23 oct 2011

La red del “Chapo”: de Colombia al DF

La red del “Chapo”: de Colombia al DF
Homero Campa y Edgar Téllez
Revista Proceso # 1825, 23 de octubre de 2011;
La detención de María Patricia Rodríguez en 2007 por la policía colombiana bajo cargos de narcotráfico determinó el derrumbe de su lucrativa sociedad con Joaquín El Chapo Guzmán. Cuñada de los hermanos Cifuentes Villa, Rodríguez construyó con ellos un enorme entramado comercial y financiero para lavar dinero del narco. Tan poderoso llegó a ser este grupo que seis de sus 40 compañías tienen registro legal en la Ciudad de México, una de las cuales se promovía como “la red principal de servicios electrónicos de dinero para empresas y personas”. En su lista de clientes incluyeron a Citigroup, Microsoft, AT&T, Telefónica de España, Intel, Pepsi, Hewlett Packard y la Organización de las Naciones Unidas.
El colombiano Jorge Milton Cifuentes Villa –socio de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, jefe del cártel de Sinaloa– estableció en México al menos seis empresas para lavar dinero producto del narcotráfico.
Lo hizo de manera abierta: su nombre aparece en la mayoría de ellas como accionista, administrador único o apoderado, según constancias encontradas en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de la Ciudad de México.
Cifuentes Villa, también conocido con el alias de Elkin de Jesús López Salazar, obtuvo incluso la nacionalidad mexicana. Su CURP es el CIVJ650513HNEFLR06. De acuerdo con las autoridades estadunidenses, su domicilio en México se encuentra en la colonia Lomas Country Club, Huixquilucan, Estado de México.
Datos de las actividades de Cifuentes Villa en México y su sociedad con El Chapo Guzmán salieron a la luz pública el pasado 6 de agosto, cuando la policía colombiana detuvo a su hermana Dolly por el delito de narcotráfico y lavado de dinero.
Desde 2002, Jorge Milton Cifuentes Villa estableció sus primeras empresas en México, las cuales forman parte de un entramado comercial y financiero valuado en 600 mil millones de pesos y que incluye unas 40 empresas en su natal Colombia, así como en Panamá, Ecuador, España, Estados Unidos y México.
De acuerdo con documentos del Departamento del Tesoro, Cifuentes Villa y sus hermanos Francisco Iván, Hidelbrando Alexander, Héctor Mario, Dolly de Jesús y Lucía Inés utilizaban dicha red de empresas para lavar dinero producto del envío de cargamentos de droga al cártel de Sinaloa. Sólo en los últimos tres años traficaron 30 toneladas de cocaína. Su enlace con El Chapo Guzmán era el mexicano Alfredo Álvarez Zepeda, alias Gabino Ontiveros Ríos, presunto familiar del Chapo.
De hecho, en febrero pasado la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC, por sus siglas en inglés), perteneciente al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, incluyó a 70 empresas e individuos de la organización de los Cifuentes Villa en la lista de Narcotraficantes Especialmente Designados (conocida como lista Clinton). Ello significa que congeló sus bienes y fondos, además de que prohibió a las compañías estadunidenses transacciones financieras con “los acusados, sus socios y sus empleados”.
En esa lista aparecen las seis empresas que Cifuentes Villa estableció en México, las cuales también fueron detectadas por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) de Colombia, junto con otras 11 compañías asentadas en Panamá, Ecuador, España y Estados Unidos.
De acuerdo con un documento de la Dijin del que Proceso tiene copia, la organización de los Cifuentes Villa realizó movimientos en “entidades bancarias a nivel internacional” por 150 millones de dólares destinados a dichas compañías. Las empresas asentadas en México son:
–Red Mundial Inmobiliaria S.A. de C.V., con oficinas en Miguel Schultz 127, colonia San Rafael, en la Ciudad de México. Fue registrada el 20 de marzo de 2002 con un capital de 100 mil pesos con objeto de la “compra, venta, arrendamiento (…) y en general la enajenación y adquisición de bienes inmuebles”, aunque el 16 de noviembre de 2007 amplió su giro a “la fabricación, compra, venta, importación y exportación de productos alimenticios”.
–Operadora Nueva Granada S.A. de C.V., registrada el 9 de octubre de 2002 con un capital de 50 mil pesos. Tiene tres oficinas: en calle Blas Pascal 106, colonia Los Morales, Ciudad de México; en Eje J 999, Departamento 301, en Santa Fe, Ciudad de México; y en Camino del Remanso 80, planta baja, en la colonia Country Club de Huixquilucan, Estado de México. Se dedica a “prestar servicios de restaurante, bar y banquetes, a la organización de toda clase de eventos sociales”, así como a la distribución de vinos y licores.
–Le Claude S.A. de C.V., registrada el 3 de septiembre de 2002 con un capital de 50 mil pesos. Su dirección es la misma que la de Red Mundial Inmobiliaria. Se dedica a la comercialización de ropa y calzado.
–Cubi Café Click México S.A. de C.V., registrada el 7 de octubre de 2008 con un capital de 1 millón de pesos y dedicada a la importación de café colombiano y en general a la comercialización de productos alimenticios. Sus oficinas se encuentran en Montecito 38, piso 21, colonia Nápoles, Ciudad de México.
–Monedeux Latin América S. de R.L. de C.V., con oficinas en avenida Santa Fe 495, piso 4, colonia Cruz Manca, Cuajimalpa, Ciudad de México. Según su sitio en internet, se dedica a proveer “administración, facturación, cobros, pagos y cuentas concentradoras en plataformas electrónicas”.
–Montray S.A. de C.V., ubicada en Jaime Nunó 1291-B, colonia Chapultepec-Country, en Guadalajara, Jalisco. También se dedica a los bienes raíces.
