Nanas de la cebolla de Migue Hernández, escrito en 1939.
El poeta había sido apresado por por su apoyo a la Segunda República..
En la cárcel recibió una carta de su esposa, Josefina Manresa, donde le contaba que ella y su hijo sólo tenían pan y cebolla para alimentarse. Ante ello, decidió escribir, una canción de cuna "Las Nanas de la cebolla, además de una carta donde le explicaba que sólo podía mostrarles su apoyo a través de la poesía.
El poeta dedicó este poema a su segundo hijo, Manuel Miguel, mientras se encontraba preso en la cárcel de Torrijos; el poema cierra el Cancionero y romancero de ausencias, que el autor empieza en la cárcel, y que se publicó en Buenos Aires después de su muerte en de marzo de 1942, con tan solo treinta y un años de edad.
"La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
En tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre...
En 1972, Serrat musicaliza el poema y lo graba con Alberto Cortez, Manuel Miguel, el hijo del poeta murió en 1984 a la edad de 45 años.., tuvo descendencia.
Por cierto el poeta nunca conoció a su hijo.., y el primero murió a pocos meses de nacido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario