18 jul 2008

Submarimo Green


Transportaba narcosubmarino 5.8 toneladas de cocaína
¡Bien por la Armada de México!
Las cinco toneladas 815 kilogramos de cocaína venían ocultas en 257 paquetes de plástico negro.
¡Es el mayor decomiso de droga en México en lo que va de 2008!
En noviembre de 2007 fue hallado un cargamento de más de 23 toneladas de cocaína, también proveniente de Colombia; el mayor decomiso de esta droga en la historia del país.
El comandante de la 12 zona naval militar, José María Ortegón Cisneros, detalló que lel decomiso del sumergible, que ocurre por primera vez en la historia de la Armada de México, "obligará a la Marina a intensificar la vigilancia aérea".
Por una nota de Alejandro Medellín -El Universal, 18 de julio- nos entereamos que el destino final del narcosubmarino era Sinaloa.
El minisubmarino fue interceptado por la Armada de México a 200 kilómetros de las costas de Oaxaca y al parecer “no es hechizo, sino que es de marca.
El minisumergible mide 12 metros de largo (slora) por tres metros de ancho y habría salido del puerto de Buenaventura, ubicado al noroeste de Colombia.
Dice Medellín que fuentes de inteligencia naval de la Armada de México indicaron que el costo aproximado de las naves es de alrededor de un millón y medio de dólares, emplean motores a diesel con una potencia de hasta 350 caballos de fuerza y son hechos básicamente con fibra de vidrio.
Agrega que "las fuentes recordaron que desde finales de la década de los 90 se tenían reportes sobre actividad de operadores de cárteles mexicanos de la droga interesados en comprar submarinos para mover grandes cantidades de narcóticos por vía marítima.
Los reportes sobre esta intención indican que en 1997 los operadores de uno de los cárteles buscaban naves de gran calado, de unos 20 o 25 metros de largo para transportar más de 12 o 15 toneladas de cocaína. Los abastecedores del material eran de origen ruso y el costo de la nave oscilaba los 20 millones de dólares.
Hay que subrayar, que la interecepción del sumergible fue un éxito de la Armada y seguramente contó con la cooperación con los servicios de inteligencia de EE UU. No fue casual que de inmediato se enviaron aviones de reconocimiento al área,así como buques, patrullas interceptoras y un helicóptero MI-17, con elementos de fuerzas especiales, llegaron al lugar. Cuando el sumergible salió a la superficie para recargar oxígeno, los marinos realizaron una “incursión vertical” con sogas y sometieron a los tripulantes.
¡Bien! Pero, hay que ponerse las pilas seguramente cada año pasan decenas de sumergibles tanto por el pacífico como por el Golfo de México.
Y claro se necesita que el Congreso debe ser menos pichicato con nuestra Armada.
Ahora, tambien año con año transitan por nuestros mares otro tipo de embarcaciones menos sofisticadas y por tanto más baratas, las famosas Go Fast.
En efecto, la delincuencia organizada cambian constantemente de rutas tanto en el Pacífico como en el Caribe; la zona de tránsito de drogas es un área de seis millones de millas cuadradas que abarca Centroamérica, México, el mar Caribe, el Golfo de México y una zona del Pacífico que va desde Panamá hasta Perú.
Normalmente los narcotraficantes usan lanchas de alta velocidad llamadas go fast, las cuales transportan de 500 a 4000 kilos de cocaína y utilizan entre dos y cinco motores fuera borda. Eso les permite alcanzar velocidades de más de 40 nudos, además de que son difíciles de detectar en alta mar y están dotadas de sofisticados equipos de navegación, como el sistema GPS (sistema de posicionamiento global), sistemas de comunicación vía satélite, y, disponen de lentes de visión nocturna. Generalmente son de color negro, azul o verde, lo que les permite camuflarse en el mar.
El costo: La go fast más económica cuesta entre 60,000 y 80,000 dólares, pero la última generación puede superar los 100,000 dólares.
El Submarino verde cuesta un millon y medio de dólares, pero puede transportar seis toneladas de coca.
***
Columna JAQUE MATE/Sergio Sarmiento
Submarino verde
Reforma, 18 Jul de 2008;
"Todos vivimos en un submarino amarillo". Lennon y McCartney
La rentabilidad del negocio incentiva el ingenio de los narcotraficantes. Este 16 de julio la Secretaría de Marina detectó y detuvo lo que llamó un "minisubmarino" con varias toneladas de droga cerca de la costa de Salina Cruz, Oaxaca. Cuatro tripulantes colombianos fueron arrestados. Dijeron que los habían secuestrado y obligado a conducir la embarcación sin decirles lo que contenía. A cada uno le pagarían 500 dólares que se entregarían a sus familias en Colombia.
