Probable venganza
Felipe Cobián R., reportero
Felipe Cobián R., reportero
Publicado en la revista Proceso no. 1657, 3 de agosto de 2008; www.proceso.com.mx
GUADALAJARA, JAL.- El pasado 31 de julio fueron localizados los cuerpos de seis integrantes de una familia que fue ejecutada en su domicilio de la calle Efraín Buenrostro número 25, colonia San Pedro, en Ciudad Guzmán, cabecera de Zapotlán.
El inmueble lo habían comprado hace dos meses a su anterior propietario, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, con quien tenían parentesco lejano pero una gran amistad.
Tras divulgarse la noticia del múltiple homicidio, Cárdenas declaró que la casa mencionada fue de su propiedad, pero lo vendió a Félix Bautista Lugo y a su esposa, con quienes, aseguró, no tenía “ningún parentesco directo, de sangre” pero sí “una relación afectiva de muchos años”.
Los asesinados fueron Félix Bautista Lugo, de 69 años, su esposa Carmen Campos Cárdenas, de 45, la hermana de ésta, Ana Patricia, de 24 –ambas primas terceras de Alberto Cárdenas–, así como Mayra y Magaly Bautista Cárdenas, de siete y ocho años de edad, respectivamente, e hijas del matrimonio, y Roberto Bernardino Campos Cárdenas, de 17 años, hijo de Carmen e hijastro de Félix Bautista.
El mismo día del hallazgo de los cuerpos la Procuraduría General de Justicia estatal informó que el móvil fue el robo de 400 mil pesos que uno de los miembros de la familia Bautista Campos había retirado la víspera de un banco en Tamazula, municipio colindante de Zapotlán, de donde eran originarios.
Sin embargo, vecinos del lugar consultados por Proceso refieren que la causa pudo ser una venganza de quienes hace tres meses secuestraron a Bernardino Campos, monaguillo del pueblo, y lo liberaron tras un pago parcial del rescate exigido, aunque quedó pendiente una deuda de entre 2 y 3 millones de pesos, por lo que los plagiarios regresaron y, al no obtener la cantidad solicitada –la familia sólo tenía 400 mil pesos–, ultimaron a los seis.
Los mismos vecinos aseguran que desde que los Bautista Campos compraron la casa de la calle Efraín Buenrostro, constantemente recibían amenazas de los secuestradores, quienes al parecer son narcotraficantes.
Félix Bautista Lugo, a quien no se le conocían grandes propiedades, trabajó muchos años en Estados Unidos, donde fue pensionado luego de una lesión. Hizo sus ahorros y se vino a vivir a Santa Cruz. Él y su familia eran muy queridos en la zona, aseguran los paisanos de Félix.
El 31 de julio los cuerpos de los seis integrantes de esa familia amanecieron en la planta alta de su residencia de dos pisos, encobijados y con el tiro de gracia, al parecer dado con un arma con silenciador. Roberto Bernardino tenía al menos dos heridas en el cuello provocadas posiblemente por un cuchillo.
Los cadáveres fueron descubiertos horas antes por unos familiares que acudieron al domicilio citado y avisaron a las autoridades. Poco después, policías municipales de Tuxpan y de otras localidades detuvieron a varios sospechosos en el cruce de carreteras conocido como Cuatro Caminos, cerca de Atenquique. Algunos traían armas y al principio se les relacionó con los hechos, pero fueron liberados por falta de pruebas.
Ese mismo 31 de julio fueron aprehendidas dos personas más, pero las autoridades se negaron a dar información. Hasta el viernes 1 se desconocía si estaban implicadas en el caso de la familia Bautista Campos.
En Ciudad Guzmán, al sur de Jalisco, los vecinos comentan que ahí opera una banda de extorsionadores que al parecer tienen cómplices en el vecino estado de Michoacán. (Con información de Rogelio Vargas y Miguel A. Infante.)
