Iban a rematar al escolta de Martí/Reportaje
David Vicenteño, reportero
David Vicenteño, reportero
Publicado en Excelsior (www.exonline.com.mx), 7 de julio de 2008;
El escolta de Fernando Martí sobrevivió al ataque de los secuestradores que creyeron haberlo asesinado. Sin embargo, éstos lo buscaron con el fin de eliminarlo. Los plagiarios acudieron a los hospitales donde fue internado el escolta Christian Salomé Flores, tras enterarse de que éste no había muerto luego del secuestro del hijo del empresario Alejandro Martí. El 4 de junio, Fernando Martí fue plagiado en un falso retén policiaco en Insurgentes a la altura de Ciudad Universitaria.
El escolta y el chofer, Jorge Palma Lemus, también fueron plagiados. Los cuerpos de ambos aparecieron abandonados en un auto y oficialmente se informó que ambos murieron. Sin embargo, ayer las autoridades de la Procuraduría capitalina confirmaron que Salomé Flores sobrevivió al ataque y estuvo internado en dos hospitales, sin que esto se hubiera conocido públicamente. El hecho de que los plagiarios intentaran rematar al escolta fue uno de los motivos que llevaron a la detención con fines de arraigo del comandante José Luis Romero Ángel y del agente judicial Fernando Hernández Santoyo, quienes solicitaron información sobre el herido en los hospitales donde fue internado.
Fuentes de la Procuraduría explicaron que la información sobre la muerte del escolta se manejó como una estrategia por dos motivos: el primero, proteger la integridad física de Salomé Flores. La segunda razón fue porque a partir de que se confirmó que prestaba los servicios de seguridad a la familia Martí y de su recuperación, se convirtió en una pieza clave para la investigación de los hechos, en los que fue secuestrado y asesinado el niño Fernando Martí, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes pasado.
Los presuntos implicados en el secuestro y asesinato de Fernando Martí acudieron a los hospitales en los que fue internado el escolta de Fernando Martí, Christian Salomé Flores, después de enterarse de que había sobrevivido, con la intención de rematarlo.
Éste es uno de los motivos que llevó a la detención, con fines de arraigo, del comandante José Luis Romero Ángel y del agente judicial Fernando Hernández Santoyo, quienes solicitaron información sobre el herido en los hospitales donde fue internado.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) confirmó ayer que Salomé Flores logró sobrevivir a los intentos de homicidio por parte de sus agresores, quienes creyeron que lo habían ahorcado hasta asfixiarlo.
Fuentes de la dependencia explicaron que la información sobre la muerte del escolta se manejó como estrategia para proteger la integridad física de Salomé Flores y porque, a partir de que se confirmó que prestaba sus servicios para la familia Martí, se convirtió en pieza clave para las investigaciones.
A partir de ese momento se dispuso de un equipo de agentes del Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI), para custodiar al escolta sobreviviente las 24 horas del día.
Salomé Flores ya rindió su declaración sobre los hechos e, incluso, aportó elementos para la elaboración de un parcial retrato hablado de los implicados en el secuestro.
El pasado 4 de junio fue privado de su libertad el hijo del empresario Alejandro Martí, y su cuerpo fue encontrado el pasado 1 de agosto en un auto abandonado en la colonia Villa Panamericana.
Las autoridades han identificado al Grupo de la Flor, relacionado con otros secuestros similares, con un modo de operación consistente en la detención simulando retenes policiales y dejando flores junto a sus víctimas.
Un día después del secuestro fueron encontrados los cuerpos del escolta, Salomé Flores, y del chofer de la víctima, Jorge Palma Lemus.
Por estos hechos están arraigados 90 días el comandante Romero Ángel, el agente judicial Hernández Palacios, y el civil Marco Antonio Moreno Jiménez.
A Hernández Palacio se le señala como la persona que intentó solicitar información de Salomé Palacios, tanto en los hospitales como en la Agencia de Seguridad Estatal del Estado de México, donde estaba adscrito.
Las fuentes explicaron que la noche en que se encontraron los cuerpos del escolta y del chofer, al lugar de los hechos se presentó una persona, que resultó ser otro integrante del grupo de seguridad de la familia Martí, quien rindió declaración y fue liberado.
También existe otro testigo de los hechos: se trata de un empleado de Ciudad Universitaria, zona en la que se cometió el secuestro con el falso retén de vigilancia.
Se explicó que un grupo de agentes de la Coordinación Territorial 3 Venustiano Carranza fueron citados a la Procuraduría capitalina supuestamente para ser identificados por el sobreviviente.
Esta versión fue confirmada por un grupo de agentes que ayer se presentaron para ponerse a disposición de la Fiscalía de Delitos contra la Seguridad de las Personas.
