4 oct 2010

Amalia García Medina


 Amalia II/Sergio Sarmiento
Reforma,  4 Oct. 10
"Lo que buscamos fue atraer turismo con nuestra riqueza cultural". Amalia García
 Durante casi dos horas converso con Amalia García sobre mi artículo "Amalia" del 27 de septiembre y sobre las críticas a su desempeño como gobernadora de Zacatecas.
Me dice que es falso que se haya marchado a vivir a España. Cuando terminó su mandato se retiró unos días a Tacoaleche, Zacatecas, con su madre. Actualmente está viajando entre Zacatecas y la Ciudad de México. Amalia está consciente de la animadversión en su contra por una parte de la población de Zacatecas, pero la atribuye al trabajo de Ricardo Monreal, el senador del PT.
Es falso, me dice, que haya dejado al estado una deuda de 2,000 millones de pesos, como sostiene el actual gobierno del priista Miguel Alonso, ex secretario particular de Monreal. La deuda es de 591 millones de pesos, según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas del Congreso de la Unión, aproximadamente la misma que ella recibió de Monreal.
La obra pública que realizó fue importante, necesaria y en buena medida con ahorro de recursos públicos. Ciudad Gobierno y el Palacio de Convenciones, me dice, eran indispensables. El costo de alquiler de los edificios de gobierno era excesivo; pero, además, la concentración de actividades de gobierno en el centro de Zacatecas generaba congestionamientos en un casco urbano cuya vocación es turística. El Palacio de Convenciones ofreció un espacio para reuniones de grupos del que Zacatecas carecía y que le impedía generar ingresos en uno de los rubros turísticos con mayor crecimiento.
El dinero provino de acuerdos con empresas privadas. Algunos militantes de la izquierda consideraron esto un pecado, pero permitió que el gobierno usara el dinero público para obras sociales. En 20 años los edificios quedarán en manos del gobierno. "Nosotros estamos todavía con ideas arcaicas -me dice-. No todo debe ser recurso público".
Plaza Bicentenario era una abandonada central camionera convertida en refugio de malvivientes. Con la UNESCO se hicieron los planes del proyecto que incluía un estacionamiento subterráneo para reducir la presión vehicular sobre el centro, patrimonio cultural de la humanidad. La obra se hizo con fondos federales y de Conaculta.
Los conciertos con artistas como Bob Dylan y Rubén Blades se realizaron también con fondos de Conaculta. El Festival Cultural de Zacatecas es una tradición que se inició desde hace más de dos décadas con el gobernador Genaro Borrego y era importante mantenerlo. "La cultura cambia a la gente", señala.
Las acusaciones de nepotismo, me dice, se hicieron en muchos casos por personas que no eran sus parientes. Por otra parte, los abogados del gobierno le aseguraron que era correcto dejar a personas que ya ocupaban puestos y tenían un buen desempeño. Su hermana Conchita permaneció en el cargo de subprocuradora al que la había nombrado Monreal y su trabajo fue impecable e importante. Su hija, Claudia Corichi, logró el décimo lugar en la lista plurinominal del PRD para el Senado, a pesar de que a Amalia no le hacía gracia. Claudia tenía su propio trabajo político en un PRD federal que no era controlado por Amalia.
Encuentro a una Amalia intensa y preocupada por la situación del país. Los años de gobierno han moderado a esta mujer que empezó su carrera política en el Partido Comunista. Me dice que su popularidad en Zacatecas subió y bajó según las circunstancias y el momento, pero está convencida de que sus acciones como gobernadora fueron honestas y correctas.
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Amalia /Sergio Sarmiento
Reforma, 27 Sep. 10
"A mí me movió una visión de un Zacatecas moderno". Amalia García
