16 dic 2012

El caso de Abraham Alonso

'Ya no pueden controlarnos' : Abraham Alonso
Los videos captados en teléfonos y la organización en redes sociales fueron claves para impedir que Abraham Alonso fuera inculpado
Jésica Zermeño, reportera.

Enfoque de Reforma, 16 diciembre 2012).- Cuando sintió el golpe en la cabeza, Abraham Antonio Alonso Reyes estaba parado sobre Eje Central, a la altura de 5 de mayo, grabando con su celular cómo los policías golpeaban a alguien tirado en el piso. Ni siquiera vio al granadero que corría hacia él a toda velocidad. Eran aproximadamente las 13:40 horas del pasado 1o. de diciembre.
"Como que querían recuperar 5 de mayo o algo así. Nunca creí ver eso. Había una estampida de granaderos enfrente de mí, listos a golpear a quien se atravesara. Cuando yo vi que corrieron los que estaban sobre Eje Central yo también intenté correr, pero ya me habían alcanzado. Por estar grabando nunca me percaté de que atrás de mí había más policías.

"Recibí un golpe con el escudo de acrílico arriba de la nuca. Perdí el equilibrio. Caí al suelo. Ahí salió volando la mochila que cargaba, que sólo tenía las botellas de agua de mis amigos porque yo era el único que traía mochila. Perdí también mis lentes. Ya no me dejaron parar", cuenta el joven de 27 años.
En segundos Abraham ya estaba rodeado de uniformados pateándolo. Para protegerse lo único que le quedó fue hacerse bolita. Dice que no sintió dolor en ese momento, pero sí miedo y aturdimiento. En el tumulto, uno de los policías de la SSP-DF se robó su celular LG, con el que unos minutos antes estaba recolectando lo que él, estudiante de historia en el sistema abierto de la UNAM, llama "documentos históricos".
Después de la paliza, uno de los policías lo levantó y se lo llevó de los cabellos a una camioneta de la policía capitalina, que después lo trasladaría junto con otros a la Agencia 50 del Ministerio Público, en la colonia Doctores.
Hace seis años Abraham pensaba todavía ordenarse como sacerdote; finalizó sus estudios de filosofía en la Universidad Pontificia de México; hoy es profesor de religión en la primaria del Colegio Simón Bolívar y de historia de la filosofía en el Seminario Mayor San José, en la Diócesis de Nezahualcóyotl. El 1o. de diciembre fue uno de los 96 detenidos por las autoridades capitalinas y uno de los 70 consignados acusado de ataques a la paz pública.
Abraham recuerda que en la Agencia 50 lo trataron como un criminal y siempre recibió un trato tosco, ofensivo. Que estuvo incomunicado hasta su traslado al Reclusorio Norte, el lunes siguiente; que no recibió atención del médico legista, sino apenas una revisión visual. Reconoce que le entregaron dos hojas que contenían sus derechos, pero que no pudo leer porque apenas las tuvo consigo un par de minutos, antes de que lo obligaran a firmarlas, porque la mujer que las repartía "no tenía su tiempo" para esperar a que las leyera.
Revela también que en la Agencia les tomaron fotos irregularmente, pues a algunos de sus compañeros los obligaron a ponerse paliacates en la cabeza y gorras para la fotografía. Que no supo de qué se le acusaba hasta el domingo, antes de hacer su declaración.
Y relata, además, que cuando llegó al Reclusorio los custodios le dieron una patada, a otros golpes en el estómago, y amenazaron hasta con violarlos si no se portaban bien, "porque no estaban jugando".
Sin embargo, Abraham reconoce que durante la semana que estuvieron ahí el trato no fue tan malo: mantuvieron a casi todos en el área de ingreso sin mezclarse con los reos; durmieron en grupos de siete en cada celda, les dieron comida tres veces al día, cobijas, cepillo y pasta dental.
Abraham hoy está libre. Fue uno de los 56 que salieron el domingo 9 de diciembre porque se acreditó que su detención fue totalmente irregular e injustificada. De todo lo que pasó, lo que más le asombra es que todavía haya 14 detenidos, y tiene miedo de que los aún presos ya no tengan el trato preferencial que de antes, cuando todos estaban adentro, resultado de la presión social que venía del exterior.
