no carga con la imagen del político tradicional y mucho menos priista, que concilie intereses y esperanza de muchos más que los militantes de ese partido, que atraiga a los votantes indecisos o que votan por otros partidos o deciden su sufragio por quien creen que es el mejor candidato. De buena fama pública, dijo el PRI.
Impensable hace algunos años. Pero, por supuesto, es más importante el futuro, el de ellos, que el pasado. Ese futuro no sólo será el del candidato Meade, sino el de todo el partido que lo postula, con sus diversos grupos políticos, sus aliados de siempre o de ocasión, también seguramente de la burocracia.
En Morena, el futuro se llama pasado. Y así se apuesta. Con un candidato en campaña desde hace casi 18 años. La promesa es regresar a los que presuntamente fueron tiempos mejores: en una rara combinación del estatismo populista, cuyos mejores representantes fueron los gobiernos priistas de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, con los recortes presupuestales (“ahorros” les llaman ahora) del neoliberalismo de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari (Recortari lo llamaban los cartonistas), más el voluntarismo personal de su candidato Andrés Manuel López Obrador, quien promete que la corrupción se acabará cuando el Presidente de la República, él por supuesto, ponga el ejemplo de honestidad que funcionará como varita mágica.
En el PAN, el PRD y el Movimiento Ciudadano, los partidos que llamaron a formar un frente opositor para la elección presidencial de 2018, se está apostando, por lo visto, al futuro personal de sus dirigentes. Lo que originalmente fue una propuesta de, hay que reconocerlo, un atractivo gobierno de coalición, se ha decantado en la simple y grosera lucha por la candidatura y el futuro personal de Ricardo Anaya y Miguel Ángel Mancera, principalmente. ¿De verdad habrá un militante panista real que vote por Mancera o un real militante perredista que vote por Anaya? Al final, dos partidos, sus siglas al menos, que fueron estelares en la lucha por la transición democrática, terminarán por luchar un tercer lugar en la contienda presidencial, gracias a su apuesta por el futuro, el de ellos y el de sus dirigentes.
Los políticos y sus partidos ven por su futuro. Buscan ganar o sobrevivir (es un error vivir fuera del presupuesto, dice la resucitada liturgia priista). El futuro de todos ellos está a sólo siete meses.
¿Y el futuro de los ciudadanos, de sus familias? ¿Cuál es su apuesta?
La ecuación política es exactamente al revés. Para que los mexicanos tengan futuro, lo primero que tiene que entenderse es que el futuro de los políticos mexicanos y sus partidos depende estrictamente de los ciudadanos… y no al revés. Para eso existe la democracia, o al menos su intento.
No, no es fácil entender. Los ciudadanos somos los responsables del futuro de los políticos y sus partidos. Para eso es el voto, para eso se exigió que se contara. No hay que llamarse a engaño.
No, no es —no ha sido, ni será— fácil. Pero eso es la responsabilidad ciudadana.
Sí, sí, el escribidor opina como muchos que no hay opción visible. Es probable que así sea. Bueno, la obligación ciudadana es construirla desde ahora, así sea para el futuro. De lo contrario, dentro de seis años, estaremos otra vez en las mismas o en las peores. ¡Ay de nosotros, mexicanos!
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 R-5: todos, menos priistas…De naturaleza política/
ENRIQUE ARANDA
Excelsior....
Estrategia Ciudadana Ruta 5 canceló toda posibilidad de apoyar en los comicios del próximo 2018 a candidatos postulados por el Revolucionario Institucional. 
En memoria de Carlos Abascal C, a 9 años de su partida.
Ante dirigentes de poco más de 350 organizaciones sociales de 28 estados del país y representantes de media docena de aspirantes a suceder al presidente Enrique Peña Nieto, en su particular estilo de decir las cosas, el siempre controversial mandamás en la denominada estrategia ciudadana Ruta 5, Manuel Espino Barrientos, canceló toda posibilidad de que él o el movimiento que encabeza pudiera, en los comicios del próximo 2018, apoyar a candidatos postulados por el Revolucionario Institucional.
“No más oportunidades al PRI y sus aliados. No podemos considerar siquiera la posibilidad de apoyar candidatos postulados por el PRI, el partido que más ha degradado la política, que más ha corrompido a nuestras instituciones y que más daño ha hecho al desarrollo nacional”, estableció ante medio millar de asistentes a la Tercera Asamblea Nacional de R-5, a quienes invitó a convertirse en factor de decisión en el relevo de ayuntamientos y gobiernos estatales, así como de los Congresos locales y/o federal.
Cambiemos a México superando nuestras ancestrales disputas motivadas por afanes de poder, por ideologías adoptadas o impuestas desde el exterior, expuso ante un auditorio en el que, entre otras, destacaba la presencia de Manuel Jiménez Guzmán y Juan Iván Peña Neder, representantes de Miguel Ángel Mancera y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, así como de Alfredo Rivadeneyra, quien asistió a nombre de la señora Margarita Zavala Gómez del Campo o, también, el secretario de Elecciones de Acción Nacional, Jesús González Reyes.
En el marco de su presentación, recordó, como citamos aquí en pasada entrega, que R5 apoyará a candidatos, sin distinción de partidos, conforme a seis criterios: honestidad acreditada en su trayectoria personal; experiencia exitosa como líder comunitario; compromiso primordial con las causas ciudadanas antes que con partidos y/o visiones ideológicas; propuesta viable para atender necesidades y demandas de la sociedad; competitividad electoral y, finalmente, compromiso para conformar gobiernos de coalición en caso de resultar ganadores en los comicios.
Al margen de su personal confirmación, ahora, como legislador independiente y de su reiterada afirmación de que México tiene hoy, dijo, “una democracia mediocre, con un sistema electoral de simulación, con partidos políticos desprestigiados, distantes del interés nacional, que han trivializado y tergiversado la participación ciudadana”, a decir de los más, el evento permitió a Espino Barrientos deslindarse de las estructuras partidistas, de todas y, más, del oficialismo en el que, en algún momento, sus detractores intentaron encasillarlo…
ASTERISCOS      
* Hoy mismo, cumplidos todos los protocolos de la liturgia priista, removidos los obstáculos que pudieran habérselo impedido, incluso, José Antonio Meade Kuribreña será ya, en los hechos, el candidato presidencial tricolor, independientemente que, como adelantamos aquí mismo, alguien más pudiera inscribirse para intentar —“de manera simulada, se entiende”— disputarle la nominación… 
* De concretarse la alianza electoral entre el lopezobradorista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y el partido-secta de Hugo Eric Flores, puede usted apostar a que una de las grandes apuestas de Encuentro Social será llevar al exportero del Tri y del América, Adolfo Ríos, al Senado…
* Será este jueves, finalmente, cuando, en medio de sus insuperables desencuentros, la Asamblea capitalina entregue la Medalla al Mérito Ciudadano 2017 a la Fundación Comparte Vida, AC del empresario Raúl Camou Rodríguez, en reconocimiento de su apoyo a pacientes de leucemia. Bien…
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.
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Copetón ofició a la Ruíz Cortínez: Destapó solitario a Ciudadano(José Luis Camacho.
El Heraldo..
Finalmente Copetón (Peña Nieto) terminó de oficiar el destape de forma tradicional; en el estilo en que fue formado como entrenador de caballos de carrera
Desde el regreso de Poderoso (Videgaray) al primer círculo de la Cuadra Tricolor, los especialistas percibieron que Copetón ya estaba preparando las formas y tomando los controles necesarios para celebrar la liturgia de la selección de su mejor corcel. Copetón buscó un entre sus ejemplares a uno que fuera competidor, capacitado, de reacción rápida y que tuviera prácticamente CERO NEGATIVOS para enfrentar al ultramañoso de Renecio (AMLO).
Por su parte, Renecio arremetió contra la corrupción de la mafia del Hipódromo que, según el testarudo tabasqueño, encabeza el veterano Innombrable (Salinas de Gortari).
Aunque este último solamente sale a la luz cuando Renecio lo vuelve a convertir en su pluma de vomitar, y lo acusa de todos los males del país, y ahora hasta lo tacha de meter las manos en las decisiones solitarias de Copetón.
Debería ser lo menos parecido a un priísta tradicional. Que no tuviera cola larga. Y que le garantizara ser institucional cuando menos en el tiempo en asumiría el poder, en caso de que venciera a Renecio.
El que daba el perfil más parecido al descrito, y ya rotos los candados que impedían a los simpatizantes ciudadanos participar como competidores en el Hándicap, resultó ser Ciudadano.
LAS CUADRAS.
TRICOLOR.
La competencia se decidió en favor de Ciudadano (Meade). En la fecha prevista los tricolor lanzaron las reglas para participar, e igualmente en el día cabalístico en la vida de Copetón, el 27 de noviembre, Ciudadano renunció a su encargo de administrar pastura y menaje en los establos del Tricolor y se inscribió como aspirante a representar a su Cuadra en el Derby Mayor. De inmediato los corrales sectoriales recibieron a Ciudadano para manifestarle su apoyo.
Con mucho colmillo se vio a Laborante (Carlos Aceves del Olmo) que pastorea el corral cetemista, al ser la suya, la primera de todas las organizaciones que apoyó a Ciudadano.
Los demás respaldos para Ciudadano se vinieron en cascada: Mujeres, jóvenes, campesinos, el sector popular vitoreaban al corcel que representará a los tricolores en el Hándicap Presidencial. El 14 iniciará su “precampaña” en busca de que su Cuadra lo postule.
El evento mas comentado de Ciudadano fue su reunión con Yucateca (Ivonne Ortega). La yegua del sureste declinó en sus aspiraciones presidenciales en favor de Ciudadano, lo que se leyó como mucho oficio por parte de Yucateca.
MACUSPANA.
Después de que Renecio había reincidido en su agresividad con quien se le pusiera enfrente, fueran políticos o medios de comunicación, el dueño de La Chingada reculó y modificó su conducta volviendo al tono mesurado que había guardado.
Se soltó su despeinada cabellera y arremetió contra Ciudadano diciéndoles, entre otras lindezas, títere de la mafia, señoritingo, pelele, etc.
Las señales emitidas decían que había sido poseído nuevamente por el síndrome diabólico del ¡cállate chachalaca!
Con ello el penco tabasqueño subió en una semana, apenas un punto en las pizarras de los apostadores, mientras que los momios de Ciudadano subieron en ese mismo lapso de tiempo 5 puntos para los experimentados y colmilludos apostadores.
EL FRENTE ROTO
Pues ya no son caballos los que están en el Frente Ciudadano.
Son machos que no dan paso ni atrás ni adelante.
Cerillo (Anaya) montado en macho de ser el candidato presidencial y de que los integrantes del Frente acepten su método de selección,
Por otra parte, Chilango (Mancera), sigue insistiendo en que la elección debe ser abierta y que él está seguro que con ese método estará, sin duda, en la boleta presidencial.
LOS REBELDES
El ExBronco (Jaime Rodríguez) es el único rebelde que a estas alturas tiene firmas suficientes para ser corredor Independiente en el Hándicap. Margarita está ya retrasada en lo de recolectar firmas y Locochón (Ferriz) y Jaguar (Ríos Piter) de plano ya andan en altamar.
FICHA UNO
Copetón guardó prudencia ante los embates del penco que tiene su rancho hasta La Chingada y aguantó los tiempos necesarios. Midió que Renecio no se le despegara mucho en el tablero de apuestas a su favorito para la gran carrera.
FICHA DOS
Pero Renecio de verdad que es de ideas fijas y actitudes respondonas. En cuando los tricolores destaparon a Ciudadano, y el penco de Macuspacana volvió a las andadas.
FICHA TRES
Y para rematar el ambiente de Juan Pirulero que sigue en el Frente, el jalisciense Enrique Alfaro de plano de la va a jugar con el solo apoyo de Movimiento Ciudadano.