Las imágenes que se han difundido nos muestran una embarcación que deja una parte muy pequeña en la superficie y que esconde bajo el agua buena parte de su volumen.
A pesar de que el submarino estaba pintado de verde y no de amarillo, la noticia generó de inmediato referencias en los medios de comunicación a Yellow Submarine, la canción escrita por Paul McCartney pero registrada, como tantas obras de los Beatles, bajo su nombre y el de John Lennon. Una de las características de esta pieza es que era cantada por Ringo Starr, el baterista del grupo, cuyo rango de voz era muy limitado. Lejos de significar una limitación musical, este limitado rango de voz le daba a la canción una textura especial que fue sin duda parte de su éxito.
Al ver las fotos del submarino verde recordé el gran debate que se registró en 1966 en torno a la letra de Yellow Submarine. Los gurús de los medios insistieron en ese entonces que "el viaje en el submarino amarillo" al "mar de verde" era una alegoría sobre el uso de drogas. McCartney siempre negó que tal hubiera sido el sentido de la canción, como Lennon lo hizo en el caso de Lucy in the Sky with Diamonds, y afirmó que la letra era un simple juego de palabras que se le había ocurrido. Surgieron también historias según las cuales el submarino amarillo era un alucinógeno que se elaboraba raspando la cáscara de un plátano. Nadie que yo sepa, sin embargo, pudo nunca fabricar una droga con tal material.
El submarino verde capturado por la Armada de México cerca de la costa de Oaxaca es muy distinto, por supuesto, al que imaginó McCartney en 1966. No tiene el periscopio característico del submarino de la película Yellow Submarine de los Beatles. Se trata de una embarcación que puede sumergirse sólo durante periodos cortos. Cuando está en la superficie, esconde la mayor parte de su cuerpo y por lo tanto de su carga debajo del agua. Estos navíos resultan muy difíciles de detectar.Aun así, este submarino fue aparentemente registrado por un avión de la Armada cuando cargaba combustible en aguas internacionales. Fue así posible esperarlo y detenerlo con su pequeña tripulación. Si bien el submarino no ha sido descargado, se estima que transportaba siete toneladas de cocaína. Si la cifra resulta cierta, la captura sería un golpe realmente importante contra el narco.
Supongo que si la Armada de México, con sus escasos recursos y la enorme extensión de mar que debe vigilar, encontró este semisumergible, es porque muchas otras embarcaciones de esta naturaleza deben haber estado transitando las aguas de nuestro país desde hace tiempo. La relación entre el costo de un navío de este tipo y la carga transportada es muy favorable si se compara con la de un avión. Pero la capacidad de los equipos de detección aérea de México y de Estados Unidos es tan fuerte ahora que es difícil que cualquier vuelo, incluso de un avión pequeño, pase sin ser detectado por territorio mexicano.
Ahora bien, sin importar los esfuerzos que se hagan para detenerlos, los narcotraficantes están siempre innovando. Después de todo, su negocio es uno de los más rentables del mundo. Construir uno de estos minisubmarinos y pagar 500 dólares a cada uno de los cuatro pescadores o campesinos es un costo muy pequeño en comparación con la utilidad que se puede obtener con siete toneladas de cocaína. Y el riesgo para los inversionistas es muy pequeño. Lo más probable es que, efectivamente, los cuatro colombianos capturados no sepan quién pagó la operación.Aun si la Armada de México y la Guardia Costera de Estados Unidos lograran realmente cerrar la nueva puerta para la importación de droga que representan estos semisumergibles, lo más probable es que el ingenio de los narcotraficantes llevara pronto a nuevos y sorprendentes vehículos de transporte de esta mercancía. Pero quizá ni siquiera esto sea necesario.La producción de marihuana y de drogas sintéticas en Estados Unidos ha venido aumentando de manera exponencial. Las variedades de cannabis que se cultivan en casas y apartamentos en la Unión Americana, con lámparas infrarrojas y técnicas de hidroponia, tienen ya hoy una mayor potencia que las variedades que se pueden cultivar al aire libre en nuestro país. Pero nunca habrá el mismo énfasis en perseguir a productores estadounidenses que a transportadores mexicanos.De hecho, no me sorprendería que pronto alguien llegara realmente a producir una droga de las cáscaras de plátano en laboratorios estadounidenses. En ese momento los submarinos amarillos dejarán definitivamente obsoletos a los verdes.

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