6 ago 2019

Las columnas políticas, hoy 6 de agosto de 2019..

Fred Alvarez Palafox @fredalvarez
Y por que no investigan los crímenes que se cometen todos los días en México...?
¿Como leerlo?
Ebrard busca reflectores...; se puede quemar..., cuidado!; además pretende iniciar una investigación por terrorismo, aplicando nuestro código penal.. ¡Habráse visto! 
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Desde la cárcel, Zhenli Ye Gon promueve amparo para evitar que su casa sea subastada..
Fue detenido en Maryland, EU en julio de 2007 y tras esto enviado a México en 2016.
El pasado primero de agosto, Ye Gon tramitó el amparo indirecto 591/2019 ante el Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Cd de Mx...con el que busca impugnar “Actos dentro de juicio; el aseguramiento y/o confiscamiento (sic) de mi propiedad”, según se lee en el expediente citado.
De entrada, las autoridades judiciales negaron concederle medidas precautorias en una suspensión de plano, y lo instaron a entregar, en un plazo de cinco días, un informe donde manifestara el por qué AMLO violó sus derechos constitucionales al anunciar la venta de su propiedad valuada en al menos 95 millones de pesos.
Hoy las autoridades notificaron “que en el acto de la notificación manifieste si ratifica o no la firma y contenido” y también le informaron que “se reserva acordar las pruebas ofrecidas respecto de su admisión”.
El empresario se encuentra preso en el penal de máxima seguridad de La Palma luego de que en 2011 las autoridades interpusieron una solicitud de extradición tramitada por el gobierno de nuestro país. Dicha solicitud fue ejecutada en octubre del 2016.
Una vez en territorio mexicano, el juez Cuarto de Distrito en Proceso Penales con sede Toluca, Estado de México, le dictó autos de formal prisión por posesión de armas exclusivas del Ejército, posesión de cartuchos, uso y posesión de dinero de procedencia ilícita, así como delincuencia organizada.
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Las columnas políticas, hoy 6 de agosto de 2019..
Templo Mayor/ Reforma
DADO QUE Elvira Daniel y Octavio Romero Oropeza ocultaron sus relaciones comerciales ante la Secretaría de la Función Pública, sería bueno saber si el director de Pemex también le mintió a las autoridades de Estados Unidos.
MIENTRAS Irma Eréndira Sandoval se apresura a exculpar a los titulares de Cenagas y Pemex, la Securities and Exchange Commission, la temida SEC, se toma muy en serio y sí investiga el conflicto de intereses, el tráfico de influencias y el mal uso de información privilegiada por parte de las empresas.
Y RESULTA que Romero Oropeza tendría que haberle revelado a la SEC su sociedad con Elvira Daniel. Así que sería bueno saber si en Estados Unidos sí transparentaron sus nexos o si también allá intentaron pasarse de listos.
 PROPÓSITO de las simulaciones de la Función Pública, el destituido Carlos Lomelí asegura que pronto retomará su cargo como delegado del gobierno federal en Jalisco. Por increíble que parezca, el empresario farmacéutico que dejó el cargo por conflicto de intereses dice saber que el fallo le será favorable. De hecho, para sorpresa de propios y extraños, salió con la novedad de que nunca renunció al puesto de delegado, sino que solamente... ¡pidió licencia!
EXTRAÑAMENTE ha pasado casi de noche una de las decisiones más polémicas y riesgosas del actual gobierno: Andrés Manuel López Obrador pretende apropiarse de recursos de los afiliados al Seguro Popular para destinarlos a sus programas sociales. Se trata, ni más ni menos, que del Fondo de Protección para Gastos Catastróficos, integrado con aportaciones de los derechohabientes, no del gobierno.
ESTE ES uno de los temas (oootro más) que ha prendido las alertas en el Sector Salud, lo que movió a ver una escena inédita: hoy estarán juntos seis de los ocho ex secretarios de Salud para plantearle al gobierno la necesidad de pensar antes de actuar y de tomar decisiones con base en la evidencia y no en la ocurrencia.
CONVOCADOS por Salomón Chertorivski al Foro Pensando en México que preside, ahí estarán Julio Frenk, Guillermo Soberón, José Narro, Mercedes Juan, José Ángel Córdova y el ex subsecretario Pablo Kuri. Los ausentes serán José Antonio González, que anda enfocado en su despacho legal; y Juan Ramón de la Fuente, que por su chamba fifí como embajador ante la ONU, su sueldo en dólares y sus nuevas lealtades políticas, tiene otros datos sobre la crisis del sistema de salud.
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La longaniza presidencial | 
Bajo Reserva/ El Universal
Nos dicen que ayer causó revuelo en el gobierno federal un documento que circuló en redes sociales en el que se revelan algunos muy curiosos gastos en comida y ropa presupuestados por la Oficina de la Presidencia. De acuerdo con el Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público 2019, la Oficina de la Presidencia presupuestó pagar con recursos públicos 335 mil 782 pesos en longaniza de primera; 458 mil 299 pesos en filetes de pescado blanco oriental y 150 mil 678 pesos en jamón ahumado de pavo. Además, el pago de 12 smokings (trajes de etiqueta) por 39 mil 936 pesos y 40 trajes para dama, con un costo de 120 mil pesos, entre otros muchos alimentos y productos. La información corrió como reguero de pólvora luego de que el senador panista Julen Rementería aseguró que se trataba de información oficial. El legislador hace notar que según los documentos de la Presidencia algunos de los productos fueron presupuestados a precios exorbitantes, por ejemplo un kilo de jamón de pavo en 3 mil 13 pesos o un kilo de longaniza en 16 mil 789 pesos. Sin embargo, por la noche la Presidencia dijo que lo difundido no corresponde con lo que se ha gastado y que el documento citado “es una previsión de gasto elaborado en el gobierno anterior y que se usó como referencia”. Uf, qué susto. ¿A poco usted sí creyó que alguien había violado la austeridad republicana comprando longaniza de lujo a sobreprecio?
Los batazos de Padierna
El beisbol no es sólo el deporte favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador sino, al parecer, también de la diputada Dolores Padierna, quien bateó ayer la iniciativa de la dirigente de su partido, Yeidckol Polevnsky, de que sean mujeres las que ahora lideren las bancadas de Morena en la Cámara de Diputados y en el Senado. Claro, la propuesta tiene la jiribilla de quitar reflectores al líder de los senadores Ricardo Monreal y al de los diputados Mario Delgado. Padierna se disciplinó y aunque dijo que “a capa y espada” ha defendido la paridad y que las mujeres rompan el techo de cristal, esto es otra cosa. Esto “va más allá de nosotras mismas y también es un asunto de equilibrios internos”, Delgado “tiene nuestro apoyo; no hay otro en puerta” y será ratificado, dijo. Y ya de salida dio otro toletazo, pues se autodescartó para presidir la mesa directiva de la Cámara de Diputados, en donde, dijo, Porfirio Muñoz Ledo debe permanecer, pues tiene el merecimiento y salud para hacerlo.
Outsourcing, la pelea política
Quienes están en las negociaciones sobre las nuevas regulaciones a la industria del outsourcing, nos dicen, deben de usar espinilleras, pues las patadas por debajo de la mesa de las negociaciones políticas están a la orden del día. Nos comentan que tanto en el Poder Ejecutivo, como en el Senado, donde se cocinan las nuevas reglas, han tomado nota de empresas que al ver amenazado su mercado arremeten contra nuevos jugadores que buscan competirles por una parte de pastel. Incluso, nos hacen ver, el propio Servicio de Administración Tributaria ha tenido que desmentir algunas filtraciones que han surgido en contra de estos nuevos jugadores. Aseguran que una de las más activas en esta guerra es la presidenta de Manpower, Mónica Flores, quien, dicen, presume su paisanaje y cercanía con Alfonso Romo, el poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia. ¿Será que don Alfonso sabe que se intenta utilizar su nombre para cabildear?
Desaira líder de la CTM a candidata priista?
Nos dicen que si una cosa es importante para el priista Carlos Aceves del Olmo, senador y líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), es el sagrado periodo de receso. A decir de Lorena Piñón, candidata a la dirigencia del PRI, el encuentro de la base cetemista con ella y su compañero de fórmula, nunca se concretó porque don Carlos “estaba de vacaciones fuera del país”, y pues no pudo atenderlos, o al menos esa fue la razón que le dieron. Quizá sea que al senador lo tenga sin cuidado la elección para la dirigencia de su partido, el próximo domingo, o bien, que ha visto las encuestas y se ha dado cuenta que doña Lorena no pinta en la contienda. Ahora solo habrá que ver si don Carlos interrumpe sus vacaciones para acudir a la elección, o dedica su tiempo a lo que verdaderamente le importa.
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Trascendió/ Milenio
QUE el rescate de los cuerpos de mineros atrapados en Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006, en Nueva Rosita, Coahuila, puede arrancar en unos días con la presentación de un plan que diseñen expertos y en el que intervendrá el sindicato que encabeza el senador Napoleón Gómez Urrutia.
La intención es recurrir a la experiencia de los propios trabajadores para detectar las rutas por las que eventualmente se puede acceder más fácilmente, una vez que se apruebe el presupuesto correspondiente y la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, no se cierre a escuchar propuestas.
QUE la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, a cargo de Santiago Nieto, solicitó desde el pasado viernes congelar las cuentas de Rosario Robles y su colaborador Emilio Zebadúa, pero el fin de semana retrasó las notificaciones a los bancos y por eso ambos tuvieron todavía acceso a sus fondos durante las primeras horas de ayer.
QUE habrá que empezar a pedir rendición de cuentas a la SEP, que encabeza Esteban Moctezuma, para saber cuánto deberán desembolsar para la reinstalación de maestros que fueron cesados por la anterior reforma educativa, porque el Presidente ha hecho promesas tanto a la CNTE como al SNTE en ese sentido.
Seguro será una cifra mayúscula porque se trata de pagar sueldos caídos y prestaciones, en promedio, de 2015 a la fecha y, para ejemplo, tan solo ayer el secretario de Educación de Tabasco aseguró que ahí el gobierno federal deberá transferir 160 millones de pesos por la reinstalación.
QUE el Premio Periodista del Año John Carroll 2019, que entrega el News Literacy Project en Estados Unidos, fue adjudicado a nuestro compañero de páginas Enrique Acevedo, quien dijo que aunque no es tiempo de celebrar, se siente honrado de participar en ese proyecto enseñando a estudiantes la importancia del rigor en el oficio y saber qué creer en la era digital.
elicidades, querido Enrique.
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Frentes Políticos/ Excelsior
1. Preocupación real. Muchos tiroteos se producen del otro lado de la frontera, pero ninguno había sido tan impactante como el de El Paso, Texas. Por ello, el control de armas en EU se mete de lleno en la agenda bilateral. La cifra de mexicanos muertos subió a ocho y, dijo Andrés Manuel López Obrador, “el debate del control de la venta de armas en Estados Unidos se dará y, eventualmente, podrían modificarse el marco legal de ese país para evitar su venta sin restricciones”, afirmó. “Pienso que este tema va a ser debatido, analizado en Estados Unidos, va a ser un tema de reflexión y análisis y puede llevar a una modificación a sus leyes”, comentó. En algo sacudió a los estadunidenses. Tanto, que hasta Donald Trump puso en su agenda visitar la ciudad fronteriza. Y eso para él ya es demasiado.
2. Golpazo. Las autoridades mexicanas incautaron en Chiapas una aeronave en la que se transportaban 450 kilogramos de cocaína, informó la Sedena. Registraron a través del Sistema Integral de Vigilancia Aérea una aeronave no identificada en territorio nacional, por lo que desplegaron operativos para localizarla e interceptarla. Al llegar al lugar de aterrizaje la retuvieron, además de incautar los 18 paquetes de aproximadamente 25 kilogramos de cocaína cada uno, con un precio aproximado en el mercado de más de cinco millones y medio de dólares, “lo que afecta de manera significativa a las organizaciones criminales”. Tanto la aeronave como la droga incautadas se encuentran a disposición de las autoridades correspondientes. Seguir a este ritmo la lucha contra los cárteles ahora sí tendrá sentido.
3. El hilo negro. Sophia Huett López, la comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia de Seguridad Ciudadana en Guanajuato, afirmó que algunos homicidios ocurridos durante este fin de semana tuvieron un fin “propagandístico” por parte de los grupos criminales. Al referirse al caso de los hombres asesinados y colgados en puentes de Villagrán y Salamanca, señaló que estos hechos no detendrán a las autoridades en la lucha que se ha iniciado para desarticular a los grupos delictivos. “Guanajuato no se va a resignar a ser el escenario de confrontaciones de grupos delictivos, la consigna del gobernador es trabajar por mejorar las condiciones de seguridad en el estado”. ¿Y entonces? ¿Por qué no se han puesto a trabajar? Descubrir que se promocionan no abona en nada para detenerlos.
4. Los mancos. De las promesas que realizó Jaime Rodríguez El Bronco al llegar como gobernador de Nuevo León, pocas han tenido éxito. La inseguridad es el gran fracaso, ya que el número de homicidios dolosos creció 154% en los primeros cinco meses de cada año en el periodo 2015-2019, de acuerdo a Mario Luis Fuentes, director de México Social. Recordó que una de las principales promesas de campaña de El Bronco fue abatir la inseguridad, amén de los exabruptos y despropósitos planteados en su campaña a la Presidencia: “cortar la mano” a quien delinquiera. ¡Ojo!, señor Rodríguez: 2019 ha sido el año más violento en lo que va de su administración: de enero a mayo se cometieron 401 homicidios dolosos, cifra casi similar al total de 2015, 450 víctimas. ¿Para eso quería gobernar?
5. Se le pasó la mano. La Fiscalía General de Coahuila solicitó y cumplimentó una orden de aprehensión en contra de Juan Carlos “N”, agente de Investigación Criminal, por su probable participación en el delito de homicidio doloso calificado con ventaja en contra de un hondureño en un operativo el pasado 31 de julio en Saltillo, Coahuila. El fiscal general estatal, Gerardo Márquez Guevara, informó que la víctima es totalmente inocente y se descarta que haya agredido a los elementos de investigación criminal, reconoció la calidad de víctima de Marco Tulio Perdomo, el migrante que pierde la vida, al tiempo que lamentó que esté involucrado un agente. Está en prisión por traer el gatillo demasiado frágil. Así no se trata a quienes sólo buscan un futuro mejor, no una bala atravesándoles el alma.
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AMLO y la fuerza de la palabra | Carlos Marín
El Asalto a la Razón
Milenio, 6 de agosto de 2019
Quienes lo conocen mejor y tratan cotidianamente padecen menos agobios que quienes tomamos al pie de la letra (esencial en mi oficio) cuanto dice el Presidente. Sobre todo en sus conferencias de prensa y en los mítines a que tanto es afecto. Me sugieren de plano: “No tomes en serio las mañaneras ni la literalidad de sus respuestas y disquisiciones, en la improvisación todo mundo puede equivocarse”. Y me pasan al costo lo que el propio AMLO les advierte: que todo lo que habla en público “tiene un propósito político”.
Esta aproximación a López Obrador viene al caso por lo que dijo el jueves cuando le preguntaron por el caso de Rosario Robles: “Nosotros hicimos el compromiso de que no íbamos a desatar la persecución; que no es mi fuerte la venganza. Ayer lo dije. Ni siquiera a los que nos hicieron mucho daño, no solo el daño personal, no solo porque me robaron la Presidencia, sino porque por ese fraude hundieron al país. Si no se hubiese llevado a cabo el fraude del 2006, no estaría el país como está. Ese fraude causó muchísimo daño porque impusieron a Calderón y su primera decisión, su primer acto, fue declarar la guerra al narcotráfico, sin tener elementos, sin saber el por qué de la inseguridad y de la violencia, sin atender las causas. Fue pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero, y eso desató esta violencia que todavía se padece, muertos, fosas clandestinas, desaparecidos, por el fraude del 2006…”.
