24 oct 2005

Frente al problema migratorio

Desde diciembre del 2000, el presidente Fox planteó como un objetivo principal de su administración negociar un acuerdo migratorio con EE UU, y el gobierno estadounidense reaccionó inicialmente de manera favorable, sin embargo, modificó sus prioridades de acuerdo con la seguridad interna y la lucha contra el terrorismo después de los ataques del 11 de septiembre del 2001 en su territorio.
Tras un largo silencio, el pasado 18 de octubre la Casa Blanca retomó oficialmente el tema de la reforma migratoria.
La postura del gobierno del presidente Bush no ha cambiado en absoluto en 21 meses: su plan se resume en un mayor control fronterizo, el reforzamiento de los controles al interior del país y un plan de trabajadores temporales.
Michael Chertoff, secretario de Seguridad Nacional; y, Eliane Chao, secretaria del Trabajo, comparecieron ante el Comité Judicial del Senado de EE UU y ratificaron lo que en su oportunidad dijera el presidente Bush.

Chertoff se esmeró en satisfacer a la línea dura republicana que exige que se aumenten y endurezcan las medidas en contra de los indocumentados, en tanto la secretaria Chao, dejó en claro que el presidente se opone a la legalización automática de más de 10 millones de indocumentados.
Cierto, y también hay que reconocer empero, que el presidente Bush no ha cedido a las presiones del ala más radical del partido republicano y sobretodo a los grupos antiinmigrantes que han cabildeado ampliamente para lograr la imposición de medidas extremas en contra de la inmigración indocumentada.
Pero, como señala Jorge Delgado en La Opinión (21 de octubre de 2005) el presidente Bush sigue sin entender que una reforma migratoria adecuada debe contemplar una solución real para los millones de inmigrantes que no tienen documentación legal, pero que se encuentran enraizados en EE UU. Son millones de seres humanos que han adquirido bienes, procreado niños estadounidenses, y han aportado con su trabajo al crecimiento del país, pagado sus impuestos y que se han integrado a la forma de vida y a la cultura de la nación, para quienes recibir un papelito que les otorgue tranquilidad por unos pocos años y que luego los obligue a abandonar todo por lo que han luchado, no es ni una solución, ni mucho menos una opción.

Lo positivo es que en la sesión del Comité Judicial del Senado participaron, además de los mencionados, varios senadores y un panel de investigadores y especialistas en el tema migratorio, es que el enfoque está cambiando.
Y es que hay que reconocer que vivimos en medio de un sistema de inmigración roto, que es impostergable repararlo y que no se trata tan sólo de gente cruzando ilegalmente una frontera, sino que es un problema mucho más complejo.

"México frente al fenómeno migratorio".
La respuesta de México tardó en llegar menos de una semana.
Por lo pronto el día de hoy, - lunes 24 de octubre-, un grupo de funcionarios federales, legisladores y académicos presentaron los lineamientos que México mantendrá durante una eventual negociación de un acuerdo migratorio con EE UU;
En conferencia de prensa realizada hoy se informó que el grupo de trabajo buscará mantenerse como un espacio permanente de reflexión, debate y construcción de políticas públicas para la atención del fenómeno migratorio; Intervinieron en la conferencia el Subsecretario Gerónimo Gutiérrez, el Senador Héctor Osuna Jaime (PAN): la Senadora Silvia Hernández Enríquez, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte (PRI),
El grupo acordó que frente a EE UU, México sostendrá la necesidad de que se encuentren mecanismos de regularización de los mexicanos indocumentados que viven en territorio estadounidense y la creación de un programa amplio de trabajadores temporales.
"Reconociendo el derecho soberano de toda nación a regular la entrada y condiciones de estancia de extranjeros en su territorio, es indispensable que se otorgue una solución a la población indocumentada que reside en Estados Unidos... que le permita integrarse plenamente a las comunidades donde radican", señaló el documento "México frente al fenómeno migratorio".
Leído por el subsecretario para América del Norte de la cancillería, Gerónimo Gutiérrez, el documento añadió que "para que un programa de trabajadores temporales sea viable, es necesaria la participación del gobierno de México en su diseño, administración, supervisión y evaluación".
Gutiérrez dijo que las directrices presentadas para la eventual negociación de un acuerdo migratorio tienen la novedad de que son respaldadas no sólo por el ejecutivo, sino por el legislativo y académicos.
El grupo aseguró que esos lineamientos forman parte de lo que esperan sea una política de estado en materia migratoria que considere el fenómeno como regional y desde ese enfoque se plantee como enfrentarlo.
INTEGRANTES DEL GRUPO DE TRABAJO:
Senadora Silvia Hernández Enríquez, PRI, Senador Héctor Osuna Jaime, PAN, Senador Raymundo Cárdenas Hernández, PRD, Diputada Laura Elena Martínez Rivera, PRI, Diputada Ruth Hernández Martínez, PAN, Diputado Manuel Camacho Solís, PRD, Gerónimo Gutiérrez Fernández, subsecretario para América del Norte SRE, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio, SEDESOL, Gerardo López Hernández, subsecretario de Empleo y Política Laboral, STPS, Elena Zúñiga Herrera, secretaria general del CONAPO, Lauro López Sánchez, comisionado del Instituto Nacional de Migración, Jorge Santibáñez Romellón, presidente del Colegio de la Frontera Norte, Rafael Fernández de Castro, ITAM, Manuel Ángel Castillo, Colmex, Rodolfo García Corona, Universidad Autónoma de Zacatecas, Ulises Carmona, UNAM, Francisco de Alba, Colmex, Andrés Rozental, presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, Jorge Montaño, Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, Luis Herrera-Lasso, Grupo Coppan, Mauricio Farah Gebara, Quinto Visitador de la CNDH, y Fabienne Venet, Sin Fronteras.

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