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La revolución domesticada/Enrique Krauze
Reforma 03 Dic. 2017
La Revolución rusa de 1917 ejerció una poderosa influencia política e ideológica sobre América Latina. Su acción se hizo presente en partidos, sindicatos, figuras artísticas e intelectuales y grupos estudiantiles, que vieron en la URSS una alternativa al capitalismo, un baluarte contra el imperialismo estadounidense y un ejemplo a emular. Aunque su fama disminuyó tras las revelaciones de los crímenes de Stalin, el sorprendente triunfo de la Revolución cubana en 1959 reavivó el espíritu revolucionario de la región desatando guerrillas urbanas y rurales que provocaron con frecuencia la reacción violenta de regímenes militares aliados a los Estados Unidos.
México fue un caso aparte. Pocos países tuvieron tanto éxito en neutralizar a la Revolución rusa. La razón es sencilla: México había vivido su propia revolución entre 1910 y 1917. Pese a las resistencias del Partido Comunista Mexicano (fundado tempranamente en 1919), la ideología nacionalista y social de la Revolución mexicana ganó la partida a todo intento de marxismo-leninismo autóctono. En México, Lenin y Trotski nunca pudieron competir contra Villa y Zapata.
El muralismo mexicano de los años veinte fue tan original y dinámico como el modernismo ruso, con cuyos exponentes dialogaba. En el ámbito educativo, la cruzada alfabetizadora de Vasconcelos en esa misma década no palidecía frente al plan educativo de Lunacharski. México fue el primer país en establecer relaciones diplomáticas con la URSS, cuya primera embajadora -Alexandra Kolontái- fue recibida con honores. Este acercamiento entre las dos revoluciones provocó la histeria del embajador Sheffield. La prensa de Hearst habló del "Soviet Mexico" y en junio de 1927 (en un episodio poco conocido), el presidente Coolidge consideró seriamente la opción militar contra su vecino revolucionario.
Gracias a la intervención del legislador Fiorello La Guardia, el tema se resolvió con un inteligente cambio de embajador: el banquero Dwight Morrow llegó a México, ayudó a reestructurar la deuda y las finanzas públicas, se hizo consejero de políticos y se hizo amigo y mecenas de artistas que, tras la crisis de Wall Street en 1929, estaban seguros de que el futuro pertenecía a la Unión Soviética y al comunismo. Los más famosos, por supuesto, fueron Diego Rivera y Frida Kahlo, pero muchos escritores jóvenes -entre ellos el combativo Octavio Paz y su amigo José Revueltas- comulgarían por décadas con esa creencia: la URSS era "la tierra del porvenir".
Declarado ilegal en 1929, reprimidos, encarcelados y asesinados muchos de sus miembros, el Partido Comunista Mexicano retomó cierta fuerza en el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934 a 1940), pero sobre él volvió a obrar el efecto domesticador. Era imposible competir desde la izquierda con un gobierno tan claramente revolucionario como el de Cárdenas, que repartió 17 millones de hectáreas, expropió a las empresas petroleras y contó con el apoyo del movimiento obrero organizado en una central única: la Confederación de Trabajadores de México, cuyo líder, el intelectual Vicente Lombardo Toledano admirador de la URSS y viajero frecuente a Moscú, fue la representación misma de esa convivencia entre las dos revoluciones. En los años treinta, a los ojos de Moscú, el gobierno de Cárdenas era la versión mexicana del frente popular antifascista. Por esa razón, los comunistas mexicanos fueron obligados a entregarle los sindicatos que controlaban al partido oficial.
Acaso la prueba mayor de autonomía mexicana con respecto a la Revolución soviética fue el asilo otorgado por Cárdenas a Trotski en 1937. La negativa del PCM a participar en el asesinato del jefe del Ejército Rojo (que ocurrió finalmente en 1940) selló su destino. Al llegar la Guerra Fría, mientras el PRI podía ostentarse como una alternativa nacionalista y progresista frente al comunismo, el PCM se encontraba al borde de la extinción, y en esa marginalidad (acentuada por su falta de registro oficial) siguió hasta los años sesenta, acompañado solo por sindicalistas ferroviarios y magisteriales, y algunos artistas famosos, como Frida Kahlo, que al morir en 1954 recibió el primer homenaje rendido a un artista en el Palacio de Bellas Artes: su féretro cubierto por la bandera de la hoz y el martillo. Tras la Revolución cubana se abriría una nueva etapa (pactada) de domesticación, pero esa es otra historia.
* Una versión de este artículo apareció originalmente en The New York Times, el 25 de octubre de 2017.
www.enriquekrauze.com.mx
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Qué hacer con el sur?/Luis Rubio
Reforma, 03 Dic. 2017
La pobreza de la parte sur del país es lacerante e intolerable y más cuando se aprecia la brecha creciente que caracteriza a los dos Méxicos, el que crece con celeridad y el que se rezaga y empobrece. Los sismos recientes no hicieron sino evidenciar, una vez más, las dimensiones del problema y la urgencia de atenderlo. No hay forma en que el país pueda lograr el desarrollo si no "echa a andar" al sur. Pero no es obvio lo que se deba o pueda hacer para lograr este imperativo medular.
Lo primero que habría que hacer es definir el problema pues, en ausencia de una definición clara y realista, la imaginación se apropia de cada nueva camada de gobernantes, llevándolos, con la mayor de las frecuencias, a acciones tan impulsivas como contraproducentes. La imagen del sur como una región pobre y rezagada es real, pero incompleta. Ante la primera fotografía que emerge de cualquier observación, la respuesta inmediata es mandar carretonadas de dinero. Algunas versiones de esa mecánica adquieren la forma de subsidios, otras de programas de combate a la pobreza y otras más, recientemente, de "zonas económicas especiales". Cada uno de estos esquemas tiene sus virtudes, pero el común denominador, como en tantos otros asuntos nacionales, es que esquivan las causas y se abocan a atender los síntomas.
La pregunta crucial es si el sur no se ha desarrollado por falta de dinero o si hay otros factores que preservan ese mundo de pobreza e impiden su progreso. Sin duda, ha habido menos inversión en infraestructura en estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas que en algunos de otras regiones del país y también es cierto que la falta de disponibilidad de energía para fines productivos (como gasoductos) ha inhibido el establecimiento de una planta industrial moderna. Sin embargo, hay muchas regiones del país (como el poniente) que han sido víctimas de similares carencias y, sin embargo, los índices de pobreza son radicalmente distintos. Jalisco, por ejemplo, apenas ahora gozará del primer gasoducto, factor que explica su baja incidencia en la industria pesada, pero eso no le ha impedido haberse convertido en el corazón de la industria electrónica y de computación en el país.
Otra de las perennes propuestas es la de la concreción de un "Plan Marshall" para el sur del país, idea que evoca el proyecto que enarboló el gobierno estadounidense para ayudar a la recuperación de las naciones europeas luego de la segunda guerra mundial. La idea no es mala en sí misma, pero una revisión de los resultados de aquel plan probablemente explica por qué resulta inviable. Mientras que Alemania convirtió al Plan Marshall (y a la Doctrina Truman) en una palanca para su transformación y logró convertirse en una potencia industrial en unos cuantos años, el impacto en Grecia fue sensiblemente inferior. La diferencia tiene todo que ver con las capacidades técnicas y administrativas de cada una de esas naciones.
