30 oct 2009

Mensaje del Presidente Calderón a empresarios

Ceremonia de Inauguración del XLI Foro Nacional de la Industria Química - 29/10/2009
Discusro del Presidente Calderón
Jueves, 29 de Octubre de 2009 Discurso
Señoras y señores:
"(...) Sé, por ejemplo, que hay problemas muy delicados de carácter estructural por la enorme volatilidad de los precios de los productos químicos, la incertidumbre sobre la disponibilidad de los energéticos, y vaya que nosotros mismos hemos vivido esa volatilidad también, hemos visto, me ha tocado ver, yo creo que en menos de un año, precios de petróleo mexicano de 110 dólares el barril y a la vuelta de seis meses, precios de 30 dólares el barril.
Y tan sólo en el último año, de 2008 a 2009, la caída en la producción de petróleo en México fue de 215 mil barriles diarios, es decir, una cifra inédita que, verdaderamente, constituye un problema, e incluso mayor a la baja en la recaudación, derivada a su vez de la crisis, también, la más grave que se haya registrado en la historia contemporánea en términos de crecimiento del Producto Interno Bruto nacional.
Ahora bien, para poder superar estos retos y para promover al máximo el potencial de la industria química, sé que necesitamos incrementar la oferta de insumos energéticos de calidad.
Y por esa razón, en esta Administración hemos tomado decisiones importantes, necesarias para transformar, entre otras cosas, el marco normativo de Petróleos Mexicanos.
México no. México al contrario, aceleró el paso a la competitividad y estamos en un proceso de reducción de aranceles medios de más o menos del 13 por ciento al ocho por ciento, y espero concluir mi Administración en un cuatro por ciento.
Por qué.
Porque sé que el acceso a insumos competitivos en precio y calidad le da competitividad a las economías y le da también mayores posibilidades de bienestar a los propios consumidores.
Y que si México y el mundo se encaminarán hacia una política de protección, tardaríamos varios años más en poder recuperar el ritmo de crecimiento económico en el mundo, desde luego, pero también en nuestro país.
Así que coincidimos también en ese aspecto y, desde luego, estoy convencido de que el Senado de la República estará en estos momentos, como se ha dicho aquí, profundizando en el análisis, precisamente, del Paquete Fiscal para el año 2010.
Pero no podemos ignorar varias realidades, amigas y amigos, y aquí es importante que hablemos con claridad y con franqueza.
En primer lugar. La vulnerabilidad del país es muy alta. No es que lo diga el Presidente de la República; ustedes pueden examinar el comportamiento del tipo de cambio, del riesgo-país, de los bonos mexicanos, los comentarios de las calificadoras de inversión, que claramente saben que tenemos un golpe en las finanzas públicas severo y sin precedentes.
Cuando al Presidente Zedillo le ocurrió aquella crisis del 94-95, ya no me meto si fue error de diciembre o de noviembre, octubre, septiembre, en fin, o fue un momento. El hecho es que fue una de las crisis más severas que hasta entonces había tenido el país.
La recaudación se cayó a pesos de 2009, más o menos, 130 mil millones de pesos. Este año, para el 2010, la caída en la recaudación, por tener la recesión más grave que se tenga registro en México; es decir, cuándo tuvimos una caída del 10 por ciento del PIB en un semestre. Nunca. La caída es de 170 mil millones de pesos,
Pero eso no es todo, ni es lo más grave. El efecto combinado de la caída en la producción de petróleo que, repito, llegó, lo recuerdo, las cifras, cuando como Secretario de Energía los acompañaba en la ANIQ, que llegó a ser de más o menos tres millones 300 mil barriles de petróleo de 2004 a 2005; para el año que entra, si bien nos va, tendremos dos millones y medio de barriles diarios de producción, con una caída dramática en los ingresos, que combinado con precios nos representa más de 300 mil millones de pesos.
Tenemos un golpe de finanzas públicas de casi 400 mil millones de pesos, cuatros puntos del PIB. No hay manera de que el país pueda salir adelante si no arregla, precisamente, este desequilibrio y va a ser en perjuicio de todas las empresas y de todo el sector productivo si México no preserva variables macroeconómicas estables, porque eso generaría, entonces sí, mucho más incertidumbre y mucho más daño estructural y de largo plazo a la economía, y mucho más flujo hacia afuera de inversiones, y mucho más pérdida de oportunidades para ustedes y para todos.
Segundo. Entiendo, también, perfectamente que todos debemos poner de nuestra parte, y el Gobierno Federal, primero que nadie.
Y, también, y qué bueno que lo dice el Presidente de la ANIQ, los gobiernos estatales y municipales. Pero créanmelo, amigas y amigos, el Gobierno Federal está haciendo, ha hecho y va a seguir haciendo su parte.
Y lo ha hecho en serio y a fondo. Y por esa razón, por primera vez, y si tienen algún precedente coméntenmelo o recuérdenmelo, por primera vez propuse al Congreso cerrar tres Secretarías de Estado, y la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Porque sí, todos, todos me decían: es que el Gobierno Federal tiene que hacer un esfuerzo. Y lo hacemos. Y congelamos los salarios de los servidores públicos.
Hoy, el Presidente de la República, los Secretarios y subsecretarios y directores ganan 40 por ciento menos, en términos reales de lo que ganaban hace cinco años. Y hemos congelado y reducido la estructura de las plazas. No es cierto ese dato que afirman de que hayan crecido los mandos medios y superiores en la Administración Pública Federal.
Y hemos también hecho un esfuerzo singular con medidas delicadas, difíciles, riesgosas como es la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, precisamente, porque ha sido un reclamo del sector privado y de muchos analistas, justificado, además, del esfuerzo que tiene que hacer el Gobierno; y sé que tendremos que hacer otros más para poder hacer más eficiente, honesta y transparente la Administración Pública.
