Nota de Elthon García y Augusto Atempa
Reforma, 23 de octubre
Con la voz entrecortada, Gelasio Hernández habló con orgullo de su hijo José Javier, el agente de la Policía Bancaria e Industrial que el domingo fue asesinado al impedir que tres delincuentes...
Con la voz entrecortada, Gelasio Hernández habló con orgullo de su hijo José Javier, el agente de la Policía Bancaria e Industrial que el domingo fue asesinado al impedir que tres delincuentes entraran a la casa del Cardenal Norberto Rivera.
"Señor, te entrego a mi hijo. Era un gran elemento, no a cualquiera lo despiden así. Qué orgullo se siente ser honesto y ser buen policía.
"Es duro porque hay mucha tentación, pero quien trae la escuela de ser eficiente y honesto, nada nos puede quebrantar", aseguró Gelasio, quien por 25 años fuera policía y ahora es pensionado.
Ayer, en una agencia funeraria de la Colonia Juárez, el cuerpo de José Javier Hernández fue homenajeado.
El Jefe de la Policía, Raymundo Collins, entregó una bandera a sus padres y esposa, y compañeros del policía montaron guardias.
El Cardenal Rivera Carrera ofició una misa.
"Mi agradecimiento (a sus padres) por el servicio que prestó Javier, porque formaron un verdadero policía. Su padre fue ejemplo de profesionalidad, fue ejemplo de cumplimiento del deber.
"Lo encomendamos a la misericordia del Señor, pidiéndole, no sus méritos, sino esa valentía y esa honestidad", destacó el Arzobispo Primado Emérito de México.
En sus 20 años de carrera policial José Javier, de 41 años de edad, prestó sus servicios de custodia en bancos, hospitales y en la Conferencia del Episcopado Mexicano.
En el 2009 comenzó el servicio de guardia personal para Norberto Rivera, dentro de su domicilio en la Colonia Florida, en Álvaro Obregón.
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