Habida cuenta de que el supuesto fraude nadie jamás lo ha demostrado y de que la guerra iniciada en Michoacán fue solicitada por el gobernador de entonces y actual jefe de asesores del Presidente, Lázaro Cárdenas Batel, el silogismo presidencial es tan endeble como afirmar que los problemas de México son efecto directo de la derrota de Cuauhtémoc en la Conquista, la guerra México-EU, la ambición reeleccionista de Obregón o las represiones del 68.
AMLO dijo también: “¿Qué no había hasta una campaña de la llamada sociedad civil y de la prensa conservadora para crear el instituto anticorrupción al mismo tiempo que no era delito grave la corrupción? ¿No es eso una gran farsa, un gran engaño, una gran mentira, una gran simulación? Veinticinco años desde Salinas, que de pura casualidad se reformó el Código Penal para que no fuese delito grave la corrupción, y de manera hipócrita la llamada sociedad civil con la prensa conservadora hablando de que había que crear el instituto anticorrupción, aparatos burocráticos para simular que se combatía a la corrupción, que se combatía la opacidad…”.
Las matanzas del sábado y la condena de Trump y López Obrador a los mensajes de odio me animaron a buscar, encontrar y decirles a dos de sus más brillantes colaboradores que no me agrada un Presidente pendenciero; que no entiendo la utilidad “política” de su discurso y que, elemental que soy, me quedo con la canija y preocupante literalidad.
cmarin@milenio.com
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Encuesta: AMLO igual que Fox y Calderón/
Pablo Hiriart
Uso de Razón
El Financiero..
La encuesta que publicó ayer El Financiero revela los puntos por donde se cuela el agua al barco de la 4T, y que la hará naufragar por la necedad de su capitán.
Alta es la aprobación que conserva el presidente López Obrador: 66 por ciento, pero no lo es tanto si la comparamos con el primer trimestre de su gobierno, en que promediaba alrededor del 80 por ciento de aceptación.
Los presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox tenían el 65 por ciento de aprobación al culminar el segundo trimestre de su mandato. Iguales.
Con algunas salvedades. La mayoría de la población, dice la encuesta coordinada por Alejandro Moreno, no le cree al presidente López Obrador.
Eso no lo habíamos visto ni con Fox ni con Calderón.
Dicen los números que el 51 por ciento de la población le cree “poco o nada” al Presidente, y el 47 por ciento le cree “algo o mucho”.
López Obrador va mal en credibilidad, comparado, por ejemplo, con Vicente Fox, que al terminar su segundo trimestre el 58 por ciento de la población le creía.
En factor credibilidad se va a ir acentuando en la medida en que el gobierno se empeñe en tapar sus errores con mentiras.
Crecer al 0.1 es celebrado por el Presidente cuando prometió crecer al 4 por ciento, o al 2 en el primer año como se corrigió después en el discurso oficial. (La encuesta se levantó antes de que Inegi diera a conocer la cifra preliminar de crecimiento del PIB).
La economía va “requetebién”, dice, cuando todo el país ve que se cae la creación de empleos, la austeridad ahoga servicios básicos, hay subejercicios por 174 mil millones de pesos (salud y educación) y no hay dinero para la ciencia, la cultura, ni para uniformes de nuestros atletas que por méritos propios triunfan en los Juegos Panamericanos.
Y en el Presupuesto para terminar el año ya hay un boquete de 120 mil millones de pesos, que se va a cubrir con el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios que les dejó Peña Nieto.
Están vaciando las arcas del país porque la economía se frenó y con ello se caen los ingresos tributarios.
La gente, como atinadamente sostiene el Presidente, no es tonta, se da cuenta. Y se dará más cuenta al momento en que los errores que no quiere corregir el gobierno empiecen a pegar en los bolsillos y en la seguridad de los ciudadanos.
El equipo de trabajo del Presidente está reprobado por la población, cuando apenas lleva siete meses de gestión.
Su equipo de colaboradores es aprobado por sólo el 35 por ciento de la población. Con esos números, hasta los votantes de Morena reprueban al gabinete presidencial.
Sólo el 45 por ciento tiene una opinión favorable de la capacidad del Presidente para resolver problemas. Apenas está iniciando el gobierno y la mayoría población ya detecta que esa destreza (resolver) está ausente de Palacio Nacional.
Amplio es el rechazo a medidas de la política social del gobierno, donde suponíamos que estaba uno de sus fuertes.
La cancelación de Prospera, por citar el ejemplo más emblemático, tiene al 64 por ciento de la población en contra.
El rechazo a esa cancelación, dice la encuesta de El Financiero, aumenta a 79 por ciento cuando se menciona que los recursos se destinarán a jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Ojo, no son malos los números del presidente López Obrador. Al contrario: un 66 por ciento de apoyo es bastante alto, pero no más que el obtenido, en el mismo periodo, por Vicente Fox y Felipe Calderón.
Con las variables de que el actual Presidente pierde rápidamente credibilidad, su política social clientelar es reprobada y el gabinete es rechazado por una amplia mayoría de la población.
Un dato final: al cierre del segundo trimestre, el 45 por ciento de los encuestados ya opina que el país va por mal camino.
Y el capitán del barco de la 4T no quiere corregir porque en su opinión todo va muy bien.
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Desgaste presidencial/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero.
Quienes observaron al presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia de prensa el lunes desde Valle de Bravo, pudieron haber apreciado a una persona que se veía desaliñada, con ojeras notorias y un rostro de fatiga. Se podría entender porque sus horas de sueño, para las cuales es muy disciplinado, se alteraron por la matanza de mexicanos en El Paso. Gobernar a México ha resultado bastante más complejo de lo que pensaba el Presidente, aunque públicamente dice lo contrario. La permanente molestia contra la crítica en los medios exuda frustración ante la observancia de sus yerros, limitaciones y contradicciones, lo que se ha reflejado intramuros. Uno de sus más leales colaboradores admitió que ya prácticamente nadie le dice nada en las sesiones masivas previas a las mañaneras, porque no quieren que los regañe y descalifique en público.
El Presidente sufre un desgaste pronunciado. En febrero, López Obrador alcanzó un máximo de aprobación al llegar a 81 por ciento, que representaba 27 puntos arriba del porcentaje de mexicanos que votaron por él en la elección presidencial. Para la medición de junio, había caído 15 puntos, una tasa que se mantuvo estable en julio, de acuerdo con la encuesta de aprobación presidencial publicada por El Financiero este lunes. Es un margen importante que mantiene el consenso para gobernar, pero está lejos de ser una cifra extraordinaria. De hecho, es apenas un punto más de lo que tuvieron Vicente Fox y Felipe Calderón al medirse el primer semestre de sus presidencias. Fox cayó durante su primer año de gobierno, pero Calderón se mantuvo. La duda es qué sucederá con López Obrador.
Si se realiza una proyección a partir de la encuesta de El Financiero, la probabilidad de que López Obrador siga cayendo es alta. Esta afirmación es casi un pleonasmo. Cuando se ha llegado tan alto en las encuestas, se aplica la mecánica clásica de Isaac Newton: todo lo que sube, tiene que caer. La gravedad política de López Obrador muestra claramente esa caída. El porcentaje de aprobación de 66 por ciento es el principal dato 'duro' del estudio, pero no refleja el desgaste. Para verlo hay que comparar los resultados de esta última medición con la que hizo el periódico al cumplir el Presidente 100 días en el cargo.
En los rubros torales donde existe la pregunta expresa, la aprobación de López Obrador cae y el desacuerdo sube. El más pronunciado, paradójicamente, fue su caballo de batalla durante tres campañas presidenciales, la corrupción. A la pregunta si veían muy bien/bien (MB/B) el combate a la corrupción, 53 por ciento aprobó las acciones presidenciales en su corte a los 100 días, mientras que 24 por ciento lo desaprobó y lo calificaba de muy mal/mal (MM/M). En la encuesta de julio, la respuesta MB/B se desplomó 37 puntos (21 por ciento aprobó) y la MM/M se elevó 27 (51 por ciento desaprobó). 