"Cuando leyeron la declaración en nuestra contra entendí lo mal que estaban las cosas. Eran las declaraciones de tres policías, quienes afirmaban que me habían detenido en lugares distintos y a horas similares. Uno de ellos dijo que me había detenido en Avenida Juárez, a la altura de Balderas. Otro decía que me había detenido en Eje 1 Norte esquina con República de Brasil, que es por Tepito. El otro dice que me detuvo en otro lugar. No sé cómo le hice, pero me detuvieron en tres lugares distintos, de seguro me agarraban y me les escapaba.
"Era una contradicción tan tremenda en las declaraciones, ¡y procedieron! ¡Eso es lo más impresionante! Y nadie las cuestionó. ¿Cómo estar tranquilo si los demás, con los que compartí celda están detenidos con esas mismas declaraciones? Yo no puedo", dice angustiado.
Hoy se sabe que entre los detenidos hubo de todo. Jóvenes que, como él, grababan con su celular lo que pasaba; estudiantes que caminaban y que quedaron encapsulados entre granaderos, como en la calle de Filomeno Mata; hombres y mujeres que se atrevieron a defender a otros de los abusos policiacos, y hasta un bolero que intentó recuperar su cajón de trabajo, y que todavía sigue preso.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal recabó información "consistente" que evidencia que hubo, por lo menos, 22 detenciones arbitrarias. Abraham refuta: "Todos fuimos detenidos así, como yo. No tienen pruebas".
Choque de relojes
Aunque no vieron cuando lo detuvieron, los amigos de Abraham, quienes estaban en Bellas Artes y habían asistido al Centro Histórico junto con él para manifestar su rechazo a Peña Nieto, vieron cuando desapareció entre los granaderos mientras grababa con su celular. Confirmaron que estaba detenido después de los disturbios, pues no podían encontrarlo por ningún lado y no respondía su celular.
Por casualidad se enteraron por un policía de que estaban llevando a todos los detenidos a la Agencia 50, así que se trasladaron ahí. Varios, la mayoría compañeros de él en la UNAM, confirmaron su detención el sábado en la noche, y estuvieron hasta el domingo haciendo guardia afuera con el fin de saber algo de él, pues estaba incomunicado. Pero no esperaron en vano. Mientras Abraham se encontraba en los sótanos de la Agencia junto con los demás detenidos, sus amigos afuera supieron cómo ayudar en su defensa.
Alejandro Pedraza, estudiante de doctorado en ciencia política en la UNAM y de la licenciatura en historia en el sistema abierto, recuerda que ahí nació la estrategia de defensa: había que encontrar en internet cualquier foto o video que evidenciara que los detenidos no eran parte de los provocadores.
"El domingo se empezó a escuchar en los juzgados que con fotos y videos estaban tratando de armar una defensa preliminar para evidenciar que la mayoría de los que estaban ahí, si no su totalidad, eran inocentes, y que habían sido detenidos de manera aleatoria y arbitraria. Por eso me puse a ver videos", dice el joven, de 27 años.
Alejandro fue a casa y permaneció ahí prácticamente sin dormir hasta el martes en la madrugada. Con descansos de apenas dos horas, el joven, como otros familiares y amigos de los demás detenidos, decidió revisar cientos de videos e imágenes de lo que había pasado, de la fuente que fuera. No sólo revisó a detalle las secuencias, sino que identificó los momentos donde aparecía Abraham, con minuto y segundo, para reconstruir qué estaba haciendo frente a Bellas Artes. Y para que no hubiera duda de que él no estaba manipulando los videos, decidió guardar copias de todos ellos.
En el proceso se comunicaba con los demás vía Facebook, Whatsapp y Skype para saber cómo iba la recolección de pruebas, mientras todos inundaban la red con volantes virtuales que relataban por qué Abraham era inocente. La historia de Abraham y de otros más llegó a los medios de comunicación tradicionales así, gracias al activismo online , el que más ha causado dolores de cabeza al Presidente y donde más radicalmente se muestra el rechazo hacia él.
"Si encontraba algo les escribía. 'Miren, salió este video, y en el minuto tal está Abraham. Chéquenlo'. Todos discutimos por ahí. 'Pero en este minuto se ve más claro'. Poco a poco se armó el rompecabezas de lo que había pasado, porque afortunadamente mucha gente decidió compartir en la red lo que grabó", dice.
Su trabajo quedó anexado en la averiguación de su amigo, en una carpeta con 75 pruebas acompañadas por un guión, realizado por Alejandro y por Érika Rezza, otra amiga de Abraham, que explicaba a los jueces cómo ver lo que habían encontrado.