 ZACATECAS, ZAC.- Siempre le he tenido aprecio y respeto a Amalia García. Su trabajo como legisladora y presidenta nacional del PRD fue excepcional. Su ánimo conciliador marcaba el camino de la política en el México contemporáneo. Cuando fue electa gobernadora de Zacatecas en 2004 lo celebré. México se merecía una gobernadora electa por méritos propios.
A seis años de distancia, sin embargo, el romance con Zacatecas parece haber concluido en un acre divorcio. No sólo perdió el PRD el gobierno de una entidad que había regido durante 12 años, sino que lo ha hecho ante un priista surgido de las propias filas del PRD, Miguel Alonso, cuyo gobierno ha lanzado acusaciones a Amalia y a su gente por corrupción.
Uno podría pensar que se trata de simples desplantes políticos. Un gobernante de otro partido siempre culpará a su predecesor de sus dificultades. Encuentro en una breve estancia en Zacatecas, sin embargo, un ánimo realmente negativo hacia la gobernadora que hace seis años generó grandes esperanzas.
La primera acusación, la que hace cualquier zacatecano, es por nepotismo. A la presencia e influencia de su hija, la senadora Claudia Corichi, y de su hermana Conchita García Medina como subprocuradora, se añaden muchos otros nombres de parientes que ocupaban distintos puestos en la administración estatal. Amalia siempre respondió que todos tenían trayectorias políticas propias, pero los comentarios de los zacatecanos dejan en claro que la entrega de cargos a parientes sí deterioró la imagen de la ex gobernadora.
 Más inquietantes son las acusaciones por malos manejos. Al tomar posesión como nuevo gobernador el 12 de septiembre, Miguel Alonso advirtió ante la propia Amalia: "Nuestra gente reprueba el lucro y el beneficio personal y familiar de sus gobernantes". Este pasado 23 de septiembre el contralor superior del estado, Guillermo Huízar Carranza, y el secretario de finanzas, Alejandro Tello Cristerna, ofrecieron una conferencia de prensa para anunciar el inicio de una investigación al gobierno de Amalia por haber heredado adeudos por 2 mil 200 millones de pesos.
La gente con la que hablo en Zacatecas coincide en general en que el gobierno de Amalia fue de dispendio. Se habla de excesos en obras públicas como Ciudad Gobierno, el Palacio de las Convenciones, la Plaza Bicentenario y la Megavelaria (una plaza para eventos en las instalaciones de la feria), cuyos contratos favorecieron a constructoras cercanas a la gobernadora. La propia Amalia ha presentado como un triunfo el que el gasto gubernamental se haya duplicado de 9 mil millones de pesos en 2004 a casi 18 mil en 2010.
Como suele ocurrir, las extravagancias le costaron más a la imagen de Amalia que la propia corrupción. Tan sólo entre el 23 de octubre de 2004 y el 27 de enero de 2009 la gobernadora viajó 54 veces al extranjero, más de una vez al mes. Enormes cantidades de dinero se gastaron para llevar al estado a intérpretes y grupos musicales de la categoría de Bob Dylan, Alejandro Fernández, Rubén Blades y Plácido Domingo para ofrecer conciertos con cargo al erario.
 Siempre he pensado que es una mala señal que un gobernador decida radicarse fuera de su estado una vez que termina su responsabilidad y la gente me dice que Amalia ya no está en Zacatecas. ¿Dónde vive?, pregunto. En España, me dicen varios. No encuentro forma de corroborar la información.
De lo que no hay duda es del desencanto. Las esperanzas generadas por Amalia en el 2004 han llevado a una decepción generalizada. Es una lástima y lo lamento en lo personal.
Arte en Zacatecas
La hermosa ciudad de Zacatecas es tierra de cultura y de museos. Ahí están los museos de Rafael y Pedro Coronel, el de Manuel Felguérez y el de Francisco Goitia. La famosa cafetería La Acrópolis cuenta con una colección notable de obras contemporáneas, algunas dibujadas ahí mismo por artistas como Tamayo, Toledo y Felguérez. Uno podría pasarse semanas viendo arte en Zacatecas.

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