A los 100 días de gobierno, 58 por ciento de los encuestados calificó la seguridad pública como MB/B, contra 22 por ciento que la pensaban MM/M, pero en julio, las cifras se habían invertido: 33 por ciento respondió MB/B y 42 por ciento dijo MM/M, lo que significó una caída en la aprobación de 25 puntos, y un incremento de 20 puntos en la desaprobación. En el tema de la economía, a los tres meses 53 por ciento dijo que la conducción económica era MB/B contra 24 por ciento, que al responder MM/M reprobaba esa gestión. Tres meses después, la respuesta MB/B cayó 30 puntos (23 por ciento de aprobación de los encuestados) y la respuesta MM/M subió 27 puntos (51 por ciento de desacuerdo). Los niveles de satisfacción cayeron 16 puntos en la aprobación, y se elevaron 12 puntos en el desacuerdo.
La encuesta de julio reflejó insatisfacción en cómo está enfrentando la pobreza –otro de sus compromisos históricos–, la salud, los apoyos sociales, la educación y la obra pública, que de alguna manera se pueden explicar por los recortes presupuestales en todas las áreas, las deficiencias en la asignación de recursos para la compra de medicinas, el subejercicio y la desorganización dentro del gobierno que impactó en la no entrega de los programas sociales, así como al parar la construcción, se deshidrató la economía. Dos datos duros del estudio que refuerzan estos desacuerdos tienen que ver con la percepción de los colaboradores del Presidente, donde 39 por ciento respondió a la pregunta cómo calificaría al Presidente, con MM/M, contra 35 por ciento que dijo MB/B, y la forma como perdió respaldo en su capacidad para dar resultados, donde si bien 45 por ciento respondió MB/B, 35 por ciento dijo MM/M.
El Presidente mantiene altos niveles en sus principales atributos, honestidad (58 por ciento de aprobación, contra 24 por ciento de desacuerdo) y liderazgo (53 por ciento de aprobación, contra 32 por ciento de desacuerdo), pero al revisar los resultados en el manejo de los temas, cabe la interpretación de que el discurso del Presidente de que todo lo malo que existe es culpa del pasado, está perdiendo efectividad. Los mexicanos empiezan a no creerle, y a cuestionarlo sobre promesas incumplidas; como muestra, la mala calificación en el rubro de la corrupción. No le ayudaron para mejorar esa percepción, según refleja la encuesta, los procesos contra la exsecretaria de Estado, Rosario Robles, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, y el abogado de las élites, Juan Collado.
La medición no prende los focos rojos al Presidente, pero sí es una llamada de atención que requiere su atención. El desgaste tiene que ver con el discurso y su comunicación política, que empieza a mostrar vacuidad e ineficiencia. Los sofismas también han perdido efectividad. La ventaja es que apenas lleva siete meses en el gobierno, y tiene suficiente tiempo para corregir y administrar de manera más inteligente las expectativas –si admite que está mal y va mal.
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El Paso: odio racial | Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración
El Universal, 
La masacre cometida en un centro comercial de la ciudad de El Paso, Texas, donde fallecieron 22 personas, entre ellos ocho mexicanos, con el objeto explícito de dar “respuesta a la invasión hispana” y “dar los incentivos necesarios” para que los migrantes regresen a sus países, da cuenta de los niveles extremos a los que ha llegado el discurso xenofóbico y supremacista alentado por la ultraderecha en los Estados Unidos y en gran parte del mundo, ante el incremento de los flujos migratorios internacionales.
Pese a los grandes aportes que la población migrante ha dado a la economía global, ésta ha sido estigmatizada, perseguida y convertida en un instrumento de manipulación política electoral por “el peligro que representan a la seguridad nacional” de los países beneficiarios del modelo económico que llevó a niveles insospechados la concentración de la riqueza en pocas manos.
Esta masacre debe marcar un hito en la relación de nuestro país con el vecino del norte, donde no basta enfrentar el grave problema del tráfico ilegal de armas, sino que debe atenderse la defensa de la vida y de los derechos de la población migrante, mexicana o de otras nacionalidades.
Pero también constituye una alerta ante el resurgimiento en México de los sentimientos discriminatorios y el odio racial, de los que no estamos exentos, por lo que es necesario tomar conciencia de ello y adoptar con toda firmeza acciones por la igualdad y la no discriminación a fin de contrarrestar el déficit en el ejercicio de derechos humanos que afecta a los grupos sociales históricamente discriminados en el país.
La discriminación es un problema complejo, histórico, generalizado y sistemático. Está presente en toda nuestra sociedad por más que se pretenda invisibilizarlo, afectando a todas las personas en los distintos espacios de la vida pública, desde las familias, la escuela, los centros de trabajo, las iglesias y los medios de comunicación, hasta las instituciones gubernamentales.
La discriminación es resultado de un proceso en el que los estereotipos y prejuicios contra distintos grupos sociales por motivos injustos, que ocasionan y normalizan prácticas que profundizan la desigualdad y la exclusión social, legitimando estigmas que mantienen el ciclo perverso de la discriminación mediante un ejercicio de dominio de unos grupos sociales sobre otros.
Las prácticas discriminatorias deben asumirse como un problema público de violación a los derechos humanos. Son las conductas que ejerce la sociedad de manera reiterada (intencionalmente o no), a través de normas sociales o institucionales (por acción y omisión), por lo que es fundamental desmontarlas.
El Gobierno de México ha asumido un compromiso por el pleno respeto a los derechos humanos y el principio rector de la igualdad y el combate a las prácticas discriminatorias para revertir los obstáculos discriminatorios y para avanzar en el cambio cultural que necesita la sociedad en un clima de respeto, libertad y tolerancia, donde debemos reconocer que todos somos iguales y diferentes a la vez...
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La mezquindad ante la tragedia | Hernán Gómez Bruera
El Universal
Fuera de Tono
Una nota de Reforma este domingo ponía en su cintillo: “Los discursos de odio desde el poder presidencial, tanto en el caso de Trump como de AMLO, pueden generar actos de violencia como los recientes tiroteos en Estados Unidos, consideraron senadores del PAN”.
No hay el más mínimo parecido entre lo ocurrido en el El Paso, Texas, con la retórica de López Obrador, salvo que Reforma seguramente quiso establecer ese símil en uno de sus titulares. Para ello, hizo uso de sospechosos habituales como Gustavo Madero, Damián Zepeda, Felipe Calderón.
Impúdicamente, la reacción no ha dejado pasar la oportunidad para obtener un rédito político a partir de la muerte de ocho connacionales. Al hacerlo, no solo muestra una vez más la pobreza y falta de visión de la “oposición” que hoy tenemos, sino también su ignorancia e insensibilidad social.
Un discurso de odio es aquel que promueve el desprecio racial, nacional o religioso, principalmente, a través de una incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia. Es una estrategia a través de la cual se busca humillar y menospreciar a un grupo social, a través de emociones intensas e irracionales de oprobio, enemistad y aversión, según lo ha definido la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia.
Un claro ejemplo de discurso de odio es el utilizado por los hutus en Ruanda, cuando desde el poder tomaron el micrófono de la radio para referirse a los tutsis como “cucarachas” e “insectos” y así instigar un genocidio.
Para la oposición, resultó sencillo dar una maroma conceptual y llevar esto al terreno de siempre: la crítica a un presidente que, a su juicio, “polariza y divide a los mexicanos”. En realidad, la afirmación de que el de AMLO tiene las características de un discurso de odio no resiste el menor análisis.
Señalar las desigualdades desde la política o desde la presidencia no es promover un discurso de odio. Hablar de sus raíces históricas más profundas y denunciar los privilegios del 1% más rico, tampoco. Decir que en nuestro país hay un grupo mafioso que por años se ha dedicado a extraer rentas estatales de forma corrupta no es promover el odio. Tampoco lo es criticar a cierta prensa o denunciar qué tipo de intereses están detrás de sus agendas.
