Secuestros S.A de C. V.

Socios del negocio
Células de profesionistas, abogados y policíasPor Fred Álvarez

Publicado en Milenio Semanal, 20 de junio de 2004;

México vivió mucho tiempo sin el fantasma del secuestro. Este fenómeno nos persigue desde principios de los años setenta cuando los secuestradores eran principalmente grupos guerrilleros que emplearon el rapto como un método de presión política. Así secuestraron a empresarios, políticos y embajadores por quienes pedían fuertes sumas de dinero, intercambio por presos políticos o la publicación de desplegados en la prensa.El secuestro hoy tiene otra explicación: el móvil es exclusivamente la obtención de grandes sumas de pesos y dólares. Y es que la industria del secuestro se desarrolla en países donde hay un alto índice de corrupción, narcotráfico y deficiencias en el sistema de justicia y seguridad pública. México y Colombia cumplen íntegramente con todas esas condiciones.

El secuestro es un auténtico negocio que se concreta a través de una red de grupos delictivos especializados. Opera como células en donde cientos de personas tienen actividades perfectamente delimitadas, que han llevado a una auténtica división del trabajo. Hay personas de diversos oficios y profesiones, que actúan como espías, choferes, recaudadores, negociadores, contadores, corredores de bolsa, y despachos de abogados, sin olvidar las redes de complicidad con las autoridades, entre ellas algunos policías, jueces y magistrados. El negocio no podría funcionar sin esa confabulación.

La industria del secuestro también ha llevado a que hombres de empresas inviertan millones de pesos en su seguridad, no sólo en guardaespaldas y autos blindados, sino que muchos de ellos se han hecho implantar chips localizadores vía satélite. En este momento no sólo son los empresarios los que dedican grandes recursos para cuidarse, ahora el problema es generalizado: gente de cualquier condición social crea islas de seguridad privatizando calles, cerrando unidades habitacionales completas; inclusive existen colonias que al llegar la noche se convierten en verdaderas cárceles. Muchos ciudadanos han dejado de salir por las noches, otros más valientes si salen no llevan dinero en efectivo ni tarjetas de crédito, además de que no se atreven a tomar un taxi, ni mucho menos caminar solos por la noche.

¡No es exageración!

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, existen en el país “alrededor de 9 mil empresas dedicadas a vender servicios de seguridad, de las cuales sólo se encuentran registradas 260 aproximadamente, lo cual nos da una idea de la falta de control que actualmente existe en este sector”.

Diego Ricardo Canto, consultor de la empresa de seguridad Kroll Inc., ofreció cifras que para cualquier ciudadano son espeluznantes. Tan sólo en 2003 se registraron en México 3 mil secuestros, con los que nos ubicamos en el vergonzoso segundo lugar en América Latina, solamente superados por Colombia. El dato no está alejado de la realidad. En 1999 la aseguradora británica Hiscox Group realizó un estudio y llegó a la misma conclusión.

Aunque cifras oficiales sitúan a México y a Colombia con 530 y 2 mil 201 secuestros, respectivamente, se deduce que una gran parte de ellos, los denominados exprés no están en las estadísticas debido a que no se denuncian. Con el exprés lo que buscan los delincuentes es una ganancia rápida, con poca inversión y sin mucho riesgo. Sin embargo, el daño para las víctimas es el mismo que el realizado por la delincuencia organizada.

Por otro lado, el secuestro por demanda de rescate ha alcanzado niveles sin precedentes. Por lo que no es casual que Kroll Inc., y antes Hiscox Group, realicen estudios sobre secuestros en América Latina. Dichas empresas, junto con la británica Control Risk Group, no son instituciones de beneficencia pública. Tienen fines de lucro y su trabajo es todo lo relacionado a la seguridad, incluyendo el manejo de crisis en caso de secuestros.

Están establecidas en México y ofrecen sus servicios profesionales a quien los solicite y pueda pagarlos. Por ejemplo, la empresa inglesa Control Risk Group, con oficinas en varias partes del mundo, tiene quizá la más exclusiva cartera de clientes; no en vano es considerada una de las grandes consultoras mundiales en riesgo y seguridad. Cuenta con especialistas calificados del más alto nivel que pueden trasladarse de inmediato a cualquier parte del mundo. En México tienen oficinas en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.

El doctor Moisés Moreno Hernández, presidente del Centro de Estudios de Política Criminal y Ciencias Penales AC, dijo a MILENIO Semanal que no existe todavía una clara reglamentación para esas empresas.
Es necesario que el legislador aborde urgentemente el tema.

Afortunadamente, el Senador guanajuatense del PRI Carlos Chaurand Arzate hizo su trabajo, presentó el pasado miércoles 9 de junio al pleno de Comisión Permanente del Congreso de la Unión una iniciativa de Ley para regular los Servicios de la Seguridad Privada. La ley - si se aprueba- obligará que la empresa de seguridad Denuncie ante el Ministerio Público los hechos presuntamente delictivos de que tenga conocimiento.
La exposición de motivos de la iniciativa de ley señala que el Estado ha tenido que ceder espacios a personas de carácter privado para satisfacer las demandas de las sociedades en la materia de seguridad.
Señala que “la seguridad de las personas debe permanecer como una de las principales funciones del Estado, por lo que se deben de buscar los mecanismos adecuados para integrar la seguridad privada a la regulación que corresponde al Estado. ..., Estos servicios – dijo- deben de ser considerados como complementarios y subordinados respecto de los de seguridad pública, por lo que es necesario crear un marco jurídico que establezca una serie de controles y que permita la intervención de la autoridad respecto a la participación de los particulares.”
La iniciativa contiene 34 artículos y se turnó para su análisis y dictamen correspondiente a las Comisiones Unidas de Gobernación, y Primera de estudios Legislativos del Senado de la República.
Falta que los legisladores convoquen a un periódio extraordinario, para sesionar exclusivamente en la materia, hay muchas iniciativas de ley que necesita ser dictaminadas.
Los datos difundidos hasta hoy por la empresa Kroll Inc. son muy vagos y generales.

Dar a conocer el informe completo ayudaría para saber mejor la situación del secuestro en México. Esto cobra relevancia porque el director de Kroll Inc. no es desconocido para los mexicanos; fue en los últimos meses del gobierno del presidente Zedillo, subsecretario de Política Energética. Su nombre es Andrés Antonius González, quien también fue coordinador de asesores del secretario de Energía y estuvo en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.

El trabajo que realiza la Unidad de Negociación y Manejo de Crisis de la Agencia Federal de Investigación, no le pide mucho a las grandes empresas negociadoras de crisis. Los especialistas tienen un banco de voces, fichas de los principales criminales y han participado con éxito en varios casos de secuestros, aunque les falta mayor coordinación con las procuradurías locales, lograr confianza en la ciudadanía y, sobre todo, adquirir nuevas tecnologías entre las que destacan los últimos equipos de biométrica. Con ello podrán examinar en cuestión de minutos rostros, voces, huellas digitales y otras características físicas de los criminales.El secuestro es un crimen que deja graves secuelas en la sociedad, y sobre todo produce un daño irreparable en las víctimas y sus familias. En los hechos, constituye una violación a los derechos humanos ya que atenta contra la tranquilidad, la seguridad y la paz de la sociedad.