El comandante de las fuerzas armadas soy yo...: AMLO

"El presidente de la República, además de ser el representante del Estado mexicano, es el comandante de las Fuerzas Armadas (...) , nosotros no vamos a dar la orden de que el Ejército, la Marina reprima al pueblo: ”AMLO.
Conferencia mañanera del jueves 14 de mayo de 2020
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: 
PREGUNTA: Presidente, Luis Méndez, de Notimex.
Gracias, presidente, permítame solo… dado que el lunes yo le plantee lo de este acuerdo de las Fuerzas Armadas.

Me queda claro y creo que es bueno que usted haya explicado que este fue un acuerdo publicado el 26 de marzo de 2019 y avalado por todas las fuerzas políticas.
También me queda claro que ahí se estableció el despliegue de las Fuerzas Armadas durante los próximos cinco años, avalados también por todas las fuerzas políticas.
Sólo yo quisiera preguntarle, presidente: ¿por qué en este acuerdo no se incluye una autoridad civil que fiscalice y vigile el actuar de las Fuerzas Armadas?
Dado que usted en este acuerdo que se estableció en el DOF, en el Diario Oficial de la Federación el lunes, dice que: ‘las tareas que realicen las Fuerzas Armadas permanecen en cumplimiento del presente instrumento, estarán bajo la supervisión y control del órgano interno de control de la dependencia que corresponda’, es decir, y le pregunto, presidente, ¿el Ejército, la Marina, se van a vigilar a sí mismas, según este acuerdo que usted publicó?
Y esta es la duda, presidente, si no se incluye a una autoridad civil, como lo piden muchas organizaciones defensoras de derechos humanos por la experiencia previa, presidente, de cómo funcionó el Ejército y la alta letalidad que hubo del Ejército cuando salió a las calles.
Esa es una de las preguntas que tengo sobre este tema y le tengo una segunda pregunta sobre el tema, presidente.
PRESIDENTE: Miren, es un tema que vamos a seguir debatiendo.
Yo creo que tenemos la dicha los mexicanos de contar con dos instituciones como la Secretaría de Marina y como la Secretaría de la Defensa Nacional, que son realmente dos pilares del Estado mexicano para la defensa de la soberanía y también para la protección de los mexicanos, para la seguridad pública, no sólo para la seguridad del Estado, para seguridad nacional y la seguridad pública.
Y yo creo que se estaba desaprovechando la utilización de estas instituciones para atender el principal problema que heredamos: el de la inseguridad y el de la violencia.
Lo hemos dicho en otras ocasiones, lo repito porque se olvida, crearon la Policía Federal con ese enfoque de que no se iba a militarizar el país, y resultó un rotundo fracaso, no se creó un organismo, una institución para realmente defender a los mexicanos, protegerlos, sino fue una corporación que se hizo sin disciplina, que se plagó de corrupción; ya no voy a hablar de quiénes manejaron esa corporación.
Llegaron a tener 40 mil elementos, y efectivos 10 mil. Imagínense, ¿cómo se enfrenta el principal problema del país con 10 mil elementos? Sin disciplina, con pruebas de corrupción, de distorsiones. No generalizo, pero estaba echada a perder la Policía Federal, al grado de que en el sexenio pasado dependía de la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Gobernación contrataba policía privada para custodiar sus oficinas existiendo la Policía Federal, ahí también por otras razones. Pero sin duda fue un rotundo fracaso.
Fue de las primeras decisiones que tomamos; es más, antes de llegar a la Presidencia, siendo candidato escribí un libro y lo propuse, argumenté que se tenían 230 mil elementos en la Secretaría de la Defensa, más de 60 mil en la Secretaría de Marina y no podían estos elementos hacer labores de seguridad pública, que era realmente incongruente, un absurdo. Sí es muy importante la defensa de la soberanía nacional, pero nosotros somos un país de paz, nosotros no vamos a ir a invadir y a declarar la guerra a nadie; además, si se trata de defender la soberanía, lo haríamos todos, todo el pueblo, como ha sucedido en la historia de México.