Pero, ahora bien, señoras y señores, con hechos yo puedo decirles que el Gobierno Federal está cumpliendo su parte, y creo que todos debemos cumplir nuestra parte.
Y, efectivamente, creo que no hay cosa que más duela, que más lastime, que más entristezca a un gobernante que tener que pedirle a la población, precisamente, un esfuerzo recaudatorio para poderle evitar un riesgo mayor a la economía del país.
Pero lo que me parece inaceptable, amigas y amigos, es que haya grandes corporativos que le exigen al Gobierno que recorte su gasto, y el Gobierno lo recorta; que le exigen al Gobierno que ponga impuestos sobre alimentos y medicinas de la gente más pobre, pero que a la hora de ver sus cifras, en promedio pagan el 1.7 por ciento de impuestos durante varios años. Esto ya no puede ser.
Y no estoy pidiendo sacrificios extremos, no le estoy pidiendo a las empresas de México que paguen más que lo paga un dentista o lo que paga un empleado. Estoy pidiendo que pongan su parte, que cumplan con la ley; que está bien que tengan actividades filantrópicas y que patrocinen eventos deportivos y culturales, y que nos regalen equipos médicos, pero que también paguen, aunque sea una parte, de los impuestos que necesitan los mexicanos.
Sé que esta es una decisión difícil para todos, lo es para mi Gobierno, la es para los legisladores, pero créanmelo, amigas y amigos, el problema de las finanzas públicas en México es absolutamente serio y requiere responsabilidad y comprensión de todos.
De cualquier manera, mi Gobierno estará abierto, siempre abierto a escuchar la problemática específica, empresa por empresa o sector por sector si es necesario, y estaremos siempre dispuestos a dar y a hacer un esfuerzo adicional más para poder sacar al país adelante. Lo hemos sacado en la adversidad, lo hemos sacado en los momentos más difíciles, lo vamos a transformar como nos lo hemos propuesto.
He dicho y lo reitero. Como Presidente de la República, en los tres años y pico que me queda de mi Administración, estoy decidido a hacer cambios de fondo, cambios en serio, cambios en el curso del país, porque la trayectoria, la inercia que lleva, es una trayectoria insuficiente para alcanzar las etapas de prosperidad y desarrollo que necesitamos.
Y si he dicho cambios de fondo es porque lo son, y no he dicho cambios que sean agradables ni placenteros para nadie. Son cambios que cuestan y que cuestan tanto, amigas y amigos, que si no costaran los hubieran hecho otros Presidentes hace 20 ó 30 años. No los hicieron, respeto su decisión, su punto de vista. Pero nosotros, ustedes y yo, esta generación de mexicanos no tenemos más tiempo que perder.
Y si ustedes me señalan que la industria petroquímica también necesita cambios de fondo, yo aquí se los ofrezco públicamente, propónganmelos y con mucho gusto los hacemos; así tengan costos políticos, así impliquen polémica y controversia, estoy decidido que así como quiero que México se convierta en un país moderno y competitivo, la industria petroquímica nacional también puede y debe convertirse en una industria modelo, moderna y competitiva a nivel mundial.
Se puede.
Sí se puede y lo tenemos que hacer.
Quiero decirles, amigas y amigos, finalmente, que también propuse reformas al Marco Tributario de Petróleos Mexicanos, porque estamos buscando, precisamente, que haya medidas innovadoras que nos permitan también sacudir y transformar a la empresa nacional.
Se requiere, verdaderamente, que ahora hagamos un esfuerzo para que esto ocurra. Y se requiere, también, que revirtamos la caída en la producción petrolera y de gas natural del país. Y que lo hagamos, precisamente, en la ruta en que deben enfocarse las empresas modernas de México.
Y anuncié el 2 de septiembre, también, que siendo buena y en el sentido correcto la reforma que habíamos logrado en 2007-2008 al sector energético, las circunstancias internacionales demoledoras para la economía global, hoy nos obligaban a ir más a fondo y más rápido.
Y propondré al Congreso de la Unión una nueva generación de reformas al sector energético, porque México necesita dar pasos mucho más acelerados de los que ha dado hasta ahora para ser, precisamente, uno de los verdaderos ejes de producción petrolera y de gas que, ya lo fue en alguna época, y está llamado a serlo nuevamente.
Muy queridas amigas, muy queridos amigos de la industria petroquímica nacional.
La crisis por la que estamos atravesando, más que inhibir o cancelar nuestras posibilidades de desarrollo, debe ser un acicate para tomar las decisiones de fondo, para asumir el riesgo de cambiar a fondo y para fortalecer nuestra aspiración, también de fondo, de transformar a México de raíz.
Para seguir con este esfuerzo de cambio es necesario el apoyo y la participación activa de los empresarios, de los investigadores, de todas las personas que trabajan en la industria química y energética, a fin de retomar el camino del crecimiento.
Sé que son momentos complejos, que lo es para el sector privado y lo es para el Gobierno; pero también sé que juntos habremos de superar ésta, como hemos superado ya varias adversidades, y que lograremos, al final del día, convertir a México en el país próspero, desarrollado, competitivo, más justo, más seguro y más limpio, que nuestra gran Nación está llamada a ser.
Y si me permiten, les voy a pedir que me acompañen para hacer la Declaratoria Inaugural de este Foro.
Hoy, jueves 29 de octubre del año 2009, siendo las nueve veinte horas, me es particularmente grato declarar inaugurados los trabajos del XLI Primer Foro Nacional de la Industria Química, esperando que se alcancen todos sus objetivos.
***
El Presidente Calderón en la Inauguración del Hotel St. Regis Ciudad de México