Si todo puede caber en la definición de discurso de odio, el concepto quedaría vacío de significado. Normalmente este tipo de discursos tiene que ver con características que las personas no han elegido (el tono de piel, la nacionalidad, etcétera) y donde comúnmente existe una incitación a la violencia. Nada de ello caracteriza a López Obrador.
Al creer que cualquier crítica constituye discurso de odio, la reacción trivializa un problema relevante y soslaya la gravedad de los hechos ocurridos en El Paso. Su postura es irresponsable y deja ver lo poco que en realidad les importa el meollo del asunto: la emergencia de un movimiento supremacista blanco —tanto en Estados Unidos como a nivel internacional—, dispuesto a utilizar la violencia para hacer avanzar sus objetivos.
Los sucesos de este fin de semana no constituyen un episodio donde un sujeto desequilibrado, en un contexto de libre acceso a las armas (algo que lo facilita, pero no lo explica), sale a matar de forma aislada. Se trata de un patrón cada vez más frecuente protagonizado por hombres jóvenes de tez blanca, motivados por el odio racial, y envalentonados por líderes sociales y políticos que abiertamente promueven el desprecio a lo diferente.
Se trata de un ataque terrorista, como lo definió ayer The New York Times, que nuestra Cancillería ha acertado en definirlo en esos mismos términos. Nuestras fuerzas políticas deberían acompañar ese planteamiento. Hasta ahora, sin embargo, solo han sido fieles a su mezquindad. Prefieren continuar sus falsos relatos en lugar de enfrentar al terrorismo supremacista blanco que ya derramó sangre a unos cuantos metros de nuestra frontera.
@HernanGomezB
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Los discursos de odio sí matan /Alonso Cedeño
El Universal
Laboratorio de Redes
Internautas consideran que los tiroteos son consecuencia del discurso de odio de Donald Trump
Apenas el 8 de mayo, en el marco de su campaña por la reelección presidencial el presidente Donald Trump @realDonaldTrump preguntaba a su auditorio republicano “cómo detener a estas personas… (migrantes indocumentados)” y un espontáneo gritó “disparándoles”. Los asistentes al acto rieron eufóricos y aplaudieron. Trump sonrió y si no festinó como al parecer le hubiera gustado, no hizo algo por atajar esa respuesta cargada de odio.
Menos de tres meses después, Patrick Crusius, un autodenominado supremacista blanco de 21 años, irrumpió en un Walmart de El Paso, Texas, y abrió fuego contra las personas que estaban haciendo compras. El saldo 20 muertos (7 de ellos mexicanos) y 26 lesionados, incluidos menores de edad.
Antes de que las autoridades federales en Estados Unidos cerraran las cuentas de Facebook e Instagram vinculadas al atacante, se conoció su postura ideológica. Patrick quería detener la “invasión hispana a Texas” y por eso, al parecer en una cuenta de Twitter posteaba fotos con pistolas y mensajes con el #BuildTheWall (construye el muro), la etiqueta que usan los seguidores de Trump, para dialogar sobre su rechazo a la inmigración.
El presidente norteamericano escribió una primera reacción en su cuenta de Twitter: “Terribles tiroteos en El Paso, Texas. Los informes son muy malos, muchos asesinados”. Horas más tarde abundó: “El tiroteo de hoy en El Paso, Texas, no sólo fue trágico, fue un acto de cobardía… no hay razones o excusas que justifiquen matar personas inocentes…”. Al día siguiente reveló que la policía local ya trabajaba con el FBI. “Dios bendiga a la gente de El Paso, Texas”, escribió la tarde del domingo y ordenó colocar las banderas a media asta. El lunes a primera hora volvió a arremeter contra los medios de comunicación y acusarlos de contribuir “en gran medida a la ira y la ira que se ha acumulado durante muchos años”. Les advirtió que si no se vuelven imparciales en sus coberturas, la violencia se incrementará. Finalmente al mediodía dio a conocer que propuso legislar para aplicar la pena de muerte “sin años de retraso” a quienes cometan “crímenes de odio y asesinatos en masa”.
A lo largo del día del atentado y a los posteriores se colocaron las siguientes tendencias en redes: #texasshooting con un alcance de 157 millones y 14.5 millones de interacciones; #TexasMassShooting logró un alcance de 101 millones y 8.9 millones de interacciones; El Paso Texas alcanzó 177 millones con 48.7 millones de interacciones. #Texas con alcance de 127 millones y 7.5 millones de interacciones; #Tiroteo tuvo un alcance de 88 millones y 14 millones de interacciones; #walmartshooting alcanzó 198 millones y generó 31 millones de interacciones.
Para analizar la tendencia de la conversación se tomó una muestra de comentarios en inglés y español. Dando como resultado las siguientes líneas de comunicación: 31% de la audiencia se muestra conmocionada, envían condolencias a las familias y amigos de las víctimas. El 22% afirma que todo es resultado de un discurso de odio que ha manejado Trump desde su campaña y todo su gobierno. El 14% pide una regulación de armas, ya que aseguran que es muy fácil comprarlas. El 8% se mofa de que México quiera extraditar al responsable para ser juzgado aquí, porque si no se castiga a los responsables nacionales menos a un extranjero. El 6% justifica que la cultura de hacer matanzas en Estados Unidos se debe a los videojuegos que cada día son más violentos.
El domingo 4 de agosto, se registró otro tiroteo en Dayton, Ohio. Que provocó en medios socialesdigitales un impacto muy alto con 250 millones de alcance, 67.9 millones de interacciones, 7 millones de reacciones, 215 mil comentarios y 67.9 millones de reproducciones del material multimedia.
Las tendencias que se colocaron fueron: #Dayton con 157 millones de alcance y 8.1 millones de interacciones; #Shooting tuvo un alcance de 98 millones y 5.4 millones de interacciones; #daytonshooting logró un alcance de 117 millones y 39 millones de interacciones. #DaytonTerroristAttack llegó a 41 millones y 2.5 millones de interacciones, Ohio logró 119 millones de alcance y 19.7 millones de interacciones.
Las líneas de comunicación se agruparon de la siguiente manera: 36% dice que toda la violencia en EU se debe al libre tráfico de armas. El 29% afirma que la violencia es el fruto del discurso de odio promovido por Trump en contra de los latinos. El 20% expresa su pesar ante la muerte de tantas personas y envían condolencias. Finalmente, 15% dice que fue un ataque planeado por el gobierno de EU. Por otro lado, aseguran que es una violencia generada por los videojuegos violentos.
Hoy que los gobiernos populistas enarbolan el discurso del lado correcto de la historia y dicen que los otros son la amenaza al progreso, habría que detenerse un poco y pensar que lo correcto en la historia es la tolerancia a la diferencia, a los otros.
Como dice Calle 13:
“No se necesitan balas para probar un punto / Es lógico no se puede hablar con un difunto / El diálogo destruye cualquier situación macabra / Antes de usar balas disparo con palabras / Hay poco dinero, pero hay muchas balas / Hay poca comida, pero hay muchas balas”.
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El odio siembra odio, las armas lo materializan | Mauricio Farah Gebara
Milenio
“Condenamos estos actos odiosos y cobardes”, Donald Trump.
Por disposición del presidente de Estados Unidos, durante cinco días todas las banderas ondearán a media asta en los edificios federales en “respeto solemne” por las víctimas de los recientes tiroteos masivos en aquel país.
Es una decisión pertinente, en sí misma inobjetable, pero todos sabemos que no devolverá la vida a nadie ni restaurará totalmente la de quienes resultaron heridos: 35 muertos y alrededor de 70 lesionados, más de 100 afectados gravemente por tres jóvenes armados de odio y fuego.
El odio y las armas destruyen. Ambos son fuentes de muerte. El odio se arma para materializarse. Círculo fatal que se nutre a sí mismo.
¿Por qué tres hombres deciden asesinar a quienes no conocen en tres lugares distintos: Gilroy, Californa; El Paso, Texas; y Dayton, Ohio, en el transcurso de una semana? ¿Por qué más de 250 personas optan por convertirse en asesinos masivos en los primeros siete meses de 2019?