Sin pretender ser experto en las estructuras políticas y sociales de estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, parece evidente que esos factores explican más de su subdesarrollo que la ausencia de dinero. El estancamiento de esa región lleva siglos y tiene mucho que ver con las estructuras de poder y de control estatal y local; un gobernador de Zacatecas alguna vez me explicó que la diferencia entre su entidad y Aguascalientes es que todas las estructuras viejas y arraigadas de poder, reacias a cualquier cambio, se quedaron en control de Zacatecas, mientras que Aguascalientes, al separarse, gozó de la oportunidad de construir un estado moderno. Estoy seguro que, en concepto, la explicación es igualmente válida para el sur. No por casualidad dicen en Oaxaca que su queso epónimo es un fiel reflejo de su forma de actuar y decidir...
La negativa de diversas comunidades en el Istmo de Tehuantepec para aceptar la instalación de campos de energía eólica es un ejemplo: proyectos que habrían traído ingresos y algunos empleos y que no afectaban la vida cotidiana fueron rechazados por factores que probablemente van desde concepciones ideológicas hasta intereses políticos y económicos arraigados que prefieren el statu quo que les beneficia, al desarrollo que podría generar una población liberada de su yugo. La forma en que la SEP derrotó (más o menos) a la sección 22 del sindicato de maestros muestra que sí es posible romper esas estructuras de control y privilegio; también ilustra la naturaleza del problema: es claro que el gran énfasis tendrá que ser en capital humano, sobre todo educación para el desarrollo.
Es obvio que se requiere dinero, pero éste tiene que estar orientado al tipo de infraestructura que permitiera liberar oportunidades de desarrollo productivo, así como a la educación que permita desarrollar una visión y las habilidades para hacerla posible. Para logarlo, el énfasis tendrá que ser político: lidiar con las estructuras de poder que se rehúsan a crear condiciones para el progreso. Un proyecto de desarrollo integral requeriría una estrategia política dedicada a forzar el cambio en las relaciones de poder locales. El asunto es mucho más de poder que de dinero, aunque el dinero sea necesario. El orden de los factores sí cambia el resultado.
@lrubiof
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Estado fracasado/Juan E. Pardinas
Reforma, 03 Dic. 2017
La razón fundacional de un Estado es salvaguardar la vida de las personas que habitan en su territorio. Si el Estado no es capaz de proteger a sus habitantes, esa estructura de autoridad habrá fracasado en su misión principal. En México, en el año 2006, ocurría un homicidio cada 19 minutos. Para 2017 tenemos un homicidio cada 12 minutos, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esto implica un crecimiento de la violencia cercano al 60%. Esta cifra es el mayor fracaso del Estado mexicano. El uso de las Fuerzas Armadas para labores de seguridad interna no ha reducido el crimen y la violencia.
El uso de efectivos militares para tareas policiales ha sobrecargado a los miembros del Ejército y la Marina de responsabilidades que no les corresponden, con entrenamiento que no tienen. Soldados y marinos han aguantado con estoicismo republicano la frivolidad, el desdén y la corrupción de gobernadores estatales que no han hecho ningún esfuerzo tangible para fortalecer las fuerzas policiales de sus entidades. Cuando terminó el sexenio de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto prometió que habría "mejor coordinación" con los gobiernos estatales en materia de seguridad. La supuesta "coordinación" no se materializó en la profesionalización de las fuerzas locales de policía. Hoy, en varios estados del país, hay ministerios públicos que pueden tener jornadas de trabajo de 60 horas a la semana con salarios de 8 mil pesos al mes. ¿Para qué invertir recursos en mejorar las policías, si con un berrinche del gobernador se puede interceder para movilizar a las fuerzas federales?
La Cámara de Diputados acaba de dar su aprobación a la Ley de Seguridad Interior. En el Senado, el PRI junto con su puñado de aliados serviles, autonombrados como los rebeldes del PAN, le pueden dar aprobación definitiva a una norma que legaliza una década de fracasos en la estrategia nacional de seguridad pública. La aprobación de la Ley de Seguridad Interior sería un fracaso de la política, ya que dos presidentes y sus respectivos gobiernos no pudieron lograr que los mirreyes estatales se abocaran a crear mejores policías. Es también un fracaso del federalismo mexicano, porque se le da una salida centralista a un problema de naturaleza regional.
Dentro de las cifras de terror que arroja la crisis de seguridad pública en México, hay algunas historias de esperanza. En entidades como Nuevo León, con la participación clave de la iniciativa privada y organizaciones de la sociedad civil, se lograron revertir los índices de criminalidad y se forjaron mejores cuerpos policiales. La aprobación de la Ley de Seguridad Interior cancela la posibilidad de replicar esa ruta en otras entidades.
La Marina y el Ejército son dos de las instituciones más respetadas del país. Su participación en tareas propias de la policía ha ocurrido en medio de un limbo jurídico que las expone a una enorme incertidumbre. Estas instituciones son la última línea de defensa en la protección del Estado mexicano. Esta semana, la periodista Denise Maerker presentó en su noticiero la historia de una banda de secuestradores conformada por integrantes de la Marina, que traicionaron las lealtades que encarna su uniforme. En instituciones conformadas por decenas o cientos de miles de personas, la condición humana nos dice que siempre habrá manzanas podridas y renglones torcidos. La nueva Ley de Seguridad reduce la rendición de cuentas de las operaciones de las Fuerzas Armadas. La lógica y la evidencia empírica nos dicen que una institución donde se disminuyen las exigencias de rendición de cuentas es una organización más expuesta a la discrecionalidad y la corrupción.
¿Queremos exponer a las Fuerzas Armadas a un entorno más proclive al abuso del poder para ganancia privada? Con esta nueva ley, el Ejército y la Marina no volverán nunca a los cuarteles. ¿Eso es lo mejor para los soldados y marinos? ¿Este es el mejor rumbo para México?
@jepardina
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Revista Proceso # 2144, 3 de diciembre de 2017..
Estirpe panista, sello priista, ideología itamita/ÁLVARO DELGADO
Si se revisa la trayectoria de José Antonio Meade queda claro que el virtual candidato del PRI a la Presidencia de la República se ha valido de sus raíces protopanistas y de las relaciones establecidas, por ejemplo, en su alma mater, el ITAM, para escalar en la administración pública, al margen del partido que detente el poder. Al contrario de la imagen idolátrica que el aparato de Estado priista se empeña en construirle, no todo en Meade es acierto, gestión impoluta… Es más: su cara oculta muestra antecedentes que inquietan…