Jueves, 29 de Octubre de 2009 Discurso

"Yo creo que proyectos como éste son los que verdaderamente hacen que México avance en su esfuerzo para que la industria turística sea fuerte y siga en crecimiento.

El Hotel St. Regis implicó una inversión significativa, algo así como 150 millones de dólares. Y este bellísimo edificio, en realidad no sólo por su belleza arquitectónica, sino por los detalles, como dijo aquí el señor Librizzi, y ahora lo entiendo perfectamente; este enfoque orientado hacia los detalles para que en cada estancia sea significativa para cada huésped, se ve tan sólo en el breve recorrido que hicimos por el lobby y otras instalaciones del hotel que lo hacen, verdaderamente, un museo.

También me congratulo de poder saludar desde aquí al arquitecto César Pelli, a quien felicito sinceramente por esta magnífica obra, y le agradezco también a él y a quienes hicieron posible que él trabajase aquí, que hayan creado éste que, estoy seguro, será un símbolo distintivo de la Ciudad de México.

Es, además, muy positivo saber que más de 400 trabajadores mexicanos brindan, con una distintiva hospitalidad y calidez, muy a la mexicana diría yo, servicios de calidad mundial a los turistas que se alojan y se alojarán aquí en las casi 200 habitaciones que tiene este excelente hotel....