Entonces, ¿por qué, teniendo ahí al Ejército, a la Marina, no se utilizaba para darle protección al pueblo, que es lo más importante? Y por eso envié la iniciativa de reforma a la Constitución.
Y tengo, además, elementos para sostener que tanto en la Secretaría de la Defensa como en Marina, hay una transformación, un proceso hacia el respeto de los derechos humanos, se está trabajando mucho en ese sentido y no hay que olvidar que México tiene un sistema político presidencialista.
El presidente de la República, además de ser el representante del Estado mexicano, es el comandante de las Fuerzas Armadas; entonces, mucho depende de lo que haga el presidente. Si el presidente da la orden, como en los tiempos de Porfirio Díaz, de ‘mátalos en caliente’, pues entonces… o lo del 68, el mismo presidente Díaz Ordaz lo reconoció, él dijo: ‘Yo di la orden, yo soy el responsable’; y lo que pasó últimamente, lo mismo, había una decisión de arriba de arrasar, de aniquilar, por eso las masacres.
Pero esto es distinto, nosotros no vamos a dar la orden de que el Ejército, la Marina reprima al pueblo. Y añado otras cosas, este no es un ejército como el de otros países, con todo respeto, este es un Ejército que surgió de un movimiento revolucionario, este Ejército surgió para combatir un golpe de Estado, para combatir a un usurpador, a Victoriano Huerta, después del asesinato cobarde del presidente Madero, así surge este ejército y es un ejército formado por gente del pueblo.
Yo he dicho en otras ocasiones que cuando me tocó decidir, porque no conocía yo a los generales de división, cuando tenía que decidir quién iba a ser el secretario de la Defensa, hice una investigación a mi manera de los casi 30 generales de división y los vi a todos, distintos cuestionarios aplicados, la mayoría ni se enteró, pero sí hice una investigación a fondo. Decidí nombrar al general Sandoval porque en todas las consultas aparecía como un general incorruptible.
Y lo conocí el día que lo invité, lo cité a mi casa para decirle que había pensado en nombrarlo secretario de la Defensa, ahí lo conocí. Yo creo que se ha de haber sorprendido o a lo mejor ya se imaginaba por su trayectoria.
Pero lo más relevante de todo es que los generales de división, todos, la mayoría, hijos de campesinos, de obreros, de comerciantes, de mecánicos, hijos también de militares, pueblo, lo que digo siempre, el soldado es pueblo uniformado. No hay oficiales que pertenezcan a las élites económicas, esa es una característica del Ejército mexicano.
Entonces, no se puede trasladar así, extrapolar las experiencias de otros países con lo que corresponde a México. Nos están dando muy buenos resultados, tanto la Secretaría de la Defensa como la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional se está consolidando y aun cuando es muy difícil, ha sido complejo el enfrentar el problema de la inseguridad y de la violencia, se avanzando y tengo mucha confianza de que vamos a conseguir la paz, tengo mucha confianza.
Entonces nuestros adversarios no analizan las cosas a fondo, pero además cometen errores, porque como no dejan de ser una élite… Estamos hablando de dirigentes, de organizaciones civiles, no gubernamentales y de analistas, incluso académicos, pero no dejan de ser una élite, no dejan de estar sólo en las oficinas; no bajan, levitan, no tienen comunicación con el pueblo, les falta baño de pueblo.
Pueden ser eminencias en la materia, pero les falta recoger los sentimientos del pueblo de México, porque cayeron en lo mismo de los políticos que pensaron que el pueblo no contaba, que la política era asunto de los políticos, que todo se resolvía en las élites, en la llamada sociedad política, los expertos.
Bueno, pregunten ustedes, además no hace falta que hagan la encuesta, constantemente el Inegi, que es una institución independiente, pero todas las encuestadoras, cuando preguntan: ‘¿Qué opinión tiene el pueblo de las instituciones?’, las que salen en primer lugar, en primer lugar: la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa con más de 80 por ciento de aceptación.