Érika dice que la realización de ese guión fue fundamental.
"No queríamos que los jueces perdieran tiempo, porque sabíamos que había muchos como Abraham, así que les explicamos paso a paso, con ligas y tiempos, cómo ver los videos, para que vieran dónde estaba realmente Abraham", dice.
Quizá por primera vez en la historia de México, la evidencia multimedia de detenciones en una movilización es tan masiva que cambió el curso de las investigaciones.
La Liga 1o. de Diciembre, el grupo de abogados que se conformó para defender jurídicamente a los que ellos llaman "los primeros presos políticos de este sexenio", cuenta con más de 90 horas de videos de ese sábado, la mayoría provenientes de smartphones de personas que, como Abraham, querían registrar lo que pasaba.
Roberto Esperanza, ingeniero en informática de 29 años y estudiante de la licenciatura abierta en historia, asegura que la movilización social vista el #1D no terminó en las calles, sino que fue más intensa en el mundo virtual, y fue muy exitosa, pues logró revertir casi en tiempo real lo que las autoridades querían que la sociedad creyera: que todos los detenidos eran pandilleros.
"Mucha gente dice 'No olvides retrasar tu reloj 70 años con la llegada del PRI', pero al PRI se le olvidó adelantar su reloj muchos años también, porque no se pusieron a pensar que hoy existe el internet, los smartphones, que hay mayor conciencia política y social, que hay gente más preparada. Porque si antes sólo existía la televisión, hoy hay muchos más canales que sirven. Está Twitter, está Facebook. La gente se puede comunicar de inmediato. Y eso ya es casi masivo.
"Que controlen la tele, pero a nosotros ya no pueden controlarnos. Y eso se ve en una noticia: el 1o. diciembre, al principio, todas las noticias hablaban de vándalos, y a menos de 48 horas los medios y habían cambiado. Ahora somos un problema para ellos. ¿Qué hubiera pasado si hubiera habido tantos smartphones en Atenco en 2006?", se pregunta Roberto.
El trabajo de documentación de los amigos de Abraham se resume en un video hecho por Alejandro y narrado por Érika que puede encontrarse en YouTube con el nombre "Libertad inmediata a Abraham Antonio Alonso Reyes". Dura 9 minutos 26 segundos.
http://www.youtube.com/watch?v=qZ0AAnLuN08
Alejandro, Roberto y Érika aseguran que seguirán asistiendo a las manifestaciones políticas porque ellos quieren expresar su opinión. "Es nuestra obligación como estudiantes ser conscientes", remata Alejandro.
Muchos ojos
Para el trabajo de defensa de la Liga 1o. de Diciembre el material multimedia recabado en la red ha sido fundamental.
Jesús Robles Maloof, activista virtual e integrante de la liga, sostiene que YouTube ha sido pieza fundamental para documentar la defensa de los jóvenes, pues México es un país cuya justicia es aberrante, ya que se invierte el principio de presunción de inocencia y hay que demostrar con todos los elementos posibles que no eres culpable, incluso con videos.
"No imagino una defensa exitosa actualmente en México frente a este gobierno sin la presencia de internet. Ellos construyeron una verdad con base en una mentira, pero miles de ojos pudieron grabar la verdad. Ésta es una etapa diferente que el gobierno no ha entendido.
"En este caso las autoridades, acostumbradas a mentir, recordaron que había muchos ojos viéndolos. Por eso la mayoría salieron, la Procuraduría no pudo comprobar su culpabilidad", explica.
Robles Maloof asegura que están pidiendo a todos los internautas que les hagan llegar todo el material que tengan sobre el #1D y, específicamente, fotos y videos donde se observe a Rita Neri Moctezuma, la única mujer que fue consignada, antes de ser detenida Bellas Artes, pues la juez Patricia Mora Brito, encargada de su caso, reconoce que ella no era uno de los violentos, pero que en un video proporcionado por el Gobierno del Distrito Federal "ella está parada junto a una persona que tiraba piedras".
"Lo que está inaugurando la juez es una forma de cometer delitos que es por proximidad pura, y no lo permitiremos. Necesitamos probar que ella en Bellas Artes estuvo todo el tiempo en una actitud pacífica. Todo lo que nos ayude a demostrarlo será fundamental".

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