La biografía familiar, estudiantil, política y administrativa de José Antonio Meade Kuribreña tiene el sello del PRI, del que es aspirante presidencial, pero se sirvió de su remota estirpe panista y su perfil católico para trepar en la élite burocrática con Vicente Fox y sobre todo con Felipe Calderón.
En efecto, Daniel Kuri Breña Gordoa, tío abuelo de Meade, fue en 1939 uno de los fundadores del PAN. “Fue de los hombres más cercanos a Manuel Gómez Morin, quien lo envió a convencer a Efraín González Luna”, detalla Teresa Gómez Mont, historiadora de larga militancia e integrante de la Comisión de Doctrina de ese partido.
–¿Meade se ha desempeñado acorde con la historia y principios del PAN? –se le pregunta.
–No, Meade es un tecnócrata. Y los tecnócratas están por encima de todos los partidos políticos. Los ven para abajo.
Kuri Breña Gordoa fue también presidente de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), de 1936 a 1938, la que dos años después encabezó Luis Calderón Vega, padre de Felipe. El primero murió en 1989 siendo panista –cuando Meade tenía 20 años–, y el segundo renunció a su militancia en 1981, justo cuando su hijo la iniciaba.
“Daniel Kuri Breña fue el III presidente de la UNEC, elegido, como los anteriores, por aclamación, en el III Congreso Nacional celebrado en septiembre de 1936, con un lema central que reflejaba ciertas inquietudes del momento: ‘El Estado y el Derecho de Rebelión’”, escribe Calderón Vega en el libro Cuba 88, título que alude a la dirección de la sede de ese organismo semillero del PAN.
Integrante de la Fundación UNAM –que preside el priista Dionisio Meade García de León, padre de José Antonio–, Gómez Mont conoce de muchos años a esta familia y le atribuye rasgos asociados al panismo, como su fervor católico, pero es distante del PAN. “José Antonio se pudo acercar hace muchísimo tiempo y no lo hizo”.
–¿Meade tiene algo de panista?
–De plano, no tiene nada.
Kuri Breña Gordoa fue el primer rector del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), principal semillero de tecnócratas y que por primera vez en su historia de 71 años podría tener un presidente de la República surgido de sus aulas.
El ITAM –propiedad del magnate Alberto Bailleres González, el tercer hombre más rico de México– acoge el archivo de Gómez Morin y se ha convertido en una especie de suprapartido político formador de los cuadros que desde hace 35 años han aplicado en México el paradigma neoliberal.
El mejor amigo de Meade es Ernesto Cordero, el primer secretario de Hacienda del PAN que le heredó el cargo en el sexenio de Calderón, y el principal impulsor de su carrera política es Luis Videgaray, el priista que le legó la misma cartera en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Los tres, compañeros y egresados del ITAM.
Por su pertenencia al ITAM y su fidelidad al dogma neoliberal, Meade encarna lo que podría definirse como el “PRIAN itamita”.
Pero Meade es también amigo de Fernando Manzanilla, secretario de Gobierno de Puebla en los dos primeros años de administración del panista Rafael Moreno Valle, su cuñado; también es amigo de Mario di Costanzo Armenta, secretario de Hacienda del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador.
Manzanilla, quien ahora busca ser senador por Morena, fue compañero de Videgaray en el ITAM, y Di Costanzo, también egresado de esa institución, fue nombrado por el actual canciller director de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y ya fue cooptado por Meade.
Calderón-Meade-Fobaproa
El grupo político que rodea a Meade se articuló en el gobierno hace casi dos décadas cuando, el 12 de diciembre de 1998, Calderón –entonces presidente del PAN– avaló convertir en deuda pública los saqueos de banqueros, empresarios y políticos rescatados por el Fobaproa, a través del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) que creó como diputado federal del PRI Dionisio Meade, padre del candidato priista.
En esa fecha, Meade Kuribreña era director general de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro en el gobierno de Ernesto Zedillo, quien en agosto de 1999 lo designó secretario ejecutivo del IPAB.
En el sexenio de Fox, Meade se hizo cargo de Financiera Rural y su padre fue subsecretario de Gobernación con Carlos Abascal Carranza, unidos los cuatro por su catolicismo. Pero fue con Calderón que el actual candidato presidencial del PRI ascendió velozmente.
Aunque se inició como coordinador de asesores de Agustín Carstens, secretario de Hacienda y patriarca de los itamitas, pronto ascendió a subsecretario y luego titular de esa cartera, gracias a su amigo Cordero.
Carstens no sólo hizo a Meade su pupilo, sino que recientemente, antes de dejar de ser gobernador del Banco de México, se convirtió en benefactor de su padre: el 1 de noviembre, según información interna, avaló su jubilación con una pensión superior a 100 mil pesos mensuales.
La fascinación que por Meade siente Calderón, quien cursó la maestría en el ITAM, lo ha hecho unirse, en los hechos, a su proyecto de ser presidente de México, pese a que su mujer, Margarita Zavala, junta firmas para aspirar al mismo cargo, luego de renunciar al PAN, dirigido por el también presidenciable Ricardo Anaya.
“Calderón está tan resentido que, con tal de que no gane Anaya o quien quiera que sea el candidato del PAN, es capaz de ayudar al PRI”, acusa Teresa Gómez Mont, quien evoca las declaraciones de los senadores panistas que ya trabajan para Meade, entre ellos Cordero y el expriista Javier Lozano.
“Esos ya no tienen futuro en el PAN. Si quieren seguir en la política tienen que darle las gracias a Meade, en caso de que gane, y de eso no hay nada seguro”, dice la panista sobre las críticas de estos senadores a Anaya. “Lo que les preocupa es su carrera personal, no los principios panistas”.
–¿Cree que, por su perfil cercano al PAN, Meade atraiga votantes panistas?
–No. Los panistas de hueso colorado no se van a ir con Meade. Los panistas de hueso colorado están, de entrada, en contra del PRI, que es lo más rechazado en este país, y más en este sexenio.
En 2012, explica, ante la caída de Josefina Vázquez Mota y por el temor a López Obrador, muchos panistas votaron por Peña Nieto. “Se dieron cuenta de que la regaron. Fueron con mucho entusiasmo a votar por él porque creían que sí sabía hacerlo; pero ya nos dimos cuenta de que lo que sí saben hacer (los priistas) es robar. Son corruptos de primera”.
Fernando Gómez Mont, hermano de Teresa, fue secretario de Gobernación de Calderón, cuando, en 2009, fue testigo de un pacto secreto entre los presidentes del PAN, César Nava, y del PRI, Beatriz Paredes, para que el primero no se aliara con el PRD en el Estado de México en las elecciones de 2011.
El otro testigo fue Luis Miranda Nava, secretario de Gobierno en el mandato mexiquense de Peña Nieto, quien tenía como secretario de Finanzas y principal asesor a Luis Videgaray, artífice a su vez de un pacto previo con Calderón, en 2006, cuando se apoyó con 250 mil votos priistas para evitar el triunfo de López Obrador.
¡Complicidades PRIAN
En este esquema de complicidades han estado involucrados personajes clave del entorno de Meade, que vienen desde que eran estudiantes del ITAM, todos más bien proclives al PRI, como Meade y Videgaray.
Este grupo de amigos lo integraban, además, dos personajes que fueron consejeros del IFE en la controvertida elección de 2006: Luis Carlos Ugalde, quien fue presidente de ese instituto con el impulso de Elba Esther Gordillo y Calderón; y Virgilio Andrade, quien este sexenio fue secretario de la Función Pública y exoneró a Peña Nieto en el caso de la Casa Blanca de Las Lomas y a Videgaray por su mansión en Malinalco.
Pero del mismo grupo es Cordero, quien sólo se afilió al PAN el 15 de agosto de 2007, luego de que Calderón llegó a la Presidencia; lo mismo Roberto Gil Zuarth (afiliado el 3 de julio de 2008) y Javier Lozano –aunque éste, egresado de la Escuela Libre de Derecho–, afiliado el 19 de mayo de 2007.
Otro itamita del grupo de Meade, Cordero y Videgaray, es Fausto Barajas Cummings, afiliado al PAN el 29 de junio de 2008, subsecretario de Comunicaciones y Transportes de Calderón y quien ahora encabeza la Fundación Desarrollo Humano Sustentable de éste y es coordinador de la campaña de Margarita Zavala.
De hecho, ya con Meade trabajan otros prominentes allegados a Calderón. Uno de ellos es Francisco Javier Conejo Cejudo, millonario empresario y financiero de Jalisco que fue coordinador de la precampaña presidencial de Cordero, en 2012, y que fue derrotado por Vázquez Mota.
En el rancho de Conejo en Jalisco ocurrió en 2004 el “destape” de Calderón; el empresario fue uno de los primeros recaudadores financieros en su campaña en 2006, cuando creó Coincidir Sociedad Financiera Popular, beneficiada desde entonces por Meade con cientos de millones de pesos de recursos públicos con manejos fraudulentos que han quedado impunes.
Y del lado del PRI pertenecen al grupo de Meade desde el ITAM los actuales senadores José Yunes y Roberto Albores Gleason, este último el principal organizador para que en 2015 el Senado entregara la Medalla Belisario Domínguez a Bailleres González, en una elección fraudulenta.
En la sesión presidida por Gil Zuarth,­ también itamita, por primera vez desde que el Senado creó la presea, hace seis décadas, se rompió la unanimidad y sólo el voto de un perredista evitó el rechazo al multimillonario; la ceremonia de la entrega fue desairada por la mitad de los legisladores.
