11 ene 2019

La nueva estructura de la Oficina de Prensa de la Santa Sede

La nueva estructura de la Oficina de Prensa de la Santa Sede
Por fin, el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede hace pública, a través de un comunicado, la nueva estructura que asumirá la Sala de Prensa de la Santa Sede....
Luego de la renuncia del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, y de su subdirectora, la española Paloma García Ovejero, del pasado 31 de diciembre, el Dicasterio anuncia quienes serán los nuevos miembros que trabajarán junto al nuevo Director interino, el italiano Alessandro Gisotti.

El Prefecto, Paolo Ruffini, ha designado como Asesora Principal del Director a la Dra. Romilda Ferrauto, ex jefa -durante 25 años-, de la Oficina Editorial francesa de Radio Vaticana y asistente de la Oficina de Prensa en las últimas cinco Asambleas Generales del Sínodo de los Obispos, además de presidenta de la primera y única asociación de mujeres en el Vaticano
También ha confiado la tarea de Asistentes del Director, a la Hermana Bernadette M. Reis, FSI, estadounidense, redactora de Vatican News y asesora de la Comisión de Comunicación de la ULSG y al Dr. Raúl Cabrera Pérez, peruano, ex redactor de Radio Vaticana y colaborador de la Comisión de Información en el Sínodo de los Obispos sobre la Juventud.
Y la administración de la Oficina de la Sala de Prensa ha sido confiado al Dr. Thaddeus M. Jones, de EE. UU., miembro de la coordinación del sitio web de Vatican News y Oficial del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales...
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Oficina de Prensa vaticana, un “international team” al lado del portavoz
Nombrados como senior advisor la francesa Romilda Ferrauto, “columna” de la Radio Vaticana, dos asistentes al director y un office manager. Alessandro Gisotti: “Un modo para reforzar nuestro trabajo”
Vatican Insider, 11/01/2019...;
SALVATORE CERNUZIO
CIUDAD DEL VATICANO
Una francesa, un peruano, dos estadounidenses. «It’s not an italian team» --parece claro-- el equipo nombrado por el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, para ocuparse de la Oficina de Prensa vaticana en apoyo al joven y muy italiano director ad interim, Alessandro Gisotti, que ha exclamado: «It’s an international team!». Una nueva configuración, ya anunciada por Ruffini el 31 de diciembre en el comunicado con el que comentó las rocambolescas dimisiones del director de la Oficina de Prensa, Greg Burke, y de la subdirectora, Paloma García Ovejero, que multiplica las figuras y los papeles del organigrama de la comunicación vaticana, ya enriquecido el 18 de diciembre pasado con el nombramiento de Andrea Tonielli como director editorial de los medios de la Santa Sede.
En la Oficina de Prensa, tradicionalmente dirigida por un director y un subdirector (y junto a ellos distintos empleados para las oficinas de secretaría, acreditación, contabilidad, etc.), se añaden ahora cuatro nuevas figuras: un senior advisor en la figura de Romilda Ferrauto, francesa, durante 25 años responsable de la redacción en francés de la Radio Vaticana, asistente de la Oficina de Prensa durante los últimos cinco Sínodos, además de presidenta de la primera y única asociación de mujeres en el Vaticano; después están los asistentes del director, que son la monja estadounidense Bernadette M. Reis, FSP, redactora de Vatican News y consultora de la Comisión para la Comunicación de la UISG, y el peruano Raúl Cabrera Pérez, redactor de la Radio Vaticana y colaborador de la Comisión para la Información del último Sínodo de los jóvenes; finalmente, el office manager de la Oficina de Prensa, cargo confiado al norteamericano Thaddeus M. Jones, llamado por todos “TJ”, miembro de la coordinación del portal de Vatican News y oficial del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales. 
 Como queda patente, todos son periodistas profesionales, todos con una larga trayectoria de trabajo a sus espaldas al interno del sector comunicativo de la Santa Sede, todos provienen de las filas de la Radio Vaticana. Casi como si se quisiera restaurar la asociación que durante años, bajo la dirección del padre Federico Lombardi, ha unido la Oficina de Prensa a la histórica emisora, interrumpido bruscamente con la reforma de los medios iniciada por el anterior prefecto, monseñor Dario Edoardo Viganó, que ha tenido repercusiones en la movilidad del personal y la calidad de los servicios. “En esta fase difícil la Oficina de Prensa y la Radio Vaticana, o mejor, su patrimonio, trabajarán juntos”, ha precisado Gisotti presentado a los periodistas al nuevo equipo, formado “lo más rápidamente posible” como “medida excepcional respecto a una situación excepcional” (es decir, las “inesperadas” dimisiones a finales de año de Burke y Ovejero), en un “intento de reformar la Oficina de Prensa que no se reduce solo al director sino a un comunidad de trabajo”.  
