Partido de la señora Marta

Retrospectiva

Reforma, a 22 de enero del 2002

Columna Plaza Pública/
 El partido de la señora Marta / Miguel Angel Granados Chapa
Con el membrete de Republicano se aproxima a obtener su registro el partido de la primera dama, la señora Marta como la llama su esposo el presidente de la República. Aplazó para el sábado próximo su asamblea constituyente, de todos modos lo festejó con un vistoso desplegado a dos planas sin una sola idea, sólo una gran imagen, como corresponde a la era de la mercadotécnica política a cuyos postulados se afilia: es la foto de un niño sonriente sobrepuesta a un paisaje rural.

La leyenda principal encierra un mensaje subliminal. Bajo un óvalo donde aparece la sigla y el nombre del Partido Republicano, se anuncia: Vamos por el futuro de México. Si usted elimina las cuatro palabras intermedias (por el futuro de), lo que se queda en la conciencia es Vamos México, casualmente el nombre de la fundación encabezada, como particular, en una disociación difícil de establecer, de practicar y de creer, por la señora Marta Sahagún de Fox, que con ella hace política, no filantropía.
La hará también a través de este partido, cuyo registro fue solicitado por el Movimiento de Acción Republicana, cuyo presidente es Francisco León Olea. La vinculación entre este empresario, que dedica cuantiosos recursos a una actividad política previa a la campaña del 2000 y prolongada ahora en este intento partidario, tiene diversas expresiones, comprobables documentalmente.
Una de ellas, la más visible y conocida es el lanzamiento de la señora como protagonista de una hazaña de naturaleza épica, a través del libro Marta. La fuerza del espíritu. Firmado por Sari Bermúdez, que con esa obra adquirió el rango que le permite presidir el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, fue en realidad preparado por León Olea. El mismo escribió el prólogo del libro cuyo subtítulo es "La historia del nacimiento de un ideal para cambiar a la nación". Lo publicaron conjuntamente dos negocios de León Olea: la revista Conciencia Mexicana y Gabriel Ediciones, SA de CV.
El título del libro proviene de una frase de la señora Sahagún, ahora de Fox, colocada como epígrafe de la obra, en posición tal que antecede a una cita de Santa Teresa de Jesús, a la que apela con frecuencia la primera dama. Dice la doctora de Avila: "Si en medio de adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor". La expresión de la señora Fox es una dedicatoria a quien entonces era su jefe y ahora es su marido: "A Vicente, quien por encima de la inercia de la historia apeló a la fuerza del espíritu para cambiar a México".
En esa misma línea explicativa, León Olea añade que su "pequeño libro intenta rastrear a través de la historia sencilla pero conmovedora de Marta Sahagún -quizá la colaboradora y compañera de campaña más cercana del hoy Presidente electo de México-, los orígenes del nacimiento y construcción de esa fuerza del espíritu que hizo posible el cambio en México". Dicho de otro modo, es un intento de "rescatar todo el tiempo cuál fue el génesis (sic) no solamente político o ideológico de una campaña, sino espiritual, producto de esa convicción, de esa certeza de que transformar a México es posible".
El autor, que ha litigado contra otros empresarios y el ahora gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz en torno a su participación en la propiedad del World Trade Center, se formula estas preguntas, propias de una hagiografía:
"¿Fueron los años formativos construidos con una educación provinciana, libre, cívica, familiar y religiosa los que articularon esa fuerza espiritual?
"¿Fue el resultado de una visión formada en el espíritu de San Ignacio de Loyola -del Colegio Lux- donde estudió Vicente, y de Santa Teresa de Jesús -de las teresianas- donde se formó Marta, o de ambos, que sincronizaron los corazones de una generación?
"¿Fue una comunión de hombres y mujeres libres que frente a la conciencia de su propia responsabilidad dejaron la comodidad de su cotidianeidad y la seguridad de sus familias, para enfrentar el poder; no obstante, el riesgo siempre presente en nuestro país, de los que en este ejercicio habían perdido la vida en el intento (sic)?"
Las respuestas a esas preguntas se hallan en el libro, dice su autor, que es presidente del Partido Republicano, organizado en torno y para provecho político de la primera dama. Y es que, añade, además de fenómeno político el ascenso de Fox es también un fenómeno espiritual que "sólo será descubierto entre líneas a partir del relato emocional y directo de la vida de los protagonistas que -como en el caso de Marta- un día, a la orilla de una pequeña presa bajo un árbol del rancho de San Cristóbal, allá en San Francisco del Rincón, nos cuenta cómo Vicente Fox, Eduardo Sojo, Ramón Muñoz y ella, concibieron el proyecto para conquistar la Presidencia de la República".
Aunque es miembro de Acción Nacional -ha sido consejera estatal y fue su candidata a la alcaldía de Celaya-, el PAN es un partido incómodo para la proyección política de la señora Fox. Hay y habrá cuidados extremos para evitar que un militante, o una militante audaz, se apodere de la estructura y la presencia histórica de un partido cuya lucha por la Presidencia de la República comenzó muchos años antes de que aquel cuarteto concibiera su proyecto particular. De allí que la primera dama tome providencias y además de una fundación en apariencia filantrópica considere la importancia de contar con su propio partido. "Esta batalla, no obstante la hazaña, no ha concluido, da inicio", confiesa León Olea.
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Cajón de Sastre

El empresario Francisco León Olea, que litiga por porciones de la propiedad del World Trade Center, invierte cuantiosas sumas en actividades políticas y editoriales ligadas con la política, como la edición de un libro dizque escrito por la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que en realidad él preparó.