Pero sucedió algo peor: se maquinó un fraude para alterar la votación y aumentar el número de senadores que se pronunciaron por honrar al empresario: los 65 votos computados –una raquítica mayoría de la mitad más uno– se convirtieron en 72. Siete sufragios de senadores aparecieron repentinamente en la versión estenográfica y en la votación oficial.
Ante las críticas, el senador panista Javier Lozano alegó que el magnate es un gran filántropo. “Dicho lo anterior, vayan mucho al carajo los que repudian la entrega de la Medalla Belisario Domínguez a Alberto Bailleres” (Proceso 2037).
Un año después, el ITAM de Bailleres correspondió a la Belisario Domínguez con un reconocimiento a Calderón por su contribución “al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera”; el premio se lo entregó Peña Nieto.
Nunca en los 70 años de ese instituto había asistido un presidente de la República en funciones a entregar un reconocimiento como el que, ese 1 de noviembre, dio en mano a Calderón por ser “un modelo a seguir” para la comunidad del ITAM, cuya Asociación de Exalumnos es presidida por Lorenzo Meade Kuribreña, hermano de José Antonio, galardonado también esa noche del Día de Muertos…
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"A ver cómo reacciona" la sociedad/JOSÉ GIL OLMOS
Enrique Peña Nieto le allanó el camino a José Antonio Meade –aun antes de que empezara la contienda interna para elegir representante del PRI de cara a 2018– al hablar de un “primer candidato presidencial ciudadano” en la historia del priismo.
Tres días antes de que se diera a conocer la renuncia de Meade a la Secretaría de Hacienda para anunciar su aspiración a la candidatura del PRI, el presidente llamó a una reunión en Los Pinos a la exgobernadora yucateca Ivonne Ortega, la única que había anunciado desde hacía tiempo que pelearía dicha representación.
Una semana después Ortega declinó inscribirse en el proceso interno y se reunió con Meade para manifestarle su apoyo, “basada en mi lealtad y mi amor al partido” y, sobre todo, dijo, “por respeto a los principios priistas y empoderar a los militantes y a los ciudadanos”.
El camino de Meade fue planchado por Peña Nieto con otras acciones, como la reunión privada con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, donde le anunció que no sería el elegido. Fue el propio exgobernador de Hidalgo quien comentó esto a sus colaboradores más cercanos el 25 de noviembre.
Aunque Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones dijeron que no había ninguna operación “cicatriz”, el 29 de noviembre Meade y Osorio Chong comieron en un restaurante de la Ciudad de México, bajo la mirada de reporteros y fotógrafos que fueron avisados para registrar el encuentro. Lo mismo ocurrió al día siguiente, en otro restaurante, con Meade y el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, quien también había expresado su deseo por la candidatura.
Entrevistado por los medios el 30 de noviembre, luego de reunirse con los comités directivos estatales, Meade evitó hablar de asperezas dentro del PRI. “Nos estamos reuniendo como siempre. Tenemos muchos años trabajando juntos y todos los que participamos nos conocemos, nos queremos; les tengo a todos y cada uno de ellos mi agradecimiento, admiración, y estoy seguro de que su experiencia seguirá siendo valiosa para el país”, sostuvo.
Y en cuatro días el exsecretario de Hacienda reunió las firmas de apoyo de todos los sectores, la estructura territorial y la totalidad de los comités estatales para ser ungido candidato por la Comisión Política Permanente.
Pero como candidato en solitario, sin competencia interna, Meade no podría hacer uso de los recursos públicos ni de tiempo en los medios para difundir su precampaña. Así que en el PRI idearon una estrategia para utilizar los tiempos y recursos del partido para divulgar las reuniones de su candidato con la militancia en su gira nacional de proselitismo.
La popularidad de Meade está por debajo de las de otros aspirantes, como Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador. La estrategia del PRI es difundir su imagen destacando valores familiares, su preparación académica y su paso por las secretarías de Desarrollo Social, Relaciones Exteriores, Energía y Hacienda en los gobiernos de Felipe Calderón y de Peña Nieto. Pero sobre todo, que no es totalmente priista y no tiene manchas de corrupción, como los 22 gobernadores y funcionarios tricolores acusados de desvío de recursos y vínculos con el crimen organizado.
Desventajas y ventajas 
José Antonio Meade enfrenta algunos problemas graves.
El primero es la marca del partido que lo cobija, ya que ninguno como el PRI tiene más puntos negativos, según distintos estudios, como el de Mitofsky, que registra que la mitad de la población lo rechaza.
Otro es la imagen negativa de Enrique­ Peña Nieto, cuya popularidad entre la sociedad está por debajo de 30% por temas que se perfilan como definitorios en las campañas: la inseguridad, la corrupción y la impunidad.
El gobierno de Peña Nieto es severamente criticado por el fracaso de sus políticas contra la delincuencia organizada y la creciente espiral de violencia. El año 2017 ha sido especialmente grave para México: octubre se convirtió en el mes con más homicidios de las últimas dos décadas, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Un problema más es la pobreza. El “Panorama Social 2014”, de la Cepal, señala que al comenzar el gobierno de Peña Nieto, la pobreza en México era de 37.1%; dos años después había aumentado a 42% en tanto que la indigencia también creció en 2.1 puntos en ese lapso y llegó a 16.3% en 2014.
Dulce María Sauri Riancho, expresidenta nacional del PRI, señala en entrevista que la desventaja fundamental de Meade es ser candidato del partido en el gobierno en un escenario nacional e internacional sumamente complejo, donde se han tenido que tomar medidas muy difíciles. La otra desventaja son las acusaciones de corrupción.
En cuanto a las ventajas destaca que el proceso interno de renovación partidista se dio en unidad, luego de escuchar las voces discordantes, para debatir y tomar una decisión de acuerdo con la mayoría. Llega también con la ventaja de haber sabido negociar internamente con las distintas fuerzas, expresiones y personas que habían manifestado el deseo de participar en la contienda hacia la Presidencia.
–¿No existe también el reto del enojo social? –se le pregunta.
–Claro que sí. Está en ese cajón de desventajas. Y la combinación de los factores que anoté generan enojo social.
¡Sauri considera que para resolver temores, resistencias y descalificaciones tiene que haber hechos contundentes de solución. Y si Meade es el candidato ciudadano que el PRI ofrece a la ciudadanía, ir paso a paso, tratando de remontar esas desventajas.
–¿Es un candidato ciudadano?
–Absolutamente. No tiene partido político y yo diría que es una decisión que el PRI le entrega a la sociedad mexicana para ver cómo reacciona.
Sauri considera que con la elección de Meade, el PRI hace un esfuerzo y genera condiciones para que un ciudadano sin partido sea su candidato, “porque Meade ha colaborado en el PAN y en el PRI, y no hay nadie que diga que perteneció a las juventudes de alguno de los dos partidos”.
Explica que en la historia del PRI no había habido un candidato ciudadano porque las condiciones del país y las exigencias de la sociedad y de los propios procesos democráticos no lo habían exigido.
–Usted tiene la experiencia de la elección de 2000 y presenció como militante la elección de 2006, en las que perdió el PRI. ¿Cuáles son los errores que cometió entonces y que no debe repetir?
–Creo que el más importante es la división interna. De eso se ha hablado mucho entre los militantes, simpatizantes y analistas. La división nos costó mucho. En la elección de 2000 hubo otras circunstancias también, pero en 2006 definitivamente fue por una división interna combinada con la persistencia de construir una candidatura desde la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional.
–En este caso, ¿qué ventajas tiene José Antonio Meade?
–Tiene la de ser una persona que sabe sumar, no tiene verdades absolutas en ningún tema, sabe escuchar y sabe hacer equipo. Este país no puede darse el lujo de que una sola persona crea que puede resolver todos los problemas. Es cuestión de formar equipos para ayudar a tomar buenas decisiones, aunque finalmente sea el Ejecutivo el responsable de tomarlas. l
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Junto con Videgaray, la estratagema perfecta/JENARO VILLAMIL
Luis Videgaray “predestapó” a José Antonio Meade como candidato del PRI a la Presidencia. El canciller no estaba despistado: sólo seguía su plan, uno que comenzó a forjar cuando era responsable de las finanzas mexiquenses y que consolidó gracias a la red de amistades que tejió en su época de estudiante en el ITAM. Ha ido colocando sus piezas –en el PRI, en Hacienda– en una especie de réplica del Maximato de Plutarco Elías Calles, aun a costa de perder su oportunidad de habitar Los Pinos.
La historia de influencia política y ayuda mutua entre Luis Videgaray, José Antonio Meade Kuribreña y José Antonio González Anaya comenzó a escribirse en las aulas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), pero encontró un sentido de cofradía tecnocrática a principios del gobierno de Felipe Calderón, cuando Agustín Carstens, profesor y exjefe de los dos últimos, era secretario de Hacienda.