"Al igual que otras naciones del mundo hay que decir que este año para México, fue verdaderamente complicado y difícil. Comenzamos a sufrir desde finales del año pasado, ya a estas fechas las cosas estaban verdaderamente complicadas; los impactos de la peor crisis económica que se haya tenido en décadas. Y naturalmente una crisis económica como ésta, impactó de manera muy poderosa en el sector turismo.

Precisamente la baja considerable en el gasto, en la demanda agregada de las principales economías del mundo y señaladamente la economía de la cual dependemos enormemente, como es la americana, registró ya, desde hace un año, un impacto muy severo en la actividad turística del país.

Y a eso hay que agregarle el surgimiento de un virus hasta entonces desconocido en todo el mundo, que fue el de la influenza A/H1N1 que alcanzó el máximo grado de alerta por la Organización Mundial de la Salud, una verdadera pandemia como la propia Organización lo calificó, y el impacto, la consecuencia que tuvo, precisamente, en la percepción acerca del país y en consecuencia en el turismo internacional.

Pero no, si bien es cierto, que no podíamos evitar y si bien es cierto que estaba fuera de nuestro alcance el que se materializaran, por un lado, la crisis económica y financiera mundial; y por otro, el surgimiento mismo de esta pandemia, lo que sí podíamos hacer, y sí hicimos, fue esforzarnos al máximo para atenuar su impacto en nosotros y entre la gente.

Y así pusimos en marcha políticas que nos permitieran apoyar más a sectores afectados y proteger, hasta donde fuese humanamente posible, empleos e ingreso de las familias, en diversos campos, desde luego.

En Empleo Temporal, por ejemplo, en el primer semestre del año en México se crearon más de medio millón de empleos y se preservaron en las industrias exportadoras más sensibles, básicamente manufacturas automotrices, electrónica. Casi otro medio millón de empleos que mediante acuerdos con los sindicatos, el Gobierno y las empresas permitieron preservar el sustento de familias.

Y, además, en diversas ramas de la actividad económica, incluyendo el turismo, se desplegó una actividad muy importante de créditos a pequeñas, medianas y microempresas hasta alcanzar una cifra sin precedente.

Entre septiembre y septiembre se dieron casi cien mil créditos fundamentalmente a Pequeñas y Medianas Empresas, que permitieron la preservación de otro número considerable de empleos.

En particular ante el impacto de la crisis sanitaria, en diversas reuniones que tuvimos con el sector turismo, orientamos esfuerzos adicionales a esta industria.

Y, por ejemplo, se canalizaron apoyos de más de diez mil millones de pesos en favor de 23 mil pequeñas y medianas empresas turísticas que habían sido afectadas por la contingencia sanitaria.

Y al mismo tiempo vale la pena recordar, amigas y amigos, que lanzamos con el apoyo de la sociedad, con el apoyo de artistas, empresarios, de medios, el movimiento Vive México, que integró los esfuerzos de la sociedad y nos permitió reactivar el turismo y con ello, apoyar el ingreso de cientos de miles de familias que viven en México de esta actividad.

Con esta meta hemos alcanzado una cifra importante que siendo insuficiente, lo admito, fue inédita, hasta entonces, de aplicar más de mil 200 millones de pesos para la promoción del turismo en el país en esa etapa crítica que todos vivimos.

Y con ese esfuerzo conjunto de empresarios turísticos, de inversionistas, de sociedad y de Gobierno, de los trabajadores, pudimos, no sólo dejar atrás la parte más grave de esta situación, sino que, afortunadamente, estamos empezando a observar signos importantes de recuperación.

Yo quiero compartirles algunos de estos signos:

Primero. Para hablar del sector turismo es importante decir que en el mes de septiembre, el mes pasado, se registraron ya 966 mil; es decir, casi un millón de entradas de turistas al país, lo que representa 24 mil entradas más con respecto a septiembre del año anterior.

Es decir, no sólo ya revertimos la curva tan dura que fue la crisis económica y de la influenza, sino que estamos ya por encima de los números de ingresos turísticos del año pasado.

Dos. El porcentaje de ocupación hotelera, aquí donde está el hotel, en la Ciudad de México, que fue donde más se afectó por la influenza porque, sobre todo los primeros días el impacto en la percepción fue demoledor, la ocupación hotelera llegó apenas al 10 por ciento de los cuartos disponibles en la ciudad.

Hoy, afortunadamente, en septiembre, también, ya registramos en la Ciudad de México, una ocupación superior al 60 por ciento. Y, desde luego, falta mucho más, pero estoy convencido de que en la medida que sigamos trabajando juntos vamos a alcanzar, precisamente, nuestras metas.