De acuerdo con constancias del Registro Público de la Propiedad y de Comercio de la Ciudad de México, un puñado de personas se rotan los principales puestos en los consejos de administración de estas compañías, entre ellos: José Ricardo Espíndola Torres, Sergio Rafael Sánchez Cano, Claudia Estela López Mejía y el propio José Milton Cifuentes Villa.
Existe otra empresa establecida en México que no aparece en el documento de la Dijin de Colombia, pero sí en la lista de la OFAC estadunidense. Se trata de International Group Oiralih S.A. de C.V., registrada el 10 de abril de 2006 y dedicada a la comercialización de “todo tipo de bienes, productos y servicios en general”. Uno de sus accionistas es Fabián Rodrigo Gallego Marín, sindicado como miembro de la red empresarial de la familia Cifuentes Villa.
En esa misma compañía aparece como accionista Hilario Cruz Terán, quien según el boletín 622/06 de la Procuraduría General de la República está vinculado con el colombiano Carlos Alberto Arango Vergara, detenido en febrero de 2006 con 7 millones de pesos en su poder.
Al parecer, a las compañías en México de Cifuentes Villa les iba bien. Por ejemplo, Monedeux presume en su sitio web: “La envergadura de nuestra red y la acogida cada vez mayor de nuestros productos nos han permitido convertirnos en la red principal de servicios electrónicos de dinero para empresas y personas”.
Y asegura que entre sus clientes se encuentran Citigroup, Microsoft, AT&T, Telefónica de España, Intel, Pepsi, Hewlett Packard y… la Organización de las Naciones Unidas.
La viuda
La caída en desgracia de la organización de los Cifuentes Villa se inició en 2007, cuando la agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) empezó a vigilar a María Patricia Rodríguez, la viuda de Francisco Cifuentes Villa, exjefe del clan familiar. Los agentes de la DEA descubrieron que en poco tiempo la mujer había logrado hacerse socia del Chapo Guzmán desde Colombia.
Hasta abril de 2007 María Patricia era un ama de casa que disfrutaba del dinero y la opulencia que le brindaba su esposo Francisco, quien amasó una enorme fortuna de la mano primero del capo Pablo Escobar, luego de los jefes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y más adelante de la temible Oficina de Envigado, una organización criminal que surgió tras el derrumbe del cártel de Medellín.
Francisco Cifuentes había consolidado fuertes lazos comerciales con El Chapo Guzmán, a quien le suministraba cocaína desde una pista de aterrizaje clandestina en la localidad de Cupica, departamento de Chocó, no lejos de la frontera con Panamá y en ruta directa hacia México.
Pero la suerte de María Patricia Rodríguez cambió radicalmente cuando su marido fue asesinado el 17 de abril de 2007 en su finca Villa Aurora, en el municipio de Caucasia, Antioquia, a manos de las AUC, que así le cobraron la tardanza en devolverles una pista de aterrizaje que le prestaron.
Lejos de amedrentarse, la viuda conoció rápidamente los vericuetos del negocio y no tardó en entrar en contacto con Guzmán Loera: “Sabemos que ella fue a encontrarse con El Chapo Guzmán pocos meses después de la muerte de Cifuentes, pero el capo le dijo que su marido le había quedado a deber más de 2 millones de dólares”, explica al corresponsal de Proceso un oficial de la Dijin.
Asustada, María Patricia entregó a El Chapo Guzmán al menos cinco costosas propiedades en los departamentos de Antioquia y Córdoba, en el noroccidente de Colombia, con las cuales saldó la deuda. “No hemos encontrado los bienes todavía porque están en manos de testaferros”, añadió el oficial.
Posteriormente, fuentes mexicanas dijeron a los agentes de la Dijin que la mujer aprendió rápidamente los detalles del negocio y, en un segundo viaje a México que hizo en 2009, le dijo a Guzmán Loera que podía trabajar con él y continuar con el trasiego de cocaína desde Colombia. El capo aceptó y puso en contacto a la mujer con sus colaboradores, quienes se encargaron de administrar las rutas y los embarques. Ella asumió el manejo de las pistas de aterrizaje y la adquisición de las aeronaves.
Para realizar tamaña faena, María Patricia echó mano de la experiencia de tres hermanos de su esposo asesinado, quienes desde hacía tiempo eran parte de la organización: Hildebrando Alexander, Jorge Milton y Dolly Cifuentes Villa, quienes se dedicaban a crear empresas de importaciones y exportaciones en diversos países para disfrazar los ingresos del narcotráfico y lavar activos ilegales.
No obstante, el naciente imperio empezó a derrumbarse cuando la policía capturó a la mujer en febrero de 2010. En agosto siguiente fue extraditada a Estados Unidos y recluida en un penal de alta seguridad de Dallas, Texas. Ella, cercana a los 40 años, de personalidad recia, con dos hijos, piloto de profesión y llena de comodidades en Colombia, no soportó el rigor del encierro y contó lo que sabía a cambio de mejorar su precaria situación jurídica.
Así, reveló el papel de los tres hermanos Cifuentes Villa en la organización y dio a conocer las direcciones de centenares de propiedades que compraron durante esos años, así como la intrincada red empresarial que tejieron para ocultar sus fortunas.
La información de María Patricia fue determinante para que el pasado 6 de agosto la Dijin capturara a Dolly Cifuentes Villa en el exclusivo barrio de las Brisas de Envigado, en Medellín. Hildebrando y Milton lograron escapar del cerco policial. Se cree que el primero viajó a México para refugiarse con El Chapo y que el segundo logró pasar la frontera y ocultarse en Venezuela.

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