Pero a veces se piensa que lo que decimos en el círculo en el que nos manejamos esa es la realidad del país. No, no, todos contamos, la opinión de los campesinos, la opinión de los indígenas, la opinión de los obreros, la opinión de los médicos, de los maestros, la opinión de los trabajadores, de los medios de comunicación, la opinión de todos, todos opinamos.
Ya no debemos de sólo alimentarnos o estar actuando a partir de lo que opinan las élites; si fuese así, ya nosotros estaríamos fracasados como gobierno, imagínense en la llamada sociedad política cómo nos va, los medios de comunicación.
Nunca, repito, se había atacado tanto a un presidente como ahora, pero es hasta un timbre de orgullo, porque esto significa que va la transformación. Cuando empiecen a aplaudirme y a quemarme incienso, entonces sí me preocuparía, diría: Ya nos aburguesamos, ya nos volvimos fifís.
INTERLOCUTOR: Presidente, en el 2008 se implementó un operativo llamado Operativo Conjunto Chihuahua. Ahí, presidente, tres miembros de una familia fueron desaparecidos: Nitza Paola Alvarado Espinoza, José Ángel Alvarado Herrera y Rosa Irene Alvarado Reyes fueron desparecidos.
A partir de este caso de gente de una familia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos recomendó al Estado mexicano que cuando el Ejército, las Fuerzas Armadas salieran a la calle estuvieran subordinadas a una autoridad civil, entiendo que el planteamiento de la Guardia Nacional es que está subordinada a una autoridad civil.
Yo le quisiera preguntar concretamente: ¿queda claro que el Ejército está subordinado o coordinado con la Guardia Nacional?
PRESIDENTE: Sí hay coordinación, es un consejo, pero yo les quiero plantear que necesitamos de la disciplina, del profesionalismo de la Marina y del Ejército para enfrentar el problema de la inseguridad y de la violencia.
No quiero, lo digo con toda franqueza, que la Guardia Nacional termine como la Policía Federal Preventiva, sería un rotundo fracaso. Por eso, aunque me critiquen de que quiero militarizar el país, voy a seguir insistiendo en que nos deben de ayudar las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, estoy convencido de que es necesario.
Y como no tengo problema de consciencia, por eso puedo plantearlo, porque todos los días estoy pendiente de que no haya abusos, de que no haya tortura, de que no haya masacres, de que no haya violación a los derechos humanos, estoy pendiente y además estoy viendo cómo se están adaptando estas dos instituciones a las nuevas circunstancias y nos están ayudando.
Eso de entrada, lo digo, lo voy a defender, porque sé que nos conviene a los mexicanos y le conviene a la nación, o sea, es un cambio que se requiere consolidar y no parcharlo, no quedarnos a medias, hay que tomar una definición en esto.
Estoy convencido de que la Guardia Nacional tiene que tener relación estrecha con las Fuerzas Armadas, que como se concibió, la Policía Militar y la Policía Naval tienen que formar parte de la Guardia Nacional y el mando tiene que estar adscrito a las Fuerzas Armadas. Eso lo voy a defender.
Y por eso la reforma a la Constitución con un tiempo. Si hay constancia de violación de derechos humanos por parte de la Guardia Nacional, pues entonces rectificamos, pero si no es así ¿por qué? ¿sólo por lo ideológico? No.
La parte de las ideas las tenemos muy claras, no vamos nosotros a traicionar nuestros ideales, nuestros principios, pero tenemos que aplicar criterios con juicio práctico para la transformación.
Estoy escribiendo un texto ahora, porque con la cuarentena, como no puedo salir, me está sirviendo para la reflexión, para el análisis. Este fin de semana voy a publicar un texto sobre la nueva economía, que tiene que ver con todo esto que hemos estado hablando, pero lo voy a fundar en cómo hay que cambiar los parámetros y no estar pensando en el Producto Interno Bruto ni en el crecimiento, sino que hay que estar pensando en el bienestar y en la felicidad del pueblo, y lo voy a fundar.