Un tercer indicador, también en el sector turístico, el número de llegadas y salidas de pasajeros del Aeropuerto de la Ciudad de México, que registró una caída de casi el 35 por ciento en el momento más severo de la crisis. Hoy ha revertido esta tendencia.

Y estoy seguro que muy pronto el Secretario de Turismo nos brindará noticias de que habremos alcanzado un nivel similar al del año pasado.

Pero, además, hay también señales de recuperación en la economía nacional que cuenta, desde luego, para el turismo. Ayer hubo una señal muy buena.

Hoy en el mercado de Estados Unidos el crecimiento trimestral fue de tres y medio por ciento, muy por encima de lo que se había previsto. Y, bueno, son, sin duda alguna, buenas noticias también para México.

Pero aquí en el propio país, también en este trimestre hemos venido registrando tasas positivas de crecimiento económico, espero que puedan materializarse pronto en las cifras que dé el INEGI.

Pero las cifras que contamos en el Gobierno Federal son alentadoras, por ejemplo, también en el mes de septiembre registramos un crecimiento de empleos muy significativo, pero incluso en este mes de octubre, en los primeros 15 días de octubre, que es la cifra que tenemos disponible del Seguro Social, registramos 62 mil nuevos empleos, ya netos, es decir, ya descontando bajas del Seguro Social compensadas con las altas. En términos netos hay 62 mil nuevos empleos en la primera quincena de octubre.

Y con ello ya hemos completado desde junio, julio, agosto, septiembre y primera quincena de octubre, quincenas consecutivas de crecimiento neto del empleo en el país.

Si consideramos únicamente septiembre, o sea, las dos quincenas de septiembre y la primera de octubre, en las tres últimas quincenas, en México, se han generado 120 mil empleos nuevos, netos, registrados y pagados en el Seguro Social.

De manera tal que aunque no podemos desde luego cantar victoria y falta mucho por hacer para recuperar los niveles de actividad económica que teníamos hace un año, porque fue muy severa la caída que registró la economía; hoy comenzamos, repito, a ver signos alentadores.

Y qué bueno que Starwood empiece, precisamente, a pesar de la dificultad, con la cual la economía enfrentó en las últimas partes del desarrollo de esta gran obra, empiece en una época que yo estoy seguro será de ventura, de crecimiento económico y de crecimiento en el empleo en este gran Hotel St. Regis de la Capital del país.

Amigas y amigos.

A pesar de estas dificultades que hemos platicado, y también reflexionando un poco sobre las buenas noticias que poco a poco empiezan a aparecer, yo estoy convencido de que en diferentes, a pesar de que en diferentes momentos de la historia hemos vivido momentos de mucha adversidad, también es cierto que los mexicanos hemos demostrado una y otra vez, y esta no será la excepción, que si trabajamos unidos somos capaces de superar los desafíos y de transformar nuestros momentos de adversidad en momentos de oportunidad.

Y con esa misma confianza, con esa visión de futuro, con esa certeza en la esperanza con la que inversionistas, visionarios construyeron este magnífico hotel, yo estoy seguro, amigas y amigos, que quien decida apostarle a México va a tener un retorno importante en su decisión.

Yo felicito, verdaderamente, a quienes no de palabra, sino con hechos con esta magnífica inversión, con este gran hotel están demostrando, precisamente, la confianza en el presente y en el futuro de México.

Y yo invito a todos a que sigamos sumando esfuerzos para llevar a nuestra industria turística al futuro y para construir en realidad, en acto, esa enorme potencia turística que es México.

Y que sea a través del turismo, de los inversionistas del sector que se genere una sinergia positiva y enriquecedora para todos, generadora de crecimiento y de empleo que tanto necesitamos a partir, insisto, de las enormes riquezas del país.

Que sea para bien. Que le vaya muy bien a quienes hoy inician este proyecto. Que quienes son sus clientes, sus huéspedes, sus socios en el St. Regis, tengan, verdaderamente, un momento no sólo placentero, que estoy seguro lo tendrán; sino que hablen por todo México y por todo mundo de la grandeza de este hotel y, por supuesto, de la grandeza y belleza de nuestro querido México.

Enhorabuena y muchísimas felicidades.

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