Junto a Gisotti, Ferrauto, que trabaja en el Vaticano desde 1981, menuda de aspecto refinado (su peinado es inconfundible), descrita como una “máquina de guerra” desde un punto de vista profesional por sus colegas franceses que la veneran como una “diva” (un artículo de Le Temps la definió de esa manera), para quienes ella ha podido garantizar una información e interpretación precisa de los momentos clave del pontificado y de la vida en los Palacios Sagrados. Y es precisamente la relación con los periodistas –ampliada más allá del círculo francés-- lo que Ferrauto quiere mantener como prioridad de su encargo. 
 “Estoy feliz de reencontraros, aunque sea con otro traje. Mi nuevo papel será también el de escuchar vuestras demandas. Creedme que lo haré con gusto, esperando contribuir, en el ámbito de mis funciones, a una buena comunicación vaticana”, ha dicho con emocionada determinación. 
 La figura de senior advisor, una suerte de “consejera”, no está unida al director ad interim: “Es un proyecto que mira más lejos, más allá del interim”, ha aclarado Alessandro Gisotti, añadiendo que “mi voluntad y la del prefecto es que mi interinidad dure lo menos posible. Somos conscientes que tenemos que volver a una normalidad...”. Anticipando las preguntas de los cronistas presentes en la sala, el neo portavoz “un hijo de Radio Vaticana”, como se ha definido, periodista de Radio Vaticana y después de Vatican News (suyas son las entrevistas más brillantes del portal, como también, durante la reforma, la responsabilidad de la difusión y de la renovación de los perfiles sociales del Papa) ha añadido: “Se lo que os pasa por la cabeza: ¿por qué no nombrarla subdirectora interina? No existe un nombramiento porque si el director es ya temporal no se pueden multiplicar los encargos temporales”. 
 Cierto, el riesgo –considerando también la novedad del encargo-- es que se pueda crear un tipo de confusión en la definición de los papeles: un ejemplo es cuando el director de la Oficina de Prensa estará fuera durante los viajes papales (el próximo, once días con el viaje a Panamá) ¿quién dará las declaraciones? ¿Y a quién dirigirse en el caso de que sean necesarias aclaraciones o mayor información? Al menos estas son las primeras observaciones que emergen durante el briefing. Romilda será una referencia pero “cualquier declaración oficial la hace solo el director”, ha sido la respuesta. La periodista francesa se limitará por tanto a ser “un consejero especial para intentar responder lo mejo posible a las solicitudes de los periodistas, una ayuda a la preparación de las conferencias y de los eventos públicos”. 
 Igualmente las otras tres nuevas figuras de los asistentes y del office manager, elegidos a propósito por sus lenguas y culturas diferentes para abrazar diversas sensibilidades, puestos a trabajar para ayudar al director en las distintas responsabilidades (incluida la redacción de los dossier más delicados), en las relaciones con la Secretaría de Estado y para afrontar las no fáciles citas que tendrán lugar en este primer semestre de 2019. Comenzando por la cumbre de presidentes de las Conferencias episcopales de todo el mundo con el Papa sobre el tema de los abusos sobre el cual existe ya una “expectación mediática excesiva, como si se tratase de un evento a mitad camino entre un Concilio y un Cónclave”, como observó ayer Tornielli en su editorial del Osservatore Romano. 
 Con esta nueva configuración, sobre todo, parece que en la Oficina de Prensa vaticana se quiera recuperar la cohesión interna y una humanidad de las relaciones --y el haber sido todos compañeros ayudará en este sentido-- que, entre jubilaciones, traslados, cambios de personal de una oficina a otra con el consiguiente cambio repentino de funciones (así querido por la “reforma”) parece haber faltado en los últimos dos años y medio. “Son todos amigos que han trabajo juntos, nombres elegidos con el prefecto en base al criterio de la experiencia, del espíritu de servicio, y de la relación personal. Nos ha parecido la mejor manera también para la coordinación con los medios vaticanos y la dirección editorial”, ha subrayado Gisotti. 
 La “compleja máquina” en la que se ha convertido la comunicación vaticana continua por tanto transformándose día a día y los pasos a dar son todavía unos cuantos. Falta por ver cuando se conseguirá llegar a una estructura estable que dure también en el futuro. En cualquier caso bienvenido sea lo nuevo: como afirmaba Papa Francisco en su Evangelii gaudium, citado por Gisotti en su discurso, en la Iglesia no puede valer el criterio del “siempre se ha hecho así”. 

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