GUADALAJARA, JAL.- El pasado 31 de julio fueron localizados los cuerpos de seis integrantes de una familia que fue ejecutada en su domicilio de la calle Efraín Buenrostro número 25, colonia San Pedro, en Ciudad Guzmán, cabecera de Zapotlán.
El inmueble lo habían comprado hace dos meses a su anterior propietario, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, con quien tenían parentesco lejano pero una gran amistad.
Tras divulgarse la noticia del múltiple homicidio, Cárdenas declaró que la casa mencionada fue de su propiedad, pero lo vendió a Félix Bautista Lugo y a su esposa, con quienes, aseguró, no tenía “ningún parentesco directo, de sangre” pero sí “una relación afectiva de muchos años”.
Los asesinados fueron Félix Bautista Lugo, de 69 años, su esposa Carmen Campos Cárdenas, de 45, la hermana de ésta, Ana Patricia, de 24 –ambas primas terceras de Alberto Cárdenas–, así como Mayra y Magaly Bautista Cárdenas, de siete y ocho años de edad, respectivamente, e hijas del matrimonio, y Roberto Bernardino Campos Cárdenas, de 17 años, hijo de Carmen e hijastro de Félix Bautista.
El mismo día del hallazgo de los cuerpos la Procuraduría General de Justicia estatal informó que el móvil fue el robo de 400 mil pesos que uno de los miembros de la familia Bautista Campos había retirado la víspera de un banco en Tamazula, municipio colindante de Zapotlán, de donde eran originarios.
Sin embargo, vecinos del lugar consultados por Proceso refieren que la causa pudo ser una venganza de quienes hace tres meses secuestraron a Bernardino Campos, monaguillo del pueblo, y lo liberaron tras un pago parcial del rescate exigido, aunque quedó pendiente una deuda de entre 2 y 3 millones de pesos, por lo que los plagiarios regresaron y, al no obtener la cantidad solicitada –la familia sólo tenía 400 mil pesos–, ultimaron a los seis.
Los mismos vecinos aseguran que desde que los Bautista Campos compraron la casa de la calle Efraín Buenrostro, constantemente recibían amenazas de los secuestradores, quienes al parecer son narcotraficantes.
Félix Bautista Lugo, a quien no se le conocían grandes propiedades, trabajó muchos años en Estados Unidos, donde fue pensionado luego de una lesión. Hizo sus ahorros y se vino a vivir a Santa Cruz. Él y su familia eran muy queridos en la zona, aseguran los paisanos de Félix.
El 31 de julio los cuerpos de los seis integrantes de esa familia amanecieron en la planta alta de su residencia de dos pisos, encobijados y con el tiro de gracia, al parecer dado con un arma con silenciador. Roberto Bernardino tenía al menos dos heridas en el cuello provocadas posiblemente por un cuchillo.
Los cadáveres fueron descubiertos horas antes por unos familiares que acudieron al domicilio citado y avisaron a las autoridades. Poco después, policías municipales de Tuxpan y de otras localidades detuvieron a varios sospechosos en el cruce de carreteras conocido como Cuatro Caminos, cerca de Atenquique. Algunos traían armas y al principio se les relacionó con los hechos, pero fueron liberados por falta de pruebas.
Ese mismo 31 de julio fueron aprehendidas dos personas más, pero las autoridades se negaron a dar información. Hasta el viernes 1 se desconocía si estaban implicadas en el caso de la familia Bautista Campos.
En Ciudad Guzmán, al sur de Jalisco, los vecinos comentan que ahí opera una banda de extorsionadores que al parecer tienen cómplices en el vecino estado de Michoacán. (Con información de Rogelio Vargas y Miguel A. Infante.)
1 comentario:
Este crimen atroz me conmocionó mucho. No hallo palabras para expresar lo mal que me siento porque una familia completa de gente buena haya sido asesinada por unos infelices malnacidos. Mando mis condolencias a todos los familiares y amigos de la familia Bautista Campos. Quisiera poder hacer algo más... De veras me siento muy muy mal por este crimen.
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