Las motivaciones son diversas y sus causas también. Imposible reducirlas y simplificarlas. Honda y compleja es la sinrazón. Cada uno habrá sabido el impulso de sus acciones. Pero todos usaron armas que pueden comprarse legalmente y sin apenas requisitos, incluso por internet. Odios y resentimientos encuentran salida en leyes laxas. Muchas armas vendidas en Estados Unidos matan allá a más de 30 mil anualmente, según estimaciones. Muchas otras, miles y miles cada año, matan, sin cálculo posible de víctimas, en territorio mexicano. Por eso el debate estadunidense es también nuestro debate, y el reclamo de los opuestos a esas leyes es también nuestro reclamo.
Si mucho importa a muchos lo que sucede allá con las armas, a casi nadie de ellos interesa lo que pasa aquí con esa enorme capacidad de fuego que nos envían con ligereza y cuya mortandad nos censuran con vehemencia.
Pero hay algo más en el fondo de las motivaciones de los asesinos, una causa no única pero sí determinante.
Casi siempre la violencia comienza con palabras, con ideas.
Lamenta el presidente Trump los hechos, tanto como nosotros lamentamos sus 30 meses de discurso de odio desde la sede del máximo poder político de Estados Unidos.
Se regodea el mandatario con frases, acusaciones y adjetivos: los mexicanos y centroamericanos son peligrosos delincuentes, violadores, roban empleos y beneficios y se aprestan a invadir Estados Unidos. Deposita odio en espera de que en sus cuentas electorales florezcan votos. Antes por la elección, hoy por la reelección.
Y no advierte, al condenar los hechos, la relación de éstos con su discurso. Habla desde la inocencia: “Nuestra nación llora con aquellos cuyos seres queridos fueron asesinados en los trágicos tiroteos de El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, y compartimos el dolor y el sufrimiento de todos aquellos que fueron heridos en estos dos ataques sin sentido”.
Pero el “manifiesto” del homicida de Texas se asemeja a la retórica presidencial: habla de los “hispanos invasores”, que pretenden desplazar a la gente blanca de origen europeo, en tanto que en su historial de Twitter se pronuncia contra mexicanos y judíos, contra los medios y “sus noticias falsas”, y contra el despojo por parte de inmigrantes de los empleos que “deben ser de los nativos”.
Y al ser detenido proclama su objetivo con orgullo: afirma que su intención era matar a tantos mexicanos como le fuera posible.
Acusar al presidente estadunidense de empuñar las armas y disparar sería un despropósito, pero son claros los puntos de contacto entre su retórica racista, xenófoba y antiinmigrante y la violencia de este joven de 21 años que maneja nueve horas para llegar a El Paso y allí, donde muchos mexicanos viven o van a estudiar, a trabajar, a pasear y a comprar, dispara a granel en un supermercado.
Las palabras de odio siempre siembran odio, aunque quienes las pronuncian no se hagan responsables de su trágica cosecha.
*Secretario general de Servicios Administrativos y especialista en derechos humanos
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Odio, terrorismo y elecciones | Ricardo Monreal Ávila
Milenio
Antilogía
El ataque colectivo en El Paso, Texas, donde murieron 22 personas, entre ellas ocho mexicanos, fue el tiroteo masivo número 21 en Estados Unidos en lo que va del año.
Unas horas después, en Dayton, Ohio, y en Chicago, Illinois, se registraron los atentados 22 y 23, que han reportado un saldo global de 129 víctimas fatales.
¿Qué está pasando?
La combinación de una política pública permisiva para que particulares adquieran armas letales, la propagación viral de la violencia en diversos medios de telecomunicación (especialmente internet) y la irrupción de un discurso de odio en la plaza pública —exacerbado en épocas electorales— parece ser el invernadero perfecto para la incubación de hechos fatales como los ocurridos el fin de semana.
La respuesta de las autoridades estadunidenses fue oportuna y certera, al tratar como “terrorismo interno” todos estos ataques a civiles inocentes, que han enlutado hogares estadunidenses y mexicanos por igual. Incluso, obligó al presidente Trump a condenar expresamente el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco, aunque no el uso de las armas.
El responsable en esta ocasión no fue el “terrorismo internacional”, ni alguna organización fundamentalista del Oriente Medio, sino la anomia social que pudiera estar padeciendo un país como nuestro vecino del norte, donde todo es grande: sus afectos y sus defectos; sus aciertos y sus fallas.
El gobierno de México también ha reaccionado de manera oportuna, con un plan de siete acciones para procurar justicia a las víctimas de origen mexicano y prevenir futuras agresiones, entre las que destaca la primera denuncia en la historia diplomática de México, por terrorismo contra connacionales en el extranjero.
El tiroteo en El Paso es el caso más evidente de lo que puede generar un discurso de odio contra los migrantes. Un joven blanco de 21 años, Patrick Crusius, residente de la zona norte de Texas (donde históricamente inicia el Hollybelt de los supremacistas blancos, y asiento de movimientos racistas de extrema derecha, como el Ku Klux Klan), armado con un rifle de asalto que se puede adquirir en cualquier armería del barrio, decidió enfrentar “la invasión hispana” en un centro comercial concurrido por mexicanos y mexicoamericanos.
A través de un “manifiesto”, el joven Patrick había anunciado previamente su decisión en un foro de internet, conocido por su extremismo de derecha (8chan), y hasta advirtió que seguramente sería acusado de “supremacista y racista”, pero que tenía la convicción de estar salvando a su país “del reemplazo cultural y étnico traído por una invasión…”, tal como lo justificó en marzo pasado el autor de otra masacre de odio en Nueva Zelanda, Brenton Tarrant, quien anticipó y transmitió el atentado por redes sociales, provocando todo un movimiento internacional (Christchurch Call) para prevenir y eliminar los contenidos terroristas y de violencia extrema en la web.
Como en el espejo negro de Tezcatlipoca, donde el día y la noche se juntan, provocando densa niebla, la misión del gobierno mexicano ahora es doble: debemos defender y proteger a nuestros connacionales de los crímenes de odio en cualquier parte del mundo, pero también evitar que la anomia social antiinmigrante florezca en nuestro país, especialmente frente a los migrantes centroamericanos, la cual desafortunadamente está en ascenso.
ricardomonreala@yahoo.com.mx
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México y el discurso del odio | Leopoldo Gómez
Milenio..
Tercer Grado
La muerte de 22 personas, entre ellas ocho mexicanos, por el ataque en El Paso, a manos de un terrorista que dijo actuar ante la amenaza de una “invasión hispana a Texas”, trae a casa el tema de los crímenes de odio, cada vez más frecuentes en Estados Unidos.
Es cierto que el miedo que nutre ese odio no inició con Trump, pero también es verdad que el presidente, lejos de asumir una posición contra esas fobias raciales, las ha avivado.
Tras la masacre de El Paso, Trump condenó el racismo, el fanatismo y la supremacía blanca, como jamás lo había hecho. Sin embargo, eludió tomar una postura contundente en el tema de las armas. Además, atacó en Twitter a los medios como si la realidad fuera distinta a lo que ellos presentan.
La respuesta inédita de Trump podría indicar que estamos ante un punto de inflexión. Pero a juzgar por lo que ha pasado en otros casos, más bien es previsible que retome su actitud —en el mejor de los casos, ambigua— frente a la discriminación y al odio racista. Así fue hace dos años con el choque entre supremacistas blancos y sus opositores. Lejos de culpar directamente a los supremacistas, el presidente prefirió igualar los bandos para repartir culpas.
Recientemente, Trump repitió el patrón al provocar a sus seguidores contra cuatro congresistas demócratas de minorías étnicas. Lanzó la piedra y luego escondió la mano diciendo que no avalaba las consignas de quienes exigían que una de ellas fuese expulsada a su país de origen, pero al final volvió a la carga.   
Con un presidente en campaña que ha dicho que no le preocupa ser considerado racista pues “muchas personas están de acuerdo” con él, y con una base social en cuyo núcleo resuena ese mensaje, lo más probable es que el discurso antiinmigrante se mantenga. Lamentablemente, con una legislación laxa en materia de armas, tampoco puede descartarse otro ataque contra nuestros compatriotas.