“Nos citaron con el pretexto de que nos iban a explicar el proyecto de Grupo Aeropuerto, y nos tomaron fotos, nos pusieron en una cámara Gesell, y nunca nos dijeron quién estaba del otro lado del espejo”, comentó Alejandro Zamudio, jefe de grupo de esa coordinación territorial.
Los agentes no conocieron el resultado de esa identificación, pero los 13 que acudieron a la Procuraduría se retiraron sin cargos en contra.
El escolta y el chofer, Jorge Palma Lemus, también fueron plagiados. Los cuerpos de ambos aparecieron abandonados en un auto y oficialmente se informó que ambos murieron. Sin embargo, ayer las autoridades de la Procuraduría capitalina confirmaron que Salomé Flores sobrevivió al ataque y estuvo internado en dos hospitales, sin que esto se hubiera conocido públicamente. El hecho de que los plagiarios intentaran rematar al escolta fue uno de los motivos que llevaron a la detención con fines de arraigo del comandante José Luis Romero Ángel y del agente judicial Fernando Hernández Santoyo, quienes solicitaron información sobre el herido en los hospitales donde fue internado.
Fuentes de la Procuraduría explicaron que la información sobre la muerte del escolta se manejó como una estrategia por dos motivos: el primero, proteger la integridad física de Salomé Flores. La segunda razón fue porque a partir de que se confirmó que prestaba los servicios de seguridad a la familia Martí y de su recuperación, se convirtió en una pieza clave para la investigación de los hechos, en los que fue secuestrado y asesinado el niño Fernando Martí, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes pasado.
Los presuntos implicados en el secuestro y asesinato de Fernando Martí acudieron a los hospitales en los que fue internado el escolta de Fernando Martí, Christian Salomé Flores, después de enterarse de que había sobrevivido, con la intención de rematarlo.
Éste es uno de los motivos que llevó a la detención, con fines de arraigo, del comandante José Luis Romero Ángel y del agente judicial Fernando Hernández Santoyo, quienes solicitaron información sobre el herido en los hospitales donde fue internado.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) confirmó ayer que Salomé Flores logró sobrevivir a los intentos de homicidio por parte de sus agresores, quienes creyeron que lo habían ahorcado hasta asfixiarlo.
Fuentes de la dependencia explicaron que la información sobre la muerte del escolta se manejó como estrategia para proteger la integridad física de Salomé Flores y porque, a partir de que se confirmó que prestaba sus servicios para la familia Martí, se convirtió en pieza clave para las investigaciones.
A partir de ese momento se dispuso de un equipo de agentes del Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI), para custodiar al escolta sobreviviente las 24 horas del día.
Salomé Flores ya rindió su declaración sobre los hechos e, incluso, aportó elementos para la elaboración de un parcial retrato hablado de los implicados en el secuestro.
El pasado 4 de junio fue privado de su libertad el hijo del empresario Alejandro Martí, y su cuerpo fue encontrado el pasado 1 de agosto en un auto abandonado en la colonia Villa Panamericana.
Las autoridades han identificado al Grupo de la Flor, relacionado con otros secuestros similares, con un modo de operación consistente en la detención simulando retenes policiales y dejando flores junto a sus víctimas.
Un día después del secuestro fueron encontrados los cuerpos del escolta, Salomé Flores, y del chofer de la víctima, Jorge Palma Lemus.
Por estos hechos están arraigados 90 días el comandante Romero Ángel, el agente judicial Hernández Palacios, y el civil Marco Antonio Moreno Jiménez.
A Hernández Palacio se le señala como la persona que intentó solicitar información de Salomé Palacios, tanto en los hospitales como en la Agencia de Seguridad Estatal del Estado de México, donde estaba adscrito.
Las fuentes explicaron que la noche en que se encontraron los cuerpos del escolta y del chofer, al lugar de los hechos se presentó una persona, que resultó ser otro integrante del grupo de seguridad de la familia Martí, quien rindió declaración y fue liberado.
También existe otro testigo de los hechos: se trata de un empleado de Ciudad Universitaria, zona en la que se cometió el secuestro con el falso retén de vigilancia.
Se explicó que un grupo de agentes de la Coordinación Territorial 3 Venustiano Carranza fueron citados a la Procuraduría capitalina supuestamente para ser identificados por el sobreviviente.
Esta versión fue confirmada por un grupo de agentes que ayer se presentaron para ponerse a disposición de la Fiscalía de Delitos contra la Seguridad de las Personas.
“Nos citaron con el pretexto de que nos iban a explicar el proyecto de Grupo Aeropuerto, y nos tomaron fotos, nos pusieron en una cámara Gesell, y nunca nos dijeron quién estaba del otro lado del espejo”, comentó Alejandro Zamudio, jefe de grupo de esa coordinación territorial.
Los agentes no conocieron el resultado de esa identificación, pero los 13 que acudieron a la Procuraduría se retiraron sin cargos en contra.
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