En diciembre de 2007 se negociaban con los gobiernos estatales los cambios a la Ley de Coordinación Fiscal, para permitirles el acceso a más recursos. Algunas entidades estaban en franca crisis y a punto de quebrar, entre ellas el Estado de México, que heredó un desorden administrativo del gobierno de Arturo Montiel.
Ese año, recuerda Mario Delgado –secretario de Finanzas en el gobierno capitalino de Marcelo Ebrard–, por el Estado de México negoció Videgaray, entonces secretario mexiquense de Finanzas, con Meade, jefe de la Oficina de Coordinación de Asesores de Carstens, y con González Anaya, titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la misma dependencia.
Gracias a la amistad entre los tres, lograron modificar los criterios de asignación de recursos para beneficiar al Estado de México, la entidad más poblada, y afectar a la Ciudad de México y a Tabasco, dice en entrevista Mario Delgado, actual senador de Morena.
“Desde entonces fue claro que entre ellos fueron tejiéndose alianzas y ayudándose mutuamente a escalar el poder”, afirma Delgado, también egresado del ITAM y que conoció bien a esos personajes.
Las alianzas entre aquéllos coinciden, desde entonces, no sólo con su ascenso y con el crecimiento de la influencia de ambos, sino que los años como secretarios de Hacienda de Videgaray (2012-16) y Meade (2016-17) también han representado un incremento sustancial de la deuda pública, en paralelo con una disminución abrupta de la inversión en obra pública.
Delgado resalta que “este año se destinaron más recursos a pagar más por el servicio de la deuda pública que a invertir en infraestructura”. La deuda pública pasó de 8.51 a 9.81 billones de pesos entre Videgaray y Meade y su costo financiero se incrementó 54.1%.
En 2017 México terminó pagando 568 mil millones de pesos en intereses de la deuda pública, mientras el gasto en inversión fue menor: 558 mil 700 millones de pesos.
El crecimiento de esta deuda ha sido “irresponsable” y desde la Comisión de Hacienda del Senado, Delgado ha advertido que ya representa más de 50% del PIB y “crece a razón de 1.5 millones de pesos por minuto”.
Entrevistado por Proceso tras conocerse el “destape” de Meade, para Delgado no hay ninguna duda: tanto el aspirante presidencial priista como el exsecretario de Hacienda y actual canciller, Luis Videgaray, “son corresponsables de este manejo de las finanzas públicas” que se inició justamente cuando ambos se reencontraron en posiciones de poder en el Estado de México y en el gobierno federal.
Videgaray, el nuevo “bróker”
Sin embargo, el poder de Videgaray se incrementó mucho más allá de las finanzas públicas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto: no sólo fue el vicepresidente de facto y artífice de las principales reformas estructurales del sexenio, sino que también expandió su poder hacia el control del PRI –con la llegada de Enrique Ochoa Reza tras las derrotas electorales de 2016– y el año pasado consolidó una alianza con el círculo más cercano de Donald Trump, cuando éste era candidato a la Presidencia de Estados Unidos.
“El verdadero bróker o intermediario de los intereses de la Casa Blanca en México ya no es Carlos Salinas de Gortari, sino Luis Videgaray, gracias a la vinculación que éste tiene con el yerno de Trump, Jared Kushner”, sentencia el senador Manuel Bartlett, consultado por Proceso.
“Salinas quiso abusar de su posición como bróker y ahí entró en colisión con los intereses de Luis Videgaray, quien obligó al propio Peña Nieto a recibir a Trump, en plena campaña electoral, en Los Pinos”, recuerda el exgobernador de Puebla.
–¿No cree que en algún momento José Antonio Meade tendrá que deshacerse de la influencia de Videgaray?
–Meade –responde Bartlett– no puede deshacerse de nadie ahora, porque no tiene cómo ganar. Necesita sumar a todos ante una candidatura tan débil que sólo crece en los medios. Están “inflando” a Meade como lo hicieron con el excandidato a gobernador del PRD en el Estado de México, Juan Zepeda, quien de la noche a la mañana se volvió “maravilloso”, “inteligente”, “carismático”.
“Lo están inflando artificialmente. El partido que está en tercer lugar en las encuestas (PRI) que ‘destapa’ al aspirante que estaba en último lugar en las preferencias (Meade) de pronto ya está a sólo unos cuantos puntos de Morena y López Obrador. Que me expliquen cómo ocurre eso demoscópicamente”, se burla Bartlett.
–¿Ve usted la mano de Videgaray en esta operación?
–Definitivamente. Videgaray demostró ante los medios y ante el PRI que el verdadero “despistado” era el propio Peña Nieto. Desde el principio sabía que quedaría su candidato y amigo: José Antonio Meade.
La semana pasada las muestras de fuerza de Videgaray revelaron su cercanía con Meade y su capacidad e influencia para armarle el equipo de campaña, como si el canciller fuera el “Jefe Máximo”.
Un día antes de que Meade se dejara fotografiar en público con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación y su adversario en la contienda interna del PRI, Videgaray también se reunió con el titular de Educación Pública, Aurelio Nuño, el tercer aspirante a la candidatura, a quien señalan en las columnas políticas como futuro jefe de campaña.
Después se reunió con funcionarios de Estados Unidos para preparar una “cumbre de seguridad” en Washington, sobre crimen trasnacional.
Incluso, en su última visita a Rusia, a mediados del mes pasado, el canciller dio a entender en su discurso que era inminente la aprobación de la Ley de Seguridad Interior en México, tal como sucedió el último día de noviembre en la Cámara de Diputados.
Tercera generación de tecnócratas
El poder de Videgaray coincide con el ascenso y la consolidación de una tercera generación de tecnócratas que surgieron de las aulas de universidades privadas y escalaron posiciones en las principales dependencias e instituciones financieras y económicas públicas.
En 1979, al ser nombrado secretario de Programación y Presupuesto, Miguel de la Madrid encabezó a la primera generación de tecnócratas que, sin tener experiencia en cargos de elección popular ni en las áreas de “gobernabilidad” (como la Secretaría de Gobernación), tomó el control también del PRI, hasta colonizarlo por completo.
La segunda generación de tecnócratas vino con la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia en 1988. Arribaron con la fractura histórica del PRI. Ascendieron bajo el signo del fraude electoral. Fue y sigue siendo la más poderosa, la más ambiciosa y también la que terminó más confrontada.
No hay rivales más peligrosos entre sí que los dos máximos tecnócratas que gobernaron México entre 1988 y 2000: Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. Ambos del mismo “grupo compacto” de la Secretaría de Programación y Presupuesto. Ambos afines a la ortodoxia fondomonetarista. Ambos hicieron hasta lo imposible por tener la máxima estrella del FMI y del Consenso de Washington.
Salinas de Gortari pretendió ejercer un “neomaximato”. Y Zedillo pretendió obedecer los lineamientos de Washington, sobrevivir a los demonios sueltos del salinismo y deshacerse de los pesados compromisos y las redes de intereses de su antecesor. Zedillo mandó al exilio a Salinas de Gortari, encarceló a su hermano Raúl y le impuso al país una de las medidas más dolorosas de los últimos años: convertir en deuda pública los 552 mil millones de pesos del Fobaproa para evitar “la quiebra de los bancos”.
Del Fobaproa de 1997 y del IPAB de 1998 viene la historia de la tercera generación de tecnócratas que sobrevivieron a la agria disputa entre salinistas y zedillistas.
Dionisio Meade García de León, padre de José Antonio Meade Kuribreña e integrante de la segunda generación de tecnócratas, ideó el modelo del IPAB y dejó ahí a sus dos hijos: José Antonio y Lorenzo.
José Antonio Meade pertenece a la tercera generación de tecnócratas que siguió la ruta trazada por Zedillo: la alternancia bipartidista.
Lo importante no era ser del PRI o del PAN. Lo urgente era mantener el poder y seguir con el modelo. Construir la ficción de una “transición a la democracia” que no descarrilara el consenso de Washington.
En paralelo, la corrupción fue creciendo a niveles escandalosos. Las privatizaciones y los acuerdos con los bancos para el pago del “servicio de la deuda” se convirtieron en el eje. El crimen organizado se desbordó desde Salinas de Gortari hasta la fecha.
Mientras tanto, en las presidencias de Vicente Fox y Felipe Calderón los tecnócratas siguieron: Francisco Gil Díaz, Agustín Carstens, Ernesto Cordero y la estrella en ascenso de José Antonio Meade, por mencionar algunos.
Sin embargo, ningún tecnócrata de la tercera generación como Luis Videgaray, alumno y exsocio de Pedro Aspe (el referente académico más respetado entre ellos), quien tuvo la misma ambición de Salinas de Gortari: prolongar su influencia más allá de un sexenio. Construir un maximato personal.
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Revista Proceso # 2144, 3 de diciembre de 2017
Y en Sedesol y la Cancillería actuó como tapadera/MATHIEU TOURLIERE
Cuando fue secretario de Desarrollo Social, el virtual candidato presidencial del PRI no actuó ante fraudes y desvíos millonarios detectados por la Auditoría Superior de la Federación, y cuando encabezó la Secretaría de Relaciones Exteriores buscó minimizar los cuestionamientos que la ONU, entre otros organismos internacionales, realizó al gobierno mexicano por graves violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción, como en los que incurrió en los casos de Tlatlaya, Ayotzinapa y la Casa Blanca.