Aunque la reacción de México está siendo amplia y decidida, si las agresiones continúan, la exigencia que hoy se dirigió al gobierno de Estados Unidos para que condene clara y contundentemente los crímenes de odio tendría que extenderse al discurso que los incita y al que Trump le ha dado curso.
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Control de armas/Genaro Lozano
Reforma 6 Ago. 2019
Durante la Guerra Fría, el electorado estadounidense temía un ataque nuclear entre las dos superpotencias, ataque que hubiese significado la destrucción mutua asegurada, pero también la del planeta y votaban por quien ofreciera seguridad o la victoria frente al enemigo. Hoy, el nuevo orden internacional -o desorden como lo ha llamado Richard Haass- contempla nuevas amenazas a la seguridad de millones de personas, como el odio de la extrema derecha y el fácil acceso a las armas, así como un desastre ambiental que terminó en un solo día con la mitad de los hielos de Groenlandia. Estos dos temas deberían ser el centro de la contienda presidencial en Estados Unidos. No lo son, pese a que los votantes más jóvenes los demandan.
Los 20 demócratas que compiten por la presidencial pierden más tiempo en la nostalgia, defendiendo el legado de Obama y su reforma sanitaria o atacándose entre ellos en lugar de señalar el desastre ambiental o la urgencia de controles para la compraventa de armas. Los recientes actos terroristas que vimos en El Paso y Dayton se suman a la larga lista de tragedias que hacen de EU el país desarrollado más violento del mundo y por ello 4 de sus ciudades están en el ranking de las más peligrosas del planeta y, como consecuencia, 15 mexicanas también están en esa ominosa lista.
Los debates demócratas han sido tibios respecto a política ambiental y control de armas. Pete Butigieg ha sido el más certero al señalar cómo el debate está estancado, sigue siendo el mismo, desde la masacre de Columbine. Tiene razón. Ante cada nueva masacre la condena pública y el duelo nacional impulsan demandas de leyes que cambien la política de armas, pero muy poco pasa. No importa que un supremacista blanco, estadounidense, no inmigrante, dispare contra latinos en El Paso. Mucho menos que el mismo día otro terrorista blanco abriera fuego contra civiles en Dayton con el rifle que compró fácilmente en un sitio web. No importa que la congresista Gabby Giffords haya sido baleada en 2011. No importa que el presidente JFK haya sido asesinado en 1963. No importa que Malcolm X y Martin Luther King Jr. hayan muerto a punta de cañón en 1965 y 1968. Estados Unidos ama sus armas, el cabildeo proarmas tiene comprados a legisladores y amarrada a la clase política. Es una situación perversa.
Lo mismo ocurre con el desastre ambiental. Para los electores menores de 30 este tema sí parece ser prioritario. La generación Z y los millennials más jóvenes han arropado la agenda ambiental como ninguna anterior. Estos votantes son mucho más conscientes sobre el uso del auto, las costumbres alimenticias, las energías renovables y la huella de carbón. Para estos jóvenes, el discurso alarmista de la activista sueca Greta Thunberg hace eco. Son una generación que en muchos temas están más a la izquierda y son más radicales que las figuras que el Partido Demócrata les ofrece hoy. Sanders y Warren son dos abuelos avanzados, pero realmente a estos votantes les habla Ocasio-Cortez.
Tal es la debacle de los demócratas. Para los más jóvenes la actual oferta política es blandengue y aunque detesten a Trump, no queda claro si estos votantes son más pragmáticos que idealistas. Si respaldarán a quien se quede con la candidatura, harán campaña por esa persona, donarán dinero y si irán a las urnas en 2020. Una de las lecciones del 16 es que la división Hillary-Bernie dañó a la candidata y ayudó a los republicanos.
El Partido Demócrata y sus aspirantes presidenciales tienen la oportunidad de hacer del control de armas y el medio ambiente temas prioritarios, de poner este debate en el centro, de hacer que el idealismo los indigne y que el pragmatismo los lleve a las urnas, a sacar a Trump y a salvar al planeta. En cuanto a México, como dice un amigo, Ebrard ha logrado convertir cada adversidad en una acción de gobierno con sentido. Nos toca defender a nuestros connacionales y exigir controles de armas porque son las armas estadounidenses las que también matan a mexicanos, aquí en México.
@genarolozano
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Marcelo, del terrorismo al onanismo | Rafael Cardona
La Crónica de hoy, 
El Cristalazo
En una de sus acostumbradas piruetas políticas de alto rendimiento (no atlético sino político), Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores, ha puesto en la mesa dos ideas relacionadas con la matanza en Texas, con las cuales diluye el origen de los crímenes de odio.
Una de ellas es aberrante (plantear una acusación por terrorismo); la otra, imposible (extraditar al asesino múltiple para juzgarlo en México). Si Crucius no muere por inyección letal en Huntsville, u otra prisión americana, fallecerá sofocado por las carcajadas ante esta buena puntada de MEC.
Pero para entender la maniobra del ocurrente canciller es necesario, primero, revisar las declaraciones del Señor Presidente, quien consternado por la desgracia y sin tocarle un pelo a la circunstancia, ha anunciado la cautela de su gobierno para no intervenir en un proceso electoral en curso en los Estados Unidos.
“…Quiero adelantar que le pedí a Marcelo Ebrard que, a pesar del dolor, de la indignación, actuemos con mucha responsabilidad. En Estados Unidos hay elecciones, están en campaña y hay un proceso electoral, y nosotros no queremos inmiscuirnos en asuntos internos de otros países. Vamos a seguir manteniendo los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos…”
La primera pregunta es: ¿cómo podríamos intervenir en un proceso ­electoral?
Pues quizá señalando el discurso odioso de Donald Trump, como fundamento ideológico de los supremacistas, capaces de llevar a cabo estos actos de homicidio múltiple, para lo cual han sido alentados por los mensajes antimexicanos de una larga campaña de ferocidad inaudita, frente a la cual, evangélicamente, prefiere el gobierno poner la otra mejilla.
Este mes se cumplen tres años de aquella entrevista en la cual Enrique Peña Nieto, en plena ebullición de la campaña presidencial americana, recibiera (casi como Jefe de Estado), al candidato republicano Donald Trump. Y el mismo lapso de cuando el entonces candidato y actual Señor Presidente, criticara a Peña por haberse dejado sobajar y ningunear por el americano.
Pero hoy no hay sobajamiento ni tampoco ninguneo. Si en aquellos ya lejanos días se pedía el juicio nacional contra Peña por traición a la patria, hoy no se alude a las condiciones de colaboración migratoria, por ejemplo, con el gobierno estadunidense. Son otros tiempos.
Pero volvamos al onanismo ebrardiano. ¿Ante quien se puede demandar a Crucius por terrorismo? Antes el Ministerio Público en Iztapalapa, o en Ciudad Juárez? ¿Lo van a presentar  en el escritorio del fiscal Alejandro Gertz? No parece posible.
¿Y la Corte Penal Internacional? Menos. Leamos este documento publicado en la Universidad de Medellín, Colombia,  por Andrea Mateus-Rugeles y Juan -Ramón Martínez-Vargas:
“El Derecho Penal Internacional busca evitar la impunidad frente a las conductas más graves y atroces que atentan contra la paz, la seguridad y el bienestar de la humanidad. Estas conductas, conocidas como los crímenes centrales del derecho internacional, son las constitutivas de crímenes de guerra, lesa humanidad, genocidio y agresión. Ni en la Carta del Tribunal de Nüremberg, en el de Tokio, en el Estatuto del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia o en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, se establece el terrorismo como un crimen de la competencia de estos tribunales… tampoco se consagra como un crimen de derecho internacional en los Principios de Nüremberg.
“Únicamente el Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, consagró en su artículo 4, los “actos de terrorismo” como un crimen de su competencia”.