En los primeros cuatro años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, José Antonio Meade, ahora precandidato del PRI a Los Pinos, consiguió hacerse amigo de todos y lucirse ante el mandatario. Para conseguirlo, solapó actos de corrupción durante su paso por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dependencia que también utilizó como plataforma política personal, y buscó ocultar la crisis federal de derechos humanos cuando encabezó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Meade heredó el 27 de agosto de 2015 una Sedesol en pleno descrédito. Un mes antes, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) había revelado que creció 2 millones la cifra de pobres en México en los primeros dos años de la administración de Peña Nieto y que, pese a la Cruzada Nacional Contra el Hambre, se agravó la situación de personas sin acceso a la alimentación.
Además, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó en febrero de 2015 un fraude de 845 millones de pesos en la Cruzada Nacional Contra el Hambre, llevado a cabo a través de convenios con las universidades del Estado de México y Morelos, instituciones educativas que a su vez contrataron empresas fantasma, cuando el programa social era administrado por el equipo de trabajo de Rosario Robles Berlanga en 2013.
El órgano fiscalizador también descubrió que la Sedesol utilizó esquemas fraudulentos idénticos en otros casos y desvió recursos entre 2014 y 2015. Específicamente en 2015 documentó daños al erario que ascienden a mil 787 millones de pesos. Algunas de esas irregularidades fueron cometidas después de que Meade tomó el control de la institución (Proceso 2103).
Pese a los hallazgos de las auditorías, cuando Meade asumió el control de la Sedesol no denunció las prácticas de corrupción ni los desvíos multimillonarios realizados durante la gestión de su predecesora.
En cambio, utilizó su corta estancia en Desarrollo Social para viajar a cada rincón del país y consolidar su capital político. Tejió alianzas con actores clave del poder.
Durante los 378 días como el responsable de la política social del país, Meade encabezó 246 actos públicos —145, fuera de la Ciudad de México— y firmó 85 convenios con gobiernos estatales y el sector empresarial, equivalente a uno cada cuatro días (Proceso 2080).
En sus giras de trabajo repartió despensas a beneficiarios de los programas sociales, elogió logros del gobierno de Peña Nieto y se reunió con gobernadores, alcaldes, empresarios, banqueros, líderes de organizaciones campesinas y ganaderas, militares, académicos y representantes religiosos.
El 17 de noviembre de 2015, en una gira de trabajo en Veracruz, Meade apapachó al entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa. Ambos habían firmado un convenio contra el rezago educativo.
“Nos conocimos cuando yo era funcionario de la Financiera (Rural) y él (Duarte), subsecretario de Ingresos del estado de Veracruz. Desde entonces los dos hemos hecho un buen recorrido, en donde nos hemos acompañado, y estoy hoy públicamente muy agradecido con él”, expresó ese día el funcionario federal. Once meses después, Duarte escapó del país para esconderse de la justicia mexicana, que lo buscaba por desvíos multimillonarios del erario.
El 30 de agosto de 2016, entre sus últimos actos como titular de la Sedesol, se presentó ante los senadores del PRI en Ixtapan de la Sal, Estado de México, y posteriormente se reunió con los diputados del partido en la capital del país. En sus discursos, Meade, quien oficialmente no milita en algún partido político, habló a manera de elogio sobre los logros que en política social han obtenido, aseguró, todos los presidentes priistas.
Acciones en el papel
José Antonio Meade prácticamente no cambió ni una coma a la fallida estrategia contra la pobreza.
Al analizar su gestión en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2016, el Coneval detectó las mismas carencias de siempre en la política social: la falta de coordinación entre instancias de gobierno, la duplicación de programas sociales, la ausencia de objetivos mayores a la simple reducción de la pobreza y la persistencia de graves fallas en la atención a la población indígena, entre otras.
Pese a las observaciones, Meade logró reducir la pobreza, al menos en el papel. Fue el arquitecto de la “mejora” en el ingreso que los hogares mexicanos más humildes reportan a las autoridades, que incide en la medición que realiza el Coneval.
Dicha estrategia se articuló alrededor de dos ejes: la distribución de las llamadas “cartillas sociales” a millones de familias beneficiarias y la nueva metodología de medición del ingreso en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En la cartilla social, las familias anotan los apoyos que reciben de cada programa federal y estatal. En agosto de 2016, Meade justificó su implementación al afirmar que los atendidos por la Sedesol reciben un ingreso en especie y que no había instrumentos para “saber cuáles eran sus ingresos”, y que esa información ayudaría a planear acciones en la materia.
Los detractores de la cartilla, como las organizaciones sociales que integran la iniciativa Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, señalan que esta herramienta tiene un carácter político, pues puede servir para obligar a los hogares más pobres del país a reportar ingresos mayores y así reducir las cifras oficiales sobre la carencia.
El propio Coneval, en su informe 2016, solicitó a la Sedesol que explicara el objetivo de la cartilla y la problemática que busca atender. Además, le señaló que “es indispensable garantizar que el uso de la cartilla y la información que la integra estén blindados ante cualquier factor político”.
Cabe destacar que el diseño de la cartilla social fue hecho por Paloma Merodio Gómez, exfuncionaria de la Sedesol catapultada en abril pasado por la Presidencia de la República, y apoyada por los senadores del PRI, a una vicepresidencia del Inegi, pese a que su perfil incumplía los requisitos del cargo. Su nombramiento generó indignación entre políticos, académicos y organizaciones sociales.
También, cuando el hoy precandidato presidencial encabezó la Sedesol, de manera coincidente, el Inegi cambió su metodología de levantamiento de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).
La modificación detonó un conflicto inédito con el Coneval, organismo que se negó a publicar su medición de la pobreza municipal 2016 con base en las cifras “no congruentes” del Inegi, instituto que por sus nuevos medios ya había registrado un incremento de 11.9% en el ingreso general de los hogares mexicanos y 33.6% en el decil de los hogares más pobres del país.
Ya para el 7 de septiembre de 2016, Meade sustituyó a su amigo Luis Videgaray Caso en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). De inmediato presentó a los diputados el proyecto de presupuesto 2017, particularmente severo con el gasto social del país, al que mutiló 10.48%.
El recorte implicó reducciones en los apoyos sociales, como el retiro de 143 millones de pesos de subsidios para el Programa de Inclusión Social PROSPERA, dejó a la mitad los fondos asignados al Programa de Empleo Temporal, mientras el presupuesto asignado al Programa de Apoyo a la Infraestructura Indígena quedó en una tercera parte en comparación con lo destinado un año antes.
Gestión de daños
Apoyándose en la simpatía internacional de la nueva administración, hecho conocido como el “Mexican Moment”, José Antonio Meade, en sus primeros dos años en la cancillería, asumió la tarea de promover las reformas estructurales, principalmente la apertura del sector energético a las empresas nacionales y extranjeras.
Sin embargo, en los últimos meses de 2014 se acabó esa especie de luna de miel con el mundo. El 11 de septiembre salió a la luz la matanza de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, ocurrida el 30 de junio; el 26 de septiembre ocurrió la desaparición forzada de 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, y el 9 de noviembre se reveló el conflicto de interés de Peña Nieto con un constructor en el escándalo conocido como La Casa Blanca.
Esos casos exhibieron dos temas que le han sido criticados al gobierno de Enrique Peña Nieto a escala nacional e internacional: la crisis de derechos humanos y la corrupción gubernamental.
A partir de ese momento, Meade se dedicó a frenar la degradación de la imagen internacional del gobierno federal y a rechazar los repetidos señalamientos sobre violaciones a los derechos humanos, emitidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e incluso por la Santa Sede.
El 17 diciembre de 2014, el ahora precandidato presidencial del PRI negó que la tragedia de Ayotzinapa tuviera impactos negativos sobre la imagen de México en el exterior, aun cuando en ese momento el gobierno mexicano dio explicaciones del caso a la CIDH, al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de varios países.
En marzo de 2015, la cancillería enfrentó abiertamente a Juan Méndez, el Relator Especial sobre la Tortura de la ONU, quién aseveró en un informe que dicha práctica era “sistemática” en México. Con el pleno respaldo de Meade, la SRE descalificó el informe y a su autor.
El 7 de noviembre de 2014, a dos días de publicarse la investigación periodística de La Casa Blanca, el gobierno federal canceló la concesión para la construcción del tren México–Querétaro, otorgada al consorcio conformado por tres empresas chinas y cuatro firmas mexicanas.
Una de las compañías nacionales ganadoras, Constructora Teya, es propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, el contratista y amigo de Peña Nieto que había financiado y construido la residencia de la pareja presidencial en Lomas de Chapultepec.
En diversas entrevistas, Meade se apresuró en afirmar que la relación de México con China no se afectó por la cancelación del proyecto del tren rápido, asegurando que se estableció un diálogo “para explicarles la necesidad de transparencia” en la licitación.
Sin embargo, el pasado 22 de noviembre el portal Aristegui Noticias reveló que el gobierno chino, desde octubre de 2015, reclama 600 millones de dólares al de México, en compensación por la cancelación de la obra.
En sus argumentos, el país asiático expuso que las autoridades mexicanas “no actuaron de manera transparente, de buena fe, ni garantizaron un debido proceso legal”, señalamientos que desmienten las afirmaciones que Meade hizo sobre el tema hace tres años.
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Revista Proceso # 2144, 3 de diciembre de 2017
Creó una cofradía para el dinero/JESUSA CERVANTES
De José Antonio Meade nadie dice que se haya enriquecido ilícitamente a costa del erario. Lo que sí hizo fue integrar una legión de incondicionales, gracias a la cual ha tenido presencia en los sectores financieros clave; una cofradía por y para el dinero. Así pudo maniobrar el rescate bancario o firmar un convenio de doble tributación con Singapur, que convierte a aquella nación en el paraíso fiscal ideal para los capitales mal habidos en México.
Apuró su bebida y soltó ante los amigos que lo acompañaban en una cafetería en la exclusiva zona residencial de Lomas de Chapultepec: “Voy a ser presidente de la República”. Era 2000 y José Antonio Meade hablaba muy en serio, convencido. Acababa de dejar la Secretaría Adjunta del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Ahora Meade será el candidato de unidad del PRI, sin ser priista, para buscar la Presidencia y oponerse a Andrés Manuel López Obrador y a quien resulte abanderado del Frente Ciudadano por México.
Los sectores priistas lo arroparon el mismo día en que renunció a la Secretaría de Hacienda, pero el pasado 27 de noviembre, cuando los sectores del PRI le descubrieron grandes cualidades humanas y políticas, Meade les llevaba 17 años de ventaja, de trabajo silencioso, de sumar secretos y favores que le permitieron transitar por cuatro direcciones y cuatro secretarías de Estado a lo largo de cuatro sexenios.
Meade tejió redes entre banqueros, dejó pasar rescates bancarios, suavizó auditorías a los hombres del campo y les autorizó créditos para reinventarse, firmó un convenio de doble tributación con Singapur mediante el cual los mecanismos de fiscalización “no son laxos sino nulos”, pero también abonó al rechazo de la clase empresarial al crear el llamado IETU (Impuesto Especial a Tasa Única) y le recetó a la ciudadanía un presupuesto que derivó en aumento a las gasolinas. Incluso tiene en su haber la autorización de la última gran fusión bancaria (Interacciones-Banorte), donde hoy laboran sus hermanos.
Pero sobre todo creó una cofradía.
Seguidores y operadores suyos se aglutinaron en el llamado Grupo de los 40 Asociados. A lo largo de estos 17 años, los allegados a Meade han transitado por áreas estratégicas desde donde se maneja el dinero público.
Uno de los personajes de esa cofradía es Jaime González Aguadé, actual presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, egresado de Yale, como Meade.
González Aguadé acompañó al aspirante presidencial durante su paso por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar, 1997-99), el IPAB (agosto 1999-septiembre 2000), el Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural, mayo 2002-enero 2003) y Financiera Rural (enero 2003-diciembre 2006).
Después de Financiera Rural, González Aguadé fue director del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), algunos de cuyos funcionarios recuerdan anécdotas donde escuchaban que “tanto él como Meade jugaban de niños a ser presidentes de México”.
Viejos favores, nuevo cobro
Dionisio Meade y García de León, padre del aspirante, formó parte de las direcciones de dos de los bancos rescatados por el gobierno: Banco Mexicano Somex y Banco Obrero. De 1989 a 1992 fue director general de servicios del primero; en el segundo ocupó una cartera de mayor responsabilidad: director general adjunto de administración y jurídico (1992-94).

Somex tenía una afectación de cuando menos 28 mil millones de pesos, mientras que el Banco Obrero tenía saldos vencidos por 113 mil millones de pesos, pero se habían hecho perdedizos cerca de 20 mil millones más.

Ambos quebrantos fueron a parar en 1995 al Fobaproa, cuando Ernesto Zedillo autorizó la intervención del gobierno en favor de los bancos, haciendo de sus deudas una deuda de la nación.

Cuando Dionisio Meade dejó el Banco Obrero se fue a la Cámara de Diputados como asesor de la Comisión de Hacienda y en 1997 llegó a San Lázaro como legislador plurinominal. Fue él quien confeccionó el IPAB, heredero del Fobaproa. En esa misma legislatura y para proteger a los usuarios de la banca se creó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Mientras tanto, José Antonio Meade fue nombrado secretario ejecutivo adjunto del IPAB, al lado de Vicente Corta, quien ocupó la Secretaría Ejecutiva. De 1999 a septiembre de 2000, el IPAB realizó la primera parte de la negociación con los bancos para que aceptaran nuevas auditorías.

Juan Pedro Kuribreña se fue como secretario particular de la Presidencia de la naciente Condusef y en pocos meses pasó a ocupar una dirección general (de mayo de 1999 a febrero de 2002). Esta nueva dependencia se encargaba de tranquilizar a los deprimidos usuarios de la banca que con la crisis de 1994 habían perdido todo.

Lorenzo Meade Kuribreña siguió el camino de José Antonio. Empezó a trabajar en la función pública en la Consar y de diciembre de 2003 a octubre de 2016 se mantuvo en la Secretaría Adjunta del IPAB.

El escondite de Singapur

De José Antonio Meade nadie dice que se haya enriquecido mediante la corrupción. Lo que sí sostienen es que ha realizado autorizaciones o firmado documentos que han traído grandes beneficios a gente de poder y dinero.

El exfiscal de la Federación Gabriel Reyes Orona detalló aquel convenio de doble tributación entre México y Singapur, “donde los mecanismos de fiscalización no son laxos, son nulos… el mejor escondite que diseñó México es Singapur”, declaró en abril de 2016 (Proceso 2059).

A partir de ahí, dijo, el dinero negro que se iba a los llamados paraísos fiscales tradicionales se mudó a Singapur.

El convenio entre ambas naciones se firmó el 9 de noviembre de 1994, pero el 8 de diciembre de 2011, siendo Meade titular de la Secretaría de Hacienda, se firmó el convenio modificatorio que hace nula la información fiscal e imposibilita indagar el origen de los recursos de una empresa. “Se presta al ocultamiento de identidad”, abundó Reyes Orona en 2016.

En Hacienda, Meade volvió a dar una importante autorización: avaló la fusión entre el Banco Interacciones, de Carlos Hank Rhon, y Banorte. Actualmente los hermanos de Meade trabajan para ambas firmas bancarias. Lorenzo en Interacciones y Juan Pedro en Banorte.

Luego de salir de la Condusef y antes de llegar a Banorte, Juan Pedro Meade creó en enero de 2014, junto con Denise Flamand Trejo, la empresa Flamand Investments, cuya dirección registrada es Dresden Place 31, en la exclusiva zona de The Woodlands, Texas. Se trata de una casa que era frecuentemente usada por José Antonio Meade para descansar los fines de semana.

En el Grupo de los 40 Asociados están, además de González Aguadé, funcionarios y exfuncionarios que han acompañado a Meade desde la Consar, el IPAB o Banrural; personajes que hoy están en posiciones desde donde se manejan los recursos públicos.

Uno de ellos es Alfredo Vara Alonso, quien estuvo con Meade en el IPAB de octubre de 1999 a mayo de 2001. Y fue éste uno de los encargados de negociar con los bancos las llamadas auditorías GEL (gestión, existencia y legalidad), gracias a las cuales a los banqueros les regresó la tranquilidad al quedarse con los llamados “pagarés IPAB”. Desde el pasado febrero es director de Banobras.

Otro “asociado” es Aristóteles Núñez Sánchez. Estuvo en el IPAB de julio de 2001 a marzo de 2003. Luego siguió a Meade a Financiera Rural, donde estuvo de marzo de 2003 a septiembre de 2005.

Un miembro más del grupo es Vicente Corta; titular del IPAB de mayo de 1999 a agosto de 2000. Otra es Margarita de la Cabada, quien encabezó el área jurídica del IPAB de noviembre de 2001 a septiembre de 2003.

De febrero a octubre de 2003 Meade tuvo en Financiera Rural a otro de sus operadores: Virgilio Andrade Martínez. Éste dejó el cargo para convertirse en consejero electoral (2003-10) y luego encabezó la Función Pública, desde donde exoneró al presidente por el caso de la Casa Blanca.

En febrero de 2017 Andrade asumió la dirección de Bansefi, desde donde se encarga de distribuir los millonarios recursos para la reconstrucción de las zonas dañas por los sismos del pasado 19 de septiembre.

Margarita de la Cabada llegó en marzo de 2017 a Banobras para respaldar todos los actos jurídicos de Alfredo Vara en dicha dependencia.

Otra exfuncionaria que ha estado cerca de Meade es María Teresa Fernández Labardini, quien ocupó una dirección en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de 2001 a 2003, y pasó por el IPAB de 2003 a 2006, cuando Lorenzo Meade trabajó en la Secretaría Adjunta.

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