Pues no queda sino el MP de Iztapalapa o leer el Código Penal Federal:
“Artículo 148 Bis. Se impondrá pena de prisión de quince a cuarenta años y de cuatrocientos a mil doscientos días de multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por los delitos que resulten:
“A quien utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, realice en territorio mexicano, actos en contra de bienes o personas de un Estado extranjero, o de cualquier organismo u organización internacionales, que produzcan alarma, o terror en la población…”
¿Cómo dice el Código?: “ REALICE EN TERRITORIO MEXICANO…”
¿Entonces cómo, señor canciller?
Y en cuanto a la extradición, pues resulta otra mariguanada. A Crucius lo van a matar, al menos los fiscales texanos ya anuncian la pena capital.
Ni en sueños lo podrían extraditar antes de cumplir su sentencia, pero si aun así fuera, en México el Estado no puede aplicar la pena de muerte.
¡Ay, Onán!,¿cuantos seguidores ­tienes?
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Los tiradores
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma 6 Ago. 2019
"No tengo miedo de amar a un hombre. Tampoco tengo miedo de dispararle”. Annie Oakley
Para Donald Trump la culpa es de los medios, que "tienen una gran responsabilidad por la vida y la seguridad de nuestro País: los medios de Noticias Falsas han contribuido grandemente al enojo y la rabia que se ha acumulado durante muchos años".
Para el New York Times la enorme cantidad de armas de fuego es la razón. Desde 2017 señaló: "La única variable que puede explicar la elevada tasa de tiroteos masivos en Estados Unidos es el alto número de armas de fuego". La conclusión la ratificó tras los ataques de El Paso, Texas, y Dayton, Ohio.
Andrés Manuel López Obrador coincide. Este 4 de agosto señaló: "Con firmeza estamos pidiendo... que las autoridades asuman también la responsabilidad en el caso de que se estén permitiendo excesos como el uso indiscriminado de las armas, porque eso no está bien... En México hay control sobre el manejo de las armas; en otros países es como comprar cualquier mercancía, no hay control y eso daña mucho. Todavía es tiempo de rectificar, de cambiar esas normas".
Yo tengo otros datos. En México las armas están prohibidas y muy reguladas, pero eso no nos ha salvado de la violencia. No hemos sufrido los tiroteos de Estados Unidos, pero sí homicidios constantes, muchos de ellos masivos.
Ciudad Juárez y El Paso, como señaló ayer el Presidente, son ciudades hermanas. La población es fundamentalmente la misma; las comunidades comparten idioma y cultura, y cruzan la frontera todos los días para trabajar o ir de compras. Sin embargo, El Paso, donde las armas son legales, ha registrado índices anuales de homicidios de menos de 1 por cada 100 mil habitantes, mientras que Juárez, donde están prohibidas, ha llegado a rebasar los 100.
Estados Unidos tiene 120.5 armas de fuego por cada 100 habitantes, según el Small Arms Survey de Ginebra. Es la mayor cifra del mundo. El segundo lugar es Yemen con 52.8. Los dos, sin embargo, tienen niveles relativamente bajos de homicidios dolosos: 5 y 8 por cada 100 mil habitantes.
Las estadísticas internacionales, en efecto, no muestran una correlación entre armas y homicidios. Uruguay tiene 34.7 armas por cada 100 habitantes, igual que Canadá, pero 8 homicidios por cada 100 mil habitantes contra 2 de Canadá. Suiza registra 27.6 armas por cada 100 personas, una cifra muy alta, pero solo 0.5 homicidios al año por cada 100 mil personas. En El Salvador hay 12 armas por cada 100 personas, pero 62 homicidios por cada 100 mil, la mayor tasa del mundo. En México son 12.9 las armas de fuego por cada 100 personas y los homicidios 29 por cada 100 mil.
Estados Unidos tiene un número extraordinariamente alto de ataques contra inocentes en lugares públicos. La fácil disponibilidad no solo de pistolas sino de armas largas y de asalto parece ser un factor, pero antes de recurrir a explicaciones improvisadas, como las del coordinador de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, o el vicegobernador republicano de Texas, Dan Patrick, que responsabilizan a los juegos de video, habría que estudiar más el problema.
Los tiradores estadounidenses son similares a los terroristas de ISIS y Boko Haram. Están convencidos de que quienes no profesan su fe o sus ideas merecen la muerte. Es un fenómeno distinto al de los homicidios dolosos y no depende necesariamente de la disponibilidad de armas. Las soluciones, por lo tanto, deben pensarse más a fondo.
· OTRAS MUERTES
Una sola muerte por un crimen de odio es repugnante, pero el científico Neil deGrasse Tyson colocó las cifras en perspectiva. En 48 horas Estados Unidos "perdió horriblemente" a 34 personas por "tiroteos masivos"; pero cada 48 horas mueren en promedio 500 por errores médicos, 300 por gripe, 250 por suicidio, 200 por accidentes automovilísticos, 40 por homicidios con armas de fuego.
@SergioSarmiento
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Tambores de ‘guerra económica’/Enrique Quintana
Coordenadas,
El Financiero..
El día de ayer nos dimos cuenta, quizás por primera vez, del significado de una posible guerra comercial y de divisas entre Estados Unidos y China. Una verdadera ‘guerra económica’.
Prácticamente los mercados accionarios de todo el mundo tuvieron bajas importantes y muchas divisas se depreciaron frente al dólar.
La aversión al riesgo recorrió nuevamente los mercados.
Para entender el significado de estos hechos hay que hacer un poco de historia, pues este conflicto se gesta desde hace más de un año.
El presidente Trump, desde el comienzo de su mandato, estuvo a disgusto con el superávit comercial de China, pero en marzo de 2018, hace 16 meses pidió al representante comercial investigar la posibilidad de aplicar aranceles a las importaciones chinas.
En mayo se empezaron a aplicar aranceles de 25 por ciento a un volumen de 50 mil millones de dólares. En septiembre del año pasado, se amplió a otros 200 mil millones de dólares, con una tarifa de 10 por ciento. En mayo de este año, ese porcentaje subió a 25 por ciento.
En el camino, en junio pasado, Trump también anunció sanciones en contra de Hawuei.
Sin embargo, tras la reunión del G20 en Osaka se anunciaron conversaciones entre EU y China, para tratar de llegar a un acuerdo.
Las negociaciones culminaron al final de julio sin concretar nada. Por lo tanto, el 1 de agosto, Trump anunció aranceles de 10 por ciento para otros 300 mil millones de dólares de importaciones chinas.
Este lunes vino la primera respuesta significativa de China a los castigos comerciales de Estados Unidos, y se propició una depreciación significativa del yuan, para llevar el dólar a su máximo histórico frente a la moneda china, de 7.05 por dólar.
Por la tarde de ayer, el gobierno de EU respondió calificando a China oficialmente como “manipulador de divisas”, de acuerdo con la Ley de Competitividad y Comercio de 1988, y puede acudir ante el FMI a pedir que se elimine esta ventaja comercial injusta.
El hecho es poco relevante en sí mismo, pero ilustra el grado al que han llegado las tensiones.
El resultado de las sanciones es ya una caída de las importaciones de China de 12 por ciento en el primer semestre, equivalentes a 33 mil millones de dólares.
Muchos han advertido que si la guerra comercial entre las dos potencias sigue escalando hay un mayor riesgo de recesión internacional.
De hecho, los indicadores que anticipan una recesión para los siguientes doce meses, como la diferencia entre la tasa de los Bonos del Tesoro a 10 años y la de tres meses, está en el nivel más elevado desde 2007, antes del estallido de la gran crisis de 2008-09.
Para México, aunque el conflicto con China ofrezca oportunidades a largo plazo, en lo inmediato configura un escenario de mayor riesgo.
De entrada, esta circunstancia quizás haga más difícil que la Junta de Gobierno del Banxico decida bajar la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual.
La razón es que, si hay presiones cambiarias, el control inflacionario será más difícil.
Pero, si no hay baja de tasas entonces será más difícil remontar el estancamiento en el que nos encontramos.
Veremos qué sucede en los próximos días para saber hasta dónde escala este conflicto que